La realidad es muy tozuda y, a cada momento, nos está diciendo que José Blanco fanfarronea miserablemente cada vez que habla sobre nuestra situación económica. Todo lo bueno que se ha hecho en España desde la instauración de la democracia, según el ahora ministro de Fomento, es obra de las legislaturas socialistas y, de manera muy destacada, de la encabezada por José Luis Rodríguez Zapatero.
Gracias al paso de los socialistas por el Gobierno de España, dice Blanco, disfrutamos ahora de un ‘bienestar social’ envidiable. Y con Zapatero en la Moncloa, mejoró aún mucho más y se está consolidando. Ya dijo hace tiempo que "Los dos períodos de gobierno socialista en España están repletos de leyes memorables". Estas leyes memorables, debidas a la actividad responsable del PSOE, han dado lugar a espectaculares cambios y transformaciones sociales. “No hay nada parecido”, dice, en los ocho años del Gobierno de Aznar.
En la entrevista que le hizo Antonio San José en el programa ‘Cara a Cara’ de CNN+ el pasado 14 de febrero, José Blanco vuelve a dar la medida de sí mismo. Insiste una y otra vez en la conspiración planetaria para arruinar la economía española y, sobre todo, en la demonización de Zapatero. Más o menos, se trataría de una nueva versión del antiguo contubernio judeo-masónico. La descalificación de Zapatero es lo que buscan interesadamente los del “cuanto peor, mejor”, refiriéndose, claro está, al Partido Popular. De ahí los discursos apocalípticos habituales que en nada favorecen los intereses de España.
Tiene una teoría muy peregrina para explicar por qué aún no hemos salido de la crisis económica. Como entramos en la crisis mucho más tarde que el resto de países del G20, es normal también que salgamos de ella mucho más tarde. Esa es la única razón por la que, según dice, estamos aún en recesión. Y se quedó tan pancho, como si hubiera descubierto la teoría de la relatividad.
En cuanto a que se nos quiera comparar con Grecia y Portugal, dice que no hay semejanza posible. Nada tenemos que ver con estos dos países. Reconoce que nosotros tenemos un único problema, derivado de la construcción. Pero, en cambio, según confiesa, tenemos menos endeudamiento que la mayoría de los países europeos y tenemos capacidad suficiente para salir y vencer a la crisis. Y como buscamos la plena eficiencia de nuestras actuaciones, hemos comenzado a marcar los caminos que vamos a recorrer. Se impone, según Blanco, el cambio de las formas de crecimiento de nuestro país.
La reforma misma de la edad de jubilación, propuesta por el PSOE, es ya un adelanto de esa política. Es necesario, dice el ministro de Fomento, acercar la edad real de jubilación de los 63, a la edad legal de los 65 años, marcados por nuestro ordenamiento jurídico-laboral. Y retrasando esa edad legal a los 67 años, la media resultante estaría ya más cerca de los 65 años que de los 63 actuales. Y en un tono un tanto saduceo, fundamenta la propuesta en que la esperanza de vida es muchísimo mayor, como consecuencia de las políticas de ayuda social y del bienestar que siempre han impulsado los socialistas.
Es verdad que, con anterioridad, José Blanco había reconocido que es una obviedad manifiesta que la realidad no se cambia solamente con leyes. Y agrega, a renglón seguido, que este hecho “es uno de los pretextos favoritos de los retrógrados que nunca desean políticas que transformen la realidad”. Y el “hecho traumático” de la recesión evidencia la “necesidad de cambiar nuestros modelos productivos”, lo que implica establecer nuevas reglas de juego en la actividad económica.
Como teoría, todo esto está muy bien. Lo malo es que son los socialistas, encabezados por Zapatero, los que no hacen nada para cambiar la realidad y solucionar, de una vez, los graves problemas económicos que nos afectan. Se escudan en que son los otros, los retrógrados del Partido Popular, los que no quieren cambios, “ni por decreto ni de ninguna otra manera”. Se da la circunstancia de que son los que José Blanco tilda de inmovilistas y retrógrados, los que exigen cambios profundos en nuestras estructuras productivas, además de una contención significativa del gasto público y una rebaja notable de las cargas contributivas.
Los cambios que ha introducido el PSOE, para hacer frente a nuestra situación económica, son meramente testimoniales y llegan demasiado tarde. Les dan, eso sí, nombres muy bonitos y sugerentes, pero carecen prácticamente de contenido. Y así nos hablan de “economía sostenible”, “cambio de modelo productivo”, etc., pero se quedan ahí en simples frases hueras. Apelan, como lo ha hecho Blanco, a que son ellos los de las ayudas sociales a los que las necesitan, y los que mantienen y acrecientan el bienestar social.
Si repasamos la historia, la realidad es muy diferente y deja en muy mal lugar a los socialistas. Es verdad que el concepto de ‘bienestar social’ fue aportado por el socialismo. Pero también es verdad que, con los socialistas al frente de los Gobiernos, el ‘bienestar social’ se deteriora rápida y progresivamente, terminando por convertirse en una simple entelequia. Son precisamente los Gobiernos de otro signo los que, en realidad, proporcionan ese “bienestar social” y lo mejoran.
Pasa exactamente igual con las ayudas sociales. La mejor ayuda social es un puesto de trabajo. Y con los socialistas, a la vista está, aumenta constantemente el número de parados. En vez de ayudas sociales, la progresía izquierdista reparte simplemente, entre quienes no tienen nada, meras limosnas de supervivencia. ¿De qué bienestar social pueden disfrutar los 5.000.000 largos de parados y, sobre todo, esas casi 1.500.000 familias con todos sus integrantes sin empleo? Aunque lo nieguen, el socialismo solamente sabe generar pobreza y miseria.
Gijón, 18 de febrero de 2010
José Luis Valladares Fernández
Gracias al paso de los socialistas por el Gobierno de España, dice Blanco, disfrutamos ahora de un ‘bienestar social’ envidiable. Y con Zapatero en la Moncloa, mejoró aún mucho más y se está consolidando. Ya dijo hace tiempo que "Los dos períodos de gobierno socialista en España están repletos de leyes memorables". Estas leyes memorables, debidas a la actividad responsable del PSOE, han dado lugar a espectaculares cambios y transformaciones sociales. “No hay nada parecido”, dice, en los ocho años del Gobierno de Aznar.
En la entrevista que le hizo Antonio San José en el programa ‘Cara a Cara’ de CNN+ el pasado 14 de febrero, José Blanco vuelve a dar la medida de sí mismo. Insiste una y otra vez en la conspiración planetaria para arruinar la economía española y, sobre todo, en la demonización de Zapatero. Más o menos, se trataría de una nueva versión del antiguo contubernio judeo-masónico. La descalificación de Zapatero es lo que buscan interesadamente los del “cuanto peor, mejor”, refiriéndose, claro está, al Partido Popular. De ahí los discursos apocalípticos habituales que en nada favorecen los intereses de España.
Tiene una teoría muy peregrina para explicar por qué aún no hemos salido de la crisis económica. Como entramos en la crisis mucho más tarde que el resto de países del G20, es normal también que salgamos de ella mucho más tarde. Esa es la única razón por la que, según dice, estamos aún en recesión. Y se quedó tan pancho, como si hubiera descubierto la teoría de la relatividad.
En cuanto a que se nos quiera comparar con Grecia y Portugal, dice que no hay semejanza posible. Nada tenemos que ver con estos dos países. Reconoce que nosotros tenemos un único problema, derivado de la construcción. Pero, en cambio, según confiesa, tenemos menos endeudamiento que la mayoría de los países europeos y tenemos capacidad suficiente para salir y vencer a la crisis. Y como buscamos la plena eficiencia de nuestras actuaciones, hemos comenzado a marcar los caminos que vamos a recorrer. Se impone, según Blanco, el cambio de las formas de crecimiento de nuestro país.
La reforma misma de la edad de jubilación, propuesta por el PSOE, es ya un adelanto de esa política. Es necesario, dice el ministro de Fomento, acercar la edad real de jubilación de los 63, a la edad legal de los 65 años, marcados por nuestro ordenamiento jurídico-laboral. Y retrasando esa edad legal a los 67 años, la media resultante estaría ya más cerca de los 65 años que de los 63 actuales. Y en un tono un tanto saduceo, fundamenta la propuesta en que la esperanza de vida es muchísimo mayor, como consecuencia de las políticas de ayuda social y del bienestar que siempre han impulsado los socialistas.
Es verdad que, con anterioridad, José Blanco había reconocido que es una obviedad manifiesta que la realidad no se cambia solamente con leyes. Y agrega, a renglón seguido, que este hecho “es uno de los pretextos favoritos de los retrógrados que nunca desean políticas que transformen la realidad”. Y el “hecho traumático” de la recesión evidencia la “necesidad de cambiar nuestros modelos productivos”, lo que implica establecer nuevas reglas de juego en la actividad económica.
Como teoría, todo esto está muy bien. Lo malo es que son los socialistas, encabezados por Zapatero, los que no hacen nada para cambiar la realidad y solucionar, de una vez, los graves problemas económicos que nos afectan. Se escudan en que son los otros, los retrógrados del Partido Popular, los que no quieren cambios, “ni por decreto ni de ninguna otra manera”. Se da la circunstancia de que son los que José Blanco tilda de inmovilistas y retrógrados, los que exigen cambios profundos en nuestras estructuras productivas, además de una contención significativa del gasto público y una rebaja notable de las cargas contributivas.
Los cambios que ha introducido el PSOE, para hacer frente a nuestra situación económica, son meramente testimoniales y llegan demasiado tarde. Les dan, eso sí, nombres muy bonitos y sugerentes, pero carecen prácticamente de contenido. Y así nos hablan de “economía sostenible”, “cambio de modelo productivo”, etc., pero se quedan ahí en simples frases hueras. Apelan, como lo ha hecho Blanco, a que son ellos los de las ayudas sociales a los que las necesitan, y los que mantienen y acrecientan el bienestar social.
Si repasamos la historia, la realidad es muy diferente y deja en muy mal lugar a los socialistas. Es verdad que el concepto de ‘bienestar social’ fue aportado por el socialismo. Pero también es verdad que, con los socialistas al frente de los Gobiernos, el ‘bienestar social’ se deteriora rápida y progresivamente, terminando por convertirse en una simple entelequia. Son precisamente los Gobiernos de otro signo los que, en realidad, proporcionan ese “bienestar social” y lo mejoran.
Pasa exactamente igual con las ayudas sociales. La mejor ayuda social es un puesto de trabajo. Y con los socialistas, a la vista está, aumenta constantemente el número de parados. En vez de ayudas sociales, la progresía izquierdista reparte simplemente, entre quienes no tienen nada, meras limosnas de supervivencia. ¿De qué bienestar social pueden disfrutar los 5.000.000 largos de parados y, sobre todo, esas casi 1.500.000 familias con todos sus integrantes sin empleo? Aunque lo nieguen, el socialismo solamente sabe generar pobreza y miseria.
Gijón, 18 de febrero de 2010
José Luis Valladares Fernández
Posiblemente el señor Zapatero no se ha enterado o no quiere enterarse de que estamos un poco quemao de sus recetas de "pollo socialista" y que necesitamos un gobierno con propiedad y base.
ResponderEliminarJose blanco como otros habla a las gente pudientes que no sabe que es tener el frigorífico vacio, no quieren saber nada de la destrución de empresas, de bajas en la seguridad social,de gente que ha trabajado toda su vida ahora recojen comida de los cubos de basura y un largo de inreponsabilidad que era para encerrar a más de uno de estos en un psiquiátrico. Estos como el ZP no están bien de la cabeza.
Han hecho del país un país de subvenciones y de miseria hay que estar muy mal y lo peor es que la culpa es nuestra por confiar en un tio como este.
Saludos.
Zapatero es un simple aprendiz de brujo que va a dejar a España como un solar. Y como los ministros son tal para cual, tampoco con ellos vamos a ir bien servidos. Ya los eligió así para que no le hicieran sombra.
ResponderEliminarLo peor de todo esto esque, cuanto más tarden en salir del Gobierno, más dificil será despues levantar otra vez la cabeza, ya que no quedarán más que escombros
ahora andan empeñados en el pacto- "pato" para Pepiño- intentando llevarse a Mariano al fondo con ellos, esperemos que se siga resistiendo a esos cantos de sirena, aquí lo que hace falta es que dimita el Iluminado y haya elecciones, porque otros dos años así no hay quien lo resista...
ResponderEliminar