domingo, 15 de febrero de 2015

VUELVE LA TRAGEDIA GRIEGA

El festival de las dionisiacas fue ampliamente promocionado en Grecia por un afamado tirano, llamado Pisístrato (Πεισίστρατος). Para engrandecer estas fiestas y hacerlas más atractivas, Pisístrato organiza el Primer Concurso Trágico en el año 536 a. C., al que acuden  varios dramaturgos. Y según la tradición, se alzó con el triunfo el comediante Tespis, uno de los afamados padres griegos del teatro, dando así origen a la Tragedia Griega

En esta primera composición trágica o tragedia, ganadora del Concurso, Tespis introduce una modificación muy importante. El coro seguía estando formado por los habituales sátiros, pero, en vez de pintarrajearse, comienzan a salir a escena  con toscas máscaras de  corteza de árbol. Más tarde, Esquilo mejorará significativamente la tragedia griega al introducir un segundo actor y limitar notablemente la intervención de los coros, posibilitando así el diálogo. Y utilizando el diálogo, y aprovechando mejor los distintos efectos escénicos, exagera aún más los supuestos conflictos. De este modo, cómo no, se incrementa substancialmente la acción dramática.

Pero a Esquilo le sale un duro competidor, llamado Sófocles.  Este joven dramaturgo complica intencionadamente la trama e introduce en la escena a un tercer actor. Procura ante todo humanizar  a los personajes para que los espectadores puedan sentirse identificados  con ellos. No olvidemos que, en los dramas de Sófocles, los que padecen no son ni dioses, y ni siquiera héroes; son simplemente hombres. El sufrimiento está siempre ligado a la propia condición humana.

Eurípides es otro de los grandes poetas trágicos de la antigua Grecia. Aunque era coetáneo de Sófocles, las obras de Eurípides describen ambientes mucho más realistas y cotidianos. Comienza, claro está, modificando la estructura misma de la tragedia tradicional, dando cabida en la escena, por primera vez, a mujeres y a esclavos. Se dedica preferentemente a describir las emociones,  la vida interna y las emociones de los personajes que, ante todo, son siempre seres humanos que tienen que  enfrentarse frecuentemente a la adversidad más variada,  a la perfidia e incluso a la venganza.

Pero no nos engañemos. La tragedia  en la antigua Grecia era algo más que un simple espectáculo. Las tragedias de estos dramaturgos griegos describen magistralmente, es verdad, mitos pasados, pero reflejaban siempre, aunque de manera simbólica, escenas de la vida política y cultural de aquella sociedad ateniense. No olvidaban nunca las diversas complicaciones a las que tenían que enfrentarse diariamente los griegos de aquella época.

Con el triunfo actual de SYRIZA, la Coalición de la Izquierda Radical que dirige Alexis Tsipras, vuelve a vivirse en Grecia, veintiséis siglos más tarde, una nueva tragedia, más real y dramática incluso que las de la antigüedad clásica. Si los griegos siguen adelante con el proyecto electoral pregonado por Tsipras, tendremos plenamente garantizado el desastre más absoluto. Cualquiera de los antiguos dramaturgos helenos, sobre todo Sófocles y Eurípides, plasmarían en una nueva Tragedia la complicada situación económica que amenaza a Grecia.


Los responsables de la organización política SYRIZA, desafiando a la Unión Europea, se comprometieron solemnemente con su pueblo a pasar página y poner fin  a la odiosa austeridad que les han impuesto. De  momento, ya han aumentado el salario mínimo hasta los 751 euros mensuales, han restaurado el acceso universal  a la sanidad  pública y paralizaron las privatizaciones de empresas que ya estaban en marcha y nacionalizarán de nuevo las que ya habían sido privatizadas. Anuncian también que unas 300.000 familias pobres tendrán  ayuda alimentaria y luz y calefacción gratis.

Y por si todo esto fuera poco, el nuevo Gobierno griego tiene previsto readmitir nuevamente a los funcionarios que habían sido despedidos, además de crear otros muchos puestos de trabajo en el sector público. Pretende también, cómo no, aumentar las pensiones mínimas de jubilación y crear una nueva paga extraordinaria al año. Y como los milagros no están al alcance del hombre, las consecuencias graves ya se han empezado a notar con la fuga precipitada de capitales,  la retirada de fondos de los principales bancos de Grecia y la caída espectacular de la bolsa helena. Y en estos momentos, la prima de riesgo sobrepasa con creces los 1.000 euros.

El Gobierno izquierdista  de Tsipras sigue fielmente los postulados electorales contra la austeridad y “rechaza el actual programa de rescate y el pago de la deuda actual”, tal como ha indicado Yanis Varufakis, el nuevo ministro de Finanzas heleno. La formación política SYRIZA se niega en redondo a reconocer a la troica de sus  principales acreedores,  que está formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la propia Comisión Europea. Yanis Varufakis, ha sido muy explícito al respecto: “No estamos dispuestos a trabajar con una delegación tripartita antieuropea que no tiene razón de ser, incluso desde la perspectiva del Parlamento Europeo”.

En estos  momentos, la situación en Grecia es extremadamente grave. Empiezan el año 2015 con una deuda pública que sobrepasa con creces los 315.000 millones de euros, el 176,00% del PIB griego. Y a pesar de tener una deuda tan gigantesca, el nuevo Gobierno saca pecho y se atreve a poner condiciones y a lanzar órdagos endemoniados a los que pueden paliar en parte su ruina económica y financiera. Las gentes de SYRIZA dan a entender que, o creen en los Reyes Magos, o piensan que el dinero cae del cielo, como el maná que alimentó a los israelitas en su paso por el desierto de Sin, camino de la Tierra prometida.

La imperdonable altanería del primer ministro griego,  Alexis Tsipras, alienta la desconfianza de los posibles inversores y resta posibilidades de acuerdo con sus socios comunitarios. Para que nadie lo olvide el ministro de Finanzas Varufakis nos recuerda continuamente que el Gobierno griego “fue elegido con un programa que no admite el actual diseño de rescate, ni tampoco que la deuda  puede ser pagada” y que, por lo tanto, no están dispuestos a aceptar el segundo plan de rescate acordado por el anterior primer ministro Antonis Samarás.

Para desarrollar satisfactoriamente su programa, el nuevo Gobierno heleno tiene previsto gastar, durante todo este año, nada menos que unos 11.300 millones de euros. Necesitan urgentemente que alguien les preste ese dinero. Y si antes del 28 de febrero no hay un acuerdo con la troica para renovar el programa de rescate, el BCE cerrará el grifo y dejará de financiar a los bancos griegos. Al perder estos la financiación de la Unión Europea, como es lógico, se quedarán sin liquidez y no tendrán más remedio que cerrar.

Si llegara ese colapso financiero, que es muy posible, no habría modo de evitar el corralito a la griega. En ese caso, los bancos se declararían insolventes y el Gobierno griego se vería obligado a nacionalizarlos y a prohibir la retirada de depósitos. No habría dinero para pagar el sueldo a los funcionarios, ni las pensiones a los jubilados, ni sería posible sufragar convenientemente los gastos de la Sanidad helena y, por supuesto, tendrían que despedirse del actual estado de bienestar. Si los responsables de SYRIZA siguen adelante con sus promesas electorales y rompen unilateralmente sus compromisos con la Unión Europea, la tragedia del pueblo griego está servida.

Gijón, 2 de febrero de 2015


José Luis Valladares Fernández

9 comentarios:

  1. La tragedia o la farsa.Pues con este Tsipra y su ministro de Finanza.Uno hace de bueno y el otro de villano.Al final nadie soltara la pasta que deben.Como se nota que aprendieron con gran solvencia de sus clasicos,jejeje,saludos,

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    1. Tiene razón el Ministro de Finanzas de Alemania, los griegos han elegido a un Gobierno irresponsable. En la Grecia de los clásicos eran bastante más razonables.

      Saludos

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  2. Si quieren quedarse con nosotros, no tendrán otra que plegarse a cumplir los compromisos adquiridos (léase pagar la deuda), otra cosa es cómo lo hagan o en qué condiciones.
    Lo contrario sería abrir una senda totalmente inviable, todos querríamos lo mismo.

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    1. Lo malo es que son tan culpables los griegos como el propio Tsipras. Este por prometer algo que no podía cumplir y el pueblo griego por creerle. Así que no van a tener a nadie a quien echar la culpa.

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  3. Es malo si les hacen caso por los imitadores patrios dispuestos a lo mismo y es malo también lo contrario por las repercusiones que pudiera tener, aunque dicen los expertos que ya se han puesto cortafuegos y serían mucho menores que hace un par de años...la verdad es que vista la chulería y modos que gastan para con sus benefactores el cuerpo me pide lo segundo porque barrunto que de todas formas no vamos a cobrar lo prestado.

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    1. Esperemos que el fracaso de Syriza en Grecia, sirva de aviso a navegantes aquí en España. porque los de Podemos son tan chulos e irresponsables como Tsipras.

      Saludos

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  4. Hola, José Luís:

    Tus conocimientos de la mitología griega te ayudan a presentar el problema griego de forma muy didáctica. Eectivamente, como dices, el drama está servido. Pobres gentes, porque en el país hay mucho pobre. Yo los he visto en mi viaje del 2012, la pobreza marcando toda su falaca figura, el dolor visible en su mirada resignada y claudicante.

    Un abrazo

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    1. Los griegos, llevan muchos años con Gobiernos desastrosos. Y con el que han elegido últimamente acabaron de coronar la fiesta. Es lo que nos pasaría a los españoles si el seudo Pablo Iglesias llegara a La Moncloa.

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  5. ¿Que ha sido del billetero? Hace tiempo que no le veo chupando cámara. ¿Se ha escondido por su sociedad pantalla para evadir impuestos? ¿O está de vacaciones en el palacio presidencial en Venezuela?

    Este partido resulta de lo más cómico y patético: Meses y meses este tipo, el coletas y el gafitas y otros de su cuerda día sí y día también en los mass-media dando lecciones de moralidad y poniendo el listón de la ética muy muy muy alto. Y mira tu por donde, están llenos de mierda... ¡Antes de haber alcanzado el poder político (el universitario ya lo tienen, son casta univesitaria)!

    Y otra por Andalucia declarando que de este asunto solamente le preocupa que le haga perder votos.

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