La mejor definición de la humildad, la más simple y sumamente profunda, la encontramos en Las Moradas de Santa Teresa de Jesús. “La humildad es andar en verdad”, dice la santa abulense, que es tanto como decir que es la sabiduría de lo que somos. La humildad así entendida es una virtud cristiana y, como tal, viene a ser el fundamento imprescindible de la moral de los que practican esta religión. Pero Zapatero, que no comulga precisamente con esa doctrina, seguro que está más de acuerdo con la explicación de Nietzsche. Para Nietzsche, en efecto, la humildad no significa más que una bajeza, una debilidad de instintos propia de quienes se dejan llevar por una moral de esclavos.
El pasado día 13, en la clausura de la Convención Municipal que el PSOE celebraba en Sevilla, Zapatero trata de reactivar la moral de los suyos abusando de esa altanería mesiánica que le caracteriza. Aún no está escrito, dijo, el resultado de las elecciones municipales y autonómicas del próximo 22 de mayo. Y añadió muy ufano: "El PP está convencido de que va a ganar de calle las elecciones Se les olvida solo una cuestión que yo tengo presente cada minuto: para ganar unas elecciones hay que merecerlo”. El Partido Popular no ha hecho ningún mérito que le haga acreedor a semejante victoria, ya que apenas ha dedicado tiempo y esfuerzo a analizar los graves problemas que amenazan a nuestro Estado de bienestar.
En cambio, sí se merece esa victoria, faltaría más, Rodríguez Zapatero y de rebote el PSOE. Y es precisamente la humildad la que le da derecho a seguir contando con el beneplácito de los ciudadanos. Pues, como él mismo dice, saldrá a la calle “con humildad y asumiendo los errores” para explicar que las reformas hechas eran absolutamente necesarias para seguir contando con una protección social eficaz. El PSOE, al igual que él, merece esa victoria porque, a pesar de la crisis, ha sabido mantener sus señas de identidad mejorando notablemente el Estado de bienestar y la igualdad. Por eso pide a sus futuros alcaldes que, de cara a las elecciones del 22 de mayo, centren toda su campaña en la promoción del empleo, "y que no sea una campaña de rifirrafe, porque no es lo que necesita España. Este país necesita acuerdos, propuestas, seriedad, trabajo y rigor".
Pero la humildad del presidente del Gobierno no fue más allá. Al igual que hubiera hecho el superhombre que Mnos describe Nietzsche, Rodríguez Zapatero sacó a relucir inmediatamente su apabullante altivez, para ahogar en el acto ese oscuro gesto de humildad apenas esbozado. Y comienzan las descalificaciones para sus adversarios políticos. El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, no tiene cara de ganador, carece de ideas y de programas y utiliza siempre "cuatro o cinco palabras: la culpa es de Zapatero". No importa que se esté hablando del desempleo, de la crisis económica o de las cajas de ahorro. Acusa con toda crudeza al Partido Popular de dedicar muy poco tiempo y muy poco esfuerzo a esclarecer los problemas que nos acucian y añade: "ojalá pudiéramos tener con ellos ese contraste de ideas, pero cuando expresan su opinión es de medio lado. España siempre ha tenido una derecha muy original, no hay más que ver su trayectoria".
Como la cosa más natural, el jefe del Ejecutivo carga ásperamente contra el Partido Popular por pretender, dice, que su Gobierno hubiera adivinado la llegada de la crisis y medido anticipadamente su dimensión, cuando ni el Fondo Monetario Internacional supo hacerlo. Zapatero no solamente no supo prever la crisis; su ineptitud llegó hasta el extremo de no reconocerla cuando ya estaba haciendo estragos en nuestra economía. Su egolatría le incapacitó hasta para escuchar a Manuel Pizarro en aquel famoso debate preelectoral con Pedro Solbes, donde el ex presidente de Endesa describió perfectamente lo que estaba ocurriendo y avanzó con bastante exactitud la mayor parte de las vicisitudes económicas que hemos tenido que soportar. Este hecho le dio pie a Zapatero para llamar antipatriotas a los defensores de las tesis de Manuel Pizarro.
Es ahora cuando el presidente del Gobierno pide la colaboración de Rajoy, para poner orden en nuestra maltrecha economía, y se queja una y otra vez de que no arrima el hombro. Se olvida de que Mariano Rajoy se ha ofrecido, al menos por tres veces, a cooperar lealmente para salir con el menor daño posible de tan acuciante crisis. Entre esas tres ofertas claras de pacto de Estado, destaca la realizada en el debate de investidura. Habría que añadir igualmente gran cantidad de enmiendas y propuestas que, con idéntico fin, fueron presentadas por el Partido Popular a lo largo de esta segunda legislatura. Pero como es lógico, un gran líder de masas como Rodríguez Zapatero, convencido de su papel relevante en la historia, rechazó frontalmente ese pacto aduciendo para ello simples “razones ideológicas”. En cuanto a las sucesivas enmiendas y propuestas han sido ignoradas sistemáticamente.
Ante una perspectiva evidente de fracaso en las próximas elecciones de mayo, Zapatero recurre al victimismo y achaca todos los problemas económicos que padecemos a la arraigada insolidaridad de la derecha. Y no contento con esto, acude hasta la descalificación personal de Rajoy. Para su pésima gestión, en cambio, todos son ditirambos y alabanzas desmesuradas. Ocurrencias tan desafortunadas y fallidas como la del Plan E, en el que se gastaron inútilmente más de 13.000 millones de euros entre 2009 y 2010, han servido, según dice Zapatero, para mantener a flote la economía española, renovando oportunamente buen número de infraestructuras y equipamientos. Con razón dijo Iñaki Gabilondo en La Sexta, después de la desilusión que llevó por el cierre inesperado de CNN+, que Zapatero “ha infravalorado la dificultad de algunas cosas y ha sobrevalorado su propia capacidad”.
El voluntarismo ciego e incontrolado que padece Zapatero, le ha llevado a presumir insolentemente de una ejemplar austeridad en el gasto que no practica en absoluto y a sobrevalorar sus iniciativas, como es el caso de la reforma laboral y la reforma de las pensiones. De la reforma de las pensiones llega a decir jactanciosamente que es “para hoy, para mañana, y para pasado mañana”. Y es que aquí, a pesar de su manifiesta ineficacia, aparece de nuevo su orgullo irredento y la altivez del superhombre de “Así habló Zarathustra”, para ahogar en el acto cualquier apariencia de humildad aún antes de nacer. “Pero, ¡qué le vamos a hacer!, José Luis Rodríguez Zapatero es así.
Gijón, 19 de febrero de 2011
José Luis Valladares Fernández
Me gusta la entrada porque aunque considero que su altanería es el menor de nuestro problemas, retrata una realidad terrorifica: Nos toman por tontos, desmemoriados, sumisos. No piden nuestro voto, lo asumen.
ResponderEliminarUn saludo.
Yo creo, amigo Sefirot, que esa altivez es muy característica en Zapatero. Es tan altivo y altanero porque se ha hecho a la idea de que es el elegido por la diosa fortuna, para sacar a España del atolladareo en que la metieron los que solamente eran unos aficionados.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Mesiánica sí es la criatura, y por ende más peligrosa que una piraña en un bidé...y luego está eso de que la izquierda nunca se equivoca ni ha de pedir perdón por nada... además es un bobo solemne, por lo menos con Guerra alguna vez te reías, que hasta para ser malo hay que saber. Qué paciencia hay que tener para aguantar a Zapatustra...
ResponderEliminarPor eso digo, en la cárcel aprendería humildad
ResponderEliminarEn la linea de Rodríguez, Chaves acusó al ex delegado del gobierno del PP, cuado gobernaba Aznar, de ser el responsable de los ERE´s falsos. Estas payasadas están dirigidas a su parroquia no a los parlamentos, de modo que se les podría acusar además de hacer electoralismo barato en horas de trabajo.
ResponderEliminarMira hoy a Rodríguez, ofendido porque ¿Como le va a contestar hoy a Rajoy a temas económicos siendo el aniversario del 23F?.
Patético.
Un saludo Jose Luis.
La intervención de ZP en la conveción de Sevilla se descalifica por sí misma. Demagogia pura, pero de la barata, que hasta para hacer demagogia hay que tener estilo.
ResponderEliminarLeía hoy en algún periódico que la operación de marketing de ZP tejida por Pepiño, se ha desmoronado estrepitosamente y que ningún presidente del gobierno, ni González en sus peores momentos, ni Aznar en plena contestación por lo de Irak, ni siquiera Suárez, de quien muchos se han olvidado que estaba por los suelos pisoteado, no sólo por la oposición, sino por su propio partido, habían estado tan desacreditados para la opinión pública como lo está el muchacho de León.
¿Lo peor? O mucha cambia el tan cacareado talante, o tenemos ZP hasta el año que viene y eso, tal como está el patio, puede ser la puntilla para muchos de nosotros, en mucho menos tiempo ha sido capaz de llevarnos al más profundo sótano. Lo siguiente es el infierno, creo.
Su trayectoria desvela que es un sujeto incapaz de evaluar y vislumbrar los riesgos de sus actuaciones, siempre inmerso en una huida hacia delante que disfraza de optimismo antropológico, cuando no es otra cosa que una temeridad e inconsciencia suicida.
ResponderEliminarNo, con Zapatero no esperes reirte nunca, amiga Maribeluca. Si acaso llorar. No da para más el ejemplar.
ResponderEliminarUn abrazo
No se, amigo Carlos. Dudo de que allí aprendiera humildad; está demasiado pagado de sí mismo y de sus cualidades imaginarias.
ResponderEliminarSaludos
No se, querida Candela, si hacen esto para enardecer a sus bases, o si es que son tan ilusos y se lo creen, porque hay de todo en la viña del Señor.
ResponderEliminarSaludos cordiales
La verdad sea dicha, amigo Trece, que hasta le faltan cualidades para hacer demagogía. Se nota a la legua que le falta convencimiento, no necesitas ni pensar para ver que se trata de demagogia barata.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Yo creo, querida Natalia, que actua siempre de manera inconsciente y ni se entera del daño que puede hacer a los españoles en su conjunto. Es un verdadero peligro para el Estado de bienestar.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Yo no sé si la criatura es mesiánica o diabólica. Quizás que este último adjetivo también la vaya como un guante.
ResponderEliminarTodo muy bien descrito a lo largo del artículo, pero este mediocre no puede seguir apantallado en cualquier disculpa para no afrontar los problemas del país, porque lo que ha hechoha sido agravarlos más y más.
La situación sobrevenida debería preocuparle más al rey que la existente en el 23F del 1981, pero parece que en ZP no ha perdido la confianza como la había perdido en Suárez. Y aún ayer no quiso contestar a Rajoy con la disculpa de que era 23F, el día de la asonada que a algunos de los que estaban en el Congreso les sirvió para mejorar su currículo.
Hubo discursos, sonrisas y risotadas con motivo de dicho aniversario en este 23F en el que el país va a la bancarrota casi con toda seguridad.
Este canalla siempre se ha creído un iluminado. Sabe perfectamente que gobierna en contra de la mayoría, pero le da igual. Cuando habla lo hace para los suyos y no como presidente de todos los españoles. Por culpa de este necio somos el hazmereír del mundo entero y encima nos ha llevado a la ruina. Esto pasa cuando se vive en un corral y no en un país.
ResponderEliminarSaludos, José Luís.
Pues será muy guapamente,diabólico además de mesiánico, amigo Xesús López. Pero sigue ahí, a pesar de todo; y sigue porque todavía hay mucha gente que le apoya. Aunque no nos engañemos, el malo no solamente es Zapatero (que también), el malo es el socialismo, su doctrina.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Así es, amiga Eva, pero está ahí porque todavía hay mucha gente que le apoya. Esperemos que, para las proximas elecciones, la gente deje el corazón a un lado y vote cobn la inteligencia. De lo contrario, será catastrófico.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Si ZP no le contestó a Rajoy porque era el 23-F, ya no le contesta hasta después de Pascua; total dirá que ya faltan cuatro días, y en Pascua como pocos son los bichos que no se van de vacaciones, dejaremos las tertulias, ruegos y preguntas para cuando vuelva a refrescar "allá a últimos de septiembre. "Cuidaos todos las partes nobles". Saludos José Luis.
ResponderEliminarEn realidad no se perdió mucho, amigo Rafa, ya que iba a salir por peteneras, como hace siempre. Y total con escuchar la cantinela de siempre, no ibamos a sacar nada.
ResponderEliminarSaluos cordiales
Hola, Jose Luis, muy bien traidos a mi juicio Santa Teresa y Nietzsche, humildad y altivez para pasarle por esa aguja a Zp. Es llamativo que siendo él tan pobre hombre -no aprendió ni jota de economía desde el 86 en di-putado- en efecto sea tan altivo y tan despreciativo. Y tan falso a su palabra dada, que no vale nada.
ResponderEliminarSaludos blogueros, amigo
Felipe González es Dios y ZP su profeta, que ha sido enviado para guiarnos en el camino que ha de llevarnos a la paz perpetua e infinita y a la felicidad universal.
ResponderEliminarHoy baja impuestos y mañana los sube: ambas cosas están bien.
Hoy da cheques-bebé y mañana los quita: ambas cosas están bien.
La enumeración de una cosa y su contraria sería cansina, pero haga lo que haga ZP, bien hecho está.
Somos unos zoquetes que no le comprendemos.
Ya sabes, amigo José Antonio, que el atrevimiento y la altivez van de la mano de la ignorancia. Y eso es lo que le pasa a este hombre.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Tanto Felipe Gonzalez como ZP, amigo aspirante, nos han llevado ambos a la hecatombre económica. Pero al menos Felipe Gonzalez tenía otra planta y por causa de el, no se reían de nosotros fuera de España. Por culpa de ZP, somos el hazme reir por esos mundos de Dios.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Hablado de humildad hay un dicho que dice: la humildad engrandece. En este caso aquí lo único que engrandece son sus bolsillos y del zp no iba a ser menos. En un estado monárquico y democrático los bufones, en este caso seria los plebeyos la humildad no existe, si la ignorancia y la estupidez del pueblo que nos prestamos continuamente en estar en el siglo XIX ó XX. Que zeta-pe nos tome el pelo no me extraña ya que en este país no cabe un tonto más, es más si está seguro de que va a ganar es por algo. De todos modos salimos de Málaga y entramos en Malagón. Que más da PSOE O PP como cualquier otro partido político de "este país" (no lo pongo como desprecio,que quede claro)si todos hacen la misma función y es en "faltarnos el respeto" cada vez que se les antoja que para eso aparte de talante todavía se canta el cara al Sol y aparte de haber una herencia franquista(monarquía) no tenemos ni buena política ni buenos políticos, venga quién venga, votemos a quién votemos los mismos perros con diferentes collares. Apreciado José Luis tu bien sabes como yo que este la humildad no la conoce, el cree que es verde y se la comió una vaca. Pero que quede claro que sinvergüenzas como ZP por desgracia los estamos votando y otros los mantenemos igual o mejor sin votarlos( monarquia). La llevamos clara con los 80.000 pobres políticos humildes y es que son todos tan buenos, el mejor nuestro amigo el Pollo, ya sabes.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Que le vamos a hacer, amigo E..P..No hay mas cera que la que arde y Zapatero no quiere irse. Tendremos que aguantarle, aunque cada vez se van a complicar más las cosas.
ResponderEliminarUn saludo cordial, amigo E..P..
Estimado José Luis, del minucioso análisis que realiza hago un comentario que me llama siempre la atención y es acusar sistemáticamente a cualquiera que se le cruce en el camino de que la crisis era imprevisible. El PP tenía en su programa unos datos que no eran precisamente los más idóneos para ahora ponerse a decir lo contrario, si bien es cierto que Pizarro le "dio para el pelo" (al poco pelo) al más bueno de la clase ( madre mía que nivel nos gobierna para decir tal barbaridad). Pero es que me llama la atención porque había informes, libros, tertulias (recuerdo una muy buena que hoy está en otra cadena) que sistemáticamente avisaban de lo que se nos venía encima y del derroche que este señor hacía como remedio. Antes de ni siquiera en la calle decir que había crisis. Al poco tiempo la gente comenzó a decir la maldita palabra ( y fue cuando comenzó a ver cómo no podían vender su piso para mudarse a esa gran mansión que había adquirido, o cuando comenzaron a ver cómo subía todo de precio, sus hipotecas no paraban de subir ... y el final de mes era cada vez más lejano y más alto - como diría aquél - ). Pero eso fue posterior, y entramos en el debate ¿crisis sí - crisis no? Pero a este señor le vendría bien leerse los artículos publicados por FAES por ejemplo, repasar algunos de D. Jesús Huerta de Soto, o ir a la Cope(la nombré) y rescatar alguna tertulia de sus comienzos. Verá cómo sí era previsible, sí era atajable... no estaríamos fuera de ella, pero no estaríamos como estamos si eso hubiera sucedido. Pero como bien dice usted, la humildad de la que hace alago este señor proviene más del prusiano que de nuestra compatriota.
ResponderEliminarUn abrazo, y, saludos liberales.
Tenemos una colección de ministros y ministrinas, amigo Mairena, que causan hilaridad. Tanto Mortadelo como Filemón lo harían bastante mejor, creo yo. Ni solucionaron la crisis económica porque han tomado las medidas más contraproducentes, como subir impuestos, y ahora nos van a dejar con el culo al aire con eso del desabastecimiento de carburantes. Pues es de risa que qu ieran solucionarlo reduciendo en 10 km la velocidad en las autopistas. Esta medida, para echar multas, valdrá, pero para otra cosa, nada de nada. Esto es otra salida como las de las bombillitas de Sebastián o como la de quitarnos las corbatas cuando aprieta el calor.
ResponderEliminarSaludos liberales de un liberal