El 6 de diciembre de 1931, y ante un público
entregado que abarrotaba el Cinema de la
Opera de Madrid, José Ortega y Gasset manifestó públicamente su inquietud y su
desasosiego por la inesperada trayectoria emprendida por la Segunda República
Española. Faltando muy pocos días para que las Cortes Constituyentes aprobaran
la fallida Constitución de 1931, ya levantó su voz contra los que estaban falsificando la República a
base de radicalismo, de violencia y, cómo no, de una malsana arbitrariedad
partidista.
A lo largo de dicha conferencia, Ortega y Gasset
recalcó una y otra vez la perentoria necesidad de rescatar el perfil inicial
con el que nació la República, la auténtica República Española, y no la
imaginaria y falsificada que estaban haciendo al convertir en revolución lo que
no era nada más que un simple cambio de régimen. Y predijo claramente lo que
pasaría si no se corregía a tiempo: “la República en España, o es la que
triunfó, la auténtica, o no será. Así, sin duda ni remisión”. Y termina su discurso poniendo en boca de los
españoles que colaboraron en el advenimiento de la República aquella frase
lapidaria que tantas veces se ha repetido: “¡No es esto, no es esto!”.
Son muchos los españoles que pecaron de incautos y
se dejaron cautivar por las desmesuradas promesas de las gentes de Podemos y de
sus otros partidos afines. Y creyeron sinceramente que, gracias a las
exigencias radicales que planteaba el partido de Pablo Iglesias, lograríamos
por fin esa ansiada regeneración de la vida pública y la instauración de una
democracia más amplia. Y así fue cómo Podemos comenzó a crecer meteóricamente
en las encuestas y obtuvo un resultado francamente espectacular en las
elecciones europeas.
Es verdad que su éxito en las elecciones autonómicas
y municipales, de acuerdo con las expectativas, fue más bien escaso. Pero con
el inconcebible apoyo del PSOE por un
simple plato de lentejas, Podemos o alguna de sus otras marcas blancas
terminaron adueñándose, entre otros, de Ayuntamientos tan importantes como el
de Madrid, el de Barcelona o el de Cádiz.
Pero la decencia política que tanto predicaban se esfumó muy pronto ya
que, nada más llegar a esos puestos de responsabilidad, convirtieron esos
consistorios en auténticas agencias de colocación de familiares y amigos. La
palma, claro está, se la llevan los municipios regidos por Manuela Carmena y
Ada Colau.
No es de extrañar que, al comprobar el
comportamiento real de los que prometieron solemnemente regenerar nuestra democracia,
muchos de sus partidarios repitan ahora, una y otra vez, lo que, según Ortega y
Gasset, decían muchos de los ciudadanos que coadyuvaron al establecimiento de
la Segunda República Española: “¡No es esto, no es esto!”. Pero no todos éramos
tan ilusos, y muchos, es verdad, ya esperábamos que esta nueva formación
política terminaría siendo bastante más nepotista que los partidos
tradicionales, los de la casta, a quienes, esa gente, no se cansa de denostar.
Los nuevos regidores municipales, que militan en
Podemos o en partidos afines, se autodenominan a sí mismos los ‘alcaldes del
cambio’. Y tienen razón, ya que, gracias a ellos, se ha popularizado el
nepotismo. Antes eran los padres los que, esporádicamente, colocaban a sus
hijos. Hoy día hasta los hijos colocan a sus progenitores, y nadie hace ascos a
proporcionar una buena colocación a sus parejas. En los Ayuntamientos de Madrid
y de Barcelona, capitaneados respectivamente por Manuela Carmena y por Ada
Colau, se están batiendo todos los records de nepotismo conocidos hasta ahora.
En Madrid, por ejemplo, tenemos el caso de Luis Maestre, padre de la
portavoz consistorial, Rita Maestre, ocupará a partir de ahora la subdirección
de atención al contribuyente madrileño. Y justifican este nombramiento porque
fue precisamente Luis Maestre el funcionario que, en tiempos de Ruiz
Gallardón, montó esa Oficina Tributaria
madrileña. Y además, como apuntilló su hija, porque tiene una “solvencia
técnica apabullante”. Pero no dicen que, antaño, ese puesto llevaba aparejada
una simple jefatura y, a partir de ahora, pasa a ser toda una subdirección, lo
que comporta, cómo no, 4.500 euros más de sueldo.
La propia Manuela Carmena, regidora máxima del
consistorio madrileño, sin dudar un momento, nombra coordinador general de la Alcaldía a Luis
Cueto Álvarez de Sotomayor, marido de su sobrina carnal Ana Noguerales Carmena.
Y no contenta con esto, pocos días después, lo convierte en presidente de la
Junta Rectora de Ifema, sustituyendo en ese puesto a José María Álvarez del
Manzano. Y accedió a estos cargos, según Carmena, por su competencia y valía, y
no por ser su sobrino. Pero eso sí, dichos cargos le reportan nada menos que un
sueldazo de 90.000 euros anuales.
Y no terminan aquí los enjuagues de esa turba
madrileña que sigue ciegamente las consignas de Podemos. Como el concejal Pedro
Soto padece una distrofia muscular, el equipo responsable del cabildo municipal
tiene previsto integrar en el área de Participación Ciudadana, Transparencia y
Gobierno Abierto a Irene González Martínez, esposa de dicho edil, para que lo
asista en sus funciones dentro de la concejalía, pagándola, faltaría más, con
el dinero de todos los madrileños.
Y si nos vamos a Barcelona, los amigotes y
compinches de Pablo Iglesias bis tampoco se quedan atrás organizando embrollos
y pasteleos. Cuando abandona su activismo callejero para iniciar su carrera
política, Ada Colau promete solemnemente luchar contra cualquier tipo de
arbitrariedad y, de manera muy especial, contra el enchufismo tan común en la vida
pública. Pero hete aquí que, con la inestimable ayuda de los socialistas, se
hace con la Alcaldia de Barcelona. Y muy pocos días después de su investidura,
comete el desafuero de contratar a su pareja, Adrià Alemany, como responsable
de Relaciones Políticas e Institucionales de su partido Barcelona en Comú.
Era esto algo
que ya venía realizando gratuita y voluntariamente el compañero de Ada Colau.
Pero ahora, como es lógico, una vez oficializada esa labor, Alemany comenzó a
cobrar ya por su trabajo, abonado, claro está, por Barcelona en Comú, pero,
¡faltaría más!, con dinero público. Y de hecho, ya ha ejercido de portavoz del
gobierno municipal en reuniones con los distintos grupos de la oposición
municipal para pactar el número de asesores de
cada miembro de la corporación.
Y no terminan aquí las componendas de la nueva
regidora de Barcelona. Antes de dar comienzo a su actividad política, Ada Colau
trabajaba en el Observatorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, una
ONG que dirigía Vanesa Valiño. Tan pronto como Colau accede a la Alcaldía, contrata
a su antigua jefa como asesora del Ayuntamiento por alguno de estos motivos:
para devolver favores pasados, por amistad o porque se trata simplemente de la
pareja de Gerardo Pisarello, actual primer teniente de alcalde del Consistorio
barcelonés. No olvidemos tampoco que, Pisarello, estuvo también
empleado en esa ONG que gestionaba Vanesa Valiño.
¿Esperaba alguien que actuara de otro modo esta nueva
casta política, que comulga con la moral predicada desde Somosaguas por los
mentores de la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociología? Éramos muchos, eso sí, los que no esperábamos otra
cosa.
José Luis Valladares Fernández
Los mismos perros con distintos collares.
ResponderEliminarPor desgracia, así es. Vaya desgracia la nuestra
EliminarPues, en verdad, José Luis, yo no esperaba mucho de tanto "poderío" y así lo expresé en uno de mis post (PODEMOS-SYRIZA) en su día. Es verdad que me embargaba el deseo de que algo se regenerara en este país tan intoxicado por la política del bipartidismo corrupto... Pero parece ser que no sucedió.
ResponderEliminarEl PSOE podrá cambiar de imagen, de líder y de discurso, pero seguirá siendo el partido de genes mentales letales que envenenó la II República y ahora pretende emponzoñar el pretendido cambio, eso sí, con la ayuda de Rajoy y su camarilla; con una derecha tan débil como la de la II República, que juega a la ruleta del "ESTRAPERLO". La Historia se repite y el nepotismo también: Sálvese quién pueda con la ayuda de un pariente, o mejor de un amigo, pues ya decía Cervantes que "MÁS VALE UN AMIGO QUE CIEN PARIENTES".
Un saludo cordial, José Luis.
Y ¿no habrá alguien que se apiade de nosotros y acabe con ese inacabable martirio que no cesa? O ¿es que ese comportamiento va en el ADN de los españoles?
EliminarUn abrazo, Jano
Cualquier persona que conozca los antecedentes de quienes, anteriormente también se autocalificaron como la voz del pueblo, sabía que iba a suceder, al igual que no es difícil profetizar la que le espera al país si el frente de izquierdas alcanza el poder en las próximas elecciones de Diciembre.
ResponderEliminarDios nos coja confesados, porque mal así, peo sería aún peor
EliminarAparte de poner a miembros de sus familia en cargos bien pagados.La manera de llevar los asuntos de sus respectivos cargos es de una torpeza increible,saludos
ResponderEliminarHan protagonizado casos realmente escandalosos. Y lo malo es que ¡se quedan tan frescos
EliminarSaludos cordiales!
El adanismo más sandio ha prendido en la sociedad española...ahora el que camina sobre las aguas es Rivera, y si bien hemos mejorado algo, es igualmente de una supina estupidez.
ResponderEliminarMe consuela que ahora no habrá que emigrar al culo del mundo si como se barrunta vuelven las huestes zapateras de la mano de cualquier padrino o cosas aún peores, hay gente seria en el país vecino...Viva Portugal
En Portugal han aprendido la lección y saben curarse en salud. En España, sin embargo, hay mucho sectarismo y tendremos lo que merezcamos nada más, porque los milagros no suelen abundar.
EliminarHola Jose Luis.
ResponderEliminarAnte todo dando una vueltecita después de tanto tiempo.
Yo sigo pensando en lo mismo, seguimos con la mafiocarcia, ingenieros sirviendo cervezas y gestores que no tienen ni siquiera el graduado escolar por no decir que los hay que no han abierto un libro es su vida, seguimos con los enchufes, y con la misma morralla de siempre bien de derechas como de izquierdas, nacionalistas y patriotas, toda una falsa, ahora tod@s quieren arreglar lo que han fastidiado, todo el mundo es bueno y todo de color de rosas sacando trapos sucios de unos y de otros, a esta altura de mi vida todo esto me da verdadero asco, sin olvidar que tod@s somos complices de tanta morralla.
Un abrazo José Luis.