lunes, 19 de diciembre de 2011

LA POLÍTICA COMO PROFESIÓN Y SUS VENTAJAS

Desde muy antiguo, la religión que se profesa, la comunidad o el territorio en que se vive,  el tipo de matrimonio que se realice y hasta la misma ocupación profesional, son elementos que han servido para clasificar a los individuos por el conocido sistema de castas. Dicho sistema de castas, en la práctica, ha impuesto un orden basado prácticamente en la desigualdad étnica de las personas, donde se ha tenido en cuenta hasta el color de la piel, la pureza de la sangre y otras consideraciones sociológicas por el estilo. La aristocracia en Occidente, sobre todo la aristocracia colonial, debe su origen a la aplicación rigurosa de este sistema de castas.

En la lejana India y en todos aquellos países donde prendió el hinduismo, pasando a ser su religión hegemónica, se ha impuesto un sistema de castas, basado en factores heredados o de nacimiento de los individuos para clasificarlos socialmente. Según esta doctrina, que desde hace miles de años predica el hinduismo, no todos los seres humanos proceden de la misma parte del cuerpo del ser supremo al que denominan Brahma. Como pueden provenir de la boca de Brahma, de sus hombros, de las caderas o de los pies, tenemos cuatro varnas o castas básicas: los brahmanes, los chatrías, los vaishías y los shudrás. Cada varna o casta cuenta con sus propias reglas de vida, lo que se denomina senda del deber.

Los brahmanes o sacerdotes, al ser creados de la boca de Brahma, forman la casta más alta. Les siguen los  chatrías o guerreros creados a partir de los hombros del ser supremo. Detrás  vienen los vaishías o comerciantes y artesanos, salidos de las caderas de dicha divinidad. Y por último tenemos a los  shudrás o esclavos. Esta es la casta más baja por haber sido creados de los pies de Brahma. Este sistema de castas determina el estatus social de cada una de ellas, especificando claramente con quién se puede casar cada uno de ellos y hasta el trabajo que puede realizar. Como este es un orden sagrado, ningún mortal puede aspirar a pasar de una casta a otra en el trascurso de la vida. Para eso hay que morirse, y en una nueva reencarnación ya es posible entrar en otra casta.

En España, gracias a la tenaz labor de los políticos, hemos superado sobradamente tanto el sistema antiguo de castas occidental cómo el que ha impuesto en la India el hinduismo y hemos alumbrado una nueva casta, la casta política. Es cierto que nuestra Constitución, en su artículo 14, dictamina con meridiana claridad que “Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social". Pero el celo excesivo de los políticos por sus privilegios ha terminado prácticamente con esa igualdad defendida por la Constitución. Y en consecuencia, hay unos ciudadanos que son más iguales que otros y que, por lo tanto, disfrutan de ciertas prerrogativas vetadas a los ciudadanos de “a pie”.

Las ventajas de los políticos sobre los demás ciudadanos son escandalosamente notables. El ciudadano corriente, por ejemplo, tendrá que tributar por el total de los ingresos percibidos a lo largo de toda su vida laboral,  mientras que los políticos, que se sientan en el Congreso o en el Senado,  solamente lo hacen por dos tercios de su sueldo. Pero aún hay más detalles que marcan la diferencia entre los ciudadanos de primera y los de segunda. Mientras que los currantes que viven exclusivamente de su trabajo necesitan cotizar durante 35 largos años para poder cobrar la pensión máxima, los que han sido tocados por el hada madrina con el honroso encargo de representar o dirigir a los españoles, ya tienen derecho a esa pensión máxima solamente con dos legislaturas en el cargo o siete años de cotización o incluso menos.

Y no es esto todo. Los cargos institucionales, los parlamentarios, los ministros y hasta los secretarios de Estado pueden compatibilizar dos y hasta tres pensiones diferentes, con independencia del importe de las mismas. Los demás mortales, lo más normal es que no tengan derecho más que a una o, como mucho, a dos, siempre y cuando la suma de ambas no llegue a la cuantía máxima establecida. Los que se dedican profesionalmente a la política tienen además otras prebendas, por ejemplo la indemnización por cese en el cargo, sea este institucional o representativo. Indemnización que percibirán mensualmente y que equivale a una mensualidad por cada año de mandato parlamentario en las Cortes Generales, hasta un límite de 24 mensualidades.

Y si hablamos de los miembros del Gobierno, las canonjías son aún superiores. Cuando un ministro cesa en su cargo, no queda en la calle. Durante dos años cobrará una indemnización del 80% del sueldo asignado al cargo de ministro. Indemnización que es perfectamente compatible con la remuneración que percibirá, si es que es diputado o senador. Tenemos un ejemplo muy claro en Pedro Solbes, que ilustra perfectamente estos extremos. Pedro Solbes estuvo simultaneando su pensión de ex ministro del Gobierno con las indemnizaciones que percibía, una por dejar  el escaño del Parlamento  Europeo y  otra por dejar el cargo de ex comisario europeo. Más sangrantes aún son los casos de María Teresa Fernández de la Vega y Bibiana Aído. Sin perder ninguno de sus otros derechos adquiridos, a la ex vicepresidenta primera del Gobierno  se la nombra consejera de Estado de por vida con un extraordinario sueldo y a Bibiana Aído se la premia con un puesto en la ONU, para el que se ha habilitado  una dotación presupuestaria sumamente jugosa, que sale de nuestros bolsillos.

Pero si vienen mal dadas, como es el caso, por culpa de la crisis brutal que padecemos, son siempre los más débiles los que sufren las consecuencias. Mientras que a los jubilados se les congelan las pensiones y a los trabajadores públicos se les recorta significativamente el sueldo, los emolumentos de los parlamentarios y de los cargos institucionales no sufren variación alguna. Mientras que la casta política, aumenta sus privilegios, la situación de los ciudadanos de “a pie” se deteriora progresivamente. Y de seguir así, acabaremos como los intocables en la India. Para el hinduismo, los dalits o intocables son de una clase tan baja que  no se les admite en el mundo de las castas tradicionales. Según la conocida doctrina hindú, los dalits o intocables ni siquiera pueden acceder a un trabajo normal. Para sobrevivir tienen que dedicarse exclusivamente a labores denigrantes que ni los  shudrás o esclavos  de la casta más baja quieren realizar. Lo normal es que se dediquen  a limpiar letrinas  y a recoger excrementos con sus propias manos.

Barrillos de Las Arrimadas, 5 de julio de 2011

José Luis Valladares Fernández

26 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, José Luis. Dados los tiempos que corren es sangrante que estén pidiendo sacrificios a todo el mundo y no empiecen dando ejemplo. Mal vamos.

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  2. Estimado José Luis:
    Se te ha olvidado decir que estos "brahmanes", engendrados de las partes pudendas de Brahma, tienen aún más privilegios de los reseñados en tu comentario:
    - Pueden acceder a cargos de gran responsabilidad sin tener que demostrar, al menos, una mínima formación académica (Roldán era "licenciado" en varias cosas y resultó ser el "licenciado chorizo"). Asimismo y con estudios, ponen a dirigir ministerios a cualquier "fata" que no sabe lo que es luchar por conseguir un trabajo de mileurista (aún siendo titulado/a superior), con oposición incluída, para que se invente teléfonos menos ingeniosos que los de Gila, posavasos de redención para puticlubs, píldoras del día después (que ya existían en los consultorios y centros de salud con dispensación gratuita y bajo la supervisión de un médico) y abortos clandestinos para adolescentes, que pueden interrumpir su embarazo sin el consentimiento paterno pero no pueden operarse de apendicitis sin este requisito. El resultado: el aumento del número de abortos desde que "Bobiana" decidió arreglarle la vida a las mujeres españolas. Ahora, Bobianita, se ha ido a USA a desfacer entuertos (del embarazo, supongo), cobrando un pastón, a ver si allí da con la piedra filosofal y arregla la regla de las mujeres del mundo mundial.
    - Su código de barras no incluye caducidad.
    Pueden estar en un cargo público hasta que ellos decidan, aunque la prostatectomía les haya aflojado el muelle y el deterioro físico y mental no les permita la actividad que requiere el cargo (véase Fraga). Sin embargo, un catedrático en plenas facultades debe jubilarse a los 65 años forzosamente y, si aún quiere seguir en la brecha y su trabajo es importante, convertirse en catedrático emérito.
    - Pensiones. Lo que tu has apuntado en el magnífico post y el hecho de que pueden superar con creces el número de pensiones a percibir y la cuantía de las mismas: el caso de Chaves al dejar la presidencia de la Junta de Andalucía, que se adjudicó una pensión vitalicia muy superior a la máxima regulada por ley en este país.
    Con todo ello nuestros políticos acumulan más privilegios que los antiguos monarcas y señores feudales, teniendo en cuenta la deriva de los tiempos, con menor esfuerzo y riesgo y sin la menor nobleza. Y todo consentido por el pueblo, que ve normal semejante desmadre.
    Saludos.

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  3. Habría que ver el principio constitucional de que todos somos iguales ante la Ley, en qué queda.

    Aunque resulte basto aquí es de aplicar eso de "nos méan encima y dicen que llueve".

    Un saludo.

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  4. El gran problema de nuestra clase política es que no se comporta y actua como tal, si no como una casta que está blindada en privilegios.
    A eso hay que añadirle una mediocridad lacerante, penosa, resultante de individuos criados en las ubres del "apartchick" y no profesionales cualificados, de impecable trayectoria y currículum que vienen a servir y no a servirse de la política como "modus vivendi".
    La regeneración de nuestra democracia pasa sin duda por el saneamiento de la clase política.

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  5. han montado un chiringuito para forrarse y al pueblo que le den morcilla.

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  6. Hola.Don Jose Luis.Menudo articulo nos ha dejado usted hoy.La foto es una antologia. de lo que representan esta caterva de demagogicos,A algunos de estos politicos les enviaria a la India.a una leproseria como expiacion.De esta manera aprenderian el concepto de la palabra honradez.un saludo y Feliz Navidad.y gracias por su amable comentario a mi post Melancolia me llego a emocionar de verdad.

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  7. Ya, es que adquirir un poco de credibilidad por la vía de aplicarse lo que no tienen empacho en aplicar a otros, ni siquiera se les pasa por la cabeza.

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  8. No todos los políticos son así, pero los que denuncian esta situación o proponen alternativas, no son precisamente los más votados o reconocidos por el pueblo.

    Por otro lado es curioso que aquellos que están encargados de elaborar la legislación, no paren de arrimar el ascua a su sardina con la, al menos aparente, aprobación total de quienes los mantienen con su trabajo.

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  9. Trecce:

    Si amigo trecce. Tienen cara para eso y para más. Les va estupendamente eso de ganarse la vida con el sudor del de enfrente. Por lo menos, que oigan nuestra voz.

    Un abrazo

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  10. Jano:

    Es que los privilegios que procuran para sí los políticos, no caben en un simple post. Habría que escribir un libro. Es por demás llamativo, que riñen, se tiran los trastos a la cabeza los de un partido contra los de otro, pero, amigo, a la hora de acordar beneficios, como la subida de los emolumentos, se ponen todos de acuerdo y lo aprueban con el 100% de los votos. Ser "Su Señoría" tiene que notarse en algo.

    Un abrazo

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  11. Pues eso, que deberían estar en excedencia de algún oficio y así no estarían tantos mindundis pensando sólo en el beneficio, fundamental...
    Rajoy por ejemplo seguramente se ganaría mejor la vida como registrador de la propiedad, pero qué decir de "currínculos" como los de Leyre y Pepiño...

    Abrazo JL

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  12. Candel

    Los Padres de la Constitución no explicaron bien ese artículo 14: querían decir que un pobre es igual que otro pobre, y un político igual que otro político. Somos nosotros, los legos, que lo hemos interpretado mal.

    Un abrazo

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  13. Natalia Pastor:

    Es lamentable que para cualquier puesto de trabajo, incluso los más banales, te exijan títulos, experiencia y no se cuantas cosas más. Y va una mindungui o uno y sin más acreditación que un carnet, sin experiencia y sin estudios y hasta sin haber trabajado nunca (trabajar es de pardillos)y ¡zas! Ministro nada más y nada menos que de Fomento o sin saber para qué vale una aspirina acabas siendo ministra de Sanidad.
    Este es el mundo al revés, querida Natalia.

    Un abrazo

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  14. MAMUMA:

    Pues anda, que estos últimos 8 años, tampoco han montado chiringuitos para colocar a los suyos. La familia siempre ha sido la familia. Y más si es socialista.

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  15. Agustín:

    Que le vamos a hacer. A alguno de estos les sacas de la política y tendrían verdaderos problemas para ganarse decentemente la vida.

    Un abrazo

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  16. Pepe Deapié:

    Ya sabes. Como dicen en mi pueblo, el que reparte y bien parte, se queda con la mejor parte. Es lo que hace esa gente.

    Un abrazo

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  17. Piedra:

    Es que la mayoría de los políticos son muy benévolos con el prójimo. Pero el prójimo es el próximo y nadie más próximo a a ti que tu mismo.

    Un abrazo

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  18. Maribeluca:

    Has citado dos casos que son paradigmáticos. No les sería fácil vivir fuera de la política. Serían carne de cañón como otros muchos. Y Pepiño encima desempeñando un cargo propio de Ingenieros de Canales, Puertos y Caminos. ¡Ahí es nada!

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  19. Muy interesante y plausible lección didáctica de sapiencia rebosante, donde hemos repasado con usted los vericuetos idiosincrásicos de las diferentes castas, así hasta nuestros días, con estas estirpes políticas de tan nefanda estofa. Bueno, esto ha sucedido siempre en realidad. No era distinto en tiempos de Nerón. Me comentaba alguien recientemente que tuvo que ser preciosa la Edad Media, tan romántica y bonita época. Yo digo que lo sería para los potentados, porque la gente que se moría de hambre a las afueras de los castillos, fuera de las ciudades, como escoria hacinadas a los pies de las murallas, para ellos esa época no pudo ser de ninguna manera ni romántica ni bonita. Saludos

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  20. VÍCTOR VIRGÓS:

    Siempre ha habido castas, efectivamente. En la Edad Media eran los reyes y los nobles lo que hacen hoy día nuestros políticos. Pero llegó un momento y apareció Montesquieu y para defenderse del absolutismo y del abuso de los de arriba, ideó la "separación de poderes" que daba a los de abajo la posibilidad de defenderse. Pero llegaron nuestros políticos, en concreto Alfonso Guerra y como la Justicia independiente no les dejaba obrar a sus anchas, va y decreta la muerte de Montesquieu.
    Esperemos que venga alguien y se atreva a resucitarlo nuevamente.

    Saludos cordiales

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  21. Hola José Luis.
    Bueno amigo tu tampoco te quedas atrás repartiendo estopa para todo Dios,jajaja.
    Como dice Julio Iglesia: "Y la vida sigue igual" y que razón, la única diferencia es que ahora hay más sinvergüenzas que antes, vamos que se multiplican como las ratas.
    No se si sabrás que algunos tienen un morro que se los pisan en el caso de Ezquerra Republicana con el Carod rovira el tio se mete de asesor de no se que coño en un hospital con recortes de personal, no pueden tener más médic@s, enfermer@s, comadronas..etc haciendo falta, esto en el Hospital Santa Tecla de Tarragona tienen a este de asesor, vete a saber que asesora este con un sueldo de 6.000€ al mes, toma ya, eso si que es chulería, que decir de concejales socialistas de pueblos que antes de las elecciones y después se han asegurado un puesto fijo en los ayuntamientos, como secretari@s y otras especies, yo ya conozco varios y unos de ellos en mi pueblo natal que sepa una y algunos más. Aquí gallo que no pelea muere y estos todos son lobos con piel de cordero y el que no corre vuela.
    Un abrazo amigo José Luis.

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  22. E..P..

    Lo de Carod Rovira es un caso más de lo que tenemos que aguantar aquí en España. Hay muchos casos similares en todos los Hospitales que, en teoría, son de la Seguridad Social.
    No hay ningún Hospital donde los políticos no hayan metido el cuezo y pongan a dirigirlo a los amiguetes o familiares con más sueldo que los mismos especialistas. Y además de la dirección del Hospital, han creado en él cantidad de chiringuitos que nos cuestan una pasta para dar salida a más amiguetes.
    Si limpiaran los Hospitales de todos esos advenedizos,no haría falta ni copago ni ninguna otra medida.

    Un abrazo, amigo E..P..

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  23. José Luis: Yo creo que hoy en día los políticos tanto de un lado como de otro, entran en política para enriquecerse no por vocación como antiguamente. Ahora lo hacen para llenarse los bolsillos y enchufar en las administraciones al hermano, al cuñado, al primo del primo y al amiguete de turno, y con la suegra si no lo hacen es porque chochea. Un abrazo.

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  24. Rafa Hernández: Estoy completamente de acuerdo con tu comentario. Son muchos los que ven en la política su table de salvación, para no naufragar en la vida.

    Un abrazo

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  25. Hola José Luis.
    Paso para desearos a tod@s unas Felices Fiestas Navideñas en compañía de la familia.
    Un abrazo José Luis.

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  26. Certero y lúcido post que pone en evidencia una triste realidad.

    Agradecido por seguir mi blog. Un abrazo y felices fiestas.

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