La aparición del “movimiento 15-M” coincidió con lo más enconado de la lucha interna del PSOE para suceder a José Luis Rodríguez Zapatero y hacerse así con la candidatura para aspirar a la presidencia del Gobierno. A medida que crecían las evidencias del previsible fracaso socialista en las elecciones del 22 de mayo, aumentaba el número de los integrantes de ese movimiento, que conocemos como “indignados”. Una vez que Alfredo Pérez Rubalcaba recibe el compromiso firme de ser el único candidato, los supuestos “indignados” ocupan la emblemática plaza de la Puerta del Sol en Madrid y otras plazas importantes en las distintas ciudades españolas.
No hubo manera de que Rubalcaba interviniera, en su calidad de ministro de Interior, para disolver esas concentraciones de protesta, declaradas ilegales en la jornada de reflexión por la Junta Electoral Central. Nadie atendió tampoco a los comerciantes de sol, que se quejaban amargamente de que la ocupación de la plaza les estaba llevando directamente a la ruina. La disculpa dada por Rubalcaba para no intervenir fue un tanto peregrina. Confesó repetidamente que, mientras no hubiera alteración del orden público, la policía no intervendría, ya que su misión es solucionar problemas, no provocarlos. Se olvida el ministro de Interior que prometió solemnemente guardar la ley y, cómo no, hacerla cumplir también.
Desde que el Comité Federal del PSOE le respaldó como sucesor único de Zapatero, Rubalcaba ha antepuesto siempre sus intereses como candidato a la presidencia del Gobierno a sus obligaciones como ministro de Interior. Y como es proclive a utilizar la guerra sucia para conseguir sus propósitos, al igual que hiciera antaño con los del “nunca mais”, con los del “no a la guerra” y con los que cercaban espontáneamente las sedes del Partido Popular después de los terribles sucesos del 11-M, puso ahora en pie de guerra a estas dóciles y entregadas milicias. Como entonces obtuvo pingües beneficios con aquellas algaradas callejeras, espera ahora sacar provecho de estas concentraciones ruidosas, protagonizadas por los que ocuparon impunemente las plazas más simbólicas de las ciudades españolas.
Las redes sociales, en este caso, jugaron un papel francamente crucial. Gracias a estos medios, tan populares hoy, las personas que respondieron a esta convocatoria ha sido relativamente importante. Una vez ocupadas las plazas públicas por estos supuestos “indignados”, fue la amplia cobertura de los medios de comunicación lo que contribuyó decididamente a dar a estos movimientos más relevancia de la que en realidad tienen. De este modo, los diferentes grupos que integran el autodenominado “movimiento 15-M”, con la venia culpable de los responsables del Gobierno, llevan la protesta a las calles y se instalan ilegalmente en muchas plazas públicas de España. Buscan con esto, echarle una mano al flamante candidato socialista, a la vez, que ensayan lo que piensan hacer cuando gobierne el Partido Popular. Pues saben que, después de las próximas elecciones, Rubalcaba les necesitará para hacer mas oposición en la calle que en el parlamento, como ocurrió cuando el prestige y, sobre todo, a raíz de los brutales acontecimientos del 11-M.
El grupo de los “indignados” callejeros, aunque prácticamente todos sus componentes son de izquierdas, es bastante heterogéneo. Además de los incondicionales de Alfredo Pérez Rubalcaba, nos encontramos, cómo no, con otro conjunto mucho más extremista, constituido por los anti sistema, los ocupas y los pescadores en rio revuelto. Todos estos, con su izquierdismo radical y patológico, estuvieron a punto de echar por tierra la misión encomendada a los que obedecen ciegamente a Rubalcaba. Este procuró ganarlos para su causa, escuchándoles y admitiendo muchas de sus exigentes propuestas. Ahí tenemos ahora, no sé si a Alfredo, a Pérez o a Rubalcaba, girando a la izquierda y criticando duramente a los banqueros. Más o menos, es lo que se ha hecho, desde el Ejecutivo, con los separatistas catalanes y vascos, a los que se les otorgaron concesiones que van mucho más allá de lo que admite nuestra Constitución.
Por último forman también parte del grupo de los “indignados” los idiotas o tontos útiles que, como no están de acuerdo con la marcha actual de la política, están indignados de verdad y sirven inconscientemente de coro a las ideas perversas puestas en práctica, con toda su malicia, por Alfredo Pérez Rubalcaba. Fue Lenin el primero que utilizó esta expresión. Llamaba “idiotas útiles de Occidente” a los extranjeros que visitaban la URSS e ingenuamente se dejaban engañar por las visitas guiadas a centros especialmente preparados para hacer propaganda del régimen. De regreso a sus países de origen, se convertían en los más entusiastas propagandistas de los logros y excelencias logradas por el régimen soviético. Es lo que en realidad están haciendo los pocos que, sin ser de izquierdas, han hecho causa común con el “movimiento 15-M”.
A pesar de las discrepancias internas entre los diversos componentes del grupo de los “indignados”, todos ellos coinciden en criticar abiertamente a los políticos, a los banqueros y al sistema en general. Pero en realidad a quien critican y contra quienes van dirigidas sus palabras malsonantes, son siempre los mismos, los políticos de la derecha. Ahí están los insultos lanzados contra Esperanza Aguirre, los abucheos a Ruiz Gallardón a las puertas de su propia casa y las invectivas violentas contra quienes se han atrevido a criticar la legalización de Bildu. En Murcia llegaron a tomar la sede de la televisión autonómica y hasta tuvieron la increíble osadía de asaltar un centro comercial. En Valencia, quisieron complicar las cosas a los claros ganadores de las últimas elecciones autonómicas, concentrándose ante las Cortes de esa Autonomía. Y todos hemos visto por las cámaras de televisión los hechos acaecidos en Cataluña. Sin embargo, ni un mal gesto, ni una mala palabra contra el verdadero responsable de nuestra situación económica. Y tampoco, que ya es decir, contra los etarras de Bildu. Todo ello es sumamente sospechoso.
Barrillos de Las Arrimadas, 28 de junio de 2011
José Luis Valladares Fernández
Muy bien definidos los indignados como tontos útiles de Rubalcaba, pero el invento no funcionó y para mucha gente también los indignados tienen entre la caterva política a sus tontos útiles, que los quieren utilizar, pero la idea ya no vende.
ResponderEliminarNo sé qué guiños pretende ahora Rubalcaba con un discurso que habla de fiscalidad razonable, de una magnífica Educación, de cuidado a la familia; todo dicho después de haber establecido una fiscaldidad implacable, deteriorado la Educación, perseguido a las familias que en algunos casos subsisten gracias a Cáritas. Etc., etc.
Indignada está la sociedad, contra los partidos, el gran peligro de Europa que Rubalcaba no citó en su discurso; estamos indignados incluso contra los indignados flautistas. A ver cómo viven de sus conciertos...!
Exacto José Luis, cada vez es más evidente que calientan motores para que no cante demasiado cuando gane-si gana- el PP, no siempre pueden usar las mismas estrategias...en cuanto al "flamante" candidato- que resultó no ser ni liebre ni eléctrica-ya pueden hacer jueguecitos de palabras y vestirlo de seda, que Rubalcaba se queda.
ResponderEliminarY esto no ha hecho más que empezar. Ganará el Partido Popular las próximas elecciones generales, de eso no tengo ninguna duda; pero la cruz que va a tener que soportar, durante su mandato, necesitará dos o tres Cireneos.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Sospechoso y bastante estúpido, porque es una treta que no le dio resultado en las municipales ¿Qué le hace pensar que no se volverá en su contra en las generales?
ResponderEliminarIntentará que otros colectivos se unan a estos piojosos, pero lo veo difícil por dos motivos:
- Los adultos y desempleados quieren trabajo, no tracas.
- Los más jóvenes pasan hasta de los indignados, su propio "monstruo" se le puede volver en contra.
Pero no puede hacer otra cosa..
Xesús López:
ResponderEliminarSabe de sobra que la gente estaá ya muy mosqueada y que ya no es tan facil mantener el tonmo de estas algaradas. Pero sabe que aún hay muchas personas que no han abierto los ojos y que estan dispuestas a seguir sus dictados. Y quiere aprovecharlas para recuperar algún voto que otro y que el desastre no sea tan escandaloso
Un abrazo, amigo Xesús
Maribeluca:
ResponderEliminarDicen en mi tierra, aquí donde estoy pasando el verano, que el zorro (raposo) pierde las fuerzas, pero no las mañas. Y RuGALcaba es uno de ellos y no agota tan facil sus recursos.
Un abrazo.
Tío Chinto de Couzadoiro:
ResponderEliminarA RuGALcaba se le da mwejor hacer oposición en la calle que en el Congreso. Y sigana las elecciones el PP, como es de esperar, o es una victoria rotunda, o nos van a marear con huelgas, manifestaciones y toda clase de algaradas. Y en cima dirá, que es la gente que se reunió allí espontaneamente sin convocarla nadie, como cuando el 11-M.
Su cara da para eso y para más.
Un abrazo
Candela:
ResponderEliminarTienes razón, querida Candela. Pero RuGALcaba es de los que quieren moriri matando. Menuda joya que se ha perdido. Los santanderinos, que por lo que dicen no tienen muy buena prensa, tendrían que abominar de él, porque así acaban de coger mala fama.
Un abrazo
José Luis, perdona que no opine, pero he decidido de momento dejar aparcada la política. Ya verás que en mí blog tampoco comento asuntos políticos. Saludos.
ResponderEliminarRafa Hernánez:
ResponderEliminarMe parece muy bien tu determin<ación. Si algo hay que tiene más valor que otras cosas, esa es la libertad y actuar de acuerdo conlas propias convicciones. Los demás debemos respetarlas escrupulosamente.
Yo seguiré entrando en tu blog y puedes estar seguro que aquí tienes a un amigo.
Un abrazo
José Luis gracias por tus palabras. Aunque yo no te deje comentarios porque tú lo que tratas son temas políticos, yo también te garantizo que te seguiré leyendo. Un abrazo amigo.
ResponderEliminarDa toda la impresión, de que el previsible triunfo del PP y su desembarco en la Moncloa van a ser un quinario.
ResponderEliminarCada día que pasa hay mayor tensión, mayores espacios de impunidad y una sensación ambiental de que en cuanto Rajoy acometa las medidas de regeneración y ajuste económico, la calle será un campo de batalla entre sindicatos, "indignados",antisistemas, 15-M y grupos violentos.
No habrá día sin algaradas,concentraciones,huelgas generales y ese estado de excitación violenta -recordemos el 12 y 13 de marzo de 2004-, que tanto gustan y en los que tan bien se manejan la izquierda y en especial los socialistas.
Coincido con tu diagnóstico de los Indignados: sospechoso, hay de todo, pero la mano que mece la cuna es sólo una. Rub les requiebra, total lo tiene ya todo perdido, si cuela, cuela
ResponderEliminarSaludos blogueros, Jose Luis
Sin duda están preparando un nuevo 13-M, o algo peor. Estas acampadas son un ejercicio de entrenamiento.
ResponderEliminarRafa Hernández:
ResponderEliminargracias a ti, y ya sabes que aquí tienes a un amigo.
Un abrazo
Natalia Pastor:
ResponderEliminarEvidentemente va a ser así. Mariano no va a tyener un día de tranqujilidad. Con esta izquierda quje padecemos, no se puede ir a n inguna parte. Están anclados en los años 30 del siglo pasado y no hay quien les saque de ahí.
Y para colmo de males, querina Natalia ¡hay tanto borreguito...!
Un abrazo
José Antonio del Pozo:
ResponderEliminarEs que está cantado a donde quieren ir. Y conociendo lo marrullero y lo mala persopna que es RuGALcaba, no se puede esperar otra cosa.
Saludos cordiales
Aspirante
ResponderEliminarCon seguridad, se trata de un ensayo y, a la vez, embaucar a más gente. RuGalcaba no puede ser más miserable.
Saludos cordiales