Resulta muy raro, sobre todo cuando se habla de hostelería y de viajes en avión, que no aparezca el término ingles overbooking, pues es relativamente
frecuente vender más servicios de los que, en realidad, pueden atenderse. La
sobreventa es una práctica muy extendida en el sector turístico para asegurar
la ocupación plena del espacio disponible. Hoy día, aquí en España, también
podemos utilizar semejante vocablo para referirnos al exagerado número de
políticos que viven de los presupuestos oficiales, bastantes más de los que
tiene cualquier otro país de Europa. Hay
claramente overbooking de políticos.
El número de políticos españoles que cobran sus sueldos de los
impuestos de todos los ciudadanos es prácticamente el doble de los que hay en
Francia y en Italia. Llama la atención que en España haya 300.000 políticos más que en Alemania, siendo
así que los alemanes nos doblan en población y, además, están mucho más
descentralizados que nosotros. En total, son casi medio millón de ciudadanos,
445.568 para ser exactos, los que ocupan un cargo político en la administración
pública española. Salimos aproximadamente a un político por cada 50 trabajadores.
Tenemos más políticos que médicos, policías y bomberos juntos. Tenemos
exactamente 165.967 médicos ejerciendo y 154.000 policías, lo que quiere decir
que tenemos 2,7 políticos por médico y 2,8 por policía.
La cifra de 75.864 políticos, que obtenemos sumando los 350
diputados, los 266 senadores, los 1.206 parlamentarios autonómicos, los 8.112
alcaldes y los 65.896 concejales, con ser sumamente abultada, se queda en un
simple aperitivo. Hay posiblemente una inflación de Ayuntamientos, en cuyo caso
sobrarían algunos alcaldes y un número más
amplio de concejales. Pero lo que sobra, sin ningún género de dudas, es el
Senado y, con él, los 266 senadores. El Senado aparece por primera vez en 1834, por decisión de la regenta de Isabel
II, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias. Con la Constitución de 1978 resurge
de nuevo el Senado, pero como cámara de representación territorial. A parte de
la labor inútil de segunda lectura, el Senado tiene la atribución exclusiva,
siempre que lo apruebe por mayoría absoluta, de autorizar al Gobierno adoptar
medidas concretas contra alguna Comunidad Autónoma.
Después de 35 años de restaurado el Senado, una cosa queda muy
clara, que estamos ante una institución perfectamente inútil y que, a lo largo
de estos años, se ha convertido en el símbolo evidente del despilfarro más
desvergonzado en la estructura de la administración española. En la pasada
legislatura, los senadores tuvieron la desfachatez enorme de permitir el uso de
las diversas lenguas cooficiales, obligando así a introducir la traducción
simultanea. Da grima ver a estos representantes del pueblo, que podían
entenderse perfectamente hablando castellano, que es la lengua común de todos,
utilizando traductores que pagamos todos nosotros. El inefable José Montilla
justificaba este hecho diciendo que “las lenguas no tienen precio”. Es absurdo
mantener instituciones que, como el Senado, no tiene función alguna y, sin
embargo, nos cuesta mucho dinero. Su presupuesto para el año 2011 alcanzó la
respetable cifra de 55 millones de euros.
Hay otros muchos sitios donde pulula un buen número de gorrones y vividores. Nada menos que
131.250, vegetan en empresas públicas o
con participación estatal, muchas de las cuales fueron creadas precisamente
para pagar favores políticos o para colocar a familiares, a sus propios amigotes y allegados. Tanto las
Comunidades Autónomas como los
Ayuntamientos se comportan como si
fueran agencias de colocación de los partidos políticos. Se sirven para
ello de las empresas municipales o autonómicas de la vivienda, de las empresas
de transporte y de la proliferación de todo tipo de observatorios y organismos varios.
Tenemos también, ahí es nada, 65.130 sindicalistas liberados que toda su
labor se reduce a cobrar sin trabajar y a encarecer los costes de sus empresas.
Su proverbial responsabilidad les empuja a trabajar sin descanso. De ahí que
organicen constantemente todo tipo de manifestaciones y protestas callejeras. Y
si les queda algo de tiempo libre, procuran mejorar sus emolumentos ejerciendo
de consejeros en cualquier Caja de Ahorros, en RTVE o similar. La pauta
ejemplar la marca, sin duda alguna, José Ricardo Martínez, líder indiscutible
de la UGT madrileña. La patronal cuanta también con 31.210 liberados. Unos y
otros realizan funciones políticas y sus organizaciones nutren sus arcas con
dinero público.
No olvidemos que tenemos 40.000 políticos, desempeñando cargos de confianza de otros políticos. Esta
cifra es tan alta porque los grupos municipales y los parlamentarios
autonómicos se han aficionado últimamente a nombrar por menos de nada cargos de
confianza. Además de los cargos de confianza, proliferan los asesores
personales al servicio de los políticos electos. Y hasta nos encontramos
frecuentemente con asesores que asesoran
a otros asesores. Es el llamativo invento de alguna Comunidad Autónoma. Tanto los
asesores como los cargos de confianza forman un buen grupo de enchufados, que
ni ellos mismos saben cual es su labor.
En el sistema sanitario y en el educativo nos encontramos con
8.260 y 9.320 empleados políticos
respectivamente, dedicados de manera casi
exclusiva a controlar a los demás empleados públicos. El resto de políticos
contratados para cobrar y no hacer prácticamente nada útil hasta completar los
445.568 los encontramos en los lugares más variados, sean estos organismos
públicos, fundaciones, consejos o cualquier otro tipo de entidad susceptible de
vivir del cuento. Una muestra evidente del enchufismo que ha proliferado profusamente entre nuestra
clase política que aspira a ocupar puestos que estén, eso sí, magníficamente
retribuidos pero que no exijan esfuerzos. Se aferran descaradamente a la
práctica de la dulce holgazanería.
En la actualidad, son muchos los empresarios que, para mantener a
flote sus empresas, acuden frecuentemente a los expedientes de regulación de empleo (ERE) para despedir a parte de sus trabajadores. Y es muy
posible que la mayoría de estos despidos estén plenamente justificados. Pero nadie
se acuerda de los organismos públicos, donde vegetan cada vez más vividores
inútiles. Aquí si que es urgente aplicar un ERE, si es que queremos reducir el gasto público y dignificar
convenientemente la profesión política.
Gijón, 30 de mayo de 2012
José Luis Valladares Fernández
Ese exceso de políticos, amigo José Luis, es una de las causas de nuestra ruina. Estamos alimentando innecesariamente a un enorme número de politiquillos que no tienen más pretensión -¡encima!- que la de robar. La cosa no ofrece duda. En vez de muchos políticos malos, siempre será preferible tener pocos, pero muy buenos.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Tío Chinto de Couzadoiro:
EliminarSon una verdadera casta y se protegen unos a otros con uñas y dientes. Cuando llega la hora de defenderse, se olvidan de las ideas que pueda tener cada uno de ellos, ya que lo primero es la casta. No habrá para nada, pero a ellos no les faltará la mamandurria.
Un abrazo
La clase política se ha convertido en una casta elefantiásica que vive ajena a los ciudadanos, encerrada en su burbuja y blindada ante los avatares, los recortes y los ajustes que se están realizando.
ResponderEliminarNo es de recibo que permanezcan indemnes y que no se recorte en una representatividad excesiva y que sólo supone gasto y más gasto, absolutamente prescindible.
Natalia Pastor:
EliminarHemos hablado de la burbuja inmobiliaria hasta la saciedad. Pero yo creo que es peor aún la burbuja política. A ver si aparece alguien que se atreva a pinchar esta burbuja de políticos, que nos está llevando a la ruina.
Un abrazo
Eso son argumentos, con datos y números.
ResponderEliminarLos partidos políticos desde que comenzó la transición han ido engordando la administración con miles de altos cargos, con sueldos suculentos y en muchos casos con otro tipo de prebendas como vehículo oficial con conductor,teléfono móvil, dietas etc.
Lo del congreso ya lo hemos comentado varias veces, si solo conocemos a 14 que son los que suelen salir al estrado, para que hacen falta 350, para apretar un botón de vez en cuando, con una tercera parte sería suficiente. En cuanto al senado son muchas las voces que piden una reforma constitucional para suprimirlo.
Un abrazo.
Helio:
EliminarCuidan de las instituciones como i fuera su cortijo particular. Y lo hacen no para que vayan mejor y sean más efectivas esas instituciones, lo hacen para que no se pierda ninguno de los puestos que se han procurado y, si a mano llega, ampliarlos aún más. Son previsores y no les hables de suprimir el Senado o reducir otros puestos. Solo pensar en esa posibilidad, es ya una blasfemia política y se volverán todos contra ti.
Un abrazo
Amen, pero de estos no sobra ninguno, y si sobra ya le buscan un puestin donde sea, tertuliano en una television, se inventan una direccion general de lo que les parezcan, en fin nosotros pagamos y ellos viven.
ResponderEliminarSimancas:
EliminarCrear puestos de políticos es mucho más fácil que crear empleo normal. Se crea el llevar unos papeles más, que nadie mira, pero ese poco más de burocracia, da algún pesebre más para los amigos.
Saludos cordiales
Demasida cantidad de chorizos,
ResponderEliminarMAMUMA:
EliminarAbunda la especie, ya lo creo.
Saludos cordiales
En España hay más políticos que médicos, policías y bomberos juntos. Sin embargo congelan las plantillas y cierran oposiciones a estos últimos sin reducir los puestos de trabajo no operativos pensados para enchufados, sin eliminar duplicidades, es que ni los pinganillos han quitado. En cuanto a las Comunidades Autónomas, tanto rollo con el techo de gasto para luego decir que no dejarán caer a ninguna...
ResponderEliminarSe mire como se mire, una auténtica canallada.
Candela:
EliminarEs lamentable el interés que ponen para suprimir puestos de médicos o de lo que sea, cuando se trata de ahorrar unos euros. Pero es que ni por casualidad se les ocurre dar la misma solución con los políticos, a pesar de que esos sí, son perfectamente prescindibles una inmensa mayoría de ellos. Si suprimieran a la mitad de ellos, seguro que esto empezaba a funcionar mejor, pero no nos caerá esa breva.
Un abrazo
Hubo un momento en que había dinero de sobra para pagar un certero auge de políticos. Y salieron a mansalva, como plaga de mangostas. Ahora que no hay dinero, o que se supone no lo hay, ahí siguen, mirando a otro lado mientras, privilegiados ellos, conservan unos puestos que otros ya quisieran. Yo no le veo fácil solución.
ResponderEliminarClaudedeu:
EliminarYo no se qué pasa con los políticos. Han proliferado como hongos y resulta que son todos necesarios e imprescindibles. Y esos si que no necesitan ni convenios ni nada, que sus sueldos son de suyo ya más bien altos para la labor que desempeñan. Y faltará dinero para otras cosas. pero para cobrar ellos, no.
Saludos cordiales
Sin comentarios, José Luis. Un post perfecto. Estoy pensando en pasarme por el PP en Facebook y soltarlo allí.
ResponderEliminarSaludos
Xad Mar:
EliminarMe costa que muchos lo leen.
Saludos
Conozco bien el overbooking porque trabaje en un tour-operador. A las chicas de booking cuando conseguían uno donde fuera, transporte, hotel, crucero, se les premiaba haciendo saltar una campana que teníamos en su zona y que sonaba en toda la planta, acudíamos todos para hacerlas arrumacos y tirábamos por los aires el contenido de las papeleras -de todas-, también se le daba un premio económico -pequeño eso si- el resultado es que alguien se quedaba a las puertas del hotel, crucero o lo que fuera.
ResponderEliminarEn nuestros partidos y sindicatos deben de hacer lo mismo, solo que su fiesta la pagamos todos a gañote y precio de oro, ademas ellos nunca se quedan en la calle. Si no pueden acceder al centro de trabajo como ocurre el Rtve que si acudieran todos a trabajar no entrarían, pues se quedan en casita y cobran igual.
Saluditos.
Zorrete Robert:
EliminarSi, eso es lo malo, que a nosotros no nos llaman para la fiesta. Nos llaman simplemente para que paguemos sus fiestas, que son muchas y más bien caras.
Saludos cordiales
Es una pena, José Luis.
ResponderEliminarEn efecto, mucha reforma laboral, para que el empresario pueda despedir con más comodidad, pero nadie despide a todos estos ineptos que, realmente, no sirven para mucho y nos salen por un riñón.
Trecce:
EliminarReformas laborales, reformas financieras, todo lo que quieras, pero que a nadie se le ocurra suprimir un puesto de político. Sobran trabajadores en todas partes, pero políticos, no.
Un abrazo
Si hay un funcionario por cada 13 ciudadano y un político por cada 50 ciudadano, si echas cuenta a uno le puede dar una taquicardia del dineral que sacan de nuestras espaldas para mantener todo esto.
ResponderEliminarAquí sobra mucha, pero mucha gente que viven de lujo a cuenta nuestra. Creo José Luis que muchos en esto coincidimos.
Aunque me aparte un poco al tema me gustaría saber que es lo que va a pasar con el dinero del rescate bancarios que seguro volverán a saquear y como siempre nosotros a pagar....al tiempo.
Me vas a perdonar José Luis pero los españoles no somos normales, algo nos pasa, no se si con eso de que unos le da lo mismo que lo mismo le da, otros la ignorancia, estómagos agradecidos por otro lado...etc. Han echo de este país un pais de parados, bares y funcionarios que no vamos a ningún lado, salvo a la esclavitud y la ignorancia en toda su plenitud.
La solución a todo esto que nos está pasando la sabemos mucho pero no queremos poner los medios, bien por miedo, por acomodo, o simplemente nos han quedado sin sangre para racionar a todo esto.
A veces un poco de radicalismo vendría bien y exigir unos derechos y unos deberes a toda esta panda de parásitos como irresponsables.
Un buen trabajo como siempre y que se agradece.
Un abrazo José Luis
E..P..:
EliminarRecuerdo de cuando yo era un joven estudiante en Salamanca un dicho sobre aquello de España, UNA:
(porque si hubiera otera ya nos habríamos mido todos para esa tra)
GRANDE: (Porque cabíamos nosotros y los americanos)
LIBRE: (Porque se puede hablar libremente de fútbol y de toros)
Ahora habría que agregar también esta otra cualidad de RICA:
Porque mantenemos gratuitamente a tanto a tanto inútil que no saben vivir más que del sudor, no de su frente, sino del sudor del de enfrente.
Perdona el chiste, pero es que a veces tienes que reaccionar así para no ponerte de mal humor.
Un abrazo, amigo
Wow, aqui si que se habla de política y de la buena, la política no es mi fuerte pero te seguiré de cerca, siempre es bueno aprender de todo y estar al día, un saludo José Luis.
ResponderEliminarPACO GACELA:
EliminarGracias Paco, por acercarte a este blog, un poco crítico con nuestros políticos.
Saludos cordiales
Los politicos en nuestra nacion, Son como la langosta,una verdadera y parasitaria plaga,un saludo,
ResponderEliminarAgustín :
EliminarLa verdad es que son legión. Y sobra una inmensa mayoría.
Saludos
Completamente de acuerdo, este tinglado no da para más termitas, nos hemos creído los más guapos y los más listos demasiado y así nos luce; y el pueblo también debe dejar de creer que el Estado es una meganiñera que debe estar para resolverle todo por la misma razón, siento insistir en ello porque no lo veo muy proclive, y el señor de Mercadona tiene bastante razón por muy molestas que sean algunas cosas que dice.
ResponderEliminarMaribeluca:
EliminarLo malo es que nuestros políticos no son como Juan Roig, emprendedores, trabajadores etc. etc. Se dedican más bien a vivir del cuento y, eso sí, con el menor esfuerzo posible. Y mientras los responsables de la marcha de España no comiencen a licenciar políticos, iremos de mal a peor. Tenemos un entramado administrativo que no es `posible mantener.
Un abrazo
Claro que hay overbooking!. Se multiplican como en otros tiempos las ladillas, y así nos va.
ResponderEliminarUn abrazo.
En algunas de mis entradas he comentado que sobran el senado las diputaciones y la mitad de los diputados, también he dicho que los recortes deberían de haber comenzado radicalmente por los altos cargos que en muchísimos casos son puestos políticos para figurar, esos puestos privilegiados que pasan de los 70.000, además generalmente el trabajo lo desarrollan otros que cobran menos de la mitad.
ResponderEliminarUn abrazo.