sábado, 4 de junio de 2011

¿CULPABLES LOS PEPINOS O EL GOBIERNO?

El inesperado brote de la bacteria ‘Escherichia Coli’ en Alemania, entre otras cosas, ha servido para poner de manifiesto el enorme deterioro de la imagen de España desde que José Luis Rodríguez Zapatero llegó a La Moncloa. La inepcia  ostensible de nuestro Gobierno, en muy poco tiempo, ha logrado que desapareciera completamente hasta la más mínima huella del prestigio pasado de la Nación española. La polémica de los pepinos ha puesto al descubierto las tremendas carencias de un  Ejecutivo, que solamente piensa en perpetuarse en el poder, y en alterar sustancialmente la idiosincrasia de los españoles, tratando de cambiar hasta su manera de ser y de pensar.

La crisis del pepino, desatada en Alemania y que tanto daño ha causado a la agricultura nacional, ha dejado muy claro que nadie en el mundo toma en serio a nuestro Gobierno. Es totalmente impensable que nadie en Alemania, ni siquiera la socialista Cornelia Prüfer-Storcks, flamante nueva consejera de Sanidad en la Ciudad-Estado de Hamburgo, hubiera hecho algo parecido con Francia, ni tampoco con España en los tiempos de José María Aznar. Pero ahora, aprovechando que no somos nadie en el concierto europeo, los socialistas de Hamburgo, con la consejera de Sanidad en cabeza, no han dudado un momento en lanzar al aire mensajes erróneos, culpando alegremente del origen de la epidemia a los pepinos españoles.

Y mientras la Pajín de Hamburgo se despachaba a gusto, culpando del peligroso brote de E. Coli a los productos hortofrutícolas españoles, nuestro Gobierno sesteaba tranquilamente, dejando que cogiera cuerpo la acusación infundada de que los pepinos españoles eran los culpables de la infección mortal desarrollada en Alemania. La correligionaria de Zapatero, la veterana política Prüfer-Storcks, lanzó esta acusación general contra las verduras  españolas,  poco tiempo después de hacerse cargo de la Consejería de Sanidad. Y lo hizo alocadamente, sin mucha profesionalidad y un poco al margen del sentido común, pues se dejó llevar de un alarmismo excesivo, sin reparar en que no todos los contagiados habían consumido pepinos.

A pesar de la metedura de pata de la consejera de Salud de Hamburgo, que tanto daño ha hecho al sector hortofrutícola español, la prensa alemana se lamenta de la penosa situación de los vendedores alemanes, que son incapaces de vender sus verduras por la alarma provocada irresponsablemente con semejante anuncio. No hay referencia alguna, sin embargo,  a los enormes problemas ocasionados a la agricultura española, con pérdidas semanales superiores a los 200 millones de euros. Los medios de comunicación alemanes anuncian ahora, eso sí, una vez descubierto el error, que los pepinos españoles no tenían  culpa de nada, cuando el verdadero daño ya estaba hecho. Sin profundizar demasiado en el tema, la prensa alemana señala que el error fue debido a la precipitación con que la Consejería de Sanidad de Hamburgo publicó los datos, bastante antes de que estos fueran absolutamente concluyentes.

Es tal el respeto que sienten en Europa por la España de Zapatero que, hasta el comisario europeo de Sanidad,  John Dalli, ha tomado a chirigota las justificadas quejas españolas y defiende lamentablemente la postura alemana de culpar a España de la crisis del pepino. Llegó incluso, en rueda de prensa, a justificar reiteradamente la postura alemana de acusar a España de exportar la bacteria E. Coli, sin contar con pruebas concluyentes para ello. Es más: el comisario europeo de Sanidad llegó hasta hacer bromas sobre el enfado de los españoles por las inoportunas declaraciones de la consejera de Sanidad de Hamburgo.

Los demás países de Europa, incluida la propia Alemania, suspendieron aceleradamente la importación de verduras españolas. Hasta Rusia se sumó con rapidez a ese bloqueo preventivo de nuestras hortalizas. A pesar del daño irreparable que semejantes medidas ocasionaban a nuestra economía, el Gobierno de España, consciente de su escaso predicamento en el concierto europeo, no supo o no quiso reaccionar adecuadamente para exigir de Europa, al menos,  un mínimo de respeto y consideración. Además y por lo que hemos visto, los responsables de nuestro Gobierno centraban todas sus preocupaciones en deliberar si al sucesor de Zapatero le convenía más presentarse a los ciudadanos con el nombre de Alfredo, el de Pérez o el de Rubalcaba. Porque temen que hablar de Rubalcaba es tanto como hablar de los GAL, de la cal viva, del 11-M y hasta del Faisán.

Gijón, 3 de junio de 2011

José Luis Valladares Fernández

16 comentarios:

  1. Podremos hacer correr ríos de tinta. Llenar el ciberespacio con hiperterbytes de opiniones. Al final, todo se resume en encontrar un imbécil que pague el pato: España.
    Los muertos, muertos están. Los enfermos curándose. El origen de la epidemis, Dios sabrá, donde está. El paganini, tras los Pirineos. Ya lo dice el saber popular: nunca falta un tiesto para una mierda. Con perdón.

    ResponderEliminar
  2. Lamento, sobre todo por los empresarios, cooperativistas, agricultores, exportadores, etc., el efecto causado por la acusación infundada de las autoridades germanas que, cuando les interesa, se saltan a la torera todas las normas comunitarias. Al fin y al cabo, Europa son ellos y los demás vamos de comparsa, a las pruebas me remito.

    ResponderEliminar
  3. CAPITÁN TRUENO:

    Pero la culpa de que nos traten así, creo que es más bien nuestra, mejor dicho, de nuestro Gobierno que no sabe darse a valer. Costó mucho conseguir que nos trataran, sino "primus inter pares", sí al menos como iguales. Y a Zapatero le sobró tiempo para dilapidar toda nuestra reputación y hacer que se rían de nosotros.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Trecce:

    Los empresarios y los agricultores son efectivamente los primeros en pagar las consecuencias de ese trato. Pero nuestro Gobierno ha conseguido que los españoles seamos el hazme reír en todo Europa

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Al final ha quedado en evidencia el escaso peso de España en la UE. Y eso que el Gobierno tenía todos los argumentos de su parte para hacer valer los intereses españoles: ningún informe oficial señala a los pepinos como los causantes de la infección; personas que no han ingerido esta hortaliza han enfermado; nadie en España ha resultado afectado y la alarma sanitaria ha obviado los cauces oficialmente establecidos en Europa.

    Eso pasa cuando no eres nadie, cuando el prestigio como país está por los suelos.
    Eso es un "logro" -uno más...- de Zapatero.

    ResponderEliminar
  6. Natalia Pastor:

    La impericia, la bisoñez y la ineptitud del personaje, acabó con todo nuestro prestigio en Europa en muy poco tiempo. De ser respetados y de concedernos más poder del que nos correspondía en razón de la población española, pasamos rápidamente, no solo a perder poder, sino a ser el hazme reír de la UE.
    Con personajes así al frente del Gobierno, no hace falta tener enemigos, ni mala suerte. Viene todo encarrilado.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  7. Ya le "debemos" un primer favor al futurible en su versión "Alfredo". Quieren presentarlo como el candidato ideal y "recén", nos ha demostrado una vez más que los intereses del PSOE están por encima de los intereses de España.

    ¿Cómo nos van a respetar con este atajo de majaderos al timón?

    Un abrazo Jose Luis.

    ResponderEliminar
  8. Candela:

    Con esta gente, hemos pasado a ser en Europa un cero a la izquierda. Son incapaces de hacerse valer. Con Aznar llegamos a contar con más poder del que nos correspondía por representación. Ahí está el tratado de Niza para demostrarlo. Con Zapatero hemos pasado al pelotón de los torpes, perdimos todas las ventajas que teníamos y, además, se rien de nosotros.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. Hay que acabar con los especuladores mafiosos que están en Europa, es más las perdidas milonarias más miles de trabajos perdidos por una persona que ha abierto mal la voca ha echo que la verdad real todavia no se sepa. Esto si pagan algo iran a los bolsillos de los de siempre seguro...que se siguen riendo de nosotros es indudable, tal falta de respeto hacia los españoles trae lo que trae.
    Mientras el paro en mayo dió un pequeño resultado positivo de 80.000 personas y parece que hay que echar cohetes al aire para celebrarlo, y es que la miseria hace que un mendrugo de pan sea cuestión de celebración.
    Nos siguen engañando por todos los lados y nos toman por idiotas. Responsabilidades cero, resultados cero,respeto cero...Después no tenemos el encefalograma plano hacia ciertos problemas...no nos siguen tomando el pelo.
    Saludos cordiales José Luis.

    ResponderEliminar
  10. E..P..:

    Así es, amigo E.. P... Con toda la ligereza del mundo, esa Consejera culpa a los pepinos españoles, armando una debacle y, según se sabe ya, el problema lo tenían en casa: una granja alemana que producía brotes de soja.
    Y nuestro Gobierno sin exigir aún responsabilidades de manera seria.

    Un abrazo, amigo E..P..

    ResponderEliminar
  11. José Luis yo creo que aunque tuviéramos más peso en Europa y con otro Gobierno, hubiera pasado lo mismo con los pepinos de los cojones. Y creo que se hubiese dado el mismo caso porque los alemanes e ingleses se creen y siempre lo han creído los más altos y guapos del continente europeo, y miran al resto con superioridad. Igual pensaron que la cosa no iba a ir a más y dirían "le cargamos el mochuelo a los españolitos", y cuando han visto que no podía ser han dado marcha atrás. Los que la han cagado han sido los alemanes y en este caso han tenido muy poca "vergüenza". Ya que ahora resulta que la infección esa bautizada como E. coli tiene su origen en semillas germinadas de soja, cultivadas en la propia Alemania. Un buen pepino es lo que les hacía falta a estos que les metieran por donde yo dijese. Saludos José Luis.

    ResponderEliminar
  12. La hamburguesa cruda de Cornelia es culpable y reincidente ,y su Gobierno la respalda en las miserias, pero como de costumbre, no hemos estado a la altura de las circunstancias...y una señora gorda comiendo pepinos a lo basto, nada arregla. ¡Ay, Loyola, Loyola...!

    ResponderEliminar
  13. Al débil, en el mundo real, le llueven los palos y no puede más que resignarse. Así que esto es lo que tenemos, con una políticas exterior desaparecida y un manifiesta debilidad cualquiera puede machacarnos que además le limpiaremos los zapatos.

    Pero nuestro Presidente sigue a lo suyo: las bodas gays, el aborto para las niñas, la Ley de Memoria Histórica, etc... Vamos, para lo que le votaron.

    ResponderEliminar
  14. Rafa Hernández:

    Lo bueno del caso, es que los alemanes, al final, se van de rositas. Pero a mi me gustaría que nuestro Gobierno protestara sin complejos. Pero da la sensación de que tienen miedo a llamar las cosas por su nombre y, al final, como no pongan más ardor, nos quedamos hasta sin la indemnización que nos correspondería.

    Saludos cordiales, Rafa

    ResponderEliminar
  15. Maribeluca:

    Con Loyola de Palacio, otro gallo nos cantaría, pero así, nada de nada.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  16. Sibarita Pobre:

    Siempre paso eso. Como dicen en mi pueblo, al perro flaco, todo se le vuelven pulgas. Pero a la gente de nuestro Gobierno no se le puede pedir que haga milagros.

    Saludos cordiales

    ResponderEliminar