martes, 22 de marzo de 2016

¡Y VIENEN A REGENERAR LA VIDA PÚBLICA!

Siempre ha habido personajes desvergonzados que se sirven del pueblo llano para mejorar así su situación personal. En la antigua Roma, por ejemplo, la gente era muy supersticiosa y se distinguía precisamente por su candidez y por su credulidad. En consecuencia, aquellos romanos primitivos eran muy dados a los ritos adivinatorios y querían tener siempre a su lado a algún espontaneo que, siguiendo la costumbre de los etruscos, se atreviera a escrutar los designios y los propósitos ocultos de los dioses.
Y tuvo tanto éxito la adivinación ocasional que, interpretar la voluntad de los dioses, terminó siendo una profesión oficial, ejercida preferentemente por dos grupos sacerdotales, loa Augures y los Arúspices. Los Augures, que contaban con una veneración sin límites entre los romanos, vaticinaban el futuro a través del vuelo de las aves y del apetito de los pollos sagrados. Los Arúspices, en cambio, formaban parte de una jerarquía notablemente inferior a la de los Augures, y predecían el futuro examinando minuciosamente las entrañas de las víctimas ofrecidas en sacrificio.
Estos adivinos profesionales se convirtieron en los intérpretes oficiales de los dioses, y su prestigio se mantuvo hasta el fin de la República. Eran los encargados legales de interpretar cualquier clase de presagio y todos aquellos fenómenos catalogados como extraordinarios, y que aparentemente no tenían nada que ver con la normalidad. Contaban con la admiración de todos los ciudadanos de Roma, incluidos, claro está, los que se ocupaban de las más altas magistraturas del Estado. Y a veces, se aprovechaban descaradamente de su enorme popularidad y de su indiscutible reputación, para manejar a su antojo a la gente llana del pueblo que, en realidad, es lo que hace ahora la ultraizquierda para manipular a los indignados con el sistema.
La última crisis económica mundial, que afectó a España de una manera especialmente dramática, comenzó en septiembre de 2008 con la caída del banco estadounidense Lehman Brothers y la quiebra de otros bancos menores de inversión. Y aunque la nueva depresión estaba ya causando verdaderos estragos en nuestra economía,  el presidente del Gobierno de entonces, José Luis Rodríguez Zapatero, no sé si por incuria o por dejadez, no dudaba en afirmar que España seguía participando en la “Champions League de las economías mundiales” y que progresábamos “más rápidamente” que los demás países de nuestro entorno.

En ningún otro país de La Unión Europea tuvieron que cargar, por culpa de esa crisis económica, con unos resultados tan catastróficos y tan generalizados como en España. Y todo, porque Zapatero no supo gestionar adecuadamente semejante depresión. Y como suele ocurrir casi siempre, cuando el Gobierno de turno trata de ocultar esa situación, la crisis económica termina provocando también una crisis política, una crisis social y hasta una crisis institucional y territorial. Y esto fue lo que sucedió con la última crisis económica mundial que padecimos y que aún sigue dando sus coletazos.
Para protestar contra la indolencia y la desidia del Gobierno, varios colectivos de parados y desahuciados, que estaban siendo especialmente castigados por la recesión, constituyeron la plataforma Democracia Real Ya.  Las multitudinarias manifestaciones del 15 de mayo de 2011 que se celebraron  en casi todas las principales ciudades españolas, fueron convocadas, a través de las distintas redes sociales, por los que en realidad manejaban los hilos de esa plataforma ciudadana.
Así fue como nació el famoso Movimiento 15-M, o de los indignados, que en todas sus protestas se posicionaban claramente a favor de una democracia más participativa, totalmente alejada del bipartidismo clásico formado por los partidos políticos tradicionales del PSOE y del Partido Popular y alejada, faltaría más,  del dominio de los bancos y corporaciones y, por supuesto, de todos los poderes fácticos que no controlan ellos. Al día siguiente de esa manifestación, comenzaron realmente las acampadas en la madrileña Puerta del Sol. A partir de entonces, se generalizaron en toda España  las protestas anti-establishment y anti-sistema.
Los activistas radicales y de ultraizquierda, que manipulan a su antojo todo ese colectivo de indignados, transformaron  esas acampadas en asambleas populares abiertas a todos los ciudadanos. Los grupos de trabajo de dichas asambleas se reunían periódicamente en las plazas o parques públicos de las principales ciudades españolas y aportaban, cómo no, distintos proyectos políticos, vinculados todos ellos a los colectivos originados con el Movimiento 15-M. En algunos  casos,  esos proyectos cristalizaron en verdaderos partidos políticos. Es el caso, por ejemplo, del Partido X, fundado en enero de 2013 y Podemos en marzo de 2014. Posteriormente fueron surgiendo otras formaciones políticas que pasaron a ser confluencias o meras marcas blancas de Podemos.
Pero eso sí, la identidad ideológica de los líderes  de todos estos partidos es francamente muy particular. Son populistas, radicales, anti-sistema y, por supuesto, claramente antieuropeos. No ocultan su afiliación leninista y bolivariana y practican un izquierdismo maximalista un tanto utópico, pero que gusta a los que están descontentos con su suerte. Tanto Pablo Iglesias como sus huestes, presumen de una manera muy chulesca de ser violentos y de estar siempre prestos a “aplicar la justicia proletaria”. Y hay veces que, para disimular sus inconfundibles rasgos mesiánicos, se comportan como auténticos matones de barrio.
Los dirigentes de Podemos o de cualquiera de sus marcas blancas, han pasado casi  todos ellos por el tristemente célebre campus de Somosaguas, y se dedican como los antiguos Augures y los Arúspices, a embaucar descaradamente a las gentes llanas que sufren algún problema. Dice Pablo Iglesias que con Podemos se repite la historia del 2 de mayo de 1808, cuando “los de siempre, los de abajo, los humildes” se alzaron contra los invasores, contra los “gobernantes que solo defendían sus privilegios”. Y para eso surge Podemos, para regenerar la vida  pública y "recuperar las instituciones de las manos de la mafia".
Es un hecho incuestionable que Podemos, con el apoyo expreso de todas sus confluencias, lleva tiempo tratando de hacerse con las instituciones de Estado, para ponerlas, según dicen, al servicio exclusivo de los ciudadanos decentes. Y prometen, es verdad que, cuando suceda eso, se acabará la corrupción y desaparecerán definitivamente las famosas puertas giratorias que utilizan impunemente los representantes públicos de “la casta” para sentarse en los consejos de administración de las empresas estratégicas.
Los miembros de esa soldadesca de Somosaguas irrumpieron en la vida política española dando continuamente lecciones de honestidad democrática. Todo cambió cuando, con la inestimable ayuda del PSOE,  lograron asaltar el cielo y comenzaron a gobernar los municipios más importantes de España. Continuaron, es verdad, anatematizando a los de la casta y predicando a todas horas decencia política, pero haciendo, a partir de entonces, lo que ellos tanto criticaban: conceder cargos a dedo a sus parientes y amigos más próximos.
Gracias a la irresponsabilidad y al sectarismo de un líder socialista tan gris como Pedro Sánchez, las gentes del entorno de Podemos se hicieron con varios ayuntamientos. Y aunque llegaron, según dicen, con  la intención de regenerar la vida pública y acabar de una vez por todas con la reprobada actuación de “la casta”, hicieron desde el primer momento aquello que criticaban. Y en muchos casos, empequeñecieron a Pisístrato, aquel destacado tirano griego del siglo VI a. C., que entrego la mayoría de los cargos políticos y  públicos a sus familiares y amigos más cercanos para proteger su poder de los aristócratas atenienses.
Si nos atenemos a los hechos, ninguno de los dos grandes partidos tradicionales practicó el nepotismos con tanta intensidad, como están haciendo ahora las mesnadas de Podemos y de su jungla de marcas blancas. Sin molestarse en buscar excusas y omitiendo cualquier clase de autocrítica, utilizan de manera recurrente su dedo para dar empleo a sus familiares directos, a sus allegados y amigos, a sus correligionarios y, por supuesto, a sus parejas y ex parejas sentimentales. Y como era de esperar, con unos sueldos francamente generosos, siempre por encima, ahí es nada, de los 50.000 euros anuales.
Está visto que, el “amiguismo”, en vez de disminuir o desaparecer, aumentó considerablemente en todos  aquellos Ayuntamientos que pasaron a manos de Podemos o de alguna de sus confluencias. Procuran, eso sí, justificar esos nombramientos a dedo, aduciendo que se trata, en  realidad, de  “cargos de confianza”, contratados exclusivamente como personal eventual, y que además, según explican, cuentan todos ellos con conocimientos profesionales debidamente contrastados y con  una experiencia profesional adecuada.
Y es en los Ayuntamientos de Madrid y de Barcelona, donde  tenemos actualmente los casos más escandalosos de “enchufismo” irregular o nepotismo. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, por ejemplo, se ha pasado unos cuantos pueblos, rifando contratos de asesores y cargos de confianza entre la gran  familia de Ahora Madrid, marca blanca de Podemos. El mismo día  de su investidura, Manuela Carmena ya fichó a Luis Cueto, su sobrino, como coordinador general de la Alcaldía, nombrándole posteriormente  presidente  de la Junta rectora de Ifema.
Poco tiempo después, la regidora madrileña enchufa  a Luis Maestre, el padre de la portavoz municipal, Rita Maestre, como subdirector de Atención al Contribuyente en la Agencia Tributaria del  Ayuntamiento de Madrid. A los pocos días, nombra a Francisco Pérez Ramos, Consejero de  Mercamadrid. En la lista de agraciados, aparecerán después Samuel Romero Aporta, hijo de una candidata a las primarias de Ahora Madrid, y Pablo Carralero Ortiz, amigo personal del concejal de urbanismo José Manuel calvo, y un  largo etc., hasta completar al menos casi medio centenar de enchufados.
Cuando Ada Colau abandona su activismo social y callejero para dedicarse a la actividad política, promete expresamente erradicar la lacra del “enchufismo” del Ayuntamientos de la Ciudad Condal. Pero nada más aterrizar en la alcaldía, comenzó a repartir también cargos a dedo entre sus deudos, allegados y amigos. Y mira por donde, encontramos entre los agraciados a Adriá Alemany, su actual pareja ya Vanesa Valiño, la compañera sentimental de su número dos, Gerardo Pisarello.
Es muy llamativo el caso de Adriá Alemany, porque Ada Colau trató de colocarlo como portavoz municipal, sin ser concejal y sin haber ido en ninguna lista electoral. Al final, ante las duras críticas hasta de las formaciones políticas afines, desiste de su intento y le nombra responsable de Relaciones Políticas e Institucionales de su propio partido, Barcelona en Comú
Asusta la doble moral de todos estos salvapatrias de la última hornada que dicen que vienen para poner orden y regenerar la vida pública. Y con gente así, no vamos a ninguna parte.

 José Luis Valladares Fernández

8 comentarios:

  1. El enchufismo es lo mas rentable,para los mediocres del chollo politico.Aqui se trata una vez mas de asegurarse las habichuelas.El modesto votante es un cero a la izquierda,saludos,

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    1. Está visto que no es lo mismo predicar que dar grano. No han llegado y demuestran estar tan podridos, o más, que aquellos a los que critican.
      Saludos

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  2. Estos partidos se desenvuelven bien en el río revuelto, pero en cuanto llegan al poder, se les ve el plumero, si es que alguien no se lo había visto ya, que parece que algunos no se enteran o no quieren hacerlo.

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    1. Que los compre quien no les conozca. Pero a estas alturas de la película, todo el mundo sabe ya lo que pueden dar de sí.

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  3. Por desgracia, esta especie ahora mismo sobreabunda y sobreactúa y demasiados les compran la burra coja, un fantasma vuelve a recorrer Europa (y más sitios) y es realmente preocupante.

    Saludos y feliz Pascua.

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    1. Desgraciadamente, les ha apoyad mucha gente, para castigar a las otras formaciones políticas, sin darse cuenta que pueden ser ellos también castigados, si semejante tropa llegara a gobernar.
      Saludos cordiales, y feliz Pascua de Resurrección.

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  4. Lo primero que hicieron nada más ocupar el poder fue enchufar amigos, con la justificación de que "es legal", la misma que usaba "la casta".

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    1. Están demostrando que son ellos más casta que el PP y PSOE juntos. ¡Vaya tropa!

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