domingo, 25 de diciembre de 2016

LA CLASE MEDIA ESPAÑOLA

Es verdad que hay muy pocas cosas que haga bien la izquierda española. Y entre esas muy pocas cosas está, cómo no, manejar e instrumentalizar la opinión pública para camelarla y conquistar sus favores. Y lo ha hecho de manera tan magistral, que ha gozado habitualmente de cierta impunidad social. De ahí que, hasta los escándalos graves de corrupción que salpican al PSOE, sean tildados frecuentemente de esporádicos incidentes testimoniales o, como mucho, de simples meteduras de pata.
Los miembros de esa izquierda han utilizado tan acertadamente su hegemonía y su destreza  propagandística que, una buena parte de los ciudadanos, terminó aceptando que el Partido Popular era intrínsecamente malvado y deshonesto, y que las gentes de la izquierda eran ética y moralmente muy superiores a las que militan en la derecha. Y su propaganda llegó a ser tan convincente que, hasta ellos mismos terminaron creyéndose sus propias patrañas.
El Partido Popular, por ejemplo, siempre que ha tenido responsabilidades de Gobierno, ha terminado actuando de forma claramente timorata y acomplejada y siempre ha terminado traicionado por su propio subconsciente. Actúa siempre como si, en realidad, estuviera suplantando a la izquierda y se avergüenza  de su propia actuación.  Buena prueba de ello es que, cuando casualmente ha llegado al Gobierno, no se ha atrevido jamás a derogar ninguna de las leyes ideológicas que haya promulgado un Gobierno del PSOE.
 Los socialistas, en cambio, piensan que nadie está tan legitimado como ellos para administrar y  gobernar el país. Pero, eso sí, sin renunciar jamás a su inveterada costumbre de manipular y falsificar de manera sistemática todo lo que tocan. Y aunque protestan airadamente cuando les castigan las urnas, confiesan que no hay nadie tan demócrata como ellos. Y su atrevimiento llega aún mucho más lejos, dando a entender que, gracias al sistema económico, político y social implantado por el PSOE, España goza de un Estado de bienestar francamente envidiable, creando así la famosa clase media.
Y aunque los hechos les delatan, los socialistas no se inmutan y siguen mintiendo descaradamente,  con desparpajo y hasta con una buena dosis de chulería. Pero no es lo mismo predicar que dar grano. Desde que, en España, se instituyeron los nuevos reinos de taifas, Andalucía ha estado siempre gobernada por el PSOE. Y si entonces esta región estaba indiscutiblemente en la cola del desarrollo, después de tantos años de Gobiernos socialistas, las diferencias económicas con las demás regiones, han continuado aumentando. Esto indica que la propaganda del PSOE es tan falsa como la foto del fotoperiodista Robert Capa, en la que aparece un miliciano de la Guerra Civil española, simulando haber sido alcanzado por una bala.