lunes, 2 de mayo de 2011

MUCHA CARA Y POCA VERGÜENZA


El pasado día 13 de abril,  se presentó en Madrid, en una sala  de la Asociación de la Prensa, el libro titulado "Vivir frente al terror. Memorias de Carlos Iturgaiz", firmado por la periodista Chelo Aparicio. A la presentación de estas Memorias del ex presidente del Partido Popular vasco, Carlos Iturgaiz, acudieron, en otros,  Mariano Rajoy, Jaime Mayor Oreja, Ángel Acebes y, como no, el ex presidente  del Gobierno, José María Aznar, que prologó esta obra. También estaba, entre el numeroso grupo de asistentes, María Jesús González, madre de Irene Villa, ambas víctimas del terrorismo etarra.

 

En este libro de memorias, nos va narrando Carlos Iturgaiz las peripecias que le tocó vivir a él y a todos los afiliados vascos del Partido Popular, para hacer frente al terrorismo,  durante su etapa, primero como secretario general y después como presidente del partido en aquella autonomía. Fue ésta, como dijo Acebes en la presentación,  una de las etapas más sangrientas de ETA,  en la que los terroristas "tomaron la decisión de acabar con el PP en el País Vasco y Carlos asumió la responsabilidad de evitarlo". Según palabras del propio Iturgaiz, “nos querían  meter en un corredor de la muerte por ser del PP y vascos”. En aquella época, también estaban en el punto de mira de los etarras destacados dirigentes del PSE y miembros de la Ertzaintza

 

En el prólogo de las memorias, José María Aznar recuerda el asesinato de Gregorio Ordoñez y el de Miguel Ángel Blanco y elogia merecidamente  a los dirigentes del PP vasco que son todo un ejemplo de resistencia, de valor y de abnegación por la democracia. Con su “heroísmo lograron redimir a no pocos de su ceguera e indolencia”. Y de verdad que hacen falta grandes dosis de valor para vivir con esa tensión, sin libertad y a sabiendas de los enormes riesgos que corre tu vida y la de los tuyos, lo que te obliga a desconfiar constantemente hasta de tu sombra. Las circunstancias te obligan a soportar enormes incomodidades, a prescindir de tus rutinas habituales y hasta cambiar frecuentemente de vivienda. Y aún así, la muerte violenta te acecha a la vuelta de cada esquina.

 

Que Carlos Iturgaiz quisiera hacer públicas sus angustiosas vivencias de esa época tan dramática y dictara sus memorias a Chelo Aparicio, ha sentado muy mal en el PSOE. La presentación de las mismas en Madrid, con la asistencia del ex presidente Aznar y sus tres ministros del Interior, Mariano Rajoy, Jaime Mayor Oreja y Ángel Acebes, todos ellos ampliamente demonizados por los prebostes de Ferraz, ha levantado tremendas ronchas entre las huestes del PSOE y ha sacado de quicio a los encargados de mantener intactas las esencias socialistas. Y es normal que así sea ya que, con la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero a la Secretaría General del PSOE, la vulgaridad más absoluta, y en muchos casos la nulidad intelectual más insultante, se han apoderado de los resortes de poder en dicho partido.

 

Las diatribas que lanzan a diario personajes tan intemperantes como Elena Valenciano, José Blanco e incluso Marcelino Iglesias, dan buena prueba de ello. Fue Elena Valenciano la primera en lanzar toda clase de improperios contra los líderes del Partido Popular, por reunirse para presentar las memorias de Carlos Iturgaiz. Dicho encuentro fue calificado por la singular portavoz del Comité Electoral del PSOE como “la foto de la infamia”, quién les acusa, además,  de volver  a “utilizar el terrorismo con fines electorales”. Según Elena Valenciano, es inadmisible que se reúnan tres ex ministros del Interior con su ex presidente del Gobierno, José María Aznar, para unir su imagen y atacar así al actual Ejecutivo y “sembrar la división entre los demócratas”.

 

La preclara mente de Valenciano ve, en ese acto de presentación, una falta enorme de responsabilidad del líder del Partido Popular, y mucho más en un momento como el actual, en que   “ETA está a punto de ser derrotada”. Por eso, sigue diciendo, “deberíamos estar todos unidos y no jugar sucio y arañar un pedazo de votos actuando con deslealtad máxima”. Olvida Elena Valenciano que ha sido precisamente el  PSOE el que ha utilizado como nadie los actos terroristas para sacar ventaja en las contiendas electorales. El mayor atentado de nuestra historia, el del 11M, fue utilizado desvergonzadamente por el PSOE, buscando réditos electorales, infringiendo incluso normas electorales tan claras como la jornada de reflexión con aquellos asaltos a las sedes del Partido Popular. Quizás debiéramos recordarle, también,  a esta malintencionada señora, que Rodríguez Zapatero firmó ese pacto mientras mantenía conversaciones con la banda terrorista vasca.

 

La asistencia de dirigentes destacados del Partido Popular a la manifestación,  organizada por las víctimas del terrorismo el sábado anterior, ya había despertado serias susceptibilidades entre ese grupo conspicuo de dirigentes socialistas, aunque pensaban que, terminada la pública protesta, volverían las aguas a su cauce. Que a los pocos días de la manifestación se produjera la presentación del libro de Carlos Iturgaiz, y encima con la asistencia de Aznar, suscitó en la calle de Ferraz todo tipo de suspicacias. De ahí que primero Elena Valenciano, y después Marcelino Iglesias y José Blanco, acudieran de inmediato al socorrido manual de guerra, en el que se reflejan, en forma de rebuznos malintencionados, toda una serie  de consignas extremadamente nauseabundas, que suelen utilizar con el mayor cinismo cuando no saben qué hacer o qué decir.

 

Según Elena Valenciano, el PP “está jugando con las líneas rojas” del Pacto Antiterrorista, pero que los socialistas lo defenderán hasta su “último aliento”. Para ella Mariano Rajoy es todo un especialista en “tirar la piedra y esconder la mano”. Y sigue con sus insidias: ahora que la lucha contra el terrorismo “está mejor que nunca”, la irresponsabilidad del PP no tiene límites y da a entender que les “molesta” que el Gobierno socialista logre acabar definitivamente  con ETA. Tanto Elena Valenciano, como José Blanco y Marcelino Iglesias, coinciden en los calificativos e insisten una y otra vez en el viejo estribillo de siempre: el Partido Popular se ha radicalizado, es un partido de extrema derecha.

 

José Blanco es el más cáustico de los tres. Cuando se pone solemne, uno no sabe si lo que sale de su boca son broncas, o son insultos o simplemente gruesos escupitajos. Tampoco sabemos si hace esto para animar a sus desmotivadas bases o para darse moral a sí mismo. Aprovechando la huida de  Antonio Troitiño, se atrevió a tildar a Rajoy de “cobarde”. Dice que el Partido Popular  ha vuelto por sus fueros y no hace más que crispar, “pretende ganar las elecciones rompiendo todas las líneas rojas de la deslealtad”. Y continuó: “no quieren ni recuperación económica, ni quieren unidad de los partidos frente al terrorismo, frente a ETA. No quieren nada que les aleje de la victoria electoral aunque sea a costa de todos los españoles”.  Según Blanco, Rajoy “tiene tanto miedo a perder las elecciones”, que echa mano de Aznar y de Mayor Oreja para “excitar a la derecha extrema”. Y añade: "El problema que tiene el PP es que es un partido contaminado por la derecha extrema y en este tema se impone el discurso de la parte más radical del partido con la bendición de Rajoy". 

 

El secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, copia la actitud de Blanco y Valenciano y procura  interpretar la misma partitura, aunque mucho más  desangeladamente. Comienza quejándose de la “intolerable campaña  de insultos por parte del PP que no hacen más que manifestar su increíble deslealtad hacia la política”. Achaca al Partido Popular una “oposición destructiva” que “resulta intolerable, sobre todo en el momento en que más encauzada está la lucha contra el terrorismo”. Y todo esto, según Iglesias, “se debe a una estrategia para evitar que se hable de los problemas que el PP tiene en las comunidades en que gobierna”. Los socialistas atribuyen a los demás lo que indefectiblemente hacen ellos cuando tienen alguna miseria que ocultar. Ahí está por ejemplo el caso reciente de la atleta  Marta Domínguez, que llegaron a acusarla falsamente de dopaje. Y es que de eso de sacar trapos sucios de los adversarios políticos es lo que mejor se les da.

 

También acusa  Marcelino Iglesias al Partido Popular de adoptar una “postura extrema” y de no querer apoyar al Gobierno, a pesar de “que no ha habido otro con tantos éxitos en la lucha contra el terror”. Y pide a Rajoy que ponga “orden entre los más ultras y radicales” del Partido Popular, aunque piensa que esa “radicalización” va a dar un vuelco a lo que hoy prevén  las encuestas de cara a las elecciones del 22 de mayo próximo. El secretario de Organización del PSOE derrocha optimismo, aunque, en realidad, no anda muy sobrado de dotes proféticas.

 

Gijón, 30 de abril de 2011

 

José Luis Valladares Fernández

6 comentarios:

  1. La respuesta a esos rebuznos podría haber sido algo semejante a: "Nosotros pusimos a ETA contra las cuerdas condenando por la vía civil (o sea a soltar la mosca) a los cachorros de ETA por los desmanes callejeros de la kale borroka, así como expulsando a los partidos financiadores de las instituciones. Ustedes robando los fondos reservados, secuestrando, arrancando las uñas matando y metiendo en cal viva a los secuestrados. ¿Donde está el extremismo?. Ustedes mismos.
    Pero Mariano sigue haciendo la siesta.

    ResponderEliminar
  2. Normal que les irrite; socialistas y etarras han ido de la mano, encamados, buscando denodadamente la puerta para colar a Bildu en las elecciones, negociando la claudicación y la excarcelación de los sanguinarios -como Troitiño-, y proponiendo una amnistía total que reflejaron las actas de ETA.

    Iturgaiz,San Gil, la memoria de Gregorio Ordoñez ponen a los socialistas frente a su imagen vil y ruín; los coloca frente a la traición a las víctimas, a los muertos, a los más de mil españoles que han dejado su vida por defender la libertad y la democracia.

    ResponderEliminar
  3. Esa, amigo CAPITAN TRUENO, fue una de las cosas buenas que hizo Aznar y que dio unois resultados estupendos. Se acabaron de aquella los desmanes callejerosm la quema de autobuses, etc. Lo que cuesta dinero, hace recapacitar a la gente.
    Saludos cordiales

    ResponderEliminar
  4. Para mi, querida Natalia, es incomprensible que los socialistas quieran encamarse con los etarras, cuando hay muchos socialistas que pagaron con su vida el querer ser libres. Venden a sus propios compañeros.
    Y yo no me creo que hayan renunciado ya a que Bildu se quede fuera de las instituciones. Me temo que la jugada sea que les eche la manita el Tribunal Constitucional. Total ya se ha prostituido más de una vez....
    Saludos cordiales

    ResponderEliminar
  5. Sou brasileira e achei seu artigo muito bom.
    Convido a visita ao meu blog. Ficaria feliz se me seguisse.

    http://frutodoespirito9.blogspot.com/

    Que o Senhor Todo Poderoso te abençoe e te guarde!

    ***Shalom***

    ResponderEliminar
  6. Gracias, Fruto do Espirito, por visitar este blog.
    Haré yo lo propio con el tuyo desde ya.

    Saludos cordiales

    ResponderEliminar