lunes, 3 de mayo de 2010

EL ENFRENTAMIENTO COMO SISTEMA

La frase latina “divide et vinces” fue utilizada por el emperador romano Julio Cesar para explicar su táctica en la conquista de la Galia, para lo que procuraba acentuar las rencillas existentes entre las diversas tribus del lugar. Esta paremia romana sería popularizada posteriormente por Nicolás Maquiavelo en El Príncipe. A lo largo de la historia se ha recurrido a este método, infinidad de veces, para doblegar y vencer a los enemigos ocasionales. José Luis Rodríguez Zapatero lo ha utilizado profusamente desde su accidentado aterrizaje en La Moncloa.
Fue el propio Zapatero el que lo reconoció públicamente en la emisora Cuatro, ante un micrófono que, de manera inesperada, había quedado abierto. Fue el 11 de febrero de 2008, unos días antes de las Elecciones Generales de ese mismo año. Una vez cerrada la emisión de la entrevista, el periodista Iñaki Gabilondo hace esta pregunta a Zapatero: “¿Qué pinta tienen los sondeos que tenéis?”. Es entonces cuando aparece la inoportuna confesión del presidente del Gobierno en estos términos: "Bien, sin problemas, lo que pasa es que nos conviene que haya tensión". Y por si no hubiera quedado bastante claro, Zapatero añade seguidamente: "...Yo voy a empezar este fin de semana a dramatizar un poco”.
Todo comenzó el 14 de diciembre de 2003 con las firma del obsceno Pacto del Tinell por parte del Partido Socialista de Cataluña (PSC), Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa por Cataluña-Esquerra Alternativa (ICV-EUiA). En dicho pacto, que es un ejemplo de inmoralidad política inimaginable, se acordó por escrito excluir al Partido Popular de cualquier tipo de acuerdo, que es tanto como excluir a la mitad de los ciudadanos del proceso legislativo. Y este acuerdo se llevó a rajatabla, primero en Cataluña y posteriormente en el resto de España. Fue el primer intento de resucitar el Frente Popular de 1936.
Ya metidos en la dinámica del proceso electoral, a raíz del terrorífico atentado del 11M, comienza el asalto a las sedes del Partido Popular, acto que fue alentado desde la dirección del PSOE. Ni siquiera respetaron la jornada de reflexión, previa a la jornada electoral de 2004. Rodríguez Zapatero, tan pronto se vio investido presidente, procuró buscar alianzas con fuerzas de la izquierda radical para crear un frente que deje aislado y sin opciones al Partido Popular. Desde la presidencia del Gobierno y sus aledaños, trataron de lanzar al principal partido de la oposición poco menos que a un lazareto de apestados.
Puesto que Zapatero descubrió el principio del “como sea”, puso todo su empeño en criminalizar al Partido Popular, presentando a sus miembros como los auténticos herederos de la Falange y de Franco. Estaríamos de nuevo ante un partido de la derecha más rancia, totalitaria y anti demócrata, mientras que los socialistas representarían a la izquierda moderna y civilizada. Quizás no se ha dado cuenta Zapatero que los verdaderos “hijos de papá”, los mimados del pasado régimen, militan todos en el PSOE actual. Los herederos auténticos de los privilegiados del “Movimiento” franquista, ocupan hoy cargos de responsabilidad en el propio Gobierno o en las diversas instituciones del Estado. Hay algún que otro personaje, encargado de aquella de velar por la ortodoxia del régimen, que, desde un medio de comunicación, se arroga ahora el derecho de decir quién es demócrata y quién no.
Conservar el poder “como sea” se ha convertido en la máxima aspiración de Zapatero. Como no puede aducir una buena gestión al frente del Ejecutivo, acude innoblemente a la trapacería política, en busca de un apoyo social continuado. Con este malintencionado propósito pone en marcha la desgraciada Ley de Memoria Histórica que nos ha devuelto al escenario de las dos Españas irreconciliables. Zapatero nos coloca otra vez irresponsablemente en el bochornoso pasado en que había buenos y malos; donde, en vez de adversarios políticos, había enemigos encarnizados. Y claro, ahora los malos son aquellos que no se resignaron a que España fuera una simple colonia del estalinismo y que, en buena medida, evitaron que compartiéramos la pobreza y las miserias de los pueblos satélites de la Rusia Soviética. Los buenos, en cambio, son aquellos que pusieron todo su empeño en instaurar aquí el idílico paraíso soviético que, con la dictadura del proletariado, nos iba a colmar de felicidad.
De esta manera tan lamentable se ha tirado por la borda aquel espíritu ejemplar que presidió nuestra transición política a la democracia, dilapidando aquellos logros esperanzadores de entonces. Lo prioritario para Zapatero y los suyos es la gresca y la división, de ahí que no dude en copiar de la revolución francesa el Jacobinismo, integrado por diversos clubes que se encargaban de organizar interesadamente las algaradas y los motines revolucionarios. Ese papel, aquí en España y como buenos Jacobinos, lo desempeñan los titiriteros, los del sindicato de la ceja y los sindicalistas, a los que se han agregado ahora toda una legión de ‘garzonistas’.
Ante todo hay que acentuar la división entre los españoles. De ahí que utilicen hasta las discrepancias entre jóvenes para subrayar que se trata de auténticas guerras ideológicas entre izquierda y derecha. La derecha irredenta continuaría con el pecado original de la Guerra Civil y de los casi cuarenta años de franquismo. Cualquier avatar de la vida diaria, por anodino que parezca, debidamente tratado y exagerado, puede ser muy útil para abrir heridas entre unos y otros. En este sentido, el juez Garzón era un buen pilar para organizar cacerías judiciales para desestabilizar a la oposición y mantener en vilo a la sociedad.
Cuestionar la unidad de España y propiciar su disgregación, es otra de las tareas que se ha propuesto Zapatero con el fin evidente de generar tensión entre las diversas fuerzas políticas. Recordemos su intervención en el Senado, donde apeló a la “obligación intelectual” que tiene el Gobierno de saber que nación y nacionalidad son “conceptos discutidos y discutibles” y pide al Partido Popular que abandone su fundamentalismo político. De ahí su apoyo decidido a los inventores ocasionales de esas falsas naciones.
Los ataques frontales a nuestra cultura secular y a la Iglesia han sido también profusamente utilizados por Zapatero. La legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo, y la nueva ley que institucionaliza el aborto como un derecho exclusivo de la mujer, con la propaganda malintencionada utilizada, son un ejemplo clamoroso que ha hecho mucho daño a la unidad de la sociedad. Y ahora comenzara la guerra de los crucifijos y demás signos religiosos a los que el vengativo Zapatero quiere recluir en las sacristías. La Alianza de Civilizaciones y la asignatura Educación para la Ciudadanía, juntamente con algún que otro oportuno velo o hiyab, cubren por si solas las distintas necesidades intelectuales de la sociedad española.

Gijón, 1 de Mayo de 2010

José Luis Valladares Fernández

4 comentarios:

  1. Este Atila sin caballo se está cargando absolutamente todo lo conseguido en la Transición, ya casi lo económico, con ser un desastre, es lo de menos...ya veremos cuándo vuelve a crecer la hierba, pero no quisiera verme en el pellejo del heredero de tanto entuerto...saludos

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  2. Ese es el gran cáncer que carcome a este pais: una izquierda que ha decidido echarse al monte y arrasar con todo lo logrado en estos más de treinta años de democracia.
    Y para lograr sus objetivos no se detendrán ante nada.
    Van a intentar movilizar a su electorado aun a costa de llevarnos al abismo.

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  3. Estimado amigo José Luis no se si eres del Rajoy o no pero ante todo eso lo respeto porque cada uno es libre de ser de donde quiera.
    Es cierto que en la época de que gobernaba Aznar fue buenos momentos económicos y de progresos,el anterior Felipe gonzalez nos metió en una crisis que Aznar supo torear.
    Ahora el necio del ZP para evadir los verdaderos
    problemas que tenemos nos ingieres una de división del pais, entreteniendo al ciudadano aborregado con otras cosas como atacar ciertos partidos que se tiene que quitar encima para las prosimas elecciones,¿que mira puede llevar para conseguir votos? una de ellas desgradar a su gran oponente que es el PP y Rajoy, otra encontrar la confianza de moros y quitarle los que pueda al partido P.R.U.N.E y así llevarse más votos olvidandose de solucionar el gran problema que tenemos y que querrar solucionar cuando llegue las prosimas elecciones municipales del 2011 y lo que no tubo cullones de arreglar ahora lo querrar arreglar en las elecciones tacticas del clásico politico mentiroso y necio como es ZP y otros de izquierdas como de derechas ya que la palma de corrupción la tiene el pp. Marean la perdiz y los borregos de los ciudadanos terminan mareados
    sin saber de verdad a que votan y porque.
    Hinptizados y en la inopia votaran y saldrán reelegidos seguro.
    No dudemos que tendremos Islámicos en los ayuntamientos y más adelante en el gobierno cosa
    que nos va a dar más que sastifacciones dolor de estómago y bomitos que encima tendremos que pagar
    de nuestros bolsillos a estos moros y mantenerlos,impondrán sus leyes como ya han echo en mucho paises de Europa y España más que pena dará asco.
    Saludos cordiales y gracias amigo
    im

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  4. Las actuaciones de Zapatero, en su mayoria, están motivadas por el odio y el despecho hacia lo que huela a cristianismo. Y la cultura occidental, al estar cargada de simbolismos cristianos, le produce verdaderos sarpullidos.
    No creo que tenga mayor aprecio por el Islam, lo que pasa que ahí no se atreve ni a hablar, ya que los islamistas son expeditivos contra quien critica sus creencias y les tiene pánico. Se limita a utilizarlo, porque sabe que así hace daño a la Iglesia católica.

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