Son muchas las circunstancias que contribuyen a que en Galicia, en períodos electorales, las tasas de participación ciudadana en la elección de sus representantes, sea siempre de las más bajas de España. Su orografía, la dispersión de los domicilios y, a veces, el clima propician esa alta abstención.Pero las gentes gallegas poseen una sabiduría natural envidiable y saben cuando es imprescindible su contribución. Hace cuatro años, las circunstancias propiciaron un cambio político. Había ganado, como es normal en esas tierras, el Partido Popular. Pero se creó una extraña coalición para impedir que la lista más votada pudiera formar gobierno. Socialistas e independentista, que habían ido a las elecciones con programas muy distintos, juntaron sus votos y se hicieron cargo del gobierno.
El resultado de esta coalición no pudo ser más desastroso para los intereses de todo tipo del pueblo gallego. Tanto Touriño como Quintana, encargados de pilotar la nave gallega, presumían mucho de ser personas de izquierdas, pero aficionados a coches y a yates de lujo. Les gustaban las comodidades y la molicie más que a nadie. Se las daban de ricos y a la vez se presentaban como salvadores de las clases más desfavorecidas. Para ellos no era incompatible vivir como capitalistas y actuar como burgueses, siempre y cuando, como era su caso, te proclames progre y de izquierdas.
El día 1 de marzo saltaron todas las alarmas y el pueblo gallego, ante la posibilidad de que la coalición repitiese gobierno, se movilizó como nunca antes lo había hecho. En estos comicios, la participación pasó del 70%, votando mayoritariamente al Partido Popular. Alberto Núñez Feijoo, con una amplia mayoría absoluta, recibió un respaldo mayor del que esperaba, para hacerse cargo del Gobierno gallego. Muchos van a ser los entuertos que ha de enderezar para recuperar lo que el pueblo gallego perdió durante estos últimos cuatro años.
¡Suerte Alberto, que Galicia y España están contigo! Y, además, te necesitan.
José Luis Valladares Fernández
El pueblo gallego es políticamente uno de los mejor preparados de toda España. Los gallegos son gente seria, trabajadora, emprendedora y de enorme justicia por lo que´no toleran a ningún político desaprensivo. El pueblo gallego es patriota de su tierra, de España y para nada nacionalista, ya que el carácter de los gallegos es conciliador, aperturista y para nada radical.
ResponderEliminarEl gallego quiere trabajar y vivir bien de su trabajo, no tolera la injusticia y mucho menos que le tomen el pelo, como con magnifico criterio han demostrado recientemente por abrumadora mayoría en las urnas. ¿No deberiamos aprender muchos otros de ellos?.
Muchas gracias por su valorada opinión.
Una anglo-asturiana admiradora de Galicia.