Pregunta don Quijote al bachiller Sansón Carrasco, si la primera parte del libro que de él trata tuvo éxito y si gustaron sus aventuras. El bachiller Carrasco contesta con una supuesta paremia del Eclesiastés 1,15, sacada de la Biblia Vulgata: como “stultorum infinitus est numerus”, infinitos son los que han gustado de tal historia. Aunque el libro sagrado del Antiguo Testamento dice otra cosa, la mala traducción al latín de la Vulgata tiene razón, pues el número de los tontos es infinito. Que se lo digan si no a los ciudadanos sensatos de Logroño.
El hecho se enmarca en la elaboración de un calendario por parte del Consistorio de la capital riojana. Se trata de un calendario ‘plural’, un tanto extraño, del que han desaparecido varias fiestas religiosas tradicionales. Este calendario, defendido con ardor por el regidor municipal, el socialista Tomás Santos, ha generado en Logroño una gran polémica. Se trata, ha dicho, de integrar todas las celebraciones y “días señalados” de los diversos colectivos de la ciudad.
Semejante engendro comenzó su andadura en el Monte Cantabria, a donde fueron convocados los ciudadanos de Logroño por el Ayuntamiento de la ciudad para realizar las fotos del calendario oficial. Dicho calendario lleva un titulo muy sugerente: “Logroño 2010, capital de las personas”. Hay que reconocer que el reportaje fotográfico, insertado en el mismo, es bastante aceptable. No obstante, respecto a los distintos días de los meses, deja bastante que desear la información que aparece en las 25.000 copias de pared y las 5.000 de mesa.
Es cierto que el alcalde de la ciudad afirma que no ha habido segundas intenciones al elaborar este calendario, que simplemente ha habido algunos olvidos o despistes involuntarios. Esto, prometió, se subsanará en los años venideros. Pero es difícil de creer que, en este calendario, aparezca el santoral sin apenas santos, sin que entre de por medio cierta dosis de mala fe. La ausencia de referencias escritas en las distintas fiestas religiosas, aunque aparezca el día coloreado, no deja lugar a pensar mejor.
En enero, nos encontramos que no hay referencia alguna a la Epifanía, ni Reyes Magos, aunque el día aparezca coloreado. La cabalgata de reyes, eso sí, se celebra por todo lo alto, pero atendiendo solamente a su aspecto puramente folclórico y profano. Sí aparece, sin embargo, la festividad de San Francisco de Sales, pero más que como concesión al santo, es una deferencia con la asociación de la prensa que le tiene por patrono.
Las reseñas sobre las efemérides de febrero son muy llamativas. San Blas, que se celebra el día 3, no aparece por ningún sitio. En ese día, escuetamente se nos dice: “Bendición de las rosquillas de San Blas”. No hay referencia alguna al Miércoles de Ceniza del día 17 que, aunque no es festivo, tiene cierta relevancia religiosa. ¡Ah!, pero si nos recuerda que el 24 de este mes se celebra “El Maulid”, o fiesta del nacimiento del profeta Mahoma.
En agosto, y por deferencia a la colonia pakistaní de Logroño, resaltan la “independencia de Pakistán”, dando a este hecho el mismo rango que a la festividad de La Asunción. También se acuerdan del “Día de Colombia” y, como no, de “La Virgen del Cisne” que se venera en Ecuador.
En este calendario institucional, se señala que el 21 de septiembre es San Mateo, pero no aclara, como sería lo lógico, que se trata del patrón de Logroño. Lo que si está claro es que el equipo de Gobierno del Ayuntamiento, no tiene en mente festejar ese día a San Mateo. Si los ciudadanos de Logroño no lo impiden, oficialmente se celebrarán las "Fiestas de la Vendimia y la Semana Gastronómica”. Para que los fieles musulmanes no se quejen, se les compensa por la promoción del vino, reseñando el 9 de septiembre la fiesta de “Id al Fitra, Final del Ramadán”.
Ni la Virgen del Pilar, ni la Hispanidad, han encontrado hueco en ese calendario editado por el consistorio socialista. Al fino olfato de la progresía de Logroño se le puede olvidar incluir alguna que otra fiesta cristiana, pero sería imperdonable que no recordaran las que celebran los musulmanes. Así, el 17 de noviembre, no podía faltar la festividad de “Id al adha, fiesta del cordero”. En noviembre se anuncia también un encuentro de las asociaciones del Consejo de la Juventud de Logroño. A este encuentro le dan el sugestivo nombre de “Si buscas, encuentras”.
El 8 de diciembre, al igual que del Pilar, los próceres del Cabildo Municipal se olvidan de la fiesta de La Inmaculada. Por lo que parece, esta festividad la celebra únicamente el Colegio de Farmacéuticos y no tienen nada que ver los demás cristianos. Por eso recuerdan, negro sobre blanco, que “el colegio de Farmacéuticos celebra la Inmaculada”. Sería pecado si el mismo mes de diciembre no se señalara el día de la lotería de Navidad. Se acuerdan también de la fiesta del día 28, la que señalan con un monigote blanco, pero, eso sí, sin hacer referencia alguna a los Santos Inocentes.
Este calendario nos certifica fehacientemente que el sectarismo del PSOE no tiene límites. Ya en estas Navidades pasadas, en muchas de las ciudades españolas, los afiliados de este partido, en vez de la tradicional Cena de Navidad, se reunieron para celebrar otra cena, la Cena del Solsticio de Invierno. Es evidente que traen a colación varias fiestas musulmanas, no tanto por deferencia a los seguidores de Mahoma, que por supuesto no les importan un pito, como por molestar a la Iglesia Católica. Piensan que es más efectivo un ataque indirecto y disimulado que una envestida directa a las creencias cristianas. Es una actuación que forma parte de una especie de ingeniería social, montada intencionadamente para descristianizar a España.
Quizás el ser fieles a la ‘Alianza de Civilizaciones’ les exija acentuar ese multiculturalismo un tanto atípico. Ni que buscaran con ambas religiones, la cristiana y la musulmana, dar paso a un nuevo sincretismo religioso-filosófico. Si quieren copiar, tienen ya un ejemplo histórico en el legendario Ptolomeo I, rey de Egipto, que de dos dioses, uno griego y otro egipcio, hizo una sola deidad sincrética, el dios Serapis y lo declaró patrón de Alejandría y dios oficial de Egipto y de Grecia. Esa es la fórmula que usó Ptolomeo I para vincular culturalmente a ambos pueblos. Esto, que ocurrió casi 300 años antes de Cristo, no se si llegaría a buen puerto en pleno siglo XXI.
Gijón 24 de enero de 2010
José Luis Valladares Fernández
El hecho se enmarca en la elaboración de un calendario por parte del Consistorio de la capital riojana. Se trata de un calendario ‘plural’, un tanto extraño, del que han desaparecido varias fiestas religiosas tradicionales. Este calendario, defendido con ardor por el regidor municipal, el socialista Tomás Santos, ha generado en Logroño una gran polémica. Se trata, ha dicho, de integrar todas las celebraciones y “días señalados” de los diversos colectivos de la ciudad.
Semejante engendro comenzó su andadura en el Monte Cantabria, a donde fueron convocados los ciudadanos de Logroño por el Ayuntamiento de la ciudad para realizar las fotos del calendario oficial. Dicho calendario lleva un titulo muy sugerente: “Logroño 2010, capital de las personas”. Hay que reconocer que el reportaje fotográfico, insertado en el mismo, es bastante aceptable. No obstante, respecto a los distintos días de los meses, deja bastante que desear la información que aparece en las 25.000 copias de pared y las 5.000 de mesa.
Es cierto que el alcalde de la ciudad afirma que no ha habido segundas intenciones al elaborar este calendario, que simplemente ha habido algunos olvidos o despistes involuntarios. Esto, prometió, se subsanará en los años venideros. Pero es difícil de creer que, en este calendario, aparezca el santoral sin apenas santos, sin que entre de por medio cierta dosis de mala fe. La ausencia de referencias escritas en las distintas fiestas religiosas, aunque aparezca el día coloreado, no deja lugar a pensar mejor.
En enero, nos encontramos que no hay referencia alguna a la Epifanía, ni Reyes Magos, aunque el día aparezca coloreado. La cabalgata de reyes, eso sí, se celebra por todo lo alto, pero atendiendo solamente a su aspecto puramente folclórico y profano. Sí aparece, sin embargo, la festividad de San Francisco de Sales, pero más que como concesión al santo, es una deferencia con la asociación de la prensa que le tiene por patrono.
Las reseñas sobre las efemérides de febrero son muy llamativas. San Blas, que se celebra el día 3, no aparece por ningún sitio. En ese día, escuetamente se nos dice: “Bendición de las rosquillas de San Blas”. No hay referencia alguna al Miércoles de Ceniza del día 17 que, aunque no es festivo, tiene cierta relevancia religiosa. ¡Ah!, pero si nos recuerda que el 24 de este mes se celebra “El Maulid”, o fiesta del nacimiento del profeta Mahoma.
En agosto, y por deferencia a la colonia pakistaní de Logroño, resaltan la “independencia de Pakistán”, dando a este hecho el mismo rango que a la festividad de La Asunción. También se acuerdan del “Día de Colombia” y, como no, de “La Virgen del Cisne” que se venera en Ecuador.
En este calendario institucional, se señala que el 21 de septiembre es San Mateo, pero no aclara, como sería lo lógico, que se trata del patrón de Logroño. Lo que si está claro es que el equipo de Gobierno del Ayuntamiento, no tiene en mente festejar ese día a San Mateo. Si los ciudadanos de Logroño no lo impiden, oficialmente se celebrarán las "Fiestas de la Vendimia y la Semana Gastronómica”. Para que los fieles musulmanes no se quejen, se les compensa por la promoción del vino, reseñando el 9 de septiembre la fiesta de “Id al Fitra, Final del Ramadán”.
Ni la Virgen del Pilar, ni la Hispanidad, han encontrado hueco en ese calendario editado por el consistorio socialista. Al fino olfato de la progresía de Logroño se le puede olvidar incluir alguna que otra fiesta cristiana, pero sería imperdonable que no recordaran las que celebran los musulmanes. Así, el 17 de noviembre, no podía faltar la festividad de “Id al adha, fiesta del cordero”. En noviembre se anuncia también un encuentro de las asociaciones del Consejo de la Juventud de Logroño. A este encuentro le dan el sugestivo nombre de “Si buscas, encuentras”.
El 8 de diciembre, al igual que del Pilar, los próceres del Cabildo Municipal se olvidan de la fiesta de La Inmaculada. Por lo que parece, esta festividad la celebra únicamente el Colegio de Farmacéuticos y no tienen nada que ver los demás cristianos. Por eso recuerdan, negro sobre blanco, que “el colegio de Farmacéuticos celebra la Inmaculada”. Sería pecado si el mismo mes de diciembre no se señalara el día de la lotería de Navidad. Se acuerdan también de la fiesta del día 28, la que señalan con un monigote blanco, pero, eso sí, sin hacer referencia alguna a los Santos Inocentes.
Este calendario nos certifica fehacientemente que el sectarismo del PSOE no tiene límites. Ya en estas Navidades pasadas, en muchas de las ciudades españolas, los afiliados de este partido, en vez de la tradicional Cena de Navidad, se reunieron para celebrar otra cena, la Cena del Solsticio de Invierno. Es evidente que traen a colación varias fiestas musulmanas, no tanto por deferencia a los seguidores de Mahoma, que por supuesto no les importan un pito, como por molestar a la Iglesia Católica. Piensan que es más efectivo un ataque indirecto y disimulado que una envestida directa a las creencias cristianas. Es una actuación que forma parte de una especie de ingeniería social, montada intencionadamente para descristianizar a España.
Quizás el ser fieles a la ‘Alianza de Civilizaciones’ les exija acentuar ese multiculturalismo un tanto atípico. Ni que buscaran con ambas religiones, la cristiana y la musulmana, dar paso a un nuevo sincretismo religioso-filosófico. Si quieren copiar, tienen ya un ejemplo histórico en el legendario Ptolomeo I, rey de Egipto, que de dos dioses, uno griego y otro egipcio, hizo una sola deidad sincrética, el dios Serapis y lo declaró patrón de Alejandría y dios oficial de Egipto y de Grecia. Esa es la fórmula que usó Ptolomeo I para vincular culturalmente a ambos pueblos. Esto, que ocurrió casi 300 años antes de Cristo, no se si llegaría a buen puerto en pleno siglo XXI.
Gijón 24 de enero de 2010
José Luis Valladares Fernández
Un hecho más que demuestre el anticlericalismo y anticatolicismo imperante, y al contrario, el impulso islamizador que está impregnando nuestro país.
ResponderEliminarUna nación que renuncia a sus raices, que abdica de ellas, está condenada a desaparecer.
Los síntomas cada día son más preoupantes,Jose Luis:no es ya solo la inquina antireligiosa,es mucho más.
Es el intento indisimulado de diluir quienes somos y de donde venimos.