Al verse investido secretario general del PSOE, José
Luis Rodríguez Zapatero se creyó el rey del mambo y, lleno de vanidad, se propuso
redimir económica y socialmente a todos
los españoles de sus clásicos infortunios. Pero, en vez de salvarlos,
los hundió aún más en la miseria y en la desventura. Tras el sonado fracaso de
Zapatero, y después de un breve paréntesis, el nuevo líder socialista, Pedro
Sánchez, recoge el testigo de Zapatero y se empeña frívola e ilusamente en
salvar a España y a los sufridos españoles. Y todo porque, según dice. "España
se merece un futuro mejor y lo vamos a liderar nosotros, los socialistas".
La escritora Silvina Bullrich nos deja, en su novela
Los salvadores de la patria, una descripción perfecta de este tipo
de políticos. Se trata normalmente de personajes mediocres e ilusos que se
arrogan la representación del país. Presumen continuamente de sus actuaciones y
de sus grandes aciertos cuando, en realidad, además de hacer el ridículo, no
cosechan nada más que fracasos. Y
mientras estos salvadores de la patria tratan de significarse con grandes
actuaciones, lo más llamativas posibles, sin dejar nunca la superficialidad más
absoluta, la historia del país sigue
impertérrita su camino hacia su destino.
Plenamente convencido de su buena estrella, Pedro
Sánchez piensa que fue aupado providencialmente al liderazgo del PSOE, a pesar
de su bisoñez, para pilotar el cambio
político que demanda España y que ninguna otra fuerza política puede
garantizar. En su alocución ante los
asistentes al primer Comité Federal
dirigido por él, dijo muy claramente: "España
se merece un futuro mejor y lo vamos a liderar nosotros, los
socialistas". Y previno a los suyos contra la "gran coalición de
intereses que se está produciendo entre los extremos", entre el Partido
Popular de una parte, y el populismo (de Podemos).
En su discurso, Sánchez reitera una y otra vez que "España
demanda un cambio político y sólo lo puede ofrecer el PSOE". Y previene a
los dirigentes socialistas, allí presentes, de las aviesas intenciones del
Partido Popular que, consciente de su propio ‘fracaso’, trata de desestabilizar
seriamente al PSOE para perpetuarse en las instituciones, aprovechando, claro
está, el excedido auge del populismo. En
su perorata, les pide insistentemente que hagan frente a la consabida
‘resignación’ de Mariano Rajoy y al nuevo ‘populismo’, construido siempre
descreditando a los demás.
Y en un tono intencionadamente solemne, Pedro
Sánchez agrega: "ha llegado la hora de revelarse ante la anti política de
unos y de otros. Somos incompatibles con el populismo. Somos la izquierda que
aspira a gobernar y a transformar la protesta en propuesta y la propuesta en
hechos. Eso es el PSOE". El actual líder socialista aseguró ante el Comité
Federal, que España podía ir mucho mejor, que "somos el país de la OCDE
donde más ha crecido la desigualdad. Contamos con un sistema de ciencia e
innovación sometido a recortes; importamos más que exportamos”. Y agregó
seguidamente que el PSOE se encargará de ‘recuperar a España’: "Os
aseguro –dijo- que lo vamos a conseguir aunque el escenario no es fácil”.
Ante ese mismo Comité Federal, Pedro Sánchez
confiesa que está orgulloso de haber sido elegido secretario general por
‘sufragio universal’ de toda la militancia socialista. Y esto, para el
dirigente, es ya un cambio ampliamente significativo, un cambio que continuará
profundizando durante su mandato. Ya había manifestado, durante el proceso de
Primarias que le llevó a la Secretaria General, su firme deseo de renovar el
partido, porque, según dijo, hay que cambiar la política, ya que cambiando la
política, cambiamos también el país. Y para lograr esto, intentaré darle al
partido un giro a la izquierda, que es justamente lo contrario de lo hecho por
los socialistas europeos.
Con este giro a la izquierda en la estructura del
PSOE, además de esos cambios auspiciados para España, Pedro Sánchez pretende
entablar un debate con los ciudadanos, para hablar también “de otra Europa, de
una nueva Unión Europea”. Su vanidad no
tiene límites. Es tan presuntuoso y engreído que, hasta se jacta de haber
obligado al Gobierno de Rajoy a retirar el proyecto de reforma del aborto y
a desistir de reformar la ley para
elegir directamente a los alcaldes.
Dirigentes políticos así de pretenciosos perjudican
gravemente, incluso, a sus propios partidos.
Esto es precisamente lo que pasó cuando Zapatero estaba al frente del PSOE y, si nadie lo remedia, continuará
pasando lo mismo con Pedro Sánchez, su discípulo aventajado. Y como es
evidente, el daño causado por estos aprendices de brujo, trasciende al partido
socialista y alcanza inexorablemente a todos los españoles. Así las cosas,
necesitamos urgentemente encontrar a alguien que nos salve de estos
desaprensivos salvadores.
José Luis Valladares Fernández
Un nuevo Mesias se presenta al pueblo,veremos cuanto le dura la chachara a este iluminado,saludos,
ResponderEliminarEs también un aprendiz de brujo, como Zapatero que busca desesperádamente abrirse camino con su cháchara y que obliga al PSOE estar todo el tiempo corrigiéndo sus excesos verbales.
EliminarHola, José Luis:
ResponderEliminarO sea que España necesita un cambio --yo creo que muchos-- y "lo vamos a liderar los socialistas", y un jamón. Ellos nos han llevado a las cavernas o a las casas de los Picapiedra y ahora el chico presume de primo de Zumosol y nos va a librar también del ébola, que vergonzosamente han querido sacartajada de la enfermedad que padece Teresa Romero, que parece estar fuera de peligro sin que estos taumaturgos hayan intervenido. Cada nuevo parte médico paece juega en contra de Pedro Sánchez.
Y el de Podemos, Pablo, crece en intención de voto, pensado como voto de castigo a consecuencias de la corrupción que reina en el país, que solo la justicia, caso de ser independiente, podría remediar. .
Un abrazo
Yo creo que con un Zapatero, ya estamos más que servidos. Otro, no, por favor, que ya sufrimos bastante con el anterior.
EliminarSegún se levante tiene el día institucional o populista ocurrente, este socialismo es un problema
ResponderEliminarYo creo que, cuando se levanta, no sabe de qué lado está puesto
EliminarNo encuentro nada nuevo en su mensaje, más de los mismo.
ResponderEliminarLo único que sabe es eso: acudir constantemente a lugares comunes y nada más
EliminarComo van a gobernar estos chorizos, fíjese Sr. Valladares en ese sinvegúenza del ayuntamiento de Parla, Jose María Fraile (PSOE), y otro detenido el ex alcade de Cartagena, José Antonio Alonso (PSOE).
ResponderEliminarCon Pedro Sánchez, volveríamos a las andadas, porque sería un Zapatero bis. De todos modos, lo primero que había que hacer, limpiar de chorizos la vida pública. Y para esto habría que cambiar el modelo administrativo, ya que la condición humana no podríamos cambiarla. Y dejar, por ejemplo, la recalificación de los terrenos en manos de los alcaldes, es darles la oportunidad de que se apropien de lo que no es suyo
ResponderEliminarPerdón por el olvido de estos otros chorizos y sinvergúenzas: el presidente de la Diputación de León Marcos Martinez Barazón (PP), el alcalde de Valdemoro Jose Carlos Boza (PP), y el ex insigne númro dos de la señora Aguirre, a la sazón, Francisco Granados (PP), este último imputado por el juez, entre otros delitos, de pertenencia a banda criminal. Qué pena no ver la viga en el propio ojo, ¿verdad Sr. Valladares?
EliminarLa `política española está llena de chorizos. No se libra absolutamente ningún partido. Y una de dos, o reformamos el sistema, adelgazando nuestra organización administrativa y ponemos fecha de caducidad a los políticos, o la corrupción terminará por pervertirnos a toodos
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