Hace ya cierto tiempo,
que Pedro Sánchez se había propuesto convertir en realidad su ambicioso sueño
de alcanzar, no importa cómo, la Presidencia del Gobierno. Como sabía que, con
unas elecciones, no llegaría nunca a entrar por la puerta principal en la
Moncloa, recurrió al tortuoso camino de los despachos. Y ni así lograba su
propósito. Pero al perder Mariano Rajoy el apoyo electoral de Ciudadanos por la polémica sentencia
sobre Gurtel, el líder socialista ¡qué le vamos a hacer!, volvió a la carga, desenterró
inmediatamente su hacha de guerra, y presentó una moción de censura en el
momento menos oportuno.
Como no tenía apoyos
propios suficientes, el máximo dirigente del PSOE recurrió entonces a los
herederos de ETA y a los golpistas y supremacistas catalanes, para utilizarlos
como trampolín para entrar en La Moncloa como sea, por la puerta de atrás o
por la ventana. No le importó en
absoluto romper las hostilidades cuando necesitábamos, más que nunca, la unidad
de todos los constitucionalistas para solucionar debidamente el problema
catalán y para consolidar la recuperación económica de España.
Trató, es verdad, de
justificar su disparatada decisión, apelando una vez más a la consabida ética.
Dice Pedro Sánchez, que Mariano Rajoy “está inhabilitado” para seguir al frente del
Gobierno por el caso Gurtel, y que España
necesita un impulso ético para restablecer la añorada decencia. Y dando
muestras inequívocas de un cinismo y una hipocresía insuperables, se erige a sí
mismo y a su partido en regeneradores de la vida política para acabar
definitivamente con la corrupción. Pero oculta intencionadamente que el PSOE tiene,
en este momento, causas abiertas en casi todos los territorios autonómicos de
España.
Es verdad que son muchos y muy lamentables los casos
de corrupción protagonizados por miembros destacados del Partido Popular. Y es
lógico y perfectamente comprensible que, afiliados de aquellos partidos que estén
libres de corrupción, protesten airadamente, pidan elecciones anticipadas, y hasta
exijan responsabilidades políticas y penales para todos esos indeseables, que
se han valido de sus cargos para lucrarse de manera ilegal. Pero es francamente
llamativo y totalmente incomprensible, que lo haga un responsable destacado de
un partido como el PSOE, que ha batido todos los records de corrupción.
Teniendo en cuenta la historia del PSOE, que ha
robado más que ningún otro partido, podemos decir con toda propiedad que la
corrupción forma parte de su ADN.
Ciñéndonos exclusivamente a la etapa más reciente, los socialistas ya fueron condenados en 1997 por el Tribunal Supremo, por
el caso FILESA. Se trata de una
trama de empresas, Filesa, Malesa y
Time-Export, creada por el PSOE para hacer frente a los gastos
originados por las campañas electorales de 1989, que les reportó unos
beneficios ilegales de unos 1.200 millones de pesetas de las de entonces.
Pero FILESA no fue un caso aislado de corrupción de los socialistas. En
el momento presente, por ejemplo, nos encontramos con que el PSOE, y la UGT,
que tanto más da, están siendo juzgados por más de setenta casos de corrupción,
todos ellos muy importantes y sumamente escandalosos. En Asturias, sin ir más
lejos, tenemos el escandaloso caso Marea, el caso Villa y los cursos de
formación de la UGT. Y en Valencia, según todos los indicios, la corrupción
cambió de acera, abandonando la del
Partido Popular, para instalarse en la de los socialistas.
Y si nos vamos a
Andalucía, aquello sí que es el ‘no va más’. Entre otros muchos casos sumamente
escandalosos, nos encontramos con el caso de los fondos europeos Jeremie, que evaporó unos 185 millones de euros. En el caso Invercaria, la estafa alcanzó la cifra de
los 60 millones de euros. En el caso Marismas,
desaparecieron unos 40 millones de euros y, en el fraude Bahía Competitiva de Cádiz, se perdió el rastro de otros 21 millones de euros.
Por supuesto, cómo no, merecen
especial mención por su importancia y gravedad, los sangrantes casos del fraude
de los ERES y del fraude de los Cursos
de Formación. En el escándalo de los ERES,
por ejemplo, se esfumaron aproximadamente unos 1.200 millones de euros. Con los
Cursos de Formación, el
desfalco aun es más alto, ya que se
extraviaron, ahí es nada, unos 3.200 millones de euros
Las cantidades
defraudadas en el caso Gurtel, aunque son ciertamente importantes, no son ni
mucho menos, tan llamativas y tan escandalosas como las de los ERES y las de
los Cursos de Formación. Lo estafado
en Gurtel no pasa, en modo alguno, de los 200 millones de euros. Pero aún hay más.
El dinero malversado en el caso Gurtel era de los empresarios. El dinero de los
ERES, sin embargo, y el de los Cursos de Formación, era del erario
público o, lo que es aún peor, de los parados.
El Partido Popular, es
verdad, ha sido condenado por los otros partidos políticos y por una buena
parte de los medios de comunicación, porque dan por hecho, que se estaba financiando
irregularmente con dinero procedente de una caja B. Pero que yo sepa, nunca ha
sido condenado por la Justicia Española por semejante motivo. Ha sido
condenado, eso sí, como responsable civil a título lucrativo, que cambia mucho
las cosas, por resultar beneficiado con la trama corrupta de la red de Gurtel.
Pero esta sentencia aún no es firme y está recurrida. Y cuenta, además con el
aval del voto particular del presidente
del tribunal que pidió su absolución.
Y estando así las cosas,
por fin, llega Pedro Sánchez a la Moncloa, empujado, faltaría más, por lo más
granado del hampa golpista y separatista. Y obviando la cantidad de sentencias
condenatorias que, por culpa de los ERES,
los Cursos de Formación y otros
muchos casos, van a caer próximamente sobre el PSOE, se atreve a decir que da
ese paso, para acabar con la corrupción y devolver el decoro y adecentar la
vida pública. Nosotros sí que podemos decirle, ¡Menos lobos, Caperucita!,
aunque bueno, es muy posible que su abuela se lo crea.
Gijón, 3 de junio de 2018
José Luis Valladares
Fernández
Si Rajoy está inhabilitado para seguir en la Moncloa (que no lo niego), ni te cuento Pedro Sánchez con lo que el PSOE tiene a sus espaldas.
ResponderEliminarEn todos los partidos hay corrupción, pero creo que el PSOE se lleva la palma. Pero nadie hace nada para solucionar el problema, que sería muy sencillo. Dos legislaturas como mucho y a la puñetera calle. Saludos
EliminarEl caso de corrupcion en Andalusia con los famosos ERES,son mil millones de Euros.La Gurtel es calderilla,pero la justicia es ciega y sorda,saludos,
ResponderEliminarEn este caso concreto, la sentencia tiene cierto tufo tendencioso. De ahí la postura del presidente del Tribunal Y además, las condenas impuestas son mucho más rigurosas que las impuestas a terroristas confesos de ETA. Saludos
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