martes, 27 de mayo de 2014

¡TODOS A TOMAR CERVEZAS Y A VIVIR!

En una leyenda mitológica de la antigua Grecia, nos encontramos con las  extraordinarias hazañas de un gigante tan singular, que no encontraba competidores entre los demás héroes de su tiempo. Se llamaba Orión y destacaba precisamente por su fuerza y por su estatura. Había crecido tanto, que podía vadear el mar Egeo sin que las aguas le cubrieran más arriba de los hombros. Su intrepidez y su valentía no tenían límites cuando llevaba a cabo alguna misión difícil. Orión era, además, un cazador tan infatigable y tan famoso, que Diana, la diosa de la caza, lo eligió para formar parte de su séquito, distinguiéndole continuamente con sus favores y con su protección.

Pero además de todas estas virtudes, Orión tenía también sus defectos. Era muy fanfarrón y extremadamente vanidoso. Un día, al finalizar brillantemente una de sus cacerías, mientras sus amigos le colmaban de elogios, él se jactaba de sus extraordinarias gestas y proezas. Decía muy ufano que no había monstruo alguno, ni en la selva, ni en el monte y ni en el desierto, al que él no pudiera vencer con suma facilidad. Ni siquiera los tigres más furiosos, ni las panteras, ni los leones más fieros y poderosos le metían miedo alguno. Todas estas bravuconadas incomodaron seriamente a la Madre Tierra, porque pensaba que el Gigante Orión la estaba desafiando. Y decide castigar su irrespetuoso atrevimiento, enviándole un simple escorpión que le pica  causándole la muerte.

Los sindicatos de clase UGT y CC OO llevan años comportándose como el mítico Orión. Cada vez que sus responsables abren la boca es para vanagloriarse de sus actuaciones y para pregonar pública y desvergonzadamente que, sin ellos, los trabajadores serían auténticos esclavos de los poderosos, que estarían trabajando de sol a sol por un salario de miseria y sin opción alguna al más mínimo estado de bienestar social y material. Se presentan como los auténticos redentores de la clase trabajadora. Todo lo que tienen hoy día los que trabajan, se lo deben precisamente a la UGT y a CC OO.

Y al menos hoy,  la realidad es completamente diferente a como nos la pintan los que viven de esas siglas. En realidad, les preocupan muy poco los trabajadores. Más bien los utilizan como simple coartada y los pastorean interesadamente para mantener su privilegiado status actual y, por qué no, para mejorarlo si se presenta la ocasión. Y con todo descaro, dejan en la estacada a los parados. Como no aportan ningún beneficio, no quieren saber nada de los que se han quedado sin trabajo, y menos aún si ven que ya no tienen posibilidad  real alguna de conseguir un empleo.

martes, 20 de mayo de 2014

LA DOBLE VARA DE MEDIR DEL PSOE

Es sumamente difícil ser objetivo, cuando se entrecruzan en nuestro camino intereses y deseos particulares, dificultad que se acrecienta  de manera considerable cuando esos intereses son de carácter político. Nuestros juicios y nuestras ideas están siempre sujetos, en mayor o menor medida, a la subjetividad personal de cada uno de nosotros,  ya que lo que nos rodea lo decodificamos siempre a través de nuestro propio mundo interno y personal. Nuestra percepción de la realidad, por lo tanto, puede ser radicalmente falsa y arbitraria y, en consecuencia, rechazada por otras personas.

Por si fuera esto poco, nos gusta construir nuestra atalaya particular para observar e interpretar lo que sucede a nuestro alrededor. El poeta y político asturiano Ramón de Campoamor, sintetizo magistralmente lo condicionados que estamos por nuestra  perspectiva individual y privada. Es extremadamente claro cuando escribe, primero en el poema Las dos linternas, y después, con ligeras variantes, en una de sus Humoradas la siguiente cuarteta:                                              

En este mundo traidor,
nada es verdad ni mentira,
todo es según el color
del cristal con que se mira.

En realidad, es lo que hace el PSOE al enjuiciar de manera tan radicalmente distinta los recortes que impone ahora el Gobierno francés y los que ha venido aplicando Mariano Rajoy. El nuevo Gobierno socialista francés, según los prohombres del PSOE, no abruma a sus ciudadanos con ajustes tan duros y tan nefastos, como hace el Ejecutivo español. El Gobierno de François Hollande limita todas sus reformas económicas a la puesta en marcha de una perspicaz política de ahorro, y así contar con más recursos que se van a destinar íntegramente a mejorar los planes de empleo juvenil, a educación  y, faltaría más,  a gastos sociales.

Para el secretario de Organización del PSOE, Oscar López, los recortes duros e inflexibles que se aplican  en España, se convierten en Francia en una fuente prolífica de ahorro responsable e inteligente. Mientras que en Francia tratan de mejorar su situación económica, eliminando gastos superfluos,  en España, la reforma laboral impuesta por Rajoy no ha valido nada  más que para aumentar considerablemente los despidos, para precarizar una buena parte de los puestos de trabajo y para empobrecer de manera inexorable a toda la clase media. Según Oscar López, cuando acabe esta legislatura, Francia disfrutará de una cobertura social mucho más amplia y tendrá, por ejemplo, 60.000 profesores más que ahora. Y esto  no tiene “nada que ver con los recortes en Sanidad y Educación que está aplicando Rajoy".

miércoles, 7 de mayo de 2014

LA EDUCACIÓN Y SUS PROBLEMAS

Los datos publicados, hace poco más de una semana, por la Oficina Estadística de la Comisión Europea (Eurostat), sobre la educación en España, son francamente demoledores. Volvimos a registrar, un año más, la tasa más alta de Europa en fracaso escolar. Según Eurostat, de los jóvenes españoles que, en 2013, estaban matriculados en Educación Secundaria, un 23,5% abandonó sus estudios al finalizar el ciclo obligatorio.  Y muchos de ellos, sin conseguir, incluso, la graduación correspondiente. La media de la Unión Europea es del 11,9% de fracaso escolar.

En España, son muchos los alumnos que, aunque se esfuercen, no logran alcanzar jamás el nivel medio de la mayoría de jóvenes  de su misma edad.  Y como es lógico, suspenden irremediablemente al finalizar el curso. Y una de dos, o se convierten en eternos repetidores, o abandonan prematuramente  sus estudios. En cualquiera de los dos casos, esto se traduce en un fracaso personal y social evidente y, como es lógico, afecta gravemente a su autoestima. Es normal que  pierdan la confianza en sí mismos y queden marcados para toda su vida, cercenando así toda posibilidad de mejorar en el futuro.

Son muchas las circunstancias que provocan, de manera inexcusable, ese abultado fracaso escolar. Algunas son perfectamente subsanables, como la miopía y la sordera ocasional. Otras son más difíciles de corregir. Es el caso de la dislexia y la hipersensibilidad que padecen algunos niños, en cuyo caso, o no comprenden lo que leen, o son incapaces de controlar sus movimientos y su atención. En ambos casos, el fracaso escolar es inevitable. También fracasarán, , por razones obvias, los que tengan un coeficiente intelectual manifiestamente bajo,  los que proceden de familias desestructuradas y, cuando se aburren en clase, los superdotados.

En Europa, nadie nos iguala, ni nos discute el liderazgo en fracaso escolar. Hasta hace unos años, eran Malta con un 49,9% y Portugal con un 41,2%  los campeones de dicho fracaso. Nosotros, con un 30%, ocupábamos un discreto tercer lugar. Rebajamos algo ese porcentaje, es cierto, pero de manera muy leve. Malta y Portugal, en cambio, mejoraron significativamente sus resultados con pequeñas reformas y nos dejaron solos al frente de semejante clasificación. En muy poco tiempo, Malta redujo esa tasa en 29 puntos y Portugal no se quedó atrás y redujo la suya en 22 puntos.