lunes, 8 de junio de 2009

LAS COSAS DEL SOCIALISMO ESPAÑOL

Con defensores como José Luis Rodríguez Zapatero y Juan Fernando López Aguilar, tenemos sobradamente resueltos todos nuestros problemas. Ambos próceres socialistas cuidan de nosotros mejor aún que nuestros propios padres. Nos anuncian con tiempo todas las dificultades que vamos a encontrar en nuestro camino, y nos indican a la vez la mejor manera de solucionarlas. Más aún, se ofrecen paternalmente a solucionárnoslas ellos personalmente. ¡Ni que fuéramos simples bebés!
Y es que, en realidad, nos tienen por indefensos niños. Más aún, nos tienen por analfabetos funcionales y hasta por demasiado tontos. Los españoles, para estos nuevos superhombres, no damos la talla mínima. Nos falta un hervor. Y es que los socialistas son así de presuntuosos.
Para empezar, no son nada originales. Ya Felipe González, en la campaña electoral de 1996 se despachó con una misiva donde nos anunciaba que “la derecha española es un peligro para todos los logros sociales”. De aquella, según González, el PSOE ya representaba a la mayoría progresista, que estaba allí, vigilante, para “poner en evidencia las verdaderas intenciones de la derecha y su operación de camuflaje”. También intentaba abrirnos los ojos y nos advertía que el PP bajaría los impuestos a los ricos y, a la vez, recortaría las pensiones, el seguro de desempleo y hasta los gastos sanitarios y educativos.
En esta ocasión, Zapatero y Aguilar acuden a la hemeroteca y, sin más, rescatan del olvido aquella carta. Todos los españoles con capacidad legal para votar el próximo día 7 de junio, habrán recibido, junto con la oportuna propaganda electoral del PSOE, la segunda edición de la misma, cambiando simplemente las firmas. En ella se nos anima a votar, y a votar precisamente por el PSOE, ya que, según sus palabras, son ellos los que están “luchando para superar la crisis económica y a la vez apoyar más a quines más la sufren”.
Si nos fiamos de su palabra, Zapatero está, eso si, responsablemente implicado en la resolución de esta crisis. No tiene nada que ver con el desarrollo de la misma, ni con su agravamiento continuo y progresivo. Al igual que los trabajadores y las familias, es completamente inocente y ajeno a semejante problema económico. La crisis la ha provocado “la codicia y la falta de control sobre los mercados financieros amparada por la política y los políticos de la derecha” Y, claro, con la derecha, además, vienen el resto de los problemas: bajada de las pensiones y pérdida notable de los derechos más elementales de los trabajadores.
Como han hecho siempre los socialistas españoles, acuden irresponsablemente a la política del miedo. Haciendo gala de una cara dura considerable, procuran aparecer como si nunca hubieran roto un plato. España se ha convertido en una fábrica de crear parados. Pero de esto solamente puede ser culpable esa derecha insolidaria que no piensa más que en favorecer a los ricos. Ellos, los socialistas, están ahí, solícitos, para apoyar a esa pobre gente que queda sin trabajo.
Es tal la paranoia de estos visionarios socialistas, empeñados en salvarnos a toda costa, que, sin querer, han dado con la solución correcta. Nos dicen en su carta que para salir de la crisis, hay que apostar por el cambio y por el futuro, como hicieron los americanos.
No se si los americanos acertaron o no con el camino correcto, ya que Obama aún puede resultar un segundo Zapatero o un Zapatero bis. Pero estoy completamente seguro que si los votantes españoles despiertan y, de una vez, se deciden por el cambio, mandando a casa a todos estos aprendices de brujo del PSOE, seguro que aciertan plenamente. Quisieron rizar tanto el rizo en esa carta que se olvidaron de que aquí el pasado son ellos, los socialistas de Zapatero; que fueron ellos, los del PSOE, los que llegaron en una época de vacas gordas y los que, administrando mal los recursos que heredaron, nos han llevado a esta situación económica tan crítica. Este si que sería un “gran paso adelante para salir de la crisis con justicia”.
Con la derecha, dicen Zapatero y López Aguilar, los derechos de los trabajadores siempre retroceden. Con ellos, no retroceden. Desaparecen sencillamente y esos trabajadores pasan, sin más, a engrosar las listas del paro. Es una manera claramente demagógica de tapar la responsabilidad que tienen en la destrucción de empleo. Este es un dato muy significativo que puede aclararnos muchas cosas: la cifra de parados en el primer trimestre de 2009, superó a la del último trimestre de 2008 en 802.800 parados nada menos. Prácticamente el doble de toda Europa. El país europeo con más parados en este último trimestre, no pasó de los 208.000 en números redondos.
No hemos vuelto a la situación caótica de 1996, a la que nos llevó Felipe González. La hemos sobrepasado con creces, rompiendo todos los moldes negativos que se podían romper. De aquella llegó Aznar y, mediante las medidas habilitadas por su Gobierno y el sacrificio de todos, se solucionó el problema y llegamos a tiempo para entrar en el sistema monetario europeo. Ahora, nos sobran iluminados, pero, para solucionar problema tan grave, necesitaríamos a otro Aznar que, como entonces, nos haga reaccionar.
Con Zapatero no vamos a ninguna parte y terminaremos cayendo en el abismo. Ya ha demostrado ampliamente que no sabe qué es lo que hay que hacer, no para salir de la crisis, sino para situarnos al mismo nivel que los restantes países de nuestro entorno. A lo mejor es que no puede, o no quiere o no le dejan hacerlo. En todo caso, lo único que está haciendo, es hablar a sabor de la boca e insultar a cuantos le piden soluciones. Pero medidas estructurales, nada de nada.

José Luis Valladares Fernández

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