sábado, 23 de febrero de 2019

LOS CHIRINGUITOS DEL PSOE



Según una vieja leyenda de la mitología griega, el titán Prometeo subió al monte Olimpo y robó el fuego de los dioses y se lo dio a los hombres, para que pudieran calentarse. Y Zeus, que se sintió burlado por ese hecho, decidió vengarse de la humanidad y de su improvisado benefactor.  Y encargó a Hefesto, el dios del fuego y de la forja y protector de los artesanos,  que hiciese una mujer de arcilla, la famosa Pandora. Y después de infundir vida a esa imagen, Zeus se la envió a Epimeteo, el hermano de Prometeo.

Y aunque Epimeteo había sido aleccionado por su hermano para que no aceptara ningún regalo de los dioses, la belleza de aquella mujer le subyugó y terminó casándose con ella. Pandora recibió, como regalo de boda,  una misteriosa caja, con la recomendación precisa de no abrirla bajo ningún concepto. Pero Pandora, que era extremadamente curiosa, no pudo resistir la tentación y abrió la dichosa caja para ver qué había dentro. Y fue entonces cuando se escaparon de su interior todos los males del mundo, y se alojaron entre los humanos.

Entre los perversos espíritus que se escaparon de la caja de Pandora estaban los Pseudologos (Ψευδολογος), esa especie de daimones que encarnan las mentiras y las falsedades. Es cierto que, por su propia naturaleza, los Pseudologos se oponen radicalmente a Alétheia (ἀλήθεια), que es la personificación de la verdad. Hay que tener en cuenta, que los Pseudologos griegos se corresponden con los Mendacium de la mitología romana

Y los Pseudologos prófugos, o los Mendacium, que se escaparon de la caja de Pandora enturbiaron considerablemente la política, contaminando en mayor o menor medida a todos los partidos políticos. Pero fue en el Partido Socialista, donde entraron a saco y causaron los mayores estragos. Es verdad que, para conquistar el poder, todos los partidos, tanto si son de izquierdas como de derechas, recurren normalmente a las presiones, a la compra de voluntades, a la mentira y al engaño. Pero la chusma del PSOE se lleva la palma, porque utiliza todos esos recursos de una manera mucho más desvergonzada y abyecta que los demás.

Y ahora, que hace décadas que desapareció Franco, los socialistas ‘patrios’ presumen de ser de izquierdas y más antifranquistas y más demócratas que nadie. Por consiguiente, se consideran moralmente muy superiores a los demás, y se arrogan el derecho a gobernar y a disfrutar del poder. Y aunque no se ocupan nada más que de sí mismos y de sus familiares y amigos, se olvidan de la decencia y mienten con toda desfachatez afirmando que son ellos, y nada más que ellos, los que defienden y protegen al pueblo. Son ellos, por lo tanto, los únicos que merecen el apoyo de los ciudadanos para gobernar.

martes, 12 de febrero de 2019

LAS LEYES IDEOLÓGICAS DE ZAPATERO






Llevábamos más de 300 días con un Gobierno en funciones y no había manera de salir de semejante atolladero institucional. Durante todo ese tiempo, es verdad, se realizaron varios pactos, unos a la sombra y otros bajo los focos de los medios de comunicación, buscando afanosamente la manera de acabar con esa situación anómala. Pero fallaron, uno tras otro, los diversos intentos de investidura. Y todo por culpa de la desmedida ambición de Pedro Sánchez, que había  perdido claramente las elecciones del pasado 20 de diciembre.

Ante la imposibilidad de formar Gobierno, se disolvieron Las Cortes y se repitieron las elecciones el 26 de junio. Y lógicamente, las volvió a ganar Mariano Rajoy, logrando incluso mayor número de votos y más escaños. Y aunque el incombustible Pedro Sánchez perdió muchos votos y cinco escaños, continuó con su “no es no”, y con toda la euforia de quien descubre por primera vez el Mediterráneo, porque no se produjo el temido sorpaso de Podemos. Y cuando todo apuntaba a que habría que volver a votar por tercera vez, el Parlamento recupera aparentemente la cordura y se produce la investidura de Mariano Rajoy.

Decimos que la recuperación de la cordura por parte del Congreso de los Diputados es meramente aparente, porque los socialistas, aunque defenestran a su secretario general y abandonan el famoso mantra del “no es no”, siguen cuestionando esa investidura, ya que, según dicen, Rajoy no merece ser presidente de España, porque no ha estado “a la altura de las circunstancias en política económica y, mucho menos, en política social”. En esta ocasión, obligados por las circunstancias, optaron por la abstención. Sabían perfectamente que, si se repetía la cita con las urnas, el PSOE podía quedar en cuadro.

Aunque no con tanto ahínco como Pedro Sánchez, el PSOE sigue satanizando al Partido Popular, y se muestran también excesivamente críticos con Mariano Rajoy porque, según dicen, ha arruinado por completo nuestro Estado de bienestar con sus recortes indiscriminados. Recortó en educación, recortó en Sanidad, empobreciendo a toda la clase media y haciendo que se tambaleara peligrosamente la economía española. Quieren, cómo no, que dé un paso atrás por la desconfianza que genera con la corrupción, y porque, con su política injusta y antisocial, no ha hecho más que agrandar escandalosamente las diferencias entre pobres y ricos.

En la pasada legislatura, según se quejan los socialistas, Mariano Rajoy  abusó despiadadamente de su mayoría absoluta, negándose a dialogar con la oposición. Le recriminan, mira por donde, su olvido inmediato de la promesa solemne de no subir impuestos. Le reprochan igualmente su afición desmedida a legislar por decreto, y a utilizar de manera compulsiva el rodillo para sacar adelante muchas de sus propuestas.