Decía Winston Churchill que “El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de los ignorantes y la prédica de la envidia. Su misión es distribuir la miseria de forma igualitaria entre las gentes del pueblo”. Aunque esta frase del antiguo premier británico describe perfectamente, sin más, las consecuencias del socialismo, no está de más completarla con otra de Margaret Thatcher, también ex-primer ministra británica, “El socialismo fracasa cuando se les acaba el dinero…de los demás”. Y si repasamos la historia reciente, y no tan reciente de España, veremos que tanto Churchill como la dama de hierro no han hecho más que describir los resultados prácticos que se derivan de esta ideología.
Refiriéndonos exclusivamente a España, tenemos la experiencia de la llegada de los socialistas a la presidencia del Gobierno durante la II República. En septiembre de 1936, ya en plena Guerra Civil es nombrado presidente del Gobierno y ministro de la Guerra, Francisco Largo Caballero. Con Largo Caballero se dilapidó parte de las mejoras económicas logradas durante la dictadura de Primo de Rivera, con el que había colaborado lealmente. Largo Caballero fue el personaje de la República que puso todo su esfuerzo en hacer inevitable la Guerra Civil. Durante su presidencia, por iniciativa del ministro de Hacienda, Juan Negrín, se produjo la incautación de las reservas de oro del Banco de España, que de aquella no era más que una Sociedad Anónima, y su traslado posterior a Rusia.
El empobrecimiento total de España llegaría con el propio Juan Negrín Cabrera, elevado a la jefatura de Gobierno por Manuel Azaña el 17 de Mayo de 1937, por instigación directa del ala prietista del PSOE. Indalecio Prieto y sus seguidores, aprovechando el descontento y las ruidosas protestas de los comunistas y, como no, la predisposición de Manuel Azaña, forzaron la dimisión de Largo Caballero y prácticamente impusieron para sustituirle a Juan Negrín. Su estancia al frente del Gobierno de la República no pudo ser más nefasta. Hasta sus propios correligionarios, una vez finalizada la contienda civil, le hicieron responsable de la prolongación inútil de la guerra y le achacaron las atrocidades cometidas por las distintas checas. Y como al perro flaco, todo son pulgas, se le acusó de connivencia con el Partido Comunista de España y de una escandalosa subordinación a los planes de la Unión Soviética, por lo que en 1946 se le expulsa sin más del Partido Socialista.
España comienza la década de los 40 en la más extrema pobreza y su recuperación fue demasiado lenta y prolongada en el tiempo, como consecuencia del aislamiento a que se sometió al régimen de Franco. España se vio privada hasta de la ayuda norteamericana que, con el nombre de Plan Marshall, recibieron generosamente la mayor parte de los países europeos. Se necesitó mucho tesón y buena dosis de sudor y lágrimas para revertir la situación económica. Por fin la espera y los enormes sacrificios terminaron por dar sus frutos. Fueron las circunstancias internacionales las que propiciaron ese cambio esperado en la política de Estados Unidos. El triunfo de Mao en la Guerra Civil de China, el desencadenamiento de la ofensiva comunista en Corea y la deriva, cada vez más manifiesta, de Rusia hacia la denominada guerra fría, sirvieron para revalorizar la posición política y estratégica de España. Con la firma en septiembre de 1953 del denominado Pacto de Madrid, comienza de verdad la ayuda a España, en forma de defensa mutua, de cooperación económica y de asistencia técnica.
Ahora ya, de manera más desahogada, comienza nuestro repunte económico, que con el Plan de Estabilización, el abandono definitivo del tipo de economía autárquica y maltusiana, la liberación progresiva del comercio interior y la expansión de los intercambios comerciales internacionales, logramos un boom económico desconocido en España hasta entonces. El turismo y las remesas de los emigrantes, contribuyeron también, de una manera notable en ese extraordinario desarrollo económico y en una industrialización mucho más afianzada. Todo esto dio lugar a una mayor riqueza y a una mejor distribución de la misma. Hasta los mismos trabajadores comienzan a disponer, de manera visible, de unos recursos económicos algo más cercanos a los disfrutados por los países europeos de nuestro entorno.
Esta situación se mantendría, aunque con altibajos, hasta la llegada a la presidencia del Gobierno de Felipe González Márquez. Felipe González fue el primer presidente socialista de la democracia. A él se debe el famoso “plan de empleo juvenil” que dio lugar a los llamados contratos “basura” por estar muy poco remunerados y porque su extinción no daba derecho a prestaciones sociales. Expropió el holding industrial de Rumasa, la mayoría de cuyas empresas al final fueron regaladas prácticamente a amigos ocasionales del equipo de Gobierno socialista. Recortó las prestaciones por desempleo y puso en práctica el primer “medicamentazo” para ahorrar fondos públicos que necesitaba para cubrir otros flancos.
Durante la presidencia de Felipe González se llevó a cabo la conflictiva reconversión industrial, el socorrido recorte de las pensiones, la flexibilización del mercado de trabajo y la movilidad geográfica, provocando de este modo un enfrentamiento directo con Nicolás Redondo, enfrentamiento que dio lugar a las huelgas generales de 1988 y 1994. Descapitalizó la Seguridad Social, poniendo en peligro el cobro de las pensiones. Trató, eso sí, de ampliar y modernizar las infraestructuras, pero financiándolas a base de aumentar la deuda pública hasta limites peligrosos.
Por si todo esto fuera poco, el Gobierno de Felipe González se dedicó a ejercer el terrorismo de Estado contra ETA y su entorno, por mediación de aquellas agrupaciones armadas parapoliciales que dirigían altos funcionarios del Ministerio del Interior y que se presentaban como los GAL y que se mantuvieron activos de 1983 a 1987. El mantener la actividad de estos grupos exigía enormes desembolsos, dejando al descubierto otras necesidades más perentorias. Al lado de esto, nos encontramos con la mayor corrupción de la historia española. Además de casos personales como Luis Roldan y otros que daban buena cuenta de los llamados fondos reservados, nos encontramos con la trama de empresas, Filesa, Malesa y Time-Export dedicadas a la financiación irregular del PSOE. Cuando por fin pierde Felipe González las elecciones en 1996, deja el Gobierno con una deuda de 60 billones de pesetas, 5,5% de déficit público, una inflación del 3,5% y una tasa de paro del 23%.
Cuando José María Aznar se hace cargo de la presidencia, tiene que empezar otra vez de cero. La Seguridad Social tenía un déficit del 0,7% del PIB, 500.000 millones de pesetas contantes y sonantes. Lo que le obligó a pedir préstamos a varias entidades bancarias para poder hacer frente al pago de las pensiones durante los primeros meses de su Gobierno. A base de controlar los gastos superfluos, la situación económica fue revertiendo y en los ocho años de su mandato, la deuda del Estado se redujo en 18 puntos, pasando del 68,1% del PIB de 1996 al 50,1% en 2004. Esta reducción de la deuda supuso un ahorro anual en intereses de 1.700 millones de euros. En 1996, la renta española estaba en el 78% de la media europea, exactamente el mismo porcentaje que en 1976. En 2003, la renta española se situaba ya en el 86% de esa media. Entre 1997 y 2000, crecimos un 4,2%, un punto por encima de la media de los países occidentales. Durante la segunda legislatura de Aznar seguimos creciendo un 2,5%.
La creación de puestos de trabajo fue otro de los logros importantes de la política liberal del Gobierno de Aznar. En 1996 solamente estaban afiliados a la Seguridad Social 12,3 millones de personas, las mismas prácticamente que en 1976. Sin embargo en 2004 los cotizantes a la Seguridad Social eran ya 16,6 millones de personas. Desde 1996 hasta 2004, por consiguiente, pasaron a engrosar la lista de afiliados 4,3 millones más de trabajadores. Hubo años en que se generaron en España tantos empleos como en toda Europa. De este modo, la tasa de paro bajo del 23% al 13,6%. Hasta el número de trabajadores con contrato indefinido creció nada menos que en 3,3 millones. Todos los indicadores económicos que comprobemos, veremos que evolucionaron positivamente. La austeridad en el gasto, la liberación y las privatizaciones dieron otro aire a la economía española, siendo posible emprender una nueva política fiscal, con impuestos más bajos y supresión de algunos, como el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) y el de Sucesiones en las Comunidades Autónomas gobernadas por el Partido Popular.
Pero en 2004, y de la manera que todos sabemos, llega a La Moncloa José Luis Rodríguez Zapatero y, claro, volvemos a los dogmas y a los postulados del socialismo, aplicados irresponsablemente de una manera más sectaria que Felipe González. De este modo, el empobrecimiento de la sociedad y el deterioro del Bienestar Social se producirán de una manera más rápida e integral. Desde el primer momento, desde que puso los pies en La Moncloa, comenzó a gastar sin el menor control y a gastar bastante más de lo que se recauda. Durante los primeros años, aparentemente todo iba bien, ya que el Partido Popular había dejado las arcas llenas, pero llegó lo inevitable.
A Rodríguez Zapatero se le fue la mano en el manejo de la chequera y, cuando se dio cuenta, en la caja del Tesoro ya no quedaban ni telarañas. Gran parte del dinero de la caja lo empleó en comprar la amistad de tanto déspota como anda por ahí suelto, como Fidel y Raúl Castro, Hugo Chávez, Evo Morales y el Sultán de Marruecos, entro otros, que aunque se dicen amigos suyos, de vez en cuando le sueltan por la espalda alguna que otra puñalada trapera. Otra parte importante de dinero la utilizó para sobornar a unos dirigentes sindicales insaciables para comprar la paz social. Y entre los beneficiarios de estas suculentas entregas de dinero no podían faltar los de la ceja y demás miembros de la farándula y multitud de ONGs afines que, según indican, lo invierten después en las cosas más peregrinas, entre las que se encuentra la "corrección del pie zambo congénito" en la zona Este de la República Democrática del Congo o la promoción del “acceso a la salud sexual y reproductiva” del colectivo gay del Perú.
La política de gasto desenfrenado, bastante por encima de lo que en realidad se recauda, nos ha llevado a un desequilibrio presupuestario notable, que el Gobierno ha intentado enjugar emitiendo deuda pública. Como nuestro endeudamiento es ya tan alto y los gastos tan desmesurados, que los inversores tradicionales desconfían de nosotros y pende sobre nuestra economía la espada de Damocles en forma de intervención europea de nuestra economía. Nuestra credibilidad económica es nula y ahora Zapatero esta cumpliendo con el papel tradicionalmente derivado de cualquier forma de socialismo: en vez de riquezas, está repartiendo ya, a manos llenas, pobreza y miseria entre los ciudadanos españoles.
Gijón, 13 de diciembre de 2010
José Luis Valladares Fernández
Refiriéndonos exclusivamente a España, tenemos la experiencia de la llegada de los socialistas a la presidencia del Gobierno durante la II República. En septiembre de 1936, ya en plena Guerra Civil es nombrado presidente del Gobierno y ministro de la Guerra, Francisco Largo Caballero. Con Largo Caballero se dilapidó parte de las mejoras económicas logradas durante la dictadura de Primo de Rivera, con el que había colaborado lealmente. Largo Caballero fue el personaje de la República que puso todo su esfuerzo en hacer inevitable la Guerra Civil. Durante su presidencia, por iniciativa del ministro de Hacienda, Juan Negrín, se produjo la incautación de las reservas de oro del Banco de España, que de aquella no era más que una Sociedad Anónima, y su traslado posterior a Rusia.
El empobrecimiento total de España llegaría con el propio Juan Negrín Cabrera, elevado a la jefatura de Gobierno por Manuel Azaña el 17 de Mayo de 1937, por instigación directa del ala prietista del PSOE. Indalecio Prieto y sus seguidores, aprovechando el descontento y las ruidosas protestas de los comunistas y, como no, la predisposición de Manuel Azaña, forzaron la dimisión de Largo Caballero y prácticamente impusieron para sustituirle a Juan Negrín. Su estancia al frente del Gobierno de la República no pudo ser más nefasta. Hasta sus propios correligionarios, una vez finalizada la contienda civil, le hicieron responsable de la prolongación inútil de la guerra y le achacaron las atrocidades cometidas por las distintas checas. Y como al perro flaco, todo son pulgas, se le acusó de connivencia con el Partido Comunista de España y de una escandalosa subordinación a los planes de la Unión Soviética, por lo que en 1946 se le expulsa sin más del Partido Socialista.
España comienza la década de los 40 en la más extrema pobreza y su recuperación fue demasiado lenta y prolongada en el tiempo, como consecuencia del aislamiento a que se sometió al régimen de Franco. España se vio privada hasta de la ayuda norteamericana que, con el nombre de Plan Marshall, recibieron generosamente la mayor parte de los países europeos. Se necesitó mucho tesón y buena dosis de sudor y lágrimas para revertir la situación económica. Por fin la espera y los enormes sacrificios terminaron por dar sus frutos. Fueron las circunstancias internacionales las que propiciaron ese cambio esperado en la política de Estados Unidos. El triunfo de Mao en la Guerra Civil de China, el desencadenamiento de la ofensiva comunista en Corea y la deriva, cada vez más manifiesta, de Rusia hacia la denominada guerra fría, sirvieron para revalorizar la posición política y estratégica de España. Con la firma en septiembre de 1953 del denominado Pacto de Madrid, comienza de verdad la ayuda a España, en forma de defensa mutua, de cooperación económica y de asistencia técnica.
Ahora ya, de manera más desahogada, comienza nuestro repunte económico, que con el Plan de Estabilización, el abandono definitivo del tipo de economía autárquica y maltusiana, la liberación progresiva del comercio interior y la expansión de los intercambios comerciales internacionales, logramos un boom económico desconocido en España hasta entonces. El turismo y las remesas de los emigrantes, contribuyeron también, de una manera notable en ese extraordinario desarrollo económico y en una industrialización mucho más afianzada. Todo esto dio lugar a una mayor riqueza y a una mejor distribución de la misma. Hasta los mismos trabajadores comienzan a disponer, de manera visible, de unos recursos económicos algo más cercanos a los disfrutados por los países europeos de nuestro entorno.
Esta situación se mantendría, aunque con altibajos, hasta la llegada a la presidencia del Gobierno de Felipe González Márquez. Felipe González fue el primer presidente socialista de la democracia. A él se debe el famoso “plan de empleo juvenil” que dio lugar a los llamados contratos “basura” por estar muy poco remunerados y porque su extinción no daba derecho a prestaciones sociales. Expropió el holding industrial de Rumasa, la mayoría de cuyas empresas al final fueron regaladas prácticamente a amigos ocasionales del equipo de Gobierno socialista. Recortó las prestaciones por desempleo y puso en práctica el primer “medicamentazo” para ahorrar fondos públicos que necesitaba para cubrir otros flancos.
Durante la presidencia de Felipe González se llevó a cabo la conflictiva reconversión industrial, el socorrido recorte de las pensiones, la flexibilización del mercado de trabajo y la movilidad geográfica, provocando de este modo un enfrentamiento directo con Nicolás Redondo, enfrentamiento que dio lugar a las huelgas generales de 1988 y 1994. Descapitalizó la Seguridad Social, poniendo en peligro el cobro de las pensiones. Trató, eso sí, de ampliar y modernizar las infraestructuras, pero financiándolas a base de aumentar la deuda pública hasta limites peligrosos.
Por si todo esto fuera poco, el Gobierno de Felipe González se dedicó a ejercer el terrorismo de Estado contra ETA y su entorno, por mediación de aquellas agrupaciones armadas parapoliciales que dirigían altos funcionarios del Ministerio del Interior y que se presentaban como los GAL y que se mantuvieron activos de 1983 a 1987. El mantener la actividad de estos grupos exigía enormes desembolsos, dejando al descubierto otras necesidades más perentorias. Al lado de esto, nos encontramos con la mayor corrupción de la historia española. Además de casos personales como Luis Roldan y otros que daban buena cuenta de los llamados fondos reservados, nos encontramos con la trama de empresas, Filesa, Malesa y Time-Export dedicadas a la financiación irregular del PSOE. Cuando por fin pierde Felipe González las elecciones en 1996, deja el Gobierno con una deuda de 60 billones de pesetas, 5,5% de déficit público, una inflación del 3,5% y una tasa de paro del 23%.
Cuando José María Aznar se hace cargo de la presidencia, tiene que empezar otra vez de cero. La Seguridad Social tenía un déficit del 0,7% del PIB, 500.000 millones de pesetas contantes y sonantes. Lo que le obligó a pedir préstamos a varias entidades bancarias para poder hacer frente al pago de las pensiones durante los primeros meses de su Gobierno. A base de controlar los gastos superfluos, la situación económica fue revertiendo y en los ocho años de su mandato, la deuda del Estado se redujo en 18 puntos, pasando del 68,1% del PIB de 1996 al 50,1% en 2004. Esta reducción de la deuda supuso un ahorro anual en intereses de 1.700 millones de euros. En 1996, la renta española estaba en el 78% de la media europea, exactamente el mismo porcentaje que en 1976. En 2003, la renta española se situaba ya en el 86% de esa media. Entre 1997 y 2000, crecimos un 4,2%, un punto por encima de la media de los países occidentales. Durante la segunda legislatura de Aznar seguimos creciendo un 2,5%.
La creación de puestos de trabajo fue otro de los logros importantes de la política liberal del Gobierno de Aznar. En 1996 solamente estaban afiliados a la Seguridad Social 12,3 millones de personas, las mismas prácticamente que en 1976. Sin embargo en 2004 los cotizantes a la Seguridad Social eran ya 16,6 millones de personas. Desde 1996 hasta 2004, por consiguiente, pasaron a engrosar la lista de afiliados 4,3 millones más de trabajadores. Hubo años en que se generaron en España tantos empleos como en toda Europa. De este modo, la tasa de paro bajo del 23% al 13,6%. Hasta el número de trabajadores con contrato indefinido creció nada menos que en 3,3 millones. Todos los indicadores económicos que comprobemos, veremos que evolucionaron positivamente. La austeridad en el gasto, la liberación y las privatizaciones dieron otro aire a la economía española, siendo posible emprender una nueva política fiscal, con impuestos más bajos y supresión de algunos, como el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) y el de Sucesiones en las Comunidades Autónomas gobernadas por el Partido Popular.
Pero en 2004, y de la manera que todos sabemos, llega a La Moncloa José Luis Rodríguez Zapatero y, claro, volvemos a los dogmas y a los postulados del socialismo, aplicados irresponsablemente de una manera más sectaria que Felipe González. De este modo, el empobrecimiento de la sociedad y el deterioro del Bienestar Social se producirán de una manera más rápida e integral. Desde el primer momento, desde que puso los pies en La Moncloa, comenzó a gastar sin el menor control y a gastar bastante más de lo que se recauda. Durante los primeros años, aparentemente todo iba bien, ya que el Partido Popular había dejado las arcas llenas, pero llegó lo inevitable.
A Rodríguez Zapatero se le fue la mano en el manejo de la chequera y, cuando se dio cuenta, en la caja del Tesoro ya no quedaban ni telarañas. Gran parte del dinero de la caja lo empleó en comprar la amistad de tanto déspota como anda por ahí suelto, como Fidel y Raúl Castro, Hugo Chávez, Evo Morales y el Sultán de Marruecos, entro otros, que aunque se dicen amigos suyos, de vez en cuando le sueltan por la espalda alguna que otra puñalada trapera. Otra parte importante de dinero la utilizó para sobornar a unos dirigentes sindicales insaciables para comprar la paz social. Y entre los beneficiarios de estas suculentas entregas de dinero no podían faltar los de la ceja y demás miembros de la farándula y multitud de ONGs afines que, según indican, lo invierten después en las cosas más peregrinas, entre las que se encuentra la "corrección del pie zambo congénito" en la zona Este de la República Democrática del Congo o la promoción del “acceso a la salud sexual y reproductiva” del colectivo gay del Perú.
La política de gasto desenfrenado, bastante por encima de lo que en realidad se recauda, nos ha llevado a un desequilibrio presupuestario notable, que el Gobierno ha intentado enjugar emitiendo deuda pública. Como nuestro endeudamiento es ya tan alto y los gastos tan desmesurados, que los inversores tradicionales desconfían de nosotros y pende sobre nuestra economía la espada de Damocles en forma de intervención europea de nuestra economía. Nuestra credibilidad económica es nula y ahora Zapatero esta cumpliendo con el papel tradicionalmente derivado de cualquier forma de socialismo: en vez de riquezas, está repartiendo ya, a manos llenas, pobreza y miseria entre los ciudadanos españoles.
Gijón, 13 de diciembre de 2010
José Luis Valladares Fernández
Yo estoy casi segura de que ganará el PP así que a ver cómo se lo monta, aunque conste que no me gustaría, pero es lo que hay, o PP o PSOE.
ResponderEliminarUn abrazo José Luis :-)
Un artículo didáctico, un recorrido por la historia reciente de España, y la no tan reciente de la segunda República.
ResponderEliminarLas frases de Churchill y Margaret Thatcher parecen describir, ajustarse a la hoja de ruta culminada con la política zapaterista.
Un pequeño apunte: en Galicia seguimos soportando el pago del impuesto de los pobres, el de las sucesiones hereditarias. Alguna excepción introdujo Fraga cuando Rajoy hizo su cruzada en base a la promesa de suprimirlo, promesa reiterada por Alberto Núñez Feijóo en su campaña electoral, promesa incumplida como otras en relación con el tema medioambiental.
Un cordial saludo. Y agradecido.
Cabe pensar que si conseguimos algún día una o dos legislaturas buenas, volverán los socialistas a hacerse cargo y a administrar esas mejoras a su manera otra vez.
ResponderEliminarHay algo que está claro, sin necesidad siquiera de entrar en disquisiciones políticas que, como bien sabemos, pueden ser interesadas. Qué es lo que está claro, pues que en cualquier economía, si gastas más de lo que ingresas te vas al pozo. Las únicas excepciones, son casos puntuales, en los que se sabe que recurriendo a un crédito se puede evitar eso que se llama malvender una posesión, pero han de ser eso, casos puntuales y por tiempo determinado, de lo contrario estaremos en las mismas.
ResponderEliminarEso es pura y simple economía doméstica, de la que algunos no saben nada, porque siempre han tenido a su disposición el dinero de los demás y no el que ellos hayan ganado honradamente.
Pone los pelos de punta tu entrada, Jose Luis. Yo ya he leido sobre laépoca del 34 hasta los 40, pero se ve que no aprendemos.
ResponderEliminarEl PSOE siempre con un gran aparato de marketing, vende,vende y vende..Pero luego todo es papel mojado y lo primero que hace es tirar mano de caja para comprar su permanencia en el poder. Luego hablamos de memoria histórica, si la tuviesemos de verdad no votaría PSOE más que los familiares de los candidatos, y no todos.
Un cordial saludo.
También fueron los socialistas los que olvidaron poner límites a la especulación en EEUU y frenar las hipotecas basuras que más tarde sumirían a todo el mundo en el caos absoluto? Creo que no... lo de que el PSOE a vivido a expensas de las arcas llenadas por el PP me suena a discurso obsoleto y sin fundamento de Mariano Rajoy hacia el 2004. De todos modos, no sé porque pones el ejemplo del PSOE para mostrar los terrores del socialismo, cuando el PSOE ya de socialista tiene bien poco: con decirtte que utilizó dinero publico para rescatar bancos y que en las reformas laborales siempre respalda al patronato...
ResponderEliminarUn saludo. Y un humilde consejo: la lectura de tu blog sería más cómoda si ensancharas el espacio.
No comulgo con Aznar, pero hay que reconocer que su mandato fue fructífero. Saludos José Luis.
ResponderEliminarI Fiend interesting and digestible your blog which is why we invite you to exchange links.
ResponderEliminarIf you agree put in your blog http://hotshowgay.blogspot.com/
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In true communication I hope to answer the invitation whether the decision that you will get.
Thanks for visiting my blog.
Los defensores de ZP dicen que la crisis llegó a la economía mundial en un momento dado sin la intervención de Zapatero. La realidad es que sí, pero no por eso es mentira todo lo que citas (tan bien documentado como siempre) en tu entrada. Este incompetente no ha sabido gestionar la crisis y se ha dedicado primero a negar su existencia (no entiendo cómo se ha podido olvidar eso) y después a dilapidar a manos llenas el dinero de todos en su experimento personal de liderazgo progre.
ResponderEliminarAntes con Aznar creábamos tantos puestos de trabajo en España como los de toda Europa y ahora tenemos tantos parados en España como en toda Europa, un buen cambio. Y todo a cambio del matrimonio gay, el aborto para las niñas de 16, la Alianza de Civilizaciones, la política exterior de más débil de la democracioa, etc...
¡Elecciones anticipadas ya!
Condensa mucho amigo José Luis, pero que mucho, mucho. no me da tiempo a responder un post tan condensado desde el chiste el faro, con el que me reído a carcajadas, hasta los que dice de la gran señora del liberalismo, Thacher y quedarme con la expesión de la envidia de los mediocres adscritos al socialismo por sir Winston Churchill.
ResponderEliminarDicho de otro modo más explícito. Nos faltan líderes de talla. Nos falta gente de estado. Nos falta intelectuales intrépidos, con energía para defender nuestro ethos europeo.
Nos falta ciehntíficos verdaderos que sepan de "filosofía".
Gran post. Hasta lo que he podído leer, con el que más me identifico.
Saludos cordiales.
Yo, querida Vir, aun no tengo muy seguro que sea el PP el que gane las próximas elecciones. Veremos a ver. El PSOE actual, desde luego, ya ha dado muestras sobradas de que no sabe gestionar la crisis económica. Más aún, nos ha hundido más en ella.
ResponderEliminarUn abrazo
Desgraciadamente, amigo Xesús Lopez, esas definiciones del socialismo de esos políticos ingleses, vienen como anillo al dedo.
ResponderEliminarCreo que debeis pedirle a Feijóo que acelere la supresión del impuesto de sucesiones. Es lo que cuadra dentro de la doctrina tradicional del PP.
Saludos cordiales
Es que el pueblo, amigo Carlos, no termina por aprender. Y si aprende, lo olvida muy pronto. Pues la historia no puede ser más elocuente.
ResponderEliminarUn abrazo
Así es, amigo Trece. Y eso más o menos es lo ue hacemos cada uno de nosotros en nuestra casa. Procuramos gastar con medida y siempre menos de lo que ingresamos.
ResponderEliminarPero este Gobierno, como ya dijo la ex-ministra Calvo, están convencidos de que el dinero público no es de nadie, pues se gasta y ya está.
Y así nos va a todos los españoles, por lo menos a los que no vivimos de la política.
Un abrazo
En realidad, amiga Candela, es lo que suelen hacer siempre: comprar su poltrona con el dinero de todos.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Gracias, amigo Quico, por asomarte a este blog. Dejando a un lado a la época de la República, en la que se vivieron movimientos escepcionales, el primero que puso en riesgo las pensiones, fue Felipe González. Se solucionó el problema en tiempos de Aznar y ahora con Zapatero, vuelven a estar en el aire.
ResponderEliminarQuizás tengas razón en que hoy esos no son socialistas, porque en realidad no dan ejemplo de lo que dicen ser. Pero no han abandonado las ganas de intervenir en todo, ni el sectarismo. Y
en consecuencia, producen los mismos efectos, llamemoslo socialismo o llamémoslo de otra manera.
Saludos cordiales
No somos nadie perfect os, amigo Rafa. Y Aznar no es una escepción. Pero en lineas generales su paso por el Gobierno fue francamente positivo.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Efectivamente, amigo Sibarita, la crisis económica ha sido mundial. Pero aquí en España, solapada con esa crisis hemos tenido otra crisis provocada por no haber gestionado bien y a tiempo la crisis que era común a todos. Por eso tenemos el doble parados que toda Europa junta.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Ese es nuestro problema, amiga Eleonora, que carecemos de personas con verdadero peso específico intelectual y también, por qué no decirlo, moral.
ResponderEliminarCon medianías nunca iremos a ninguna parte.
Saludos cordiales
De todas formas a veces la gente confunde con "neoliberalismo" cosas que no lo son, y en España aún los del PP se quedaron muy cortos en eso y queda muchísimo por hacer... nuestro problema es estructural y como no se meta mano en ciertos temas de fondo, muy polémicos y que generarán enfrentamientos porque hay que derribar muchos momios, los problemas persistirán aunque mejoren las cosas y se reduzca el paro como ya consiguieron la vez anterior. Un abrazo Jose Luis.
ResponderEliminarQue buenas definiciones de socialismo.
ResponderEliminarUn saludo.
Ya lo se, querida Maribeluca, que queda mucho por recorrer. Y el camino no va ser facil. Hay de por medio muchos intereses creados y que la gente se vuelve acomodaticia. Pero poco a poco se iran derribando diques y, aunque de manera muy lenta, algo conseguiremos.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias amigo Sefirot por visitar este blog. Ya lo creo que tanto Churchill como la Dama de Hierro definieron con exactitud al socialismo. En realidad no hicieron otra cosa que describir a sus adversarios los laboristas ingleses.
ResponderEliminarSaludos cordiales
En españa siempre a sido la misma cantinela de siempre, da igual quien gobierne: La Izquierda siempre está preocupada de estupideces y gastar el dinero en ellas. Y la derecha se preocupa de sí misma y no gasta el dinero ni para hacer bien, ni para hacer mal.
ResponderEliminarComo bien dijo el Cardenal Richelieu: "La mejor manera de acabar con los españoles es dejar que se gobiernen ellos mismos". Y que razón tenía....
En resumidas cuentas da igual quien gobierne en España, todo sigue igual.
Luego se preguntan porqué la juventud desprecia a la clase política. (a toda ella)
Un saludo.
El sistema de partidos actual fomenta la corrupción y el ascenso de los incapaces. La inexistencia de listas abiertas es uno de los males de nuestra democracia. El resultado es que en los partidos medran no los capaces, sino los que presentan una adhesión inquebrantable, para conseguir un ministerio, favores varios, etc.
ResponderEliminarAdemás es algo que dificilmente va a cambiar, ya que los interesados en que se mantenga así siempre son los que ostentan el poder en el gobierno o en los partidos.
El superávit presupuestario era fundamentalmente debido al IVA y Transmisiones patrimoniales proviniente de las compraventas de pisos. Al pincharse la burbuja, se acabó el superávit e hizo su aparición el déficit, engordado por una enorme cantidad de dispendios totalmente innecesarios, como el cheque-bebé, etc.
La verdad es que algo tan sencillo como ahorrar cuando te sobra, para cuando te veas en problemas, que sabía perfectamente el ama de casa tradicional, parece risible que no lo hayan sabido presidentes del gobierno, ministros de economía (Solbes sí, no le hicieron caso y dimitió) y diversos asentidores y palmeros de adhesión inquebrantable.
Así nos va. Y espera, que esto aún no ha terminado.
Evidentemente, amigo Pepe deapié, las listas abiertas sería una buena cosa. Y la reforma no debería acabar ahí, dejando que los ciudadanos elijan libremente al que quieran, sin cortapisas.
ResponderEliminarDebería desaparecer tambien la prima que tienen los partidos nacionalistas. No tiene porqué tener más diputados en PNV, por ejemplo, que IU, cuando IU tiene muchos más votos.
Saludos cordiales.
Gracias, amigo Randall Flagg, por acercarte a este blog.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Uno de los mejores análisis que he leído en mucho tiempo. Pero mucho me temo que este texto, que debería aparecer en los libros de estudio de los escolares de hoy en día, no lo haga..., ni ninguno otro que se le parezca, tampoco.
ResponderEliminarEnhorabuena. (como sigas así, lo vas a tener complicadísimo para afiliarte al PSOE..., jeje)
Tendria que volverme loco, amigo inisfree, para que yo tratara de afiliarme al PSOE. Yo no valgo para decir a cada momento ¡Sí, mi amo!, Soy muy celoso de la libertad. Los socialistas son enemigos declarados de los fascistas o nazis. Pero dime, amigo inisfree, que diferencias hay entre unos y otros?. Ninguna. Todos ellos mamaron el totalitarismo y no lo practican, los que no pueden, por las circunstanxias polítkicas o por lo que sea. Pero las ganas no hay quien se las quite.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, José Luís.
ResponderEliminarEl socialismo es una ideología nefasta que sigue consiguiendo votos por una sencilla razón y es que son maestros de la propaganda. Esto en una sociedad analfabeta funcional como la española cala y mucho.
Un saludo.
Ni tan nefasta, amiga Eva. Y además, como tu misma indicas, don con una gente con espíritu borreguil que no sabe funcionar si no es en rebaño y hacen lo que quieren. En otro país cualquiera de los de nuestro entorno, hace tiempo que hubieran tenido que irse a su casa. Y además se les exigirían responsabilidades.
ResponderEliminarSaludos cordiales
José Luis, me habiía resistido un par de veces a leer esta entrada, por lo extensa.
ResponderEliminarMagnifica exposición histórica.
Solo quiero puntualizar, que Felipe Gonzalez, a pesar, rodearse de gente poco recomendable, tomar medidas erroneas y fracasar en economia, decir en su favor que tenía bastante peso internacional, y no impuso un socialismo radical, com ha hecho ZP, volviendo a crear polémicas continuas entre los españoles.
Efectivamente, amigo Helio. Felipe González tenía otro peso específico, del que carece Zapatero. Al menos tenía planta y tampoco intentó hacer las burradas de Zapatero. Pero la economía, aplicando los sistemas socialistas, no funciona.
ResponderEliminarUn abrazo
El problema es que siempre estaremos en un ciclo de alternancia en el que los gobiernos socialistas se benefician de los años de apretarse el cinturón de los gobiernos del PP. ¡¡Y a Dios gracias!!, porque si no existiera esta alternancia no salíamos a flote del hundimiento en picado en el que nos dejan siempre los gobiernos socialistas
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