domingo, 28 de septiembre de 2014

LA SUPERFICIALIDAD DEL LÍDER SOCIALISTA

A Pedro Sánchez, actual secretario general de los socialistas españoles, comenzaron a crecerle los enanos a velocidad de vértigo. Cada día se parece más a Pedro Picapiedra,  protagonista de la serie televisiva de dibujos animados “Los Picapiedra”, emitida cuando yo era mucho más joven y que tanto entretenía a nuestros pequeños. Al igual que Pedro Picapiedra, Pedro Sánchez, además de esforzarse vanamente por aparentar estar siempre muy seguro de sí mismo, se olvida de reflexionar antes de abrir la boca o de actuar. Y en consecuencia, como le ocurría al personaje ficticio de “Los Picapiedra”, tiene que ir aprendiendo a base de cometer continuos errores.

El máximo responsable de los socialistas españoles, para empezar, es incapaz de poner orden en su propia formación política. Los socialistas catalanes, desoyendo la voluntad de su secretario general, apoyaron unánimemente en el parlament la ley de consultas diseñada intencionadamente por los secesionistas para suplantar la legalidad vigente. De nada vale que Pedro Sánchez apostillara más tarde que esa ley  “no cabe en la Constitución porque viola la soberanía que, de forma indivisible, corresponde al conjunto de los españoles”.

Pero en Cataluña, la falta de cordura de algunos socialistas, llega aún más lejos. Por iniciativa de la Asociación de Municipios por la Independencia, se están celebrando plenos extraordinarios en la mayor parte de los Ayuntamientos catalanes, para apoyar expresamente el referéndum ilegal del 9 de noviembre. Y un buen número de concejales socialistas dan nuevamente la espalda a su líder y, o se abstienen, o votan incomprensiblemente a favor de semejante moción.

Y Pedro Sánchez se desgañita inútilmente diciendo a los catalanes  “que les queremos, que queremos vivir con ellos, que juntos somos más fuertes”. Y siguiendo con su discurso, dice que "Votaremos sí a la unidad, sí a la diversidad, sí al verdadero ser de España, que es la España federal". Y pide a Artur Mas y a Rajoy que se pongan de acuerdo para que los catalanes y el resto de españoles podamos votar juntos una Constitución Federal. ¡Cómo si el nacionalismo separatista se conformara con pasar de un modelo autonómico a uno federal! Busca simplemente tener más privilegios que el resto de regiones españolas.

Para empezar, y aunque el líder del PSOE no quiera reconocerlo, el modelo administrativo de España es prácticamente homologable, por ejemplo, al modelo federal de Alemania. Pero eso sí, las Autonomías españolas disfrutan de muchas más atribuciones y disponen de bastantes más transferencias estatales que los Lander alemanes. Por lo tanto, aunque llevemos a cabo semejante reforma, no solucionaríamos nada y seguiría inalterable el problema independentista. Solamente cambiarían algo las cosas, si cedemos ante los soberanistas catalanes y abrimos las puertas de par en par al federalismo asimétrico. Pero en este caso, no podríamos garantizar derechos iguales para todos los ciudadanos.


En cualquier caso, Pedro Sánchez sabe perfectamente que los secesionistas catalanes no se conforman con un simple enfoque federal de la Constitución, y que continuarán indefectiblemente amenazando con su desvinculación con España. Pero como quiere que se sientan cómodos y satisfechos formando parte integrante de nuestro país, el secretario general del PSOE admite que habrá que asignarles nuevas competencias, asegurarles, ¡faltaría más!, "una financiación previsible y suficiente” y cambiar tanto la composición como las funciones que viene desarrollando habitualmente el Senado.

En la propuesta de reforma constitucional,  el líder de los socialistas españoles quiere incluir el reconocimiento expreso de una supuesta “singularidad catalana”, inventada a lo largo de los años por el nacionalismo separatista para justificar sus  continuas y disparatadas demandas y para infringir impunemente la legalidad actual y la futura. Para Pedro Sánchez, además, es completamente necesario dejar en manos del Gobierno de la Generalidad de Cataluña la competencia lingüística referida a la lengua catalana, aunque sabe perfectamente lo que ha hecho ese Gobierno con la inmersión lingüística y sus continuos desacatos a las resoluciones judiciales sobre Educación.

Si se hiciera caso a Pedro Sánchez y se aceptaran sus desventuradas propuestas, los separatistas catalanes recibirían una nueva inyección de moral como ocurrió en 1978 con la puesta en marcha de las Autonomías. Los padres de la Constitución Española idearon entonces el Estado autonómico, pensando que así acallaban las continuas e incomodas reivindicaciones del nacionalismo vasco y el catalán. Y eso,  lejos de calmar sus ánimos, les sirvió de estímulo para acrecentar sus impertinentes exigencias. Y ahora, como hicieron entonces, verían en esa modificación de nuestra Norma Suprema una nueva muestra de debilidad del Poder central que aprovecharán inmediatamente para endurecer aún más sus disparatadas insolencias y sus reclamaciones.

Me imagino que el  nuevo secretario general del PSOE, saca constantemente a relucir la necesidad de hacer de España un Estado federal, más que por propia convicción, para salir diariamente en los medios de comunicación y darse a conocer. Por culpa de esa avidez enfermiza por salir en la prensa y ocupar amplios espacios en la radio y en televisión, Pedro Sánchez comete muchos errores de bulto, propios más bien de personas inmaduras y bisoñas. Uno de sus errores más garrafales, llamar a Telecinco, para entrar directamente en el programa de televisión ‘Sálvame’, para convertirse en protagonista del mismo.

Pero la telebasura no es sitio para los políticos que aspiran básicamente a solucionar los distintos problemas que aquejan a los ciudadanos. A ningún político serio se le ocurre banalizar de esa manera tan torpe toda su actividad política.  Hay que tener en cuenta que ese tipo de programas, aunque tienen normalmente mucha audiencia, son muy dados al maniqueísmo, a la crítica fácil y carecen totalmente de seriedad. En el formato de los programas de televisión, dedicados a la ‘crónica rosa’, prima de manera muy especial el entretenimiento y la evasión de los espectadores, pero no cabe, en modo alguno, la reflexión responsable y, mucho menos, el debate político.

Es incontrovertible que Pedro Sánchez da más valor a la popularidad que al prestigio y a   la propia solvencia personal. Es un dirigente tan  atípico y tan superficial, que vive constantemente pendiente del ruido mediático y que está siempre dispuesto a copiar gestos y actitudes de otros personajes, cuando tiene constancia que han sido públicamente alabados y aplaudidos a nivel popular. De ahí que, imitando a Pablo Iglesias, salga frecuentemente a la calle portando también su mochila. Y hasta el día menos pensado, nos sorprende apareciendo en Telecinco, entre los concursante  de Gran Hermano.

Gijón, 28 de septiembre de 2014

José Luis Valladares Fernández     

14 comentarios:

  1. El caso es que acusa a Podemos de populismo y está siguiendo el mismo patrón.

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    1. Este pardillo de Pedro Sanchez esta atemorizado,de que Podemos le quite la poca clientela que aun le queda a los Socialista.Ese es el motivo de querer quedar bien con todo,incluido el nuevo rey.En fin algo patetico es el personajillo,un abrazo,

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    2. Pero imitando al bolivariano Iglesias, agrava el problema aún más, porque espantará a antiguos partidarios suyos, por tener planteamientos políticos tan turbio.

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    1. La bandera del populismo no vale para dirigentes de partidos con solera, como el PSOE y el Partido Popular. Allá se lo encontrará

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  3. Yo creía que era imposible ser más tontucio y superficial que Zapatero

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  4. Enlazando con tu anterior comentario debo decir que Sánchez es una mezcla de Zapaterismo con una pretensión de PODEMOS+el instinto de conservación de un Partido, tan partido y vituperado, que exige una solución ¡Ya! Con el cronómetro contando los segundos... No sé si Sánchez superará la "contrareloj", ni me preocupa.
    Un saludo.

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    1. Es un calco de todo lo malo que tenía ZP, Está imbuido hasta de ese mesianismo que le lleva a pensar que él es la solución a todos nuestros males.. Si en el PSOE no hay personas mejores, más solventes y serias, que cierren el chiringuito y que se vayan a otro sitio.

      Saludos

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  5. Cada día me convence menos. Y ahora resulta que también pretende copias el patrón de Podemos.

    Un abrazo

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  6. tus textos son muy buenos y me hacen sonreir

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