viernes, 8 de enero de 2010

MAL COMIENZO EN LA PRESIDENCIA EUROPEA

La mala suerte persigue a José Luis Rodríguez Zapatero en su estreno como presidente de turno de la Unión Europea. Con su desmedida avidez por estrenarse como mandatario europeo, no pensó jamás que, con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, la Presidencia de turno se convertía en un cargo meramente protocolario. Le urgía auparse a ese puesto lo antes posible para redimirse ante la ciudadanía española. Las circunstancias económicas y su mala gestión de la crisis le zarandearon de tal manera, que necesitaba resarcirse de todos sus contratiempos y, como el ave Fenix mitológica, resurgir con fuerza de sus cenizas.
De ahí que cerrara 2009 y abriera 2010 plenamente eufórico y con un entusiasmo inusitado.
Pero la estrella de Zapatero, al igual que su talante, se ha desvanecido y, como si fuera su sombra, le acompaña la mala suerte. Como aperitivo se encuentra con los duros comentarios de la prensa europea, que pone en solfa su capacidad para presidir el Consejo de ministros de la Unión Europea. Nadie espera que pueda adoptar las medidas útiles y eficaces que precisa la Unión. Es cierto que se trata de una presidencia descafeinada al aplicarse el Tratado de Lisboa y será el belga Herman Van Rompuy, como presidente permanente, quien lleve la voz cantante.
Aún así, la prensa europea recuerda que España vive la peor crisis económica de toda su historia y una tasa de paro registrado rondando el 20%. Se completa el cuadro con un déficit cercano al 12 % y con los diversos sectores industriales prácticamente hibernando. El consumo está por los suelos y los ciudadanos ahorrando por lo que pueda ocurrir, mientras el Gobierno y las comunidades autónomas despilfarran y derrochan el dinero que no tienen. Es normal que, teniendo en cuenta estas circunstancias, Europa no espere prácticamente nada de nuestro país. Pues son conscientes de que España, liderando la destrucción de empleo y sin esperanzas de abandonar la recesión, no podrá contribuir de modo positivo a la recuperación económica de la eurozona. Más aún: piensan que Zapatero utilizará esa presidencia para enmascarar los problemas estructurales de nuestro país y tratar de recuperar así su popularidad perdida.
Por si fuera poco que la prensa europea reciba de uñas la Presidencia española, a Zapatero se le acumulan los problemas. Si pusiera una fábrica de sombreros, seguro que los niños comenzaban a nacer sin cabeza. Para tratar de dar relieve a la Presidencia europea, encarga a Telefónica y Telefónica Móviles la elaboración y mantenimiento de una página web que costó la friolera de 12 millones de euros. Nada más ponerla en funcionamiento, un ‘hacker’ logra sabotearla, saltándose todos los sistemas de seguridad de la misma. Y tiene la osadía de sustituir la imagen de Zapatero por una foto del popular personaje de humor Mr. Bean. El humorista aparece sonriente, con su habitual cara de sorpresa, saludando coloquialmente a los internautas. ¡Menuda broma le ha gastado a Zapatero este pirata informático!
Prácticamente simultanea a la chacota del ‘hacker’ alemán, recibe una segunda bofetada, cuando menos falta le hacia. Se la propinan, desde Cuba, sus amigos los hermanos Castro. El eurodiputado Luis Yáñez, que había viajado a Cuba de vacaciones junto a su esposa, la diputada Carmen Hermosín, es rechazado en el aeropuerto de La Habana, prohibiéndole la entrada en Cuba. Las autoridades cubanas, con ese comportamiento tremendamente totalitario que les caracteriza, posiblemente quisieron castigar al Gobierno español por considerar muy tibia la defensa de Cuba ante los demás miembros de la Unión Europea. Quieren ver cumplidas las palabras de Miguel Ángel Moratinos, después de visitar a Raúl Castro en octubre pasado: no se puede “pedir gestos” a Cuba sino que “hay que seguir trabajando, teniendo el respeto a lo que es su política y su acción”.
Y como no hay dos sin tres, el primer presidente permanente de la Unión Europea, el conservador belga Herman Van Rompuy, se adelanta a Zapatero y convoca por su cuenta una cumbre extraordinaria de los Veintisiete para el próximo 11 de febrero. Una cumbre que tratará de “preservar el modo de vida europeo”, centrada principalmente en la salida de la crisis económica. Ya solamente le queda a Zapatero, que sea también Van Rompuy el primero que se entreviste con Barack Obama en este primer semestre de 2010.
Para romper el maleficio, José Luis Rodríguez Zapatero llama a la Moncloa al ex presidente Felipe González, al ex ministro y ex comisario europeo Pedro Solbes y al francés Jacques Delors, presidente de la Comisión Europea de 1985 a 1995. Quiere conocer su opinión sobre las actuaciones que precisa la Unión Europea, para dejar atrás lo antes posible la prolongada recesión.
Es muy significativo que Zapatero quiera pedir consejo a Felipe González y a Pedro Solbes para determinar las prioridades de la Presidencia española. Pues a nadie se le puede olvidar la herencia de Felipe González, marcada por el 23% de paro de la población activa y sin cumplir ninguna de las condiciones exigidas por el Tratado de Maastricht para entrar en la Unión Monetaria. Ocurre lo mismo con Pedro Solbes que fracasó como Ministro de Economía con Felipe González, naufragando por segunda vez en el Gobierno de Zapatero.
Convencido de su escasa capacidad intelectual, trata de salir airoso de los distintos eventos, acudiendo a lo que él llama ‘comité de sabios’, que, los que lo integran, la mayoría de las veces están tan menguados de luces como el propio Zapatero. El ‘comité de sabios’ es, ni más ni menos, una célula de asesoramiento creada para cada situación, en este caso para la Presidencia de la UE. Pero es igual: o este ‘comité de sabios’ dice lo que él piensa o no tiene en cuenta sus consejos. Es la manera de actuar de Zapatero. La mera reunión con el ‘comité de sabios’ ya avala cualquier idea que se le ocurra. En realidad, es la foto lo que vale y, por eso, pone todo su empeño en conseguirla.

Gijón, 7 de enero de 2010

José Luis Valladares Fernández

2 comentarios:

  1. Financial Times y el New York Times han arremetido con dureza contra Zapatero y la presidencia española.
    El argumento es irrefutable;¿cómo va a encabezar una recuperación económica de Europa, el presidente de un país que tiene una tasa de desempleo del 20% y más de 5.000.000 de parados?.¿Cómo va a encauzar una regeración de modelos económicos,quien carece de él,y tiene 10 millones de pobres en su país?.

    Nos espera,Jose Luis, un semestre de fastos y oropeles,de reuniones vanas e inútiles.
    Una presidencia descafeinada cuyo colofón será la visita de Obama y su fotografía con Zapatero.
    A eso se limitará la presidencia española.

    ResponderEliminar
  2. Es lamentable, Natalia, pero es así.
    Para nuestra desgracia, las únicas cartas de presentación de Zapatero son: el paro por un lado y la deuda y el déficit por otro.

    Veremos a ver a donde nos lleva, si el pueblo español no despierta a tiempo. Está siguiendo justamente el camino que nos aleja de la recuperación.

    Un saludo

    ResponderEliminar