El pasado día 17 de abril, José Luis Rodríguez Zapatero acude a la Fiesta de la Rosa del PSE-EE, celebrada en Durango y aprovecha la ocasión para declararse inocente de la prolongada crisis económica que nos afecta. Llega incluso más lejos y declara solemnemente que él es una de las principales víctimas de la crisis, provocada, como no podía ser menos, por la derecha insolidaria, instrumentalizada por José María Aznar. En su mitin se refirió, como es lógico, al terrorismo de ETA y reprochó al Partido Popular el “doble discurso” que mantiene, según él, en materia antiterrorista.
Pero el meollo de su discurso, la mayor parte del mismo, estuvo dedicado a la persistente crisis económica y a criticar duramente la irresponsabilidad y el comportamiento desleal del Partido Popular con respecto a la misma. Pues, según Zapatero, a pesar de que “dicen ser tan patriotas”, han prestado muy “poca ayuda” al Gobierno para poner remedio a tan funesta situación. Y les pide que, al menos, sean valientes y proclamen “aquí y fuera de aquí” que la economía española tiene “fortaleza y solvencia” suficiente y que por lo tanto “va a salir adelante”.
Insiste Zapatero una y otra vez que hay “en juego muchas cosas importantes” para España, y la más importante es su solvencia en el mundo. Por eso, y apelando constantemente al patriotismo de la derecha, les pide que luchen “por defender siempre el interés de España” y que se abstengan de "contribuir, desde fuera, como hacen algunos a perjudicar a España". Y continua con su estribillo: "A aquellos que tanto invocan a España, que hagan algo por España y que digan, aquí y fuera de aquí, que tenemos fortaleza, solvencia y que la economía española va a salir adelante". Él es el ejemplo viviente que, sin que nadie se lo reconozca, está luchando sin desmayo en esta “dura crisis económica, financiera primero, y económica después”.
Muy claramente Zapatero elude toda responsabilidad y repite una y otra vez, que es una crisis de un sistema financiero “desregulado y sin reglas”, que nos vino de fuera. La causa remota viene determinada por la caída de Lethman Brothers, que precisamente “no cayó por culpa del PSOE”, y menos por su propia culpa, aunque alguien quiera hacer ver lo contrario. Más directamente esta “crisis tiene causas y nombres y apellidos” muy concretos, y hasta un modelo, “según el cual, lo mejor es no intervenir en la economía, ni vigilar, ni saber qué pasa". Según este modelo, dice Zapatero, todo queda en manos de los mercados. Y ese es precisamente el fallo.
Y este modelo económico que todo lo supedita a los mercados, continuó Zapatero, es un “modelo de derechas”, que fracasó estrepitosamente. Y por supuesto, ahora es el presidente del Gobierno y sus huestes los que tienen que mojarse y solucionar el problema. En esta frase lo deja meridianamente claro: "Ahora a la izquierda y al PSOE nos toca afrontar el reto, combatir la crisis y cambiar el modelo económico y hacer que España recupere crecimiento y empleo y una economía basada en la innovación, sostenible y no en la especulación, el ladrillo y el endeudamiento. Eso es lo que estamos haciendo y lo vamos a conseguir, sin ayudas o con ayudas". Lo malo es que ahora ya sabemos cual es ese nuevo modelo económico, diseñado por Zapatero y que servirá para recuperar el empleo. Se trata simplemente de la rehabilitación de viviendas. Toda una brillante idea.
Tan preocupado está Rodríguez Zapatero por esconder su propia responsabilidad, que olvida algo muy elemental. Olvida que la crisis económica no afectó exclusivamente a España, ya que todos los países tuvieron que pasar por semejante calvario. Olvida igualmente que nosotros, en principio, estábamos mejor preparados, que muchos de los países de nuestro entorno, para hacerla frente y minimizar sus consecuencias. Pues era de dominio público, -y Zapatero alguna vez presumió de ello- que crecíamos y que creábamos más puestos de trabajo que nadie. Y llegó la crisis y en pocos sitios hizo tanto daño como en España.
Creo que algo tendría que ver en el desarrollo de la crisis el comportamiento irresponsable de Zapatero y de todo su Gobierno. Mientras que, en casi toda Europa y fuera de Europa, comenzaron a tomar medidas ya en 2007 para hacer frente con garantías a la situación económica preocupante que se avecinaba, el presidente de nuestro Gobierno negaba la crisis y hasta se permitía el lujo de llamar “antipatriotas” a quienes avisaban de lo que se avecinaba y exigían que se tomaran medidas. Aún después de reconocer la crisis y constatar la evolución tan preocupante que llevaba, siguió gastando dinero a lo loco y las pocas medidas que tomaba, o eran descafeinadas, o incluso eran claramente perjudiciales. No quiso tomar ejemplo ni de la “fracasada” Merkel, ni del “nervioso” Sarkozy, y tanto Francia como Alemania están ya creciendo decididamente, mientras nosotros seguimos hundidos en el pozo.
Para completar el día, Rodríguez Zapatero busco el halago ante los asistentes a la Fiesta de la Rosa, y quiso colgarse unas medallas que francamente no se merece. Habla del Estado de Bienestar como si fuera algo inventado por él y que solamente él sabe garantizar. Afirma con todo descaro que, a pesar de la crisis “tan profunda” que ha exigido “austeridad, recortes y medidas difíciles”, hemos sabido mantener incólume el Estado de Bienestar. Y continuó: "Lo hemos defendido, lo defenderemos y lo hemos ampliado", algo que nunca ha hecho el Partido Popular. Se olvida Zapatero, por lo que parece, de que fue él, y no otro, el que realizó el mayor recorte social de nuestra historia, el que se atrevió a recortar los salarios de los trabajadores públicos y a congelar las pensiones. Y son precisamente estos, los empleados públicos y los pensionistas, además de los parados, los que de verdad sufren en sus carnes un amplio deterioro en su propio Estado de Bienestar.
Y no podía terminar la fiesta sin cantarle las cuarenta a José María Aznar, de una manera desmedida. Según Rodríguez Zapatero, es Aznar el máximo responsable de todos nuestros males actuales. "Como ex presidente del Gobierno no debe y no puede poner en cuestión medidas que han sido adoptadas con pleno respaldo del Parlamento". "Le pido que cuando esté fuera de España haga lo que todo español: hablar bien de España". Y sigue con sus aceradas invectivas contra el ex presidente del Gobierno: "Aznar, en sus declaración en la universidad de Columbia dijo varias cosas graves: que el Estado de bienestar no es sostenible. Lo dice él, que no hizo nada por él". Los logros, eso si, son debidos exclusivamente a la política social del PSOE. Y termina diciendo: "De esta crisis debe quedar el recuerdo de que a pesar de ser tan profunda, hemos mantenido el Estado de bienestar”.
Gijón, 22 de abril de 2011
José Luis Valladares Fernández