El paso de José Luis Rodríguez Zapatero por el
Gobierno, aunque terminó en fracaso, supuso un duro golpe para la idiosincrasia
española y para todas nuestras instituciones más representativas. Nada más desembarcar
en La Moncloa, se dedico febrilmente a promulgar nuevas leyes, a poner en
marcha nuevos reglamentos y a imponer otro tipo de políticas. Trató una y otra
vez de destruir hasta los cimientos de las instituciones básicas de nuestra sociedad para imponer descaradamente su
proyecto ideológico que comporta la sustitución de los valores tradicionales
por otros muy poco acordes con la cultura y la historia de España.
Es en el discurso pronunciado por Zapatero en el 37
Congreso del PSOE de 2008, donde nos aclara concluyentemente su manera sectaria
de actuar. Dice que para él “el Gobierno es el instrumento” y no la meta. Su
mesianismo y su idealismo enfermizo le llevaron a intentar cambiar tanto el
rumbo como el carácter de la historia de España. Quiso trastocar nuestra propia
identidad asaltando impunemente la sociedad española para cambiar su modelo,
subvirtiendo los valores de siempre y abrir así paso a un laicismo y a un
relativismo de nuevo cuño para dar así cabida al feminismo radical, convertir
el aborto en un derecho, generalizar los famosos lobbies de homosexuales y
trocear más fácilmente lo que quedaba de España.
No creo que Zapatero formara parte del club de
Bilderberg, ni habrá sido nunca invitado, ni siquiera como
observador, a ninguna de sus reuniones
cabalísticas. Su talla intelectual no da para tanto. Pero muy pocos jefes de
Gobierno habrán hecho tanto como él para poner en marcha los designios más o
menos inconfesables de tan elitista club. Y las intenciones más o menos ocultas
de semejante grupo son, cundo menos, conspiratorias contra el orden por el que
se rigen tradicionalmente los pueblos. No es que quieran imponer por la fuerza el
dominio pleno de un capitalismo aberrante, como les acusan los sectores de la
izquierda. Para la derecha, en cambio, el grupo de Bilderberg trata de imponer
un Gobierno mundial y una economía
planificada.
Decir que el club de Bilderberg trata de imponer por la
fuerza un Gobierno mundial, es quizás exagerar demasiado, pero no podemos decir
que sea algo totalmente desacertado. Por lo que ha trascendido de ese foro
supuestamente masónico, todo apunta a que sus integrantes buscan
incansablemente la manera de llevar a la humanidad hacia un nuevo orden mundial
de tipo oligárquico. En esto coinciden plenamente con otro grupo que aspira a
implantar una New Age o Nueva Era. Y
esto exige destruir previamente los Gobiernos particulares de cada país, que
fue lo que trató de hacer aquí en España Rodríguez Zapatero, y a punto estuvo
de conseguirlo.
Para cumplir con su macabro objetivo, utilizó maliciosamente todos los resortes e
instrumentos de presión que le ofrecía su condición de jefe de un Ejecutivo
sumiso y obediente. Cambió leyes, dictó otras nuevas y se valió de su mayoría
parlamentaria y de su alianza cómplice con formaciones políticas radicales, de
marcado carácter nacionalista y separatista, para romper con los modelos
sociales y culturales vigentes desde tiempo inmemorial en la sociedad española.
Para conseguir sus propósitos y poner fin a toda una tradición secular
española, centró toda su artillería política y mediática para acabar con los
tres pilares básicos que más han contribuido a mantener incólume nuestra
identidad a lo largo de tantos años: la familia, la Iglesia y el Ejército.
Para desestructurar la familia, Rodríguez Zapatero se
arroga en exclusiva la educación moral de los hijos negando ese derecho a los
padres. Para ejercer esa labor de adoctrinamiento de los escolares, pone en marcha la nefasta asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos
Humanos. A la Iglesia quiso
recluirla en las sacristías y para minar sus fundamentos, además de del
laicismo extremadamente agresivo y el más absurdo de los relativismos, puso de
moda la violencia doméstica, los matrimonios homosexuales y la intempestiva
reforma de la ley de Libertad Religiosa. Tampoco respetó los sentimientos del
Ejército que había estado siempre a
favor de la unidad de España, y para contrariarlos, alentó los nacionalismos y propició
la aprobación de nuevos Estatutos de Autonomía que sobrepasan con creces la
Constitución de 1078, llenando nuestro suelo de pretendidas naciones.
Desde el principio
de su mandato, José Luis Rodríguez Zapatero intentó neutralizar desde dentro al Ejército y casi lo
consigue. Para lograr su objetivo, subvertir libremente la idea de nación y
descuartizar a España, ideó un plan totalmente
maquiavélico para desprestigiar y
ridiculizar al Ejército español, destrozando su dignidad y humillándole
incluso ante otros ejércitos extranjeros. Recuérdese al respecto la vergonzante escena que tuvieron que vivir
nuestros soldados, ante el resto de
tropas aliadas, al ser retirados prematuramente de Irak, y a punto estuvo de
repetirse la misma escena en la precipitada huida de Kosovo.
Como ni José Bono primero, ni José Antonio Alonso
después hicieron mucho para minar la contrastada moral del Ejército, Zapatero
decide poner al frente del Ministerio de Defensa a Carme Chacón, una mujer que
milita en el socialismo catalán y que frecuentemente ha dado muestras de
simpatizar demasiado con un nacionalismo
excluyente y de odiar incluso a España. Ocultó sus sentimientos separatistas,
claro está, en vísperas del 38 Congreso
Federal del PSOE para disputar la Secretaría General a Alfredo Pérez Rubalcaba.
Recordemos si no su decidido apoyo al desafortunado Pepe Rubianes con aquel “Tots som Rubianes”.
Tan pronto como Carme Chacón se hizo con las riendas
del Ministerio de Defensa, comenzó inmediatamente su labor intensiva de acoso y
derribo de las costumbres y tradiciones castrenses más arraigadas y queridas
por los distintos cuerpos militares. Como
era de esperar, dedicó todo su esfuerzo a erradicar por completo los distintos
elementos religiosos que aún perduran en las Fuerzas Armadas. Con este fin
elaboró un nuevo Reglamento de Honores
Militares en el que se prohíbe expresamente a los legionarios rendir
honores al famoso Cristo de la Buena
Muerte de Málaga. El caso malagueño se repite en la procesión del Corpus de
Toledo al prohibir que los militares de la Academia de Infantería rindan
honores al Santísimo y la banda militar interprete el Himno Nacional, aunque se
trata de una tradición de unos doscientos años de antigüedad.
Que Carme Chacón buscaba conscientemente la manera de
humillar gratuitamente al Ejército, infra valorizándolo y pisoteando sin piedad
sus sentimientos quedó ampliamente demostrado con el affaire del “chapiri”
famoso, el típico gorro de la Legión. Con el pretexto absurdo de mejorar la
imagen de los legionarios, sustituyen su gorra tradicional con borla por una
boina de paletos, lo que provocó un general cabreo. Ya se les había obligado a
recortar su barba, a prescindir de sus características patillas y de las camisas abiertas. Llegó a
presumir incluso de que, bajo su mandato, se había logrado por fin el Ejército
soñado por Azaña hace ahora 80 años.
El recochineo llegó a tal extremo que, por indicación
de Zapatero, Carme Chacón, la nieta del famoso anarquista Piqueras, nombra como
Director General de Enseñanza Militar a Javier García Fernández, un catedrático
de Derecho Constitucional, de ideología típicamente republicana. Todo un
experimento social, puesto en práctica de manera artera, para hundir
definitivamente la carrera militar. El
nuevo Director General de Reclutamiento y Enseñanza Militar, siguiendo
disciplinadamente las indicaciones emanadas del Ministerio correspondiente,
habilita un “nuevo modelo” de
formación de oficiales del Ejército.
A partir de ese momento, las nuevas promociones de Tenientes procederán
del Centro Universitario de la Defensa creado con ese fin y que, para el
Ejército de Tierra, depende en todo de la
Universidad de Zaragoza. Es normal que los cadetes afectados por este plan de
estudios, aunque hayan iniciado su carrera militar con el mayor entusiasmo del
mundo, se desanimen y desengañados opten finalmente por abandonar la milicia.
Su situación se hace insostenible desde el momento en que, sin esperarlo y en
condiciones adversas, se encuentran estudiando simultáneamente dos carreras dispares,
como es la de oficial del Ejército y la de ingeniero de organización
industrial.
Los muchachos que aspiran a ser oficiales del ejército
llevan una vida muy sacrificada en la Academia General Militar. Son muchas las
horas que consumen en interminables marchas, maniobras, desfiles, prácticas de
tiro y otros ejercicios requeridos expresamente por su formación específica,
sin contar las guardias, los cuarteles y las imaginarias correspondientes. ¿De
dónde, pues, van a sacar tiempo para preparar debidamente las asignaturas de la
ingeniería que se les exige? No podrán competir jamás con quienes son dueños de
su tiempo y lo dedican estrictamente a los estudios exigidos para hacer esa
ingeniería. Tendrían que ser superhombres y los superhombres no existen nada
más que en la cabeza de Nietzsche.
A los aspirantes a oficiales del Ejército de Tierra,
apenas si les queda tiempo libre para preparar adecuadamente las materias
específicas de la ingeniería que se les exige. Y esto se traducirá
inevitablemente en una cantidad exagerada de suspensos y en un número excesivo
de repetidores, como no se habría visto nunca
en la AGM. Y habrá cadetes auténticamente vocacionales que, después de
dos años de ilusionados esfuerzos, tendrán que volverse a casa y reorganizar
nuevamente su vida, porque volvieron a suspender alguna asignatura de
ingeniería que ni añade ni quita nada a la carrera militar.
Como resulta poco menos que imposible conjugar adecuadamente los tiempos
de ambas carreras, la de oficial del Ejército de Tierra y la de ingeniero de
organización industrial, se manejó la posibilidad de reducir los tiempos de
Instrucción y Adiestramiento militar, en detrimento de su formación específica
y a favor de la ingeniería. Creo que una Directiva, aparecida en 2010, aconsejaba
adoptar esta aberrante solución. Con tan esperpéntico plan de estudios, los
alumnos de la Academia General Militar que, después de dar muchos tumbos,
logren terminar su carrera, se moverán con total desparpajo por las matemáticas,
pero cuando lleguen a las unidades del Ejército de Tierra… ¿estarán capacitados
de verdad para ejercer diestramente su profesión?
Menos mal que, con
las pasadas elecciones generales de 2011 y la estrepitosa derrota
socialista, se puso fin definitivamente a
la lamentable etapa de Carme Chacón. Es de esperar que, con la llegada de Pedro
Morenés Álvarez-Eulate al Ministerio de defensa, cambie radicalmente el sistema
de enseñanza iniciado en el pasado curso
en la AGM y se libere a los nuevos tenientes de la obligación absurda de
graduarse simultáneamente en ingeniería. De momento, el nuevo ministro de
Defensa ya cesó al anterior Director General de Reclutamiento y Enseñanza
Militar, el civil Javier García Fernández, y ha puesto en ese cargo a un
experimentado profesional de la milicia, el general de división Juan Antonio
Álvarez Giménez.
No tenemos porque dudar de la competencia de Javier
García Fernández como profesor universitario. Pero no es la persona más indicada
para tutelar y dirigir la formación de los futuros oficiales del Ejército. Es
sobradamente conocida su querencia republicana y su fervor desmedido por la
llamada “memoria histórica” impulsada por Rodríguez Zapatero. Sin embargo el recién
nombrado Director General de Reclutamiento y Enseñanza Militar, el general Juan
Antonio Álvarez Giménez, es un profesional con un amplio historial en el mando
de tropas y un gran experto en enseñanza militar. Ha estado destinado en el Tercio Duque de Alba de la Legión, en
el Estado Mayor del Ejército entre otros destinos. Ha sido director de la Academia General Militar y, en la
actualidad, estaba al frente de Enseñanza, Instrucción, Adiestramiento Y
Evaluación del Mando de Adiestramiento y Doctrina.
Aunque aún quedan en el Ministerio de defensa algunos
altos cargos de los nombrados por Carme Chacón, es de esperar que, con la
sustitución de Javier García Fernández por el general Álvarez Giménez, van a
cambiar muchas cosas en la Academia General Militar de Zaragoza, entre otras el
plan de estudios. A partir de ahora, los cadetes tendrán la oportunidad de
prepararse adecuadamente para ser en el futuro, antes que ingenieros, unos
buenos mandos del Ejército de Tierra.
Barrillos de Las Arrimadas, 20 de junio de 2012
Es verdad que es muy dudoso que los de ahora sigan la senda de tropelías de sus predecesores, la prueba es que han puesto al mando a alguien que ama la institución en lugar de despreciarla y acaba de reparar por ejemplo el agravio histórico de no haber concedido la laureada a los héroes del desastre de Annual que Chacón se negó a llevar a cabo, pero tampoco tengo demasiadas esperanzas de que arreglen ese desastre de Ley de la Carrera Militar que mencionas y que es un contradiós de principio a fin, obviando méritos fundamentales en un militar para anteponer valoraciones puramente subjetivas en los ascensos, etc, etc y que ha creado un descontento generalizado.
ResponderEliminarAdemás, es una de las partidas donde sea quien gobierne e independientemente de la situación económica, siempre resulta perjudicada con el riesgo que comporta para la defensa nacional.
No veo que el panorama sea demasiado alentador, y menos con la que acaba de perpetrar Sánchez Camacho en Cataluña votando a favor de que los hijos de militares destinados en Cataluña temporalmente sean también obligados a estudiar en catalán...
Estoy contigo en que es difícil hacerlo peor que la Chacón, pero que vaya a cambiar algo, lo dudo.
ResponderEliminarTodos los altos cargos de; tierra, mar y aire además de los multiplicados generales de la Guardia Civil, han sido nombrados por socialistas. Incluso el General de Ejército de las RR.OO. de San Fernando y San Hermenegildo. Nombrado por Felipe González y todavia sigue.
No han movido un dedo por el EJERCITO ESPAÑOL, se han limitado a poner el cazo, (se les llama los egipcios, figura hierática con las dos manos en aptitud de recibir, por delante y por detras)
Saludos.
Soy persona anti-beligerante, un iluso que todavía vive en Babia y cree que es posible lograr el entendimiento entre las naciones por medio del diálogo y las buenas intenciones, donde no entraría el concepto del ejército, de la fuerza y la imposición de intenciones por medio de las baterías antiaéreas y los misiles de largo alcance. Dicho esto, jamás me gustó ZP y mucho menos Carmé Chacón, por no decir que me parecían bastante ineptos los ministros socialistas, amén de otras cosas que no vienen a cuento pero que resumen perfectamente la situación en que nos encontramos a día de hoy. Es un placer leerte como siempre. Un saludo
ResponderEliminarSea cómo fuere, el Ejército Español sigue siendo un gran ejército, padecedor en toda honra de las vicisitudes de España con la que comparte destino y meta. Así que sólo habrá que esperar un poco y ver si, cómo siempre lo hizo, sabrá sobreponerse a la estrechez económica y endémica del Estado y partirse el pecho por el país que lo vió nacer.
ResponderEliminarYo cómo orgulloso ex-integrante del mismo y mucho más de la Guardia Real puedo decir que mientras quede infantería quedará España y mientras haya España habrá un ejército dispuesto a defenderla.
Un saludazo.
La verdad es que si miramos las hemerotecas los siete años y medio de Zapatero dan para escribir un buen libro.
ResponderEliminarNo solo fueron los cambios en nuestro ejercito y el nombramiento de Carmen Chacon ministra de defensa, a mi me dio la impresión que nombraba ministros a lo peor de su partido.
Un abrazo.
El nombramiento de la Sra. Chacón, fue la puntilla.
ResponderEliminarRealmente creo que, en efecto, bajo la máscara de modernización, lo que ha estado sucediendo es un desmantelamiento planificado de las tradiciones del Ejército para convertirlo en un departamento sin alma, sin espíritu, un negociado más de la administración.
Y lo que más pena da es que ha contado con la connivencia de muchos militares profesionales, más de los que parecen y que por vergüenza ante sus compañeros negaban a la cara lo que estaban admitiendo por la espalda a cambio de un ascenso.
Esperemos que los cambios del Ministerio sirvan para algo, aunque poco se puede esperar del Sr. Margallo, digno "lógico" bilderberguiano.
ResponderEliminarEl análisis de la acción y pensamiento de nuestro ex-presidente ZP, perfecto.
Lo suscribo al 100x100.
Un saludo, José Luís.
Un artículo muy ameno, interesante y esclarecedor, solo espero que aquí no se meta la pata y ojalá sea cierto que dejen a Álvarez Giménez hacer su trabajo sin intromisiones. Lo comento porque hay sectores del partido que parecen empeñados en seguir permitiendo denigrar a los católicos sin que Rajoy se dé por enterado. De la reciente legalización de Bildu, ni te cuento.
ResponderEliminarAyer, Elvira Rodríguez, en El Gato, se atrevió a decir que quienes eran Ortega Lara y Vidal Cuadras -entre otros- para plantear un referendum sobre las Autonomías. No me gusta el cariz que está tomando esto, en general. En fin, espero que el Ejercito corra mejor suerte, pero tengo mis reservas y no por Álvarez Giménez sino por sí le dejarán, o no, hacer su trabajo.
Aunque Zapatero o la Chacona,No pertenescan al Club Bilderberg.Con su odio a España ya cumplieron sus repugnantes planes,un saludo,
ResponderEliminarA mi todas esas entelequias del club Bildeberg, de ese supragobierno mundial en la sombra, me suenan a tema de tertulia de sobremesa o terreno abonado para literatura conspirativa en plan John Grisham.
ResponderEliminarRespecto al Ejército español, lo cierto es que su modernización debe ir acompañada de un diseño real de las necesidades.
Y desde luego, esas necesidades no pasan por ser una ONG con uniforme de camuflaje como pretendían Zapatero y Chacón, si no un Ejército capacitado para acometer los retos que implican formar parte de la OTAN y ser un país con peso dentro de la UE.
Y lo peor es que se postulará la Chacón para las próximas elecciones, aunque RbCb diga que sigue él, junto con el Tomás. Al cual peor.
ResponderEliminarMuy buen artículo, José Luis.
Buen articulo Jose Luis, pero te quiero preguntar
ResponderEliminarTenemos que movernos y creo sinceramente que esta plataforma puede resultar interesante, quiero saber tu opinión por una plataforma para la Renovación del Estado y yo en mis blogs digo:
POR UN RENOVADO PACTO CONSTITUCIONAL PARA LA RECONVERSION DEL ESTADO: ENTRA Y FIRMA POR FAVOR
http://www.reconversion.es/
Felices Vacaciones si es que las puedes tener.
Un abrazo muy cordial
Quisiera contestar a todos, como suelo hacer, pero me encuentro de vacaciones en un pueblo de León y es muy difícil para mi entrar en interne, ya que hay muy mala señal.
ResponderEliminarMuchas gracias a todos
Hola, José Luís:
ResponderEliminarQue postulen a la Chacón, como alguien sugiere, como nueva cabeza de lista.
Realmente, todo está hecho unos zorros porque ZP ha sido un auténtico violador de la Historia,costumbres, familia, enemigo de la Iglesia, etc. La Carme quería coger el testigo. Que lo coja. Pero el país tendrá que acometer el gran gran ERE de la clase política porque sobran, como comento en mi artículo de hoy, más de 300.000 ladillas, por llamarles de alguna forma. Quiero decir que es necesaria una desparasitación total.
Un abrazo,
El Ejército, ni es más porque lo halaguen, ni menos porque lo vilipendien.
ResponderEliminarEl tiempo, que es un Juez inapelable, pondrá las cosas en su sitio.