martes, 29 de diciembre de 2009

LA ECONOMIA ESPAÑOLA, DE MAL EN PEOR

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha convertido en un reloj de repetición. Nos da las horas, las medias horas y hasta los cuartos de hora, con frases ya muy manidas, como esta: estamos llegando al final de la crisis y vamos a volver a crecer “con carácter inminente”. Hay veces que esta expresión la sustituye por esta otra: “El tren del crecimiento está muy próximo”. Y agrega a continuación: "si hacemos lo que debemos y se aplican con rigor todas las reformas en marcha, este tren aumentará su velocidad hasta adquirir la necesaria para recuperar la creación de empleo".
Según nos indica Zapatero, este “es el momento de crecer con mayor valor añadido” y con un “aprovechamiento inteligente” de los nuevos sectores habilitados. Según Zapatero, la comunicación, la biotecnología, la sanidad, la nueva modalidad de energía y el medio ambiente, comenzarán de inmediato a absorber el porcentaje del PIB que hasta ahora nos daba el sector inmobiliario. Todo un augurio de profeta fracasado que utiliza la ya famosa ley de Economía Sostenible para escrutar nuestro futuro económico. Pero los hechos son tan tercos que no cambian, ni ahora con la Economía Sostenible, ni antes con el dichoso Plan E. Y si cambian en algo, es para peor.
Para colmo de males, los Presupuestos Generales del Estado para 2010 pasan con holgura el último trámite parlamentario. Y a estos Presupuestos, los primeros elaborados por Elena Salgado, les atribuyen el inminente milagro de acabar definitivamente con la crisis. Lo malo es que no nos caerá esa breva. Son tan irreales y negativos como los de 2009 y acentuarán peligrosamente los males económicos que nos aquejan. Merced a ellos, se disparará el déficit y la deuda pública alcanzará cotas insospechadas.
Zapatero se ha presentado reiteradamente como un mago extraordinario, capaz de solucionar hasta los problemas más arduos, pero sus juegos de manos fallan estrepitosamente, como lo han hecho siempre. Quizás sea un advenedizo de la política y al fiarse exclusivamente de sus dotes, va de fracaso en fracaso, complicándonos la vida al resto de ciudadanos.
Desde que el 8 de julio de 2008 se impone la cruda realidad y Zapatero admite, por fin, la existencia de la crisis, la alucinación se apodera del Gobierno y comienza a ver brotes verdes por doquier. Fue tal el espejismo y la ofuscación de los miembros del Ejecutivo y del PSOE, que señalaban fechas concretas para el comienzo de la recuperación económica. Primero era marzo de 2009. A partir de esta fecha, la contracción tocaría fondo y la economía comenzaría a repuntar. Y agregaba, no se si convencido o para despistar: “En marzo comenzará a crearse empleo de manera intensa”. Lejos de cumplirse esta previsión, los datos económicos empeoraron sensiblemente. Entonces Zapatero nos remite al segundo semestre de 2009. En la segunda mitad del año, tendríamos ya una actividad económica de crecimiento intertrimestral indudable.

Pero Zapatero es incombustible. El 16 de marzo de 2009 se celebra en Madrid el Foro Económico Innovae, al que asiste Zapatero y el Premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman. El discurso del economista es demoledor, todo un jarro de agua fría para las ilusiones quiméricas de Zapatero. Las perspectivas económicas de España, dijo, “son aterradoras”. La situación económica es “especialmente difícil” en España. Y agregó: “Los próximos años van a ser muy difíciles para los españoles”. Un mes después, el 29 de abril, Zapatero vuelve a soltarse el pelo y anuncia decididamente que es probable que lo peor de la crisis haya pasado ya.
Como no se han puesto en marcha medidas estructurales que den a nuestra economía ese aire competitivo que necesita, vamos de mal en peor y batimos con creces hasta las peores previsiones que se habían hecho para 2009. A falta de muy pocos días para que finalice el año, todos los pronósticos negativos han sido claramente superados. No ha habido record que no haya sido batido. Esto es, al menos, lo que nos dicen los distintos indicadores económicos.
En cuanto al PIB se refiere, se preveía que, como máximo, la recesión nacional tuviera una contracción del 1,7%. Pero el resultado fue muy diferente del esperado y se superó con creces dicha estimación. En el tercer trimestre del año, ahí es nada, tenemos ya una caída interanual del 4%, -1,2% en tasa anualizada. Con el paro ha pasado exactamente igual. Las estimaciones más negativas previstas para el año 2009 cifraban un 13,5% de paro. El resultado, faltando muy pocos días para finalizar el año, no puede ser más adverso, ronda ya el 20%.
Se esperaba que la inflación rozase crecimientos negativos, solamente durante algunos meses del año, pero vaticinaban que lo cerraríamos en el 1%. Noviembre lo cerramos con un simple repunte de cinco decimas, dejándolo en el 0,3%. Falta por contabilizar el mes de diciembre que, a este respecto, suele ser un mes bastante malo.
Al finalizar octubre, el Estado registraba un déficit de 59.310 millones de euros, lo que supone el 5,63% del PIB. La cifra prevista estaría solamente entre el 4 y el 5% del PIB. Las previsiones sobre nuestra deuda pública tampoco son halagüeñas. Cerramos el año 2008 con una deuda pública equivalente al 39,8% del PIB y ahora 2009 lo vamos a cerrar, al menos, con una deuda superior al 47% del PIB. Estos datos, que han desbordado las estimaciones más negativas del déficit, han provocado que la agencia Standard & Poor´s rebaje la calificación de la deuda española. También la agencia Moody´s nos ha dado un toque y subraya el lastre de los números rojos de nuestra deuda y sitúa a España a la cabeza de su índice de miseria.
Es cierto que Elena Salgado, hace muy pocos días, en declaraciones a la cadena SER, afirma sin titubeos, que es muy posible que en este cuarto trimestre del año abandonemos la recesión. Es muy posible, dice, que el dato del PIB se sitúe a final de año en torno al 0% y que incluso puede crecer una décima. Y no duda en señalar que, en el primer trimestre de 2010, la economía española tendrá ya un crecimiento positivo. Todo esto son músicas celestiales para arropar las desangeladas declaraciones de Zapatero, pero que no se lo cree ya nadie.
En el año 2010, nuestra economía seguirá empeorando sin remedio. La nefasta gestión que ha hecho Zapatero de la crisis económica no da para más. Zapatero mismo es el mayor problema de nuestra economía. Su totalitarismo anacrónico, unido a su incompetencia y a su sectarismo, le lleva a no aceptar consejos de nadie. Es tan iluso, que piensa que solamente él sabe lo que hay que hacer en cada momento. Y así, la tan cacareada ‘economía sostenible’ pasará a ser una economía totalmente insostenible, y nosotros nos hundiremos sin remedio en la miseria económica.

José Luis Valladares Fernández

3 comentarios:

  1. Lo peor,Jose Luis, a mi juicio,es que la Comisión Europea afirma con rotundidad en su último balance, que la economía española continuará sumida en la recesión durante el resto de 2009, un ejercicio en el que el PIB caerá el 3,7%.
    La deuda del Estado en circulación continúa creciendo de forma extraordinaria. Con datos a 30 de junio, el endeudamiento del Estado se sitúa en 422.882 millones de euros, lo que significa un increíble aumento de 112.200 millones de euros en apenas un año. O lo que es lo mismo: la deuda crece a un ritmo de 10.000 millones de euros al mes.
    Escalofriante. El país más endeudado del mundo.
    La situación es insostenible,Jose Luis.
    Nos espera un 2010 terrorífico.

    Saludos.

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  2. Tienes toda la razón del mundo, Natalia.
    Va a ser un año mucho peor que el que va a finalizar. Y el causante del desastre Zapatero, que se parece a Alicia en el País de las Maravillas. No se donde querrá llegar, pero gastando más de un 70% más que lo que se ingresa,
    la debacle está garantizada.

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  3. Te deseo,querido Jose Luis, un Feliz 2010 para ti y tu familia.
    Que este nuevo año traiga salud ante todo y que se hagan realidad todas tus ilusiones.
    Un beso muy fuerte.

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