domingo, 24 de noviembre de 2013

ESPANYA ENS ROBA

Fue Victor Klemperer, intelectual alemán de origen judío, que sufrió en sus carnes la brutal persecución  de los nazis, el que dijo de P. Joseph Goebbels que era "el más venenoso y mendaz de todos los nazis". Y es que Joseph Goebbels, ministro de Propaganda de la Alemania de Adolf Hitler, era un cínico muy peligroso que utilizó la mentira y la manipulación como arma política para conseguir sus objetivos, y llegó a ser indudablemente el mejor evangelista  que tuvo el nazismo.

A Joseph Goebbels le perdía su carácter temperamental. Era tan narcisista  y le gustaba tanto el protagonismo que, lleno de astucia malsana, adoctrinó a sus subordinados con "Los 11 Principios de la Propaganda" para confundir a sus enemigos y engañar  también a sus  conciudadanos. Según sus palabras, "La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas". No es, pues, de extrañar, que sea ésta su máxima preferida: “Una mentira mil veces repetida... se transforma en verdad”.

Lo malo es que Joseph Goebbels tiene en Cataluña discípulos muy aventajados, que manejan a la perfección la retórica mesiánica, popularizada en la Alemania nazi por  tan destacado miembro del Gobierno hitleriano. Tanto Oriol Junqueras como Artur Mas y sus respectivas mesnadas  aplican magistralmente todos y cada uno de los Principios de Propaganda dictados por Goebbels. Unos y otros repiten incansablemente el manoseado mantra de que «Espanya ens roba», “España nos roba”, justificando así su deriva secesionista.

Y como es natural, los separatistas catalanes utilizan arteramente distintas balanzas fiscales para hacer públicas distintas listas de agravios donde aparentemente sale siempre perjudicada Cataluña. Para dar cierta apariencia de verdad a la acusación de que “España nos roba”,  airean casi siempre los impuestos pagados por esta Autonomía y lo que se le reintegra posteriormente por parte del Estado. Otras veces utilizarán los kilómetros de autopistas construidas, que en Cataluña son invariablemente de peaje mientras que, en las demás regiones de España, no se paga nada por circular por ellas.

La estrategia empleada por  Artur Mas no deja lugar a dudas. Busca desvergonzadamente  la manera de reavivar el sentimiento antiespañol de los catalanes, a base de insultos y del maquillaje descarado de los distintos datos económicos.  Según el presidente de la Generalitat, el Estado no devuelve a Cataluña nada más que el alpiste de lo que aporta con sus impuestos. Y alguno de sus secuaces ha difundido, a través de las redes sociales, que  "la España subsidiada vive a costa de la Cataluña productiva". Y el secretario de Organización de los convergentes, Josep Rull, se atreve a decir que esto no es una descalificación, que semejante afirmación no es nada más que una descripción fiel de la realidad.


Y es que los responsables de la política catalana, espoleados continuamente por las gentes  de ERC y de CIU, hablan como si fuera Cataluña la que paga religiosamente sus impuestos al Estado y este apenas si le devuelve unas migajas. Y hablan así, ocultando maliciosamente la realidad, para tapar sus vergüenzas y para que crezca en Cataluña el desafecto hacia el resto de España. Para empezar, no son las autonomías, ni las provincias, las que pagan impuestos, ni las que los recaudan. Son siempre los ciudadanos los que de verdad contribuyen con su dinero y el Estado el que los recauda.

No se puede decir, por lo tanto, que Cataluña aporta más de lo que recibe del Estado en cuestión de impuestos. Han sido los catalanes y no Cataluña, lo mismo que los ciudadanos del resto de España, los que han puesto ese dinero, que el Estado reparte después entre las distintas Autonomías, teniendo en cuenta el porcentaje de aportación de cada una de ellas. Es cierto que de los impuestos indirectos aportados por los catalanes, el Estado devuelve a Cataluña, de manera directa, solamente el 50% de lo recaudado. Y este es el dato utilizado exclusivamente por  Artur Mas para denunciar el supuesto expolio fiscal que padece la Generalitat catalana.

Los responsables de CIU y de ERC silencian intencionadamente las partidas que también revierten a Cataluña por otros conceptos. No olvidemos que con el otro 50%  de esos impuestos los utiliza el Gobierno para cumplir con la solidaridad interterritorial a través de los Presupuestos Generales del Estado. Una parte sustancial de este porcentaje vuelve indirectamente a Cataluña en forma de infraestructuras, subvenciones a emprendedores, becas y por otros muchos conceptos, aunque traten sistemáticamente de ocultarlo.

En el año 2012, por ejemplo, Cataluña se embolsó además  927,28 millones de euros para cubrir servicios de Educación y Sanidad, otros 655,94 millones para saldar deudas de la Seguridad Social y 239,13 millones para pagar a proveedores. En ese mismo año, Cataluña se llevó también aproximadamente otros 2.000 millones del Fondo de Suficiencia creado por el Ejecutivo Central.

 Las Comunidades de Cataluña y Madrid disponen además de otras ventajas que no tienen las demás Comunidades Autónomas. Más de un 95% de las grandes empresas instaladas en España han fijado su domicilio fiscal en Cataluña o en Madrid. Esto es determinante para que el valor añadido, originado con los productos o servicios vendidos en otras partes de España, vaya a parar íntegramente a una de estas Comunidades. Esta circunstancia es aprovechada por el nacionalismo catalán para inflar su déficit fiscal y justificar su "España nos roba", ya que el IVA que cobran las empresas radicadas en Cataluña a ciudadanos de otras regiones españolas, lo computan como si hubieran sido pagados por catalanes.

Por eso se empeñan en afirmar que la Generalitat contribuye con mucho más dinero del que recibe del Estado, para poder agrandar  su supuesto déficit fiscal sumando, a lo que efectivamente pagan los catalanes, el valor añadido que se recauda en otras regiones españolas por compras a empresas domiciliadas fiscalmente en Cataluña. Y no es Cataluña la que paga esos impuestos. Son los ciudadanos que viven en España los que realmente pagan los impuestos, los que, por otra parte, son los que enferman y necesitan que Sanidad los cure, los que pueden perder su trabajo y tienen la obligación de mantener a su familia.

Los responsables políticos de la Generalitat pueden decir lo que quieran, que "España nos roba", que  "la España subsidiada vive a costa de la Cataluña productiva" y cuantas lindezas quieran. Pero saben que eso no es verdad, que quien de verdad roba a los catalanes, desde hace mucho tiempo, es el  propio establishment catalán, con varios miembros de CIU a la cabeza. Ellos son los que, además de despilfarrar dinero a lo loco, han aprovechado su paso por las instituciones para saquearlas y multiplicar su fortuna personal.

José Luis Valladares Fernández

12 comentarios:

  1. El nacionalismo solo genera locos irresponsables. El plan Ibarreche acabó más o menos bien; veremos cómo acaba este absurdo y peligroso desafío del catalanismo (no de los catalanes, distribuyamos bien las culpas).

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    1. Por supuesto que hay catalanes normales y decentes (yo diría que la mayoría) y que estarán cansados de aguantar tanta cacicada de tanto indeseable que trata de gobernar sus vidas.

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  2. Interesante artículo, gracias por su publicación.

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  3. Es la vieja táctica de los nacionalismos interesados, hacerse los mártires ante sus ciudadanos, algunos de los cuales, sumamente cándidos, piensan que con quienes les están imbuyendo de tales ideas les iría mejor.
    Pues que se aten los machos, porque como consigan lo que pretenden, les van a crujir vivos.

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    1. Si se llevara a cabo esa independencia, los promotores tendrían que salir de estampida de Cataluña, porque sus vecino los colgaban al comprobar el deterioro económico que iban a sufrir

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  4. Hola, José Luís:
    Como acostumbras, aciertas. Y la comparación es buena. Los españoles debemos tenerlo presente, y los catalanes también, porque están en un claro peligro dejándose manejar por los "hijos" de Goebbels, por Arturito Mas y el bizco de Junqueras. "España nos roba", slogan que casi suena a blasfemia y que sólo para los ignaros puede servir, que los españoles estamos cansados de sus lindezas o de que nos quieran robar, ellos sí, la cartera.
    Un abrazo

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    1. Hasta ahora, los catalanes auténticos, los del seny, los que más o menos han disfrutado de la suficiente sensatez o cordura, pasaban de estas cosas, pensaban que era un simple juego de niños. Pero ahora ya no, ya se han dado cuenta de que si les dejan, les llevan a la quiebra económica e institucional.

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  5. Pues si que les roba su nación, ESPAÑA, por eso desde que llegaron los ESTAFADORES nacionalistas al gobierno de esa comunidad de vecinos han dejado de ser la locomotora de España, por eso, por dedicar su dinero a hacer nación el resto de españoles tenemos que pagar a sus proveedores por segunda ocasión, en este caso más de 1.400 millones de euros que adeudan a las farmacias y demás proveedores de la Sanidad catalana cuando lo lógico sería que al no hacer frente a sus deberes se les quitara la Competencia en Sanidad, pero el gobierno central venga a alimentar a la bicha, venga a mimarlos cuando esos estafadores tendrían que estar entre rejas por la GRAN MENTIRA que inculcan al pueblo y por el odio que enseñan desde la más tierna infancia a todo lo que suene a España.

    Son otros los que roban a Cataluña y los catalanes, les han robado su HISTORIA y su dinero empleado en utopías o a buen recaudo en Suiza o en grandes complejos hoteleros en Acapulco.

    Con la de medios que tenemos para acercarnos a la Historia los catalanes adormilados con la Histeria que les inculcan, es una pena.

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    1. En parte tenemos la culpa el resto de españoles y más el Gobierno central, por no aplicar sin contemplaciones la Constitución Española, que fue aprobada también por los catalanes. Y por haberles dejado manejar a su antojo la educación.

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  6. Pues ahora se cree Gandhi, está de puritito psiquiátrico...con todo, se va desinflando un tanto el soufflé porque lo que no puede ser no puede ser.

    El pueblo catalán tiene muchísima o casi toda la culpa ,sin desmerecer la de los sucesivos gobiernos por supuesto, ha reaccionado sólo cuando ha visto las orejas al lobo después de décadas de tragar con complacencia y ahí están los votos de ERC y CIU todavía por si las dudas, lo primero es reconocer el problema para poder ponerle remedio.

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    1. Estará indagando a ver que datos de la biografía de Gandhi pueden ser borrados o alterados, para certificar después que Gandhi era un catalán, ya que se habían afincado en La India sus ancestros que por supuesto eran catalanes.

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