Es sobradamente conocido que, los sindicatos de clase que padecemos, disfrutaron de una auténtica luna de miel viviendo de la “sopa boba”, a la sombra del anterior Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Aficionados desde hace tiempo a la mamandurria y al mamoneo más desvergonzado, en vez de plantar cara al Gobierno por el alarmante aumento del paro, miran al tendido y se convierten voluntariamente en un apéndice doméstico del mismo. Tanto Ignacio Fernández Toxo como Cándido Méndez, más que líderes sindicales, parecían ministros sin cartera del Ejecutivo presidido por Zapatero.
En una intervención ante el Congreso Federal de la UGT, celebrado el 1 de abril de 2009, Zapatero, dirigiéndose a los sindicalistas en general, esboza una sonrisa bobalicona, y les dice pausadamente: “necesito vuestro apoyo. Necesito vuestro cariño”. No necesitaba pedir ni apoyo ni cariño a CC.OO y menos a la UGT. Lo tenía de antemano. Ya hacía tiempo que habían firmado la paz social con el Gobierno, a cambio unas suculentas y jugosas subvenciones. Cerraron, es verdad, cantidad de empresas y se destruyeron innumerables puestos de trabajo, pero los sindicatos, preocupados exclusivamente por hacer caja, guardaron el silencio más absoluto. Y si abrían la boca, era contra Esperanza Aguirre.
De hecho, durante el complicado mandato de Zapatero, se cerraron más de 900 mil empresas y se destruyeron más de tres millones de puestos de trabajo, sin que los sindicatos de clase levantaran la voz. Era evidente que entonces, ni estaban, ni se les esperaba. Tuvo que ganar Mariano Rajoy las pasadas elecciones para que Cándido Méndez y Fernández Toxo despertaran, por fin, de su prolongado y punible letargo. Para ellos ha sido una desfachatez enorme que, el nuevo Gobierno, iniciara su mandato poniendo en marcha una reforma laboral sumamente perjudicial, según dicen, para la clase trabajadora.
No es precisamente la suerte de los trabajadores lo que preocupa a los líderes sindicales. Pasan olímpicamente de ellos y desprecian sin el menor complejo a los parados. Los utilizan, sin más, en beneficio propio. Como son tan egoístas, viven preocupados exclusivamente porque esta reforma laboral les resta parte de su capacidad de influencia en las empresas, pierden protagonismo y pierden además bastante dinero. Dejarán de controlar, a partir de ahora, muchos convenios colectivos, pues las empresas podrán negociar directamente con sus propios trabajadores nuevas condiciones laborales. Dejarán también de impartir muchos cursos de Formación, lo que supondrá una pérdida considerable de dinero. Y por si fuera esto poco, va el Gobierno -a quién se le ocurre- y les reduce un 20% las subvenciones.
Quienes han vivido siempre del cuento, ante una pérdida tan considerable de poder y de emolumentos, montan en cólera y declaran, sin más, la guerra al Gobierno. Sin dar tiempo al tiempo, tocan a rebato para congregar a los suyos y, de acuerdo con Rubalcaba, los mandan a ocupar la calle. Piensan, además, que ésta es la mejor manera para incendiar el ambiente de cara a la huelga del próximo día 29 de marzo. Del resto, ya se encargarán los tradicionales piquetes violentos para lograr que se siga masivamente esa huelga. Los aburguesados líderes de los sindicatos de clase, sin la menor reflexión, atribuyen obscenamente a esta reforma laboral toda clase de desastres, incluidos, por supuesto, los provocados por la impericia y la inanición del Gobierno de Zapatero.
Para los sindicalistas Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, para Rubalcaba y sus mesnadas, la reforma laboral promulgada por el Partido Popular merece todos los reproches habidos y por haber. Para empezar, al abaratarse el despido, los empresarios no tendrán problema alguno para despedir abusivamente a sus trabajadores. La golfería que practican habitualmente no les deja ver que el despido más barato se produce cuando las empresas fracasan, tienen que cerrar sus instalaciones y, en consecuencia, todos sus trabajadores se van al paro. Ni más ni menos, lo que ha venido ocurriendo profusamente con los socialistas en el Gobierno.
Sorprende enormemente que tanto Fernández Toxo como Cándido Méndez se lamenten ahora del supuesto aumento del paro que previsiblemente ocasionará esta reforma laboral. Mientras estuvieron morreando con el Gobierno de Rodríguez Zapatero, que era cuando de verdad crecía el paro, se callaban como muertos porque ese paro era para ellos una fuente inagotable de ingresos. No representan ni al 15% de los trabajadores pero, al gestionar en exclusiva los ERE, cobraban un porcentaje determinado a todos los que se quedaban en paro, fueran afiliados o no. Por ejemplo, con los Expedientes de Regulación de Empleo de la empresa Delphi, los sindicatos se embolsaron, ahí es nada, 2,4 millones de euros.
En realidad, ha sido la política trasnochada de Zapatero, irresponsablemente bendecida por los líderes de CC.OO y de la UGT, la que, en buena parte, más ha contribuido a la destrucción de nuestro tejido empresarial y, en consecuencia, a un deterioro más que notable del Estado de bienestar. Y ahora esos mismos líderes, auténticos parásitos sindicales, rematan la jugada negando al Gobierno de Mariano Rajoy autonomía para reparar tal desaguisado, ni más ni menos que siguiendo la pauta marcada por aquellos países que ya están saliendo de la crisis. Para Fernández Toxo y para Cándido Méndez los culpables de todo, además de la derecha, son los empresarios. Esa inquina de los sindicatos de clase hacia todo el empresariado inspiró a Cándido Méndez la siguiente simpleza o sandez: “hay muchos empresarios que se sienten atraídos por el desempleo como las polillas se sienten hacia la luz”.
Cargan las tintas contra los empresarios y resulta que no hay en España empresa más grande, ni industria más rentable y boyante que la del sindicalismo de clase. Tienen garantizados unos ingresos fijos, sumamente elevados, inalcanzables para las demás empresas aún en tiempos de vacas gordas. Y por si fuera esto poco, apenas si tienen costes de producción, gozan de exenciones fiscales extraordinarias y, ni siquiera, tienen que rendir cuentas ante algún organismo fiscalizador. Como todo fiel cristiano, con el dinero que les llueve de todas partes, realizan inversiones en los distintos mercados financieros; pero maldito que pagan impuestos por los dividendos e intereses que consiguen. Les salen gratis, hasta los locales donde desarrollan su actividad sindical. El único coste al que han de hacer frente es el de sus plantillas, y aún así, lo que es más inaudito, despiden gente como las demás empresas.
Aunque para CC.OO y la UGT todo son ganancias limpias, aún quieren más y son incapaces de ejercitar la más mínima solidaridad con los que se han quedado sin trabajo y sin nada. Como la reforma laboral dictada por el Gobierno merma en parte su poder y aminora levemente sus ingresos, montan un cirio mayúsculo ocupando la calle y convocan una jornada de huelga general. Saben sobradamente que nuestra situación económica no está para bromas y menos para afrontar los enormes gastos que esto ocasiona. Saben igualmente que a quien de verdad perjudican con esa inoportuna huelga es a España y a todos los españoles, al dar una imagen de helenización, que no es precisamente lo más apropiado para que los inversores extranjeros inviertan aquí sus dineros.
Con esa incalificable actitud de los sindicatos y con ellos, de todo el PSOE, insultan gravemente a los millones de personas que han perdido su empleo y que, de esta manera, ven que se va a prolongar su duro calvario hasta Dios sabe cuando. Es posible que la reforma laboral del nuevo Ejecutivo sea muy mala, que pueda precarizar incluso algunos tipos de trabajo. Pero aunque así sea, siempre será mejor un empleo precario que eternizarse en esas interminables listas del paro. La extrema rigidez del mercado laboral que propugna nuestra legislación laboral, tiene mucho que ver con esas cotas tan altas de desempleo que padecemos.
Las normas laborales recogidas en el Estatuto de los Trabajadores, vigentes hasta ahora y que defienden denodadamente Fernández Toxo y Cándido Méndez, están enraizadas en el Fuero del Trabajo de Franco. Y la nueva reforma laboral, al menos, es más moderna. Rompe ese encorsetamiento nocivo del mercado laboral y aunque no les guste, puede homologarse –ya era hora- a las normas laborales de los países avanzados de nuestro entorno, como Alemania o Francia. Tanto CC.OO como UGT, corresponsables evidentes de la desastrosa gestión de Zapatero, conservan ese tufo de corte fascista que copiaron de los sindicatos verticales de Franco. Desempeñan consciente o inconscientemente el papel de “agentes sociales” otorgado por el Estado y que no tiene nada que ver con la voluntad de los trabajadores. Y casi, casi, como en el Cara al sol, se esfuerzan por mantener “impasible el ademán”.
Gijón, 10 de marzo de 2012
José Luis Valladares Fernández
Yo siempre que tengo ocasión de ver las arengas desaforadas de este "matrimonio feliz", que no hay día que no los vea juntos, "hasta para ir al baño", alucino en colores literalmente. ¡Cuánta alharaca, fervor y paroxismo! ¿Les compensa tanto desafuero y rugido sobre la tarima? Parece que les va la vida en ello... Son unos exaltados, y la manera de vindicar la huelga general, con esos ademanes "cuasi" franquistas, que parece que se vayan a comer el mundo con esos bramidos despóticos que me recuerdan a los mítines de Hitler, uno no sabe si darles las gracias por tanto denuedo o echarse a correr. Un saludo
ResponderEliminarVÍCTOR VIRGÓS:
EliminarVaya que si les compensa seguir con su estatus actual. Con esta reforma pierden protagonismo. Ya no tienen la última palabra en los Convenios Colectivos. Y además pierden mucho dinero. La negociación de los EREs era una fuente de ingresos fabulosa y ahora desaparecen. Pasa igual con los cursos de formación, que cobraban y que, en la mayoría de los casos no daban.
Un abrazo
Pero si es que les interesa la quiebra de empresas porque también cobran de la desgracia ajena, dónde se ha visto algo semejante...ahora bien, la gente ya se ha percatado y está vistos para sentencia por mucho que disimulen, y se han pasado de frenada con el numerito de cargar contra las víctimas a cuenta de la sindicalista antes que madre.
ResponderEliminarAutofinanciación ya.
Maribeluca:
EliminarA estos les pasa ahora como a la gallinita aquella de la fábula, que tenía mucha hambre y se decía:"Si pico me mancho el pico, y si no pico, me muero de hambre". Estos han hecho tantas, que ahora ya no saben ni qué hacer. Piensan que a lo mejor, a base de piquetes violentos (no informativos), a lo mejor reúnen un buen número de huelguistas, para sacar pecho. Yo creo que están sentenciados estos sindicatos tal como funcionan ahora.
Un abrazo
Mientras cerraban miles y miles de empresas por la crisis, UGT y CCOO están entre las empresas mas prosperas de España, como bien comentas con Zapatero han estado en su salsa recibiendo subvenciones a troche y moche.
ResponderEliminarPero lo mas grave es que encima que reciben una millonada del gobierno de turno, se permiten el lujo de ir contra los que le subvencionan, montándole una huelga general a la primera de cambio.
Un abrazo.
Helio:
EliminarCon Zapatero en La Moncloa, tanto Toxo como Méndez parecían ministros sin cartera, con un poder de decisión enorme. Y el resultado está bien a la vista con casi 5 millones y medio de parados. Ellos y ZP fueron los culpables de la diferencia de paro que hay en España con respecto a los demás países que estuvieron afectados todos por la misma crisis.
Un abrazo
Hola José Luis...de todos es bien sabido que los sindicatos sólo se representan ellos mismos...su único objetivo seguir bebiendo de la misma fuente, engordar sus bolsillos y del obrero que se precupe la virgen de Covadonga...fue así ayer, es hoy y lo será mañana.....si estos sindicatos representaran sus orígenes , las situaciones del obrero no estarían como están ahora...hemos retrocedido más de treinta años y así nos luce el pelo...
ResponderEliminarGracias amigo, pasa buen día, besos solidarios..
don vito andolina:
EliminarLo bonito del caso es que no representan a nadie y quieren negociar por todo el mundo.
Ya va siendo hora de que vivan de sus afiliados y que los liberados trabajen en vez de vivir del cuento. Ya está bien de chupar del bote.
Estamos en una situación crítica.
ResponderEliminarTenemos mas de cinco millones de parados, una estructura laboral rígida y anquilosada desde hace décadas y donde una mafia sindical condiciona los convenios colectivos, para seguir -de esta manera -manteniendo su cuota de poder.
Es hora de sacrificios y de esfuerzos.
Hora de arrimar el hombro y poner todos nuestro granito de arena para sacar a España del agujero, de la sima abisal en que se encuentra.
Lo grave, es que los causantes de habernos llevado a esta situación, son los que ocasionan la algarada, la violencia y la crispación en la calle.
Natalia Pastor:
EliminarEstamos en una situación sumamente crítica a donde nos ha llevado Zapatero con la colaboración de la UGT y CC.OO. Si los líderes sindicales hubieran cumplido como es debido, tendríamos más o menos el mismo porcentaje de parados que los demás países, pues a todos ha afectado la misma crisis.
Y ahora, quieren que sigamos sin levantar cabeza y para que nada cambie convocan una huelga, que lo único que va a hacer es a agravar más nuestra situación.
Un abrazo
Lo que se esán oliendo es que podrían perder el poder y el mandurrego que tenian hasta ahora.
ResponderEliminarMAMUMA:
EliminarDe hecho, esta reforma laboral ya les quita protagonismo y pierden mucho dinero. Por eso se rebelan, hacen lo que hacen a sabiendas de que lo que piden agranda el desastre de los parados.
No sé si será por mi escepticismo o rebeldía, pero no entiendo ni el papel de la huelga, ni el de los sindicatos, ni el de la Reforma Laboral, ni el recorte del déficit.
ResponderEliminarY mira que lo he estudiado una y otra vez, pero no lo comprendo.
Y seguiré sin comprenderlo.
Salu2
JOSÉ:
EliminarLo entendamos o no, de sufrir las consecuencias no nos va a librar nadie. Por lo menos que la posibilidad de protestar, que no nos la quite nadie.
Saludos cordiales
Franco si que ayudo a los trabajadores,Pues no todo fue malo con el.El Fuero del Trabajo fue algo revolucionario para la epoca,Pero nadie quiere saber los logros del tio Paco,un saludo .
ResponderEliminarAgustín:
EliminarEfectivamente. Pero es que entonces no había tanto aspirante a adueñarse de lo que no es de él, como hay hoy día.
Un abrazo
Los sindicatos españoles, José Luís, son de ideología izquierdosa. Esta relación, como demuestra el estudio de la Historia española, demuestra que NO son defensores de los trabajadores, sino de los "beneficios adquiridos" de su casta... o su nueva clase social, la sindicalista.
ResponderEliminarCualquier tema que reste tales beneficios, será siempre mal visto por ellos, aunque dicha medida avance en la flexibilidad laboral y la consiguiente activación del mercado del trabajo.
Un abrazo.
Herep:
EliminarLa verdad es que no representan a nadie. Pero como le conviene, se arrogan esa representatividad por los beneficios que les reportan. Si les importaran algo los trabajadores, habrían cantado las cuarenta a Zapatero y no lo hicieron.
Un abrazo
Chapeau Jose Luis, se puede decir más alto pero no más claro.
ResponderEliminarImpasible el ademán ante el sufrimiento de tantos españoles anónimos, muchos de los cuales han optado incluso por quitarse la vida ante la pérdida de la esperanza. Todo este sufrimiento no significa nada para estos canallas apesebrados que solo persiguen seguir viviendo como vivían, manejando empresas y dinero público sin dar cuentas a nadie.
Esto es impropio de una democracia, un abuso intolerable y un desprecio hacia los trabajadores y parados que tiene que acabar de una vez por todas. Como si salen a la calle a quemarse a lo bonzo, no tendremos esa suerte.
Un abrazo.
Candela:
EliminarEs que la situación a la que se ha llegado, tiene que ser desesperante para todos aquellos que no tienen trabajo y se les acabó ya la indemnización por el paro. Y no digo si encima tienen hijos pequeños que les piden pan y no tienen nada que darles. Y los sindicatos y hasta el PSOE son insensibles a semejantes cuestiones.
Un abrazo
Pues si amigo José Luis parte de ella viene de la época franquista pero no toda.
ResponderEliminarEstamos de acuerdo que hoy por hoy los sindicatos son todos unos chuperos.
Ahora bien a la hora de defender a los trabajadores a ¿quién acudimos? ¿al señor Rato ese Bankia? ¿a Rosell? ¿a quién?...hoy está el trabajador con los calzones abajados esperando lo peor y sin vaselina que está muy cara.
En un país de funcionarios, bares y parados y con una mafiocracia chupera de los ciudadanos esto es un circo lo mires por donde lo mires.
Pues nada si lo sindicatos no valen y la izquierda a dejado este país temblando justifiquemos todo lo que haga la derecha traguemos todo lo que nos ponga que para eso es mayoría, eso si las subvenciones de los partidos políticos que son unos pocos de miles de millones ninguno le pone asco como es dinero del erario del ciudadano....tengo que aguantar dar dinero a un partido o unos partidos políticos que ni quiero ni soy de ellos e idem con los sindicatos...después a esto le llamamos mundo justo y democrático.
Sigo diciendo que esta reforma se la meta el PP donde le quepa esto no va a generar más empleo esto lo que va a generar es más paro, más explotación y mafia laboral de ETTs,instituciones y empresarios.
Repito ni un euro más para sindicatos ni partidos políticos ya está bien.
Un abrazo José Luis.
E..P..: No podemos tolerar a los que despilfarran nuestro dinero y se apropian de lo que resta, sean de izquierda o derechas. No nos harán caso, pero nos queda el consuelo de protestar en voz alta para que se nos oiga bien.
EliminarNo cabe duda de que no podíamos segur la marcha que llevábamos, porque íbamos a la quiebra directamente. Hay que apretarse el cinto, pero todos, los trabajadores y los políticos también. Es un problema que es de todos y todos tenemos que poner parte para salir de esta situación.
Un abrazo, amigo E..P..
Que los sindicatos han sido y son una mafia parasitaria está mas que claro, ahora bien yo no soy partidario de cambiar la mafia de los sindicatos por la mafia de los empresarios, que también son de dar de comer a parte.
ResponderEliminarY de paso aprovecho para recordar que en este país la gente ya esta cansada de todos, políticos, empresarios, sindicatos, banqueros, etc....
Porque no se puede pretender tener a la gente malviviendo y pedirles que luego "arrimen el hombro" para sacar a España de la crisis.
A la gente le importa cada vez menos "la España de algunos", en este caso la España de la izquierda y la españa de la derecha. Que parece que ambas son incapaces de entender que vivimos en el siglo XXI y no en la Restauración Borbónica, la dictadura de Primo de Rivera, la dictadura Franquista o la España Imperial.
España se está desintegrando, lo inició Zapatero y lo va a terminar Rajoy.
Un Saludo.
Anónimo:
EliminarLos empresarios serán muy malos. Todo lo que quieras, pero al menos sabes a qué atenerte con ellos. Pero es que los sindicatos de clase te dicen que trabajan para ti y después resulta que no, que solo se preocupan de sus gabelas.
Saludos cordiales
La crisis tiene su inicio y ha seguido un curso que ningún espabilado de los de ahora había previsto. Los parados no son de Zapatero, como no es el culpable de la crisis y quien siga diciendo esto o tiene mala fe o desconoce lo más elemental sobre ella.
ResponderEliminarZapatero cometería errores con toda seguridad y no es santo de mi devoción, pero Rajoy en menos de 3 meses ha perjudicado más a los trabajadores que el otro en 7 años.
Lo siento por si los lectores de este blog son todos empresarios. Yo he sido afectado por los recortes de Rajoy, que él mismo juró y perjuró que no haría y ha mentido como un bellaco una vez en la "poltrona" y como no tengo nada que agradecerle ni a él ni a su antecesor........ pues digo lo que es y punto.
Y este era el que sabía lo que tenía que hacer y ahora padece amnesia y por consiguiente ha cometido lo que podríamos llamar "un fraude electoral" engañando a los electores no haciendo lo que prometió en Campaña electoral
Paco 10:
EliminarLa subida del IRPF, si se quiere, fue hecha a traición, porque había dicho una y otra vez que no se iba a subir. Se disculpa, ya sabes, con que la deuda dejada era mayor de lo que le habían dicho.
En cuanto a los parados, vaya que si tiene culpa Zapatero. La crisis afectó por igual a todos los países, y nosotros les doblamos en parados. Luego culpable la gestión que hizo Zapatero de la crisis, no la crisis.
Saludos cordiales
"Fraude electoral" lo comenten todos. Todos prometen y después nada, si no es por uno es por otro, las promesas quedan en el olvido. Pero desde luego, puestos a elegir, prefiero a éstos que a los salientes.
ResponderEliminarTanto pedir el patrimonio de los demás y estos pájaros sindicalistas aún no presentaron el suyo. Ni lo presentarán, porque seguro les linchan.
Muy certero el artículo, José Luis.
Un abrazo.