lunes, 23 de noviembre de 2009

IRRESPONSABLES POR SISTEMA

La irresponsabilidad es una constante en la actuación de todos los miembros del Gobierno que padecemos. Es normal que sea así, ya que José Luis Rodríguez Zapatero, intencionadamente, procuró rodearse de auténticas medianías, tanto en el Gobierno como en los órganos influyentes del partido. Necesitaba a su alrededor personajes de tercera para que no le hicieran sombra ni desentonaran con él.
Es por esto que, cuando algún medio trate de comparar a los ministros del Gobierno de España con sus homólogos de otros países, queden en tan mal lugar y nos abochornen a todos los españoles. Es el caso de la ministra de Economía, Elena Salgado que, en el ranking que acaba de elaborar el Financial Times, sale muy mal parada. Según dicho rotativo ingles, Elena Salgado ocupa, a duras penas, el decimosexto lugar de un total de diez y nueve países de la Comunidad Económica Europea.
Y las soluciones que dan a los problemas a que han de hacer frente suelen concordar desgraciadamente con las escasas luces de que están dotados los gestores de la cosa pública española. Soluciones que no suelen pasar de simples ocurrencias y que, en la mayoría de los casos, complican aún más el problema. Estamos pagando muy caro la escasa talla intelectual, e incluso moral, de los que nos gobiernan.
Lo que si hacen muy bien, tanto los responsables del PSOE como los miembros del Gobierno, cuando salen a la palestra, es interpretar la misma partitura, cometiendo todos ellos las mismas disonancias y desafines respecto a la realidad de la situación. Y eso, incluso, aunque la partitura no venga a cuento. El rosario de insensateces lo determinan las ocurrencias del jefe o las circunstancias y exigencias de cada momento. Menos verdades, suelen cantar a coro cualquier cosa, dando a entender que, ahora sí, España se merece un Gobierno que mienta.
Tanto el Gobierno como los que cocinan algo dentro del PSOE se cansaron de negar en un principio la crisis económica y en motejar desvergonzadamente a quienes les advertían de lo que se nos echaba encima. Eran hasta antipatriotas. Rodríguez Zapatero proclamó a todos los vientos que estábamos en la champions league de la economía. Incluso hizo el ridículo y nos abochornó a todos nosotros al llevar esta bandera a foros extranjeros, donde, además, se atrevió a afirmar, para ludibrio de aquellas gentes, que ya habíamos aventajado a unos y que muy pronto alcanzaríamos y aventajaríamos a otros.
Cuando ya era imposible negar la evidencia, aparecieron los famosos brotes verdes. Por todos los sitios veían signos de recuperación y anunciaban a bombo y platillo, dando incluso hasta fechas, que la salida del túnel y nuestra remontada económica estaba a la vuelta de la esquina. Y agregaban eufóricos que íbamos a salir económicamente fortalecidos.
Como sus previsiones fallaban estrepitosamente, nos daban nuevas fechas sin el más mínimo desmayo. Y así, una y otra vez. Entre tanto, atacan despiadadamente al Partido Popular, a quienes acusan de no presentar propuestas contra la crisis. Hace aún muy pocos días que la planetaria Pajín lamentó públicamente que el PP no haya aprovechado la reciente Convención Nacional de Barcelona, para ofrecer propuestas económicas contra la crisis.
Ahora, ante el hecho de que hay países de nuestro entorno con signos evidentes de recuperación, el Gobierno, con todo el cortejo de socialistas y afines, rezuma optimismo por todas partes. No tienen en cuenta, ni por casualidad, que todos esos países que comienzan a crecer, arbitraron a tiempo las medidas precisas que exigía la difícil situación económica, algo que, por incuria, aquí no se ha hecho. Pero es igual: nos subimos al carro de la recuperación de otros y a soñar, que no cuesta nada.
Siguiendo pautas emanadas de la Moncloa, todos se felicitan por el comportamiento de la economía en Alemania, en Francia y en algún que otro país europeo. La misma Leire Pajín valoró de modo muy positivo las cifras de crecimiento de estos países de Europa. Esto indica, nos dice la secretaria de Organización del Partido Socialista, “que hemos acabado el año mejor de lo que empezamos”. Esta afirmación de Leire Pajín es sumamente modesta, si la comparamos con las palabras de Zapatero en la clausura del XXV Congreso Federal del Metal, Construcción y Afines de UGT. El presidente del Gobierno, mirándose en el espejo de los países que hicieron sus deberes a tiempo, exclama exultante: “afortunadamente estamos en puertas de salir de la grave crisis económica”.
El descaro y la impudicia o desfachatez de Zapatero no tienen límites. De ahí que, de manera alegre e irresponsable, nos diga que lo importante es que en la salida de la crisis “podemos decir dos cosas: que salimos todos juntos, y que los derechos sociales y de los trabajadores, no han sido afectados, sino reforzados”. Da a entender, con esta afirmación chocante, que se está riendo de los cientos de miles de familias que tienen a todos sus miembros en el paro y que, al día de hoy, ya no perciben remuneración alguna.
Es demasiado fuerte la cantinela esa de que los trabajadores, a pesar de la grave crisis, no han perdido ninguno de sus derechos sociales. Para Zapatero, por lo visto, tiene el mismo valor vivir más o menos modestamente de un trabajo, que soportar el viacrucis de acudir a los comedores de Cáritas para subsistir. ¡Qué poco valor da el socialismo de los progres al concepto de derechos sociales!

Gijón, 18 de noviembre de 2009

José Luis Valladares Fernández

1 comentario:

  1. Estamos en lo de siempre. El PSOE pretende tapar sus vergüenzas a base de ocurrencias, demagogia barata, escenografía, pasarela hasta con alfombra roja, culto al lenguaje, frases bonitas que no dicen nada (alianza de civilizaciones, economía sostenible...). Ahora se les ha ocurrido una nueva ocurrencia: redimir a los moriscos expulsados de España en 1609 por Felipe III. El "Zapatero de las Mercedes" le falta por redimir a los Romanos, visigodos, musulmanes, indios americanos, etc. de todos los males que en el pasado España haya podido causarles. Todo, menos hablar del paro y de las soluciones que se podrían aportar para remediarlo.

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