II – El dominio musulmán traspasa los Pirineos y entra en Francia
Al comprobar que el reino visigodo está sumido en una
grave crisis por su despiadada lucha interna por el poder monárquico, los
musulmanes creen que ha llegado el momento propicio para conquistar la antigua
Hispania romana, llevando allí su “guerra
santa”. Para preparar el terreno y calibrar sus posibilidades, comienzan a
tantear las costas más meridionales de
la península, organizando esporádicos ataques y saqueos. Y como apenas
encuentran oposición alguna, piensan que ha llegado el momento de cruzar el estrecho de Gibraltar para
expandirse por todo el territorio visigodo.
Las huestes musulmanas, dirigidas por el bereber Tariq
ibn Ziyad, inician la travesía del estrecho, coincidiendo con la llegada de la
primavera del año 711 y desembarcan en la bahía
de Algeciras, que entonces se llamaba Iulia Traducta o Tingentera.
Cuando Tariq pudo contar con todo su ejército, compuesto por más de 7.000
bereberes y unos 5.000 africanos, comenzó a saquear sistemáticamente las zonas
y las ciudades más próximas de la baja
Andalucía.
Este ataque musulmán no despertó preocupación alguna
en el reino de Toledo, porque los sarracenos solían organizar, desde el norte
de África, alguna que otra incursión militar de este tipo contra diversas
poblaciones del sur peninsular. Y cuando ocurría esto, o eran rechazados
inmediatamente por las fuerzas locales,
o se retiraban ellos mismos, después de conseguir un buen botín.
Pero ahora era diferente, ya que Tariq ibn Ziyad y sus
bereberes atacaban con una violencia inusitada y no tenía intención alguna de
retirarse voluntariamente de las ciudades que conquistaban. Una vez comprobados
estos extremos, don Rodrigo abandonó la lucha que mantenía en el norte contra
nobles partidarios de Agila II y regresó
precipitadamente a Toledo para enfrentarse a los invasores islámicos. Pero no
olvidemos que la crisis y los desacuerdos que motivaron las luchas internas y
las divisiones en el reino visigodo, habían reducido considerablemente la
capacidad bélica de los hombres de don Rodrigo.
El enfrentamiento de las tropas de don Rodrigo con los
bereberes de Tariq se produjo a finales de julio del año 711 a orillas del rio
Guadalete. En el momento más crucial de la batalla, se produce la deserción de
los hermanos de Vitiza, pasando con su gente al bando musulmán. Desmoralizado
por esa inesperada traición, el menguado ejército visigodo fue ampliamente
derrotado, muriendo en esa batalla el propio rey don Rodrigo. Con esta
victoria, Tariq ibn Ziyad consigue establecer una cabeza de puente totalmente
estable en el sur de la península ibérica.
Al conocer tan extraordinaria noticia, el caudillo
militar musulmán yemení Musa ibn Nusair se anima, y desembarca en Cadiz al mando de otros
18.000 nuevos soldados. Con ese refuerzo, las tropas musulmanas desplegadas en
el sur de la península, conquistaron fácilmente Medina-Sidonia y Carmona y,
después de un ímprobo esfuerzo, se hicieron también con Sevilla, instalando en
esta ciudad la base de sus futuras operaciones militares.
A partir de la toma de Sevilla, las tropas de Tariq y
las de Musa, actuando unas veces de manera independiente y otras
coordinadamente, se apoderaron de
Córdoba, capital de la provincia
visigoda de la Bética y también, cómo
no, de Mérida, que era la capital de la provincia de Lusitania. Fueron cayendo
en manos agarenas, una detrás de otra, ciudades tan importantes como Málaga,
Granada y Jaén. Detrás vendría Cáceres, Talavera la Vieja y, por supuesto,
Toledo. En el año 713 se apoderaron de
Zaragoza y, tras someter las poblaciones del curso medio y alto del rio Ebro,
invadieron también León, Astorga, Zamora y Lugo.
El rey visigodo Agila II, que conservaba una zona
sumamente reducida en el nordeste de la península, sufre también las
consecuencias de los avances imparables de los conquistadores musulmanes. Y
perdió la vida precisamente defendiendo sus territorios en el valle del Ebro y
en Zaragoza. Tras la muerte de Agila II, le sucede en el trono el rey Ardón.
Cuando Musa ibn Nusair, fue llamado a Damasco por el
califa Omeya Suleimán en el año 714, pone a su hijo Abd al-Aziz al frente del
ejército musulmán y lo nombra gobernador o walí de Al-Ándalus. En el primer año
de su mandato, Abd al-Aziz controla todo el Levante, sometiendo Valencia y
Sagunto y amplía sus dominios por todo el oeste peninsular, al conquistar
Huelva, Lisboa y Coímbra. Pero no le perdonaron que tratara de reforzar su
poder frente a los demás cargos de los conquistadores. Y alguien de su entorno
lo acusó de abrazar secretamente la religión cristiana y fue asesinado en el verano del año 715 en la mezquita de
Sevilla.
Los territorios que aún conservaban los visigodos en
el nordeste de Hispania gozaron de cierta tranquilidad a lo largo del año 715.
No se organizó ninguna nueva campaña, durante todo ese periodo, para conquistar
nuevos territorios ni por parte del walí Abd al-Aziz, mientras estuvo al
frente de las tropas invasoras
musulmanas, y menos por parte de Ayyub, futuro fundador de Calatayud, que
gobernó interinamente las poblaciones conquistadas durante los últimos seis meses del año 715.
El nuevo walí de Al-Ándalus, Al-Hurr, que llegó a la
península con un ejército de refuerzo en el año 716, fijó su residencia en
Córdoba y se dedicó, en primer lugar, a fortificar las plazas conquistadas,
instalando guarniciones militares en todas ellas. Pero Al-Hurr no emprendió su
primera campaña contra las tropas del rey Ardón hasta la primavera del año 717.
En esa fecha, marchó contra la Tarraconense Oriental y logró someter varias
ciudades, entre ellas Pamplona.
En el año 718, acabó con la resistencia de la
Tarraconense y conquistó Barcino, la actual Barcelona. Su dominio se extendió
rápidamente a los Pirineos y hasta el sur de Francia. Los magnates godos, que
guardaban lealtad al rey Ardón, huyeron
hacia la Galia Narbonense, donde fueron conocidos como hispani,
no como catalanes.
Pero el atrevimiento
de los nacionalistas que viven hoy en Cataluña no tiene límites y
afirman rotundamente que el primer manual de derecho catalán se compiló ya en
el siglo VII. Y para ellos, España no
nace hasta el año 1714, que es cuando Cataluña perdió realmente su
independencia. ¡Lo que hay que oír!
Gijón, 25 de octubre de 2017
José Luis Valladares Fernández
Han convertido la Historia en ciencia ficción.
ResponderEliminarAsí es. Pero apropiándose siempre de lo bueno que sucede en España
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