I.- Pedro Sánchez justifica su
asalto al poder por la corrupción.
Los
aficionados a la mitología griega, conocen sobradamente a las tres famosas Mineidas. Estas tres
hermanas, llamadas Iris, Climena y Alcitoé, eran muy buenas bordadoras y
expertas tapiceras. Y cuando llegó la solemne fiesta de Dionisio, o de Baco,
para el que prefiera la mitología romana, todos los habitantes de Orcomenes,
menos las Mineidas, se prepararon para participar activamente en los festejos.
Con
la disculpa de complacer a Minerva, la diosa de las artes, las Mineidas no quisieron saber nada de la fiesta
y utilizaron resueltamente las horas, que debían dedicar al dios del vino, en
el manejo de su huso y sus lanzaderas. Y cuando más ensimismadas estaban en su
trabajo, una nube de humo y un fuerte olor de mirra y azafrán invade su
estancia. Y comienzan a oír un ruido estridente
de tambores y trompetas, entremezclado con aullidos de bestias feroces.
Tremendamente
asustadas, las Mineidas intentaron huir para ocultarse en el escondrijo más
recóndito de su palacio. Pero todo fue inútil, ya que la venganza de Dionisio,
o de Baco, que tanto más da, las transformó en murciélagos, sin darles tiempo a
reaccionar. Y todo, por negarse a participar en las orgías o bacanales que se celebraban en honor del
dios del vino.
A
partir de ese momento, las Mineidas, comenzaron a comportarse como auténticos
quirópteros, esas criaturas nocturnas, que huyen siempre de la luz, aunque
vivan en los medios humanos. Rondan alrededor de las casas y tienen que
aprovechar la obscuridad de la noche para salir de sus guaridas y emprender el
vuelo. O sea que, para alimentarse, utilizan continuamente la nocturnidad y la
traición o alevosía más aviesa.
Y
el comportamiento de Pedro Sánchez, el
tuercebotas que nos gobierna, se asemeja bastante al de esos conocidos
mamíferos voladores, los murciélagos. Su demostrada ineptitud le lleva a
satisfacer su ego desmedido,
recurriendo a la nocturnidad y al chantaje ventajista. En octubre de 2016,
cuando le defenestraron de la Secretaria General del PSOE, recorrió cantidad de
kilómetros, para camelar al mayor número posible de militantes de base, especialmente jóvenes
y conseguir su apoyo. Y gracias a esa
treta, volvió a recuperar el cargo de secretario general en las primarias del
21 de mayo de 2017.
Con
semejante triunfo, que sacó de quicio a muchos viejos socialistas, el
jactancioso Pedro Sánchez se envaneció por completo y comenzó a pensar que, si
usaba inteligentemente la marrullería y el amaño, tenía el mundo entero a sus
pies. Esa victoria ante los barones de su propio partido estimuló aún más su
ambición y su hambre de notoriedad, y comenzó a soñar, sin más, con La Moncloa.
Y para colmar satisfactoriamente sus anhelos más íntimos, tenía que sustituir
ya a Mariano Rajoy en la Presidencia del Gobierno, sin esperar a una nueva
convocatoria electoral.
Para
lograr su propósito, el arribista Sánchez decidió recurrir nuevamente al
embuste y al chanchullo y presentar una moción de censura contra el actual
presidente del Gobierno. Eso supone, es verdad, entrar en La Moncloa por la
puerta trasera, pero merece la pena para disfrutar de semejante momento. No
olvidemos que lo importante es llegar, no como se llegue.
Era
evidente, cómo no, que el advenedizo líder del PSOE tenía el apoyo
incondicional de un populista tan barato y de tan baja estopa, como Pablo
Iglesias. Sabía, además que, para engatusar a los independentistas de ERC,
PDeCAT, Bildu y PNV, y contar con su respaldo explícito, no tenía nada más que
recurrir a las componendas y a los cambalaches políticos, haciendo, por
supuesto, alguna que otra concesión arriesgada a estos enemigos declarados de
España,.
Para
dar cierto aire de normalidad a la
moción de censura, el tramposo Sánchez decidió sacar pecho y,
escudándose en una controvertida y más que sospechosa sentencia del magistrado
José Ricardo de Prada, acusó al PP de crear “alarma social”, por financiarse de manera irregular. Y como no
podía ser menos, se atrevió a pedir a todos los diputados que apoyen su moción
de censura, para sacar a España del “lodazal de la corrupción”, producido por
los dirigentes del Partido Popular.
En
España, claro está, tenemos casos de corrupción tan llamativos como el de las Tarjetas Black, el del 3%,
el Caso Palau y el Caso Noos. No son menos graves, por
supuesto, los casos de la Gürtel y la Púnica, que afectan directamente
al Partido Popular. Sin embargo, no todos los que forman parte del
Partido Popular son corruptos. Como en los demás partidos, también hay
afiliados honestos, una inmensa mayoría, y otros, los menos, que se han dejado
corromper y han optado por el robo y el saqueo del dinero público.
En
el debate de la moción de censura, que se celebró el 31 de mayo y el 1 de junio
de 2018, el tarambana Sánchez culpa desvergonzadamente al PP de hundir a España
en un enorme “lodazal de la corrupción”, con la trama corrupta de la Gürtel. Es ciertamente muy grave, pero
no es tan escandaloso, ni tan hiriente para la ciudadanía como los casos que
afectan al PSOE.
La
cantidad de dinero birlado a las arcas públicas por la Gürtel puede llegar, ahí es nada, a los 1.000 millones de euros. Y
aunque se trata de una cifra verdaderamente exorbitante, no es tan escandalosa,
ni tan sangrante como lo estafado por el Partido Socialista Obrero Español.
Solamente en Andalucía, la cantidad sustraída por el PSOE al bolsillo de los
españoles asciende a más de 20.000
millones de euros.
Si
nos atenemos a los casos más
significativos de corrupción del partido del puño y la rosa en Andalucía,
tenemos que recordar necesariamente que, durante más de 10 años, algunas
consejerías de la Junta estuvieron desviando fondos a la Agencia IDEA, fondos que
pasaban inevitablemente a engrosar las cuentas de empresarios o particulares
cercanos al PSOE. Y el montante del dinero sustraído con esa serie de
desviaciones, si nos hacemos caso de las fuentes judiciales, supera con creces
la espeluznante cifra de los 4.100 millones de euros,
Es
también sumamente significativo el caso de los EREs en Andalucía. Lo
estafado en los EREs, con la
connivencia de los ex presidentes de
la Junta Manuel Chaves y a José Antonio Griñán y de otros dirigentes de la
jerarquía socialista andaluza, asciende nada menos que a los 1.200 millones de euros. Y como se
trata de dinero, que estaba destinado precisamente a los parados, pasó a ser
uno de los casos de corrupción más indecoroso y más inmoral.
No
hay ningún otro partido que tenga un historial de corrupción tan amplio como el
PSOE. Sin necesidad de ir más allá de los años 80, ya nos encontramos con una
larga lista de casos indecentes de corrupción, protagonizados por dirigentes
responsables del Partido Socialista. Ahí están, por ejemplo, los inolvidables
casos de Filesa, Malesa, Time Export, Malaya, Mercasevilla, el caso Guerra, los
Gal, el AVE y un largo etcétera, que difícilmente ningún otro partido puede
igualar.
Está
visto que, en el PSOE, nunca han hecho
ascos al hurto y al latrocinio sistemático. En los estertores de La República,
por ejemplo, los dirigentes máximos de esa formación política arramblaron con las reservas de oro de España
para enviarlas a Moscú. Y después de este desfalco, comenzaron a preparar
meticulosamente el mayor robo del siglo: A parte del expolio de nuestro
patrimonio histórico-artístico, saquearon el Banco de España, las cajas de
seguridad de los bancos y se llevaron hasta las alhajas que la gente humilde
guardaba en el Monte de Piedad. No es de extrañar, por lo tanto, que Pío Moa
dijera que el PSOE es “un partido de
ladrones”.
La
lista de escándalos del Partido Socialista es enormemente larga y manifiesta.
Pero eso no es óbice para que llegue un caradura como Pedro Sánchez y, a pesar
de la evidencia del cenagal que tiene en casa, intente justificar su denigrante
asalto al poder precisamente por culpa de la corrupción, la corrupción, claro está, del Partido Popular.
Gijón,
4 de noviembre de 2019
José
Luis Valladares Fernández
El asunto de los Eres,end Andalusia es el robo MA's lucrative,de los mafiosos Socialistas,saludos.
ResponderEliminarPero se comportan, como si nunca hubieran roto un plato. Saludos
EliminarLa verdad es que la imagen que da es la de una persona pagada de sí misma.
ResponderEliminarComo tiene un buen aspecto físico, piensa que ya es el no va más. Pero intelectualmente es un inepto integral. No está preparado para llevar los destinos de España y nos está llevando al fracaso.
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