martes, 5 de enero de 2010

BALANCE ECONÓMICO Y PREVISIÓN PARA 2010

Cerramos el año 2009 con unos datos económicos manifiestamente mejorables. El presidente del Gobierno, con su terquedad e incompetencia, nos ha metido en la peor crisis de toda nuestra historia. Pero es peor aún el desastre económico que se avecina que, dentro ya del nuevo año, va a adquirir proporciones insospechadas. La impericia de Zapatero no da para más y, por lo tanto, seguiremos batiendo records negativos. Y es que la crisis le ha superado ampliamente. Es un traje que le queda demasiado grande. Zapatero, como era de esperar, no ha dado la talla y es incapaz de dar una salida aceptable a la situación económica creada.
En la rueda de prensa posterior al último Consejo de Ministros del año, Zapatero se ha empeñado en presentarnos un panorama para el año 2010 algo más halagüeño que el de 2009. En un tono bastante optimista, aunque le desmentía la expresión de su cara, comenzó diciendo que el Ejecutivo pondrá todo su empeño en luchar contra el paro. Para ello, aplicará distintas medidas para fomentar la creación de empleo. En el año 2009, dijo Zapatero, "la crisis se ha manifestado en toda su crudeza". Y agregó seguidamente: "Tenemos que tener presente la magnitud de lo que hemos vivido y que estamos empezando a dejar atrás lentamente".
Como Zapatero es un personaje tremendamente humilde, confiesa que, gracias a lo mucho y bueno que ha hecho el Gobierno durante el año 2009, las perspectivas para 2010 van a ser notablemente mejores que las del año que termina. Por eso dedicó buena parte de su intervención a ensalzar esas medidas, sin reparar en que habían sido muy pobres en resultados. Ponderó especialmente el famoso Plan E y los créditos del ICO. Disculpó nuestros problemas económicos, aludiendo a las cifras de la crisis económica internacional, olvidándose de que muchos países ya han abandonado la recesión.
También mencionó la Ley de Economía Sostenible afirmando que ayudará muy positivamente para acelerar la ya próxima recuperación. Gracias a todo esto, dice Zapatero, habrá “una clara y contundente moderación en la destrucción de empleo en 2010", aunque seguirá habiendo cifras “muy duras”, que van a exigirnos “esfuerzos adicionales” y un “trabajo constante” para que, cientos de miles de desempleados, puedan recuperar próximamente su empleo.
Como Alicia en el País de las Maravillas, Zapatero se mueve en un mundo virtual, muy distinto al que él ha contribuido a construir con su mala gestión económica. Ajeno a la tozuda realidad en que nos movemos, afirma alegremente que la economía española está en un “momento de tránsito” de la recesión a la recuperación, que, según dice, “se confirmará en 2010”, dando lugar a que se genere empleo neto en el segundo semestre del año. Lo malo es que ese tránsito o paso de la recesión a la recuperación va a ser tan impracticable como el ‘Paso de las Termopilas’. El rey Jerjes, después de sufrir varios descalabros y viendo ya imposible atravesar ese estrecho desfiladero ocupado por los griegos, escuchó a un lugareño, enterándose así de la existencia de otra ruta alternativa, la ‘senda Anopea’ que le llevaría a la victoria. Como Zapatero no escucha a nadie, la crisis le zarandeará sin piedad en ese angosto ‘paso’ de la crisis, detrás del cual debiera estar la ansiada recuperación.
Piensa Zapatero que, en el año 2010, se evidenciará una mejora considerable de nuestro sistema productivo. Para lograr esto, ha dicho, el Ejecutivo se involucrará de lleno en la reactivación económica, buscando que la economía sea más competitiva. Para ello, pondrá en marcha las reformas que estime necesarias. Para lograr todo esto, destacó dos objetivos prioritarios que acapararán su atención durante 2010: la Ley de Economía sostenible y el acuerdo social entre los interlocutores sociales y el Gobierno para “mejorar y renovar” el mercado de trabajo. Y reta a las Comunidades Autónomas y a las Entidades Locales para que colaboren decididamente en las iniciativas de reforma, de modernización y consolidación fiscal, ya que son fundamentales para promover el crecimiento económico.
Admitió Zapatero, eso sí, que la recuperación va ser “lenta y difícil”. Se conseguirá, dijo, de forma “progresiva y no de la noche la mañana”. "Queremos transitar en 2010 en una situación económica de prosperidad del país", añadió. Y continuó: "He tenido siempre en mi trayectoria política confianza en nuestras posibilidades a pesar de que la época haya sido dura y mala como la de ahora". Y se atreve a confesar que, en términos generales, volvería a repetir su actuación para contener la gravedad de la crisis.
Está empeñado Zapatero en hacernos ver que, durante el año 2009, España se ha consolidado en el mundo. Ahora, dice, somos más fuertes y tenemos más peso. Será entre los bolivarianos de Chávez, entre los indigenistas de Evo Morales y en otros pueblos gobernados por dictadorzuelos del mismo jaez. En el resto del mundo libre, Zapatero está haciendo el más solemne ridículo y la consecuencia lógica es que nos tomen a todos los españoles por el pito del sereno y que nos veamos obligados a pagar sus platos rotos
Ya está bien de mesianismos extemporáneos, que lo único que logran es prolongar nuestra agonía económica. Este agorero vendedor de promesas vacías nos ha hecho perder el año 2009 y, según todos los indicios, perderemos también el nuevo año y hasta el vagón de cola de los países de nuestro entorno. El ‘corralito’ argentino lo tenemos ahí, acechando a la vuelta de la esquina.
Se empeña en presumir de lo que ha hecho, y no ha hecho otra cosa que agravar la crisis. Ha atacado a los empresarios, que son los que, en realidad crean empleo y nos vende como un gran logro la prolongada paz social. Obvia, naturalmente, la elevada cantidad de dinero que se llevan los sindicatos para mantenerse callados y el deterioro empresarial que ocasiona. La paz social, así lograda, está hipotecando nuestro futuro económico.
Lo de Zapatero es vaticinar nuestra recuperación económica. Será ya la novena o décima vez que anuncia, con solemnidad bobalicona, que hemos tocado fondo. Pero cada vez nos hundimos más en la miseria. Sus augurios son filfas que nos cuenta una y otra vez, pero que la cruda realidad desmonta una detrás de otra. Es un personaje que ha dilapidado ya la poca credibilidad con que contaba.
Hasta ahora, tal como indica Zapatero, el Plan E era un “poderoso” instrumento para combatir la crisis. Consolidó el sistema financiero, protegiendo los ahorros de los ciudadanos y generó, además, cerca de medio millón de empleos. Significó, dice, “un esfuerzo global” sin precedente alguno. En realidad, ¡dejémonos de zarandajas!, fue un despilfarro de dinero, 8.000 millones de euros, de los cuales una gran parte se fue en carteles de propaganda y la otra parte sirvió para alumbrar raquíticos trabajos fugaces que no solucionaron nada. Gastar grandes cantidades de dinero así, a lo loco, en inversiones improductivas, nos hunde cada vez más más en la indigencia.
Sin renunciar a nuevas ediciones del Plan E, se inventa ahora la Ley de Economía Sostenible. Y nos la presenta como si fuera el bálsamo de Fierabrás que va a curar de inmediato todos los males de nuestra economía. En esta Ley de Economía Sostenible hay de todo, menos medidas económicas fiables que puedan aportar algo útil. Está llena de retales de sus medidas anti crisis anteriores, tan evanescentes que no solucionaron nada. Faltan medidas estructurales que, al menos, frenen nuestra caída y que generen expectativas reales de creación de empleo.
Así las cosas, si Zapatero insiste en esa óptica meramente ideológica y partidista, el año 2010 será aún más negro que el que acaba de terminar. Es demencial la actitud de este Gobierno gastando habitualmente mucho más de lo que ingresa. Nada más y nada menos que un 73% más Y, para complicar más las cosas, el 50% de ese gasto se está financiando con deuda. A finales de 2010 nos encontraremos con un déficit, al menos, del 12%, cuando 2009 ha cerrado prácticamente en el 10%.
Para gestionar la economía, dice Zapatero, he procurado “llevar a cabo nuestro proyecto con la impronta del diálogo y colaboración”; y “hemos dialogado con casi todos los sectores”. Pero ese ‘casi todos los sectores’ comienza y termina en los sindicatos. Como buen personaje doctrinario, no escucha a nadie. Él solo se lo guisa y solo se lo come, y así nos va.
Hay indicios sobrados de que, durante 2010, va a continuar cayendo el consumo. La inoportuna subida de impuestos empujará a los consumidores en ese sentido. Son muchos los mileuristas que se ven obligados a prescindir hasta de artículos de primera necesidad. El 57 % de la población asalariada española no llega a cobrar, ni siquiera, los mil euros mensuales. Y aún es peor la suerte de más de otros 3 millones los asalariados, que tienen que conformarse con un ingreso medio anual de 1.823 euros. Y la pobreza, como siempre que los socialistas están al frente del Gobierno, afecta cada vez a mayor número de ciudadanos españoles. El número de indigentes y “sin techo”, ya abundante, aumentará de forma escandalosa durante el año que ahora comienza.
Al disminuir el consumo, disminuye la actividad en las empresas, muchas de las cuales se verán obligadas al cierre. En contra de las esperanzas del Ejecutivo, siguen creciendo las quiebras empresariales. Durante el cuarto trimestre de 2009, el número de procesos concursales ascendió a 1.564 concursos de acreedores. Nada menos que un 33% más que en el trimestre anterior.
El cierre de tanta empresa se traduce en una destrucción clara de empleo considerable, aumentando el número de desocupados considerablemente. Ni en los peores tiempos de Felipe González se alcanzaron cotas tan elevadas de desempleo. Son muchos los que han perdido su trabajo, bastantes más de los inscritos en las listas oficiales del INEM, ya que el Ministerio de Trabajo camufla todos los que puede. Pero 2010 va a romper todos los moldes y sobrepasaremos la temible cifra de los 5 millones de parados. El futuro se presenta muy negro, hasta para la Seguridad Social, ya que, al disminuir el número de los cotizantes, pueden verse afectadas hasta las pensiones.

Gijón, 4 de Enero de 2010

José Luis Valladares Fernández

1 comentario:

  1. Todos los datos apuntan a que vamos a entrar en una recesión " a la japonesa".El crecimiento del PIB en los dos próximos años serán negativos, y mantendremos destrucción de empleo, - eso sí,más moderada- ,pero manteniendo un bolsa de parados superior a los cinco millones.
    Lo peor,querido Jose Luis, es que más de dos millones de ciudadanos ya no reciben prestación ni subsidio alguno, y Cáritas no cuenta ni con medios ni con recursos par cubrir las demandas cada vez más masivas, que desbordan sus centros.
    Ya tenemos más de 10 millones de pobres (el país de la UE que más tiene) y nos enfrentamos a una situación de auténtica emergencia nacional.

    Saludos.

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