Desde que Mariano Rajoy
llegó a La Moncloa, comenzaron a crecerle espontáneamente los enanos. Va a
perder muchos votos, aunque no se lo crea, por la aplicación inesperada de tantos
y tan duros recortes que ha impuesto a
los de siempre, a los que menos culpa tienen y a los que más lo necesitan. Y
para ello utiliza interesadamente la disculpa de la crisis. Pero a esa abultada
pérdida de votos, tendrá que sumar otros muchos, que se van a esfumar indudablemente
por el trato de favor de su Gobierno a los terroristas de ETA.
Entre los ministros del
actual Gobierno, hay más de uno que, en vez de Mariano Rajoy, parece que se lo
eligió la oposición o alguno de sus más recalcitrantes enemigos políticos. Y
entre estos, destaca precisamente Jorge Fernández Díaz, titular del Ministerio
del Interior. Sus actuaciones resultan excesivamente descorazonadoras para las
víctimas del terrorismo, al comprobar una y otra vez el desparpajo con que
justifica las medidas de gracia que concede frecuentemente a los presos etarras.
Como nos supone duros de mollera, justifica el trato dado a Josu Uribetxeberria Bolinaga con disculpas
de Perogrullo, retorciendo la ley a su antojo y concluyendo muy ufano: si no se
le hubiera concedido el tercer grado, el
Gobierno habría “incurrido en prevaricación”.
El artículo 104.4 del Reglamento
Penitenciario es tan meridianamente claro, que no admite dudas y
disquisiciones: “Los penados enfermos muy graves con padecimientos incurables,
según informe médico, con independencia de las variables intervinientes en el
proceso de clasificación, podrán ser clasificados en tercer grado por
razones humanitarias y de dignidad personal, atendiendo a la dificultad para
delinquir y a su escasa peligrosidad”. La
interpretación es muy simple: las instituciones penitenciarias tienen esa potestad, pero en ningún caso están
obligadas a ejercerla. Buena prueba de ello es que, según las estadísticas, cada
tres días muere un preso en situación terminal en las cárceles españolas. Pero
nadie ha visto que el Ejecutivo se desviva para que a estas personas se las
libere con tiempo suficiente para que puedan morir en sus casas. Estos pobres penados cometieron la torpeza de no estar
vinculados a la banda terrorista vasca.
El trato de favor otorgado
al carcelero de José Antonio Ortega Lara, evidencia palpablemente que el
Gobierno de Rajoy ha decidido continuar con la política de claudicación del
Estado de Derecho frente a ETA, iniciada hace ya años por José Luis Rodríguez Zapatero. Fue
llamativo entonces el caso de Iñaki de Juana Chaos, y hoy lo es, por muchas
razones, el del sanguinario Josu Uribetxeberria Bolinaga, implicado además en
el secuestro de Julio Iglesias Zamora y en la muerte de los guardias civiles
Mario Leal Vaquero, Antonio López y Pedro Galmares.
Y José Luis de Castro, juez central
de Vigilancia Penitenciaria, contraviniendo
el criterio de la Fiscalía, decreta la libertad de esta bestia
terrorista, aduciendo “razones humanitarias y de dignidad personal”. El juez Castro tampoco quiso tener en cuenta
que Bolinaga jamás se ha arrepentido de ninguno de sus crímenes, y que nunca ha
pedido perdón a sus víctimas ni ha tenido con ellas el menor gesto de buena
voluntad. Pero como se trata de un miembro destacado de ETA, Mariano Rajoy y
sus ministros se empeñan –ellos sabrán por qué- en seguir ciegamente la hoja de
ruta pactada por Zapatero para reintegrar supuestamente a semejantes monstruos
en la sociedad.
Es inconcebible que el
ministro de Interior afirme rotundamente que con la concesión del tercer
grado “se ha cumplido la ley, aunque nos duela haber tenido que tomar esta
iniciativa, si no la hubiéramos tomado hubiéramos recaído en prevaricación”.
Decir esto antes de que el forense
examinara a Bolinaga y antes de que se pronunciara la Fiscalía es, cuando
menos, una temeridad insensata, y un terrible sarcasmo para las víctimas del
terrorismo. Es incomprensible que se diga esto desde el Gobierno actual, cuando
todo mundo recuerda las enormes diatribas y los improperios con que el Partido
Popular obsequió a Zapatero cuando el caso de Juana Chaos. Y ahora terminan
claudicando ante ETA de una manera absolutamente
bochornosa y humillante. ¿Para esto dejaron morir inútilmente a Miguel Ángel
Blanco?
Por supuesto que Mariano
Rajoy intenta salvar la cara del Ejecutivo y, de paso, justificarse a sí mismo
por la excesiva consideración que han tenido con Josu Uribetxeberria Bolinaga.
Dice que “siempre se ha actuado igual, gobernara el PP o el PSOE”, pero asegura
tajantemente que no hay cambio alguno en la política antiterrorista. Va aún más
lejos en su intento de calmar a las víctimas del terrorismo y asegura que es él
el primero al que le repugna que este asesino salga de prisión. “Hay cosas que
no se hacen con gusto, como es natural, y esta no la hacemos con ningún gusto”.
Pero últimamente al jefe del Gobierno todo le sale mal. Hay tanta contradicción
entre lo que dijo y lo que hace, que ya no logra convencer a nadie. De ahí que
sigua en pleno auge la tormenta política generada con el despropósito de esa
excarcelación.
Para empezar, resulta
tremendamente sospechoso que, estando Bolinaga cumpliendo su condena en León,
se le traslade provisionalmente al Hospital Donostia de San Sebastián para que
determinen allí el alcance real de su enfermedad. ¿No había un hospital más a
mano, tan competente al menos como el de
San Sebastián? Que no se extrañen los responsables del Gobierno que se desesperen
hasta las bases de su partido y que recelen de la intencionalidad de semejante
traslado temporal al hospital donostiarra. De hecho, ya afloraron las primeras
suspicacias por la posibilidad de que la izquierda aberzale haya interferido
realmente en el diagnóstico que llegó al juez central de Vigilancia
Penitenciaria.
Ahí está el mosqueo
monumental que se ha desatado porque tal diagnóstico está firmado simplemente
por una supuesta “comisión médica” del servicio vasco de salud, sin que
aparezcan los nombres concretos de los doctores que avalan semejante estudio. Se
da además la circunstancia de que ese diagnóstico ha sido desmontado por la
forense de la Audiencia Nacional, Carmen Baena, y que incluso va más allá al
afirmar terminantemente que el terrorista Bolinaga “en la actualidad no se
encuentra en fase terminal y únicamente presenta leves síntomas clínicos”.
El Ministerio Público,
fundándose en el informe médico de la forense de la Audiencia Nacional,
discrepa profundamente de las tesis que llevaron al juez José Luis de Castro a
decretar la libertad de Bolinaga. Según el fiscal, los precedentes utilizados
por el juez de Vigilancia Penitenciaria son cuando menos inexactos, ya que no
es terminal y, por lo tanto, puede ser tratado correctamente de su dolencia en
prisión. Además, ha demostrado fehacientemente que no se ha arrepentido de sus
actos, ya que sigue con toda fidelidad dentro de la cárcel las consignas que le
llegan de ETA.
Aunque Mariano Rajoy optó
inicialmente por sortear esta tormenta política de la manera que más le gusta,
guardando silencio, no ha tenido más remedio que hablar para respaldar a su
ministro Jorge Fernández Díaz ante las críticas fundamentadas de Jaime Mayor
Oreja. Y como no podía ser menos, también salió a la palestra Alberto Ruiz
Gallardón, otro de los ministros atípicos de este Gobierno. Continuaremos sin
conocer los entresijos del atentado del 11M, no sabremos nada del chivatazo del
bar Faisán, pero el ministro de Justicia nos aclara puntualmente que la
libertad de este etarra se justifica, porque “No somos como ellos”.
Ni el presidente del
Gobierno, ni sus ministros, son conscientes del daño que están haciendo al
Partido Popular. Eso de que digan una cosa y hagan después la contraria, saca
de quicio a cualquiera. Cuando reaccionen adecuadamente va a ser demasiado
tarde y habrán perdido buena parte de la base electoral más firme del partido,
pues la firmeza contra ETA es algo irrenunciable para las víctimas del
terrorismo. Y las torpezas que se están cometiendo va a llevar a muchos a
repetir lo que dijo Gabriel Elorriaga en mayo de 2008: "lo que ahora se necesita es un liderazgo
renovado e integrador, y eso es algo que, aunque me pese, Mariano Rajoy no está
en condiciones de ofrecer".
Gijón, 3 de septiembre de
2012
José Luis Valladares
Fernández
Hay una pregunta, amigo José Luis, que siempre rondó por mi cabeza, que ahora se adorna con un matiz sorprendente e inquietante. Antes, me preguntaba, como otros muchos, qué podría deberle el Partido Socialista a la banda terrorista ETA. Hoy me pregunto qué puede deberle, también, el Partido Popular. ¡Y no acabo de dar con la respuesta!
ResponderEliminarUn cordial abrazo.
Tío Chinto de Couzadoiro:
EliminarCreo que está bastante claro lo que el PSOE debe a ETA. Falta por aclarar la participación de esa banda en el 11M. y podía ser muy traumático que los terroristas se fueran de la lengua.
El Partido Popular, no creo que le deba nada a ETA y se comporta así porque tiene pavor a que estos criminales comiencen a matar mientras gobierna este partido.
Un abrazo
Mariano no pasara de las próximas elecciones generales, peco igual que Aznar en no limpiar los estamentos oficiales de submarinos socialistas y ahora esta en el .anima del cañón, solo esperando que le den mecha.
ResponderEliminar¿Que podemos arreglar España, por supuesto que si, pero para eso hace falta un líder, que ni está en estos momentos, ni se le espera en un futuro cercano.
Un saludo desde Gran Canaria.
DORAMAS:
EliminarMucho tiene que cambiar la situación económica para que la gente le vuelva a votar con el entusiasmo que lo hizo ahora.
Lo que dices, sí es verdad: en el Ministerio del Interior abundan los topos que puso ahí Rubalcaba y a ese ministro le harán tomar decisiones que no cuadran mucho con la ideología del PP. El PSOE no hubiera dejado ni los cimientos, ni en Interior, ni en las televisiones públicas, ni en ningún otro sitio en que pudieran tener alguna influencia.
Saludos cordiales
Rajoy ha traicionado a las víctimas y a su electorado asumiendo como propia, la "hoja de ruta" que Zapatero pactó con ETA.
ResponderEliminarLo rocambolesco del asunto, lo incomprensible de la situación, es por qué el PP ha hecho suya una claudicación ominosa e infamante como la que acometió Zapatero en pos de una "paz" falsaria y condicionada.
Ese es el misterio...
¿Por qué Rajoy asume una claudicación ante ETA que criticó con dureza desde la oposición?.
¿Por qué hace suya tamaña infamia aun a costa de romper con su electorado base y enfrentarse a las víctimas?.
¿De qué hablaron Fernández Diaz y Zapatero en aquella reunión tras las elecciones de noviembre ,que duró más de dos horas y de la que nunca se dio traslado a la opinión pública sobre lo tratado?.
Estamos ante una muestra de la debilidad y falta de talla de estadista de Rajoy.
Lo mismo da que sea el chantaje nacionalista que el amago de huelga de hambre de Bolinaga y de un colectivo de terroristas:la respuesta es la misma, la claudicación.
Natalia Pastor:
EliminarMariano Rajoy es comedido en exceso y lo mismo se peca por mucho que por poco. Y yo creo que tiene verdadero pavor a que ETA cometa algún atentado durante su mandato. Pero de todos modos, las disculpas que da no son muy convincentes y lo pone peor aún.
Un abrazo
Y no se nos olvide que el menda este, ni ha pedido perdón, ni ha mostrado arrepentimiento, sino todo lo contrario, desprecio y chulería.
ResponderEliminarTYrecce:
EliminarEsa es otra, porque una de las condiciones que se ha exigido siempre al privilegiado, es que muestre arrepentimiento y pida perdón a las víctimas. Y éste, nada de nada.
Un abrazo
Muy evidente, José Luis. Quizá al explicarlo así de bien consigas que haya alguna reacción por parte de alguien en algún lugar. Parece que la muralla que hay entre la clase dirigente y la población es cada día un poco más alta y un poco más ancha.
ResponderEliminarSaludos
Carlos Fernández Ocón:
EliminarParte del problema está en que no saben explicarse y si no hay comunicación entre Gobierno y gobernados, se producen estas distorsiones y esta falta de entendimiento.
Saludos cordiales
Querido José Luis:
ResponderEliminarComo sabes, estoy enlazado a tu blog desde hace bastante y eso, obviamente, obedece a que me parece un blog de calidad. Tal vez sepas que, por muchas razones, no estoy muy de acuerdo en general con las políticas del PP y, dadas las perniciosas medidas de Esperanza Aguirre en Madrid, inicuamente encaminadas a cargarse el sector público por intereses partidistas cuando no particulares, soy absolutamente crítico contra esta dirigente, cuyo paso por la política se verá con el tiempo que va a ser tan arrasador para España como lo fue para el Reino Unido el de su admirada Margaret Thatcher. No hablemos ya de Ruiz Gallardón, de quien tú, persona muy bien informada, conoces el talante despótico y la impenitente y demencial costumbre de despilfarrar con cargo al dinero de todos. Te digo todo esto porque, esta vez, voy a tener que ponerme del lado del PP y no quiero resultar sospechoso de partidismo. No voy a discutirte eso que dices de que con presos no tan mediáticos como el repugnante Bolinaga no se tiene tanta clemencia, porque tus datos apuntan a que eso es completamente cierto, pero tal cosa no invalida la generosidad con este monstruo, sino que pone en duda la conducta que se sigue con otros. Sin embargo, creo sinceramente que en este asunto la polémica se ha salido de órbita, y no me parece ajeno a ello el hecho de que estén implicados en ella (manteniendo posturas en contra del Gobierno) personajes como Esperanza Aguirre, que se apunta a un bombardeo para hacerse la dura pero luego sale corriendo en calcetines cuando la realidad arrecia, o el oscuro Mayor Oreja, del que la prensa ha destacado que, cuando tuvo responsabilidades gubernamentales, adoptó medidas similares a las que ahora critica. Esto no es serio ni sostenible, José Luis. El dolor de las víctimas y de sus allegados no se puede utilizar como instrumento de choque político: humanamente, eso es repulsivo, y quiero recordarte algo que seguramente sabrás: que Esperanza Aguirre, por razones de falta de armonía ideológica, negó ayudas nada menos que a la asociación de víctimas dirigida por Pilar Manjón, lo cual es una iniquidad (una más en la larga lista de las cometidas por esta "gobernante") que la desautoriza por completo. Ni Grande Marlaska, ni Ruiz Gallardón ni Pachi López son sospechosos de frivolidad con el terrorismo y, al contrario que Aguirre o Mayor, están en este asunto (recordando una frase feliz de Mariano Rajoy) para algo más que opinar. Pachi López lo ha resuelto con la sencillez de los clásicos: el estado de derecho ha demostrado con esto su infinita superioridad moral, siendo clemente con un malnacido que (como sabes muy bien) hubiera dejado a Ortega Lara agonizar lentamente debajo de vete a saber qué máquina y que, por si esto fuera poco, lleva sobre sus espaldas la participación en atentados con resultado de muerte. Que ahora este imbécil patético y perverso, ya consumido, salga diciendo que da gracias a Euskal Herria no le hace más grande, sino que muy al contrario, les deja en evidencia a él y a todos esos trogloditas que le apoyan en manifestaciones. Quiero recordarte que hoy, a él, se le deja que vaya a afrontar en libertad su destino, sea el que sea, mientras que, hace unos años, él demostró al mundo la clase de alimaña que es haciendo lo que ya te he dicho y sus compinches del afortunadamente desaparecido "Egin" rubricaban su condición de bestias con aquel artículo con foto incluida (que también recordarás) que se titulaba "Una chocita". Reflexiona, querido amigo: estoy seguro de que verás la diferencia. Perdóname por haberte colado un comentario tan largo.
El guachimán:
EliminarMe parece muy bien la compasión y que, en casos de una enfermedad terminal se levante la mano con cualquiera de los penados, pero con todos. Pero se da la circunstancia que la mayoría de los presos comunes que se encuentran en esas circunstancias, o mueren en la cárcel, o les meten en la ambulancia casi ya cuando han entrado en agonía.
Y además de la enfermedad terminal, las normas para los terroristas exigen que que esté arrepentido y pida perdón a las víctimas, cosa que Bolinaga no ha hecho. Es más: ha dado muestras de que está muy ufano de
los estragos que ocasionó a unos inocentes. Y eso de que sea un enfermo terminal, está por ver. Veremos, si nada más que se recupera, tome las de Villadiego como hizo de Juana Chaos anteriormente.
Ojalá tengas tu razón.
Un abrazo
No han querido asumir una decisión política y han quedado fatal, incluido el acoso a la forense que también tiene categoría de autoridad judicial.
ResponderEliminarSi esto no es cargarse, no solo nuestra confianza, sino la separación de poderes..en fin. Más vale que Mariano ceda el testigo o no les auguro un buen final.
Candela:
EliminarNo hay manera de que hablen claro y, para evitar responsabilidades, dan disculpas que no caben. Primero, que si no le daban el tercer grado, incurrían en prevaricación, lo que es mentira. Segundo: que fue una decisión de los jueces y que por lo tanto la acatan. Y tampoco es así: sin la decisión política del Gobierno de concederle el tercer grado, los jueces no podían darle la libertad. Es condición sine qua nom.
Pero son mayorcitos y ellos sabrán lo que hacen
Un abrazo
De lo que no cabe duda es que la Ley hay que cumplirla y para eso están o deben estar los Jueces, con este Gobierno y con el anterior y con el de Aznar, que negoció y acercó a muchos presos y otra cosa diferente es que a veces esa Ley se nos antoje corta. Al menos es lo que a mi me pasa con ciertos casos, como los que enumeras y otros que se salen del ámbito terrorista y que quizá con la reforma anunciada del Código Penal se pueda paliar en parte esas condenas que resultan irrisorias para la mayoría de los ciudadanos que juzgamos con la lógica y no con Leyes de "libre interpretación" por Jueces y los Políticos mismo.
ResponderEliminarAl margen un poco de todo esto, pienso que un Gobierno tiene que luchar para terminar con cualquier tipo de violencia sin recurrir a la cerrazón y a la soberbia. Si hay que negociar se hace y ello no quiere decir que se ceda. Es mi humilde opinión
Un saludo
Paco 10:
EliminarEsperemos que así sea, que con la reforma del Código Penal se arreglen muchas cosas. Pero de todos modos, que midan a todos por el mismo rasero.
Saludos cordiales
El gobierno de España está procediendo a una rendición total en una actitud de debilidad ante los mercados, el independentismo y cualquiera que esté dispuestos a humillarnos. Pese a que di, en su momento, mi voto al PP, mi deseo más profundo es que en las próximas elecciones no sólo las pierdan, sino que queden arrinconados para el resto de su tiempo ya que han demostrado estar más a la izquierda que el Psoe. Creo firmemente que todos los simpatizantes de derecha deberíamos acercar posturas y erigir un nuevo proyecto político que asuma las tesis de que lo Primero es España y después, todo lo demás.
ResponderEliminarUn saludazo.
C.S.Peinado:
EliminarCreo que no han medido bien las consecuencias de la liberación de semejante asesino.
En cuanto a que nos pongan imposiciones desde Bruselas o Alemania, es normal, ya que o hacemos lo que nos digan o no nos prestan dinero. Y es un hecho que en las arcas españolas se ha gastado tanto, que no quedan ni telarañas. Y si nos cortaran el grifo, terminaríamos ahogados. Pasa, eso sí, que no saben comunicar este extremos a los ciudadanos.
Un abrazo
Una cosa buena es la Reforma del Codigo Penal.Pero por desgracia no se aplicaran a los politicos,Que listo este Gallardon no.un saludo,
ResponderEliminarAgustin:
Eliminar¿Has visto alguna vez que haya alguien que tire piedras a su propio tejado? Y los políticos son demasiado espabilados para que hagan algo que les perjudique.
Un abrazo
Viendo el panorama político actual, te diría J.Luis: Estos, los anteriores y los que vengan posteriores..Todos son unos vendidos, a merced de las imposiciones de unos y otros..Hoy es la Merkel, mañana la ETA, y pasado el susuncorda..Todo es una "maniobra política"..A este asesino le han soltado, seguramente porque ya estaba dentro de los acuerdos que unos y otros han hecho con la banda terrorista, para el cumplimiento de la "paz". Y detrás de esto vendrán otras acciones, que dañarán a los familiares y amigos de los que fueron asesinados por estos impresentables, que con cáncer o sin cáncer están a un pasito de disfrutar de su libertad, mientras sus víctimas se pudren bajo tierra.
ResponderEliminarLamentable..Realmente Lamentable.
Saludos.
Alicia:
EliminarEs lamentable, pero tienes razón. O por lo menos dan motivo para que se piense así.
Saludos cordiales