viernes, 3 de enero de 2020

HABLEMOS CLARO


V.- El golpista Sánchez reedita el Frente Popular de 1936



A Pedro Sánchez, ya se sabe, le pierde su desmedida ambición de poder, y su inflada autoestima sobrepasa con mucho a su inteligencia real y, por supuesto, a su experiencia política. Y no soporta en absoluto que se dilate tanto su cargo como jefe en funciones de un Ejecutivo español que, muy a su pesar, sigue siendo transitorio y meramente provisional. Y busca desesperadamente adelantar lo más posible la celebración del pleno de investidura para convertirse, sin más,  en presidente del Gobierno de España.

Hay que reconocer que el problemático presidente del Gobierno en funciones no salió muy bien parado en las Elecciones Generales del pasado 10 de noviembre. Aunque pensaba barrer, tuvo que conformarse con un resultado ligeramente peor que el obtenido en los comicios anteriores del 28 de abril. Y tuvo miedo a que alguno de los barones díscolos de su partido, que critican abiertamente su gestión, se uniera a los distintos grupos constitucionalistas, con la malsana intención de apartarlo del poder.

Para ahogar semejante posibilidad, el irresponsable Pedro Sánchez intenta adelantarse a los posibles descontentos y, para no darles tiempo a reaccionar, concierta un Gobierno de coalición con el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, casi al mismo tiempo que se conocía el resultado electoral del 10 de noviembre. Con ese imprevisto pacto de Gobierno, realizado prácticamente a traición, ofrecía a los suyos un Gobierno típico de izquierdas, dispuesto a aplicar políticas progresistas.

Todo un aprendiz de brujo, que está llevando nuevamente a España hacia el precipicio y hacia la miseria. Y una de dos: o se comporta así, porque le ciega la ambición de poder y busca la manera de eternizarse en La Moncloa, y entonces estamos ante un malvado irrecuperable; o porque es un inepto total, que dispone de muy pocas luces. Yo más bien creo que es por ambas cosas a la vez, por maldad y por ineptitud, lo que indica que estamos ante un personaje imprevisible y doblemente peligroso.

Cada vez son más los socialistas con solera que critican claramente las salidas de tono de su líder, pero como les falta coraje y bizarría, no se atreven a discrepar. El insaciable Sánchez cuenta, por lo tanto, con el beneplácito de su propio partido. Y como Pablo Iglesias se desvive por formar parte del Gobierno, también cuenta, ¡faltaría más!, con el asentimiento de Podemos y de alguna que otra  formación política residual, que abomina de la legalidad española. Pero, si quiere conseguir la investidura como presidente, necesita algo más. Necesita someterse al chantaje permanente  del secesionismo catalán.


El alocado presidente en funciones que padecemos lleva tiempo mendigando la abstención de toda esa caterva de separatistas catalanes, para no volver a fracasar en la investidura. Y como quiere a toda costa satisfacer su codicia y su hambre de  notoriedad, busca desesperadamente esa inhibición dialogando y negociando con ellos hasta de rodillas si hace falta. Es tan torpe, que aún no se ha dado cuenta que a los nacionalistas catalanes no les interesa negociar, y que solamente buscan la rendición definitiva del Estado español. Y piensan que, con Sánchez en el Gobierno, tienen posibilidades reales de conseguirlo.

Los de Esquerra Republicana de Cataluña saben perfectamente que el presidente en funciones no da la talla. Pero trata de deslumbrar a la ciudadanía, presentándose totalmente infatuado y como si fuera un gran estadista. Y los nacionalistas catalanes, que conocen todas sus debilidades, intentarán, cómo no,  exprimir al máximo las ensoñaciones absurdas de semejante zoquete, para conseguir el mayor número de contraprestaciones políticas posibles.

A Pedro Sánchez le pierde evidentemente su orgullo y su desbocada ambición y, como era de esperar, terminó siendo un simple monigote en manos de grupos fortuitos de terroristas y secesionistas aprovechados. Es lógico, por lo tanto, que las huestes de ERC, con Oriol Junqueras  disfrazado de Cayo Poncio, se comporten como los samnitas en su día con los romanos, humillándole y haciéndole soportar la afrenta de pasar bajo las horcas caudinas.

Con una situación así, el presuntuoso Sánchez terminará siendo o una estafa o una auténtica tragedia  para España. Solo a un adolescente caprichoso, como Sánchez, se le puede ocurrir, a estas alturas de la película, incluir ministros comunistas en un Gobierno teóricamente democrático y entregar una de las Vicepresidencias a un destacado populista como Pablo Iglesias. Es una verdadera  irresponsabilidad que tome una decisión así, obviando la resolución reciente, dictada por el Parlamento Europeo para condenar solemnemente el comunismo.

Hay que reconocer que, con la entrada de Unidas Podemos en el Gobierno de coalición, vamos a ser mirados con desconfianza y recelo por los países de nuestro entorno. Temen lógicamente que España, con la previsible restauración del Frente Popular, vuelva a las andadas y termine como el rosario de la aurora, anegada en sangre y en miseria. Saben que los gobiernos de corte bolivariano y soviético, como el que pretende implantar el malhadado presidente en funciones, son tremendamente insolidarios y proclives al totalitarismo más extremo. Y tratan, claro está, de evitar cualquier tipo de contaminación.

Los barones del PSOE que en 2016 defenestraron a Pedro Sánchez para abortar hasta la más mínima posibilidad de una alternativa con el apoyo del independentismo, se callan ahora como  muertos y aceptan sumisamente el ninguneo al que les somete su envalentonado secretario general. Si fueran más consecuentes, detendrían, creo yo, la degradación política en la que está cayendo España por culpa de la aviesa desfachatez y el entreguismo de su arribista líder. El más explícito  fue Emiliano García-Page, pero solo se atrevió a decir, ‘sotto voce’ o entre dientes, que no quiere “vaselina” como regalo de Reyes.

Y si Dios no lo remedia, todo indica, que los barones García-Page, Fernández Vara, Javier Lambán y la baronesa Susana Díaz, van a tener que usar profusamente cantidades ingentes de vaselina, bastante más que la que puedan traer los Reyes Magos, Papá Noel, San Nicolás y Santa Claus. No olvidemos que van a tener que apechugar con la desintegración inapelable  de España, provocada por el dirigente del PSOE, al imponer un proyecto ideológico, hecho a espaldas de la Constitución por los enemigos de España, los bilduetarras y los separatistas  catalanes.

Gijón, 2 de enero de 2020 

José Luis Valladares Fernández

3 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Y todo apunta a que va a empeorar mucho más pos culpa del indocumentado que está al frente del Gobierno. Ha normalizado el despropósito y ahora la policía te detiene hasta por gritar ¡VIVA ESPAÑA!

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