La
actual directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine
Lagarde, ha hecho una carrera política francamente meteórica. Esta abogada
francesa no ha hecho más que romper moldes a lo largo de su vida. En 1999 fue
elegida presidenta de Baker & McKenzie, convirtiéndose así en la primera
mujer que ocupó ese cargo en el bufete de la afamada firma internacional de
abogados. Después de ocupar en Francia el Ministerio de Agricultura y Pesca y
el Ministerio de Comercio, asumió el cargo de ministra de Economía, Finanzas e
Industria. De este modo, pasó a ser la primera mujer encargada de dirigir la
política económica francesa y la primera en ostentar ese cargo dentro del G8.
En mayo
de 2011, pocos días después de la dimisión de Dominique Strauss-Kahn como director general del
Fondo Monetario Internacional, Legarde presenta oficialmente su candidatura
para ocupar tan importante cargo, recibiendo inmediatamente el apoyo de Estados
Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Alemania e India. Había otro aspirante, el mexicano
Agustín Carstens, avalado por toda Hispanoamérica, además de España, Canadá
y Australia. El 28 de junio, la junta del FMI elige a Lagarde, volviendo a ser también
aquí la primera mujer que accede a la
dirección de dicho Fondo Monetario Internacional.
Todos
los altos responsables de las finanzas, sean estas nacionales o mundiales,
todos los que tienen auténtico poder de decisión sobre el resto de los ciudadanos,
jamás se conforman con sus emolumentos. Son tremendamente cicateros con los más
débiles, con los que se esfuerzan a diario con su trabajo y que producen de
verdad riqueza. Para luchar contra las ocasionales crisis económicas,
procurarán limitar el poder adquisitivo
de la clase trabajadora, pidiendo que se congelen o, incluso, que se recorten
convenientemente sus salarios, y que se les apliquen nuevas y gravosas subidas fiscales.
Pero estos
afortunados no piensan igual de sus propios sueldos. Aunque estos sean
astronómicos, considerarán que son más bien escasos y que su trabajo merece
algo mejor. De ahí que consigan que se revisen frecuentemente sus
remuneraciones y que estas suban siempre algún punto por encima del índice de
precios al consumo y a ser posible, faltaría más, totalmente libres de
cualquier impuesto. Además de otras importantes
bicocas, tenemos el caso de los comisarios europeos que, sin ser de los
más altos, si son muy poco ejemplares y equitativos.
A nivel
europeo tenemos ejemplos muy significativos. Es el caso del vicepresidente de
la Comisión Europea y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, cobra
mensualmente más de 23.000 euros mensuales, además de un complemento para
gastos de más de 900 euros. José Manuel Durao Barroso, por ejemplo, presidente
de la Comisión Europea se embolsa mensualmente casi 25.500 euros y unos
complementos para gastos de más de 1.400 euros. Y Christine Lagarde no es una
excepción. En 1911, cuando se hizo cargo del Fondo Monetario Internacional, se
la fijó un salario anual de 323.485
euros, un 11% más que su antecesor en el cargo, Dominique Strauss-Kahn, más un suplemento de 57.912
euros para gastos e imprevistos, libres de impuestos, y que tampoco tiene que
justificar.
Todos
estos prohombres de la vida política y financiera, aunque están siempre a salvo
de cualquier crisis económica y nadan en la abundancia, nunca se conforman con
lo que tienen. Son tremendamente avariciosos y están continuamente al acecho para, si aparece otra vez el mitológico
Sileno, capturarlo inmediatamente, como hizo en su día aquel famoso rey de
Frigia, el legendario Midas, protagonista de uno de los mitos más conocidos de
la Antigüedad.
El viejo Sileno de la mitología clásica era un
sátiro un tanto raro, feo y gordo, muy conocido por sus habituales excesos con
el alcohol. Era una especie de genio híbrido de la naturaleza, una divinidad o un
dios menor de la embriaguez. Le apasionaba
el vino y necesitaba estar ebrio para que se manifestara en todo su
esplendor su extraordinaria sabiduría y aparecieran sus sorprendentes dotes
proféticas. Se comportó como un padre con el joven Dionisio, el verdadero dios
del vino, del éxtasis y del delirio y la locura más alucinante, conocido en la
antigua Roma con el nombre de Baco. Primero, lo educó con el mayor esmero. Y
después, cuando Dionisio se hizo mayor, Sileno se convirtió en uno de sus más
fieles y leales compañeros y lo acompañaba en todas sus correrías.
El rey
Midas, que deseaba fervientemente escuchar los sabios consejos de Sileno, se
valió de una treta para capturarlo. Cuando Sileno cayó en la trampa, los
sirvientes del rey frigio lo llevaron inmediatamente ante su señor. Para
celebrar este hecho, el rey Midas organizó unas fiestas extraordinariamente
alegres, que se prolongaron durante diez
días y diez noches. El anciano Sileno, en vez de mostrarse enojado por la
manera en que fue apresado, se prestó voluntariamente a instruir al
monarca “sobre la naturaleza y sobre el pasado”.
Terminadas las fiestas, el rey Midas, plenamente satisfecho con el
comportamiento del viejo sátiro y de sus enseñanzas, lo llevó otra vez ante Dionisio. Y este,
completamente eufórico por la recuperación de Sileno, su viejo y querido mentor,
pidió al rey frigio que expresara un deseo para concedérselo de inmediato. Y todos sabemos lo
que pidió Midas: que se convirtiera en oro, todo lo que tocara con su cuerpo.
Los
integrantes de este grupo de favorecidos
no llegarían hasta ese extremo. Pedirían, eso sí, subidas fabulosas de sueldos
y que no se acabara nunca esa bicoca. El salario de Christine Lagarde en el
Fondo Monetario Internacional, ya era astronómico. En términos netos, ya
cobraba unas seis veces más que el presidente del Gobierno de España. La
remuneración de la directora gerente del FMI es periódicamente revisada y
generosamente ajustada “en función del índice de precios al consumidor de la
ciudad de Washington”. Todos sus emolumentos, por ejemplo, subieron el 1,8% en julio de 2012.
Pero aún
hay más. El Fondo Monetario Internacional reembolsará los gastos que realice
Lagarde en viajes y por asistir a los
actos oficiales. Y cuando tenga que desplazarse fuera de Washington por razones
de su cargo, el Fondo correrá también con los gastos de su cónyuge. No se
acaban aquí las prebendas de la directora del Fondo. Cuando abandone el cargo,
disfrutará de una pensión vitalicia importante y de un fondo de pensiones que
dependerá de la duración de su mandato, además de otras compensaciones de menor
cuantía. Tampoco son baladíes las compensaciones monetarias que perciben los subdirectores de
este organismo internacional.
Es
descorazonador ver cómo este equipo directivo del FMI, con Christine Lagarde al
frente, indique a España que debe reducir significativamente los salarios, recortar
las actuales contribuciones sociales e incrementar nuevamente el IVA. Y el vicepresidente económico de la Comisión
Europea Olli Rehn, que cobra casi 24.000 euros mensuales, apoyó inmediatamente la dura y cínica propuesta
del Fondo Monetario Internacional. Es francamente lamentable que personajes que
se desviven por aumentar su fortuna, como hacía el propio rey Midas, propugnen
ahora una rebaja considerable del sueldo de los españoles, fijada nada menos
que en un 10% en dos años.
Tanto Christine
Lagarde como Olli Rehn, debieran haberse callado simplemente por
decencia, ya que ninguno de ellos ha predicado antes con el ejemplo, moderando
sus propios salarios. No olvidemos
que el vicepresidente económico de la Comisión Europea, y sobre todo la
directora del FMI, cobran mensualmente verdaderos sueldazos y que, además,
tienen asegurada una jugosa pensión vitalicia. Por otra parte, los sufridos
trabajadores españoles tienen que pagar impuestos por sus menguados salarios,
cosa que no hacen ni los
europarlamentarios, ni los funcionarios de Bruselas.
Si hemos
de hacernos caso de la última Encuesta Anual de Estructura Salarial publicada
por el Instituto Nacional de Estadística, los trabajadores españoles tienen un salario
medio anual de 22.899,35 euros. Como
vemos, trabajando durante todo un año, cobran bastante menos que el Olli Rehn
y, por supuesto, muchísimo menos que Christine Lagarde. Y aún así, la directora
del Fondo Monetario Internacional abogaba por reducir considerablemente los
sueldos en España, medida que apoyaba, con todo entusiasmo, el vicepresidente
económico de la Comisión Europea.
Gijón, 1
de marzo de 2014
José
Luis Valladares Fernández
Muchos pondríamos a tod@s estos HDLGP en el paredón o en la guillotina, se acabo el problema.
ResponderEliminarUn abrazo Jose Luis.
Perdonémosles la vida vida, aunque merecerían algún escarmiento.
EliminarUn abrazo
Esta Lagarde,o en su caso Lagarta,no se corta ni un pelo a la hora de llevar modelitos de mas de 600 Euros,por no hablar de sus bolsos de marcas de prestigio.En fin por sus actos lo conocereis.En otra epoca como en 1793 su delicada cabeza viera sido un buen bocado para la Guillotina,jejeje,un saludo,
ResponderEliminarBueno. De momento tiene inmunidad, pero veremos a ver que pasa, pues tiene pendiente una imputación de cuando fue ministra.
EliminarPierden la vergüenza hasta el extremo de pasar dietas incluso por los cafés, a pesar de lo que cobran, así que encima de ganar una pasta, no gastan un euro.
ResponderEliminarEs que esta gente, cuanto más tiene más quiere. Todo les parece poco para ellos.
EliminarPues sí, sobre su sueldo casualmente nunca dice nada...el Gobierno ha hecho no pocos equilibrios para sortear las recomendaciones más duras de este organismo que por otra parte como profeta" tampoco es que se diferencie tanto de los mayas.
ResponderEliminarMejor calladita, señora.
Menos mál que no la ha hecho caso nuestro Gobierno, porque su intención era que bajaran el sueldo por lo menos un 10%. ¡Hasta ahí podíamos haber llegado!
EliminarHola, José Luís:
ResponderEliminarSiguen proponiéndonos más miseria salarial e impuestos más altos, cuando son esos favorecidos los grandes culpables de la hipertrofia burocrática, que es realmente donde hay que cortar.
Bajar impuestos y sanear la Administración. Eso es lo que hay que hacer si queremos levantar el país.
Un abrazo
.
Los sueldos tan elevados que cobran esos privilegiados, efectivamente, hunden a los ciudadanos de a pie cada día más. No es que no haya con qué hacer frente a las necesidades generales del país. El problema está en que algunos se llevab bastante mas de lo que necesitan y merecen y despues no queda lo suficiente para el resto.
EliminarUn abrazo
¡como si faltara dinero!
ResponderEliminar¡dejen de robarle a la gente!
Y encima, los que se lo llevan crudo, abogan por que se les baje el salario a los que apenas ganan para vivir
Eliminarpobre el que venga después, o éste, o todos.
Eliminar"vivir en la tierra más rica y ver al poder cerebros tan pobres", dice un cantante de mi país..
hipócritas..
EliminarPero como van a callar por "decencia" si esa palabra no la conocen, ni la palabra ni el significado, y si lo conocen se lo pasan por el forro. Tampoco conocen la vergüenza, José Luis, y luego no quieren que la gente reviente y se vuelva violenta. El día que ésto estalle esa persona es una de las que deberían de estar en la guillotina o de espaldas al paredón. No soy violenta y no deseo para nadie lo que no quiero para mi, pero toda esta clase política lo merece.
ResponderEliminarEn realidad son como buitres. Todo les parece poco
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