NUESTRO Ministro de Economía, Pedro Solbes, como adivino, no tiene precio. Los personajes mitológicos Tiresias y Calcas, a su lado, no pasaban de simples aprendices. Si sus previsiones económicas nos despistan, es porque no sabemos que ocurrirá todo lo contrario de lo que él diga. El debate preelectoral con Manuel Pizarro es clarificador al respecto. De haber sido ciertas las afirmaciones que allí hizo, España estaría a las puertas de convertirse en una nueva y próspera Arcadia. Pero, para nuestra desgracia, era Pizarro quien tenía razón.
Hoy en día ya admite que estamos en una grave crisis económica. Pero así y todo, se empecina en afirmar que el Gobierno, en un período de tiempo récord, va a reconducir, tanto el crecimiento económico como la creación de empleo. Espera reducir sustancialmente la balanza comercial y equilibrar el sector exterior. Y el problema de la productividad también va a ser definitivamente resuelto, mejorando de este modo la tasa actual de desempleo.
Pero las cifras macroeconómicas son tozudas. Y así sabemos que la tasa de desempleo, con respecto al período anterior, sufrió un aumentó de 1,3 puntos porcentuales, alcanzando en el mes de marzo el 9,6%. Pero Solbes, para diciembre, sitúa esa tasa de desempleo en el 9,8%. Solamente crecería 2 décimas de marzo hasta diciembre.
Veamos la productividad. Hace ya años que España no crece por encima del 1%, con respecto al año anterior. En 2007, la productividad creció únicamente el 0,8%. Pero el ministro de Economía, obvia el histórico anterior de este crecimiento, señala un crecimiento anual de la productividad del 1% para 2008, y del 1,2% para 2009 y 2010.
Analicemos nuestra balanza comercial. Según Solbes, el desequilibrio existente entre exportación e importación quedará resuelto en los tres próximos años. En 2007 exportamos 1,3 puntos menos de lo importado. Y si esto es así, será imposible reducir esa diferencia a una décima en el año actual de 2008. Y dadas las distintas circunstancias económicas, ni soñando logrará invertir esa tendencia a partir de 2009. Y menos dejarla en 2011 en el 0%.
Tampoco son ciertas las previsiones del titular de Economía sobre el PIB real. Solamente él puede creer que vamos a crecer al 2,3% en 2008 y 2009. Por de pronto en 2008 estamos creciendo por debajo del 0%.
Lo malo de todo esto es, que los Presupuestos Generales para 2009 se realizaron, dando por buenas las previsiones de Solbes. El crecimiento del PIB, el desempleo, la deuda del Estado y el déficit público son cuatro indicadores básicos que están, unos muy por debajo y otros muy por encima de lo que contemplan dichos presupuestos.
El PIB, lejos de lo que indica el Gobierno, va a ser claramente negativo en 2009. Según el Fondo Monetario Internacional, en vez de crecer un 1%, sufrirá una contracción preocupante, al menos del -0,2%. En cuanto al desempleo, nadie se cree que terminaremos 2009 con una tasa de paro del 12,5 % de la población activa. Al ritmo que vamos, y la falta ostensible de medidas correctoras, esa tasa de paro se situará claramente por encima del 14%. Actualmente nuestras cifras de desempleo están un 70% por encima de la media europea.
Tampoco podemos ser optimistas con las previsiones de los Presupuestos sobre la deuda del Estado. Calculan un incremento de dos puntos, lo que situaría a dicha deuda en el 38,8 % del PIB. No tienen en cuenta estos Presupuestos los 30.000 millones de euros, ampliables hasta 50.000, destinados a la compra de activos de bancos y cajas de ahorros. Esto elevaría la deuda pública nada menos que hasta el 41,5 % o el 41,6% del PIB. Y esta deuda pública va a generar unos elevados intereses que acabaremos pagando los contribuyentes. Y el déficit público no ofrece mejores perspectivas. En vez del 1,9% previsto por el Gobierno, estará más bien en torno al 3% del PIB y con tendencia a crecer aún más en los próximos años.
El resultado final de estos Presupuestos será el aumento significativo de la pobreza en nuestro país. En lo que va de año, las personas menesterosas que acuden a Cáritas, en busca de comida, aumentaron ya un 50%. Son nuevos pobres que, dadas las circunstancias, acabarán en la frustración y en la pérdida de confianza en sí mismos.
Y en España lo tenemos mucho más difícil que los países de nuestro entorno. Además de la crisis financiera, común a todos, tenemos otra crisis propia, nuestra, mucho más grave y complicada. Pues a nuestra economía le falta competitividad, tal como evidencia el desequilibrio de la balanza por cuenta corriente. Y esto tiene muy mala solución por la imposibilidad evidente de devaluar la moneda. El Gobierno sabe perfectamente, que es nuestra propia crisis la que ha hundido el mercado de trabajo, y que la grave recesión que padecemos nos va a llevar a una situación muy difícil y complicada. La modificación de los Presupuestos Generales del Estado, de acuerdo con los datos reales de nuestra economía, y la moderación del gasto público, podrían aliviar algo nuestra situación económica.
Y ante situación tan grave, los sindicatos no tienen nada que decir, o no quieren decir nada. De estos sí que se puede decir que, ni están, ni se les espera. Con el PSOE en el Gobierno, los sindicatos se han vuelto mudos. Parecen tumbas etruscas. Si las organizaciones sindicales que padecemos fueran beligerantes con el Ejecutivo, y cumplieran con su deber, ni trabajadores, ni pensionistas tendríamos tanta complicación económica.
El Gobierno no va a rectificar ni a cambiar su demagógico comportamiento social. Es la manera habitual de comportarse todo buen socialista: subir impuestos y aumentar el gasto público. Y los sindicatos, para más inri se han transformado en dóciles domésticos del Gobierno. Esta deslealtad evidente de los sindicatos, es todo un trágico tsunami que hundirá sin remedio a todos los que sufren penuria económica. Ante tan negra perspectiva, tiene sentido aquello de ¡sálvese quien pueda!
Hoy en día ya admite que estamos en una grave crisis económica. Pero así y todo, se empecina en afirmar que el Gobierno, en un período de tiempo récord, va a reconducir, tanto el crecimiento económico como la creación de empleo. Espera reducir sustancialmente la balanza comercial y equilibrar el sector exterior. Y el problema de la productividad también va a ser definitivamente resuelto, mejorando de este modo la tasa actual de desempleo.
Pero las cifras macroeconómicas son tozudas. Y así sabemos que la tasa de desempleo, con respecto al período anterior, sufrió un aumentó de 1,3 puntos porcentuales, alcanzando en el mes de marzo el 9,6%. Pero Solbes, para diciembre, sitúa esa tasa de desempleo en el 9,8%. Solamente crecería 2 décimas de marzo hasta diciembre.
Veamos la productividad. Hace ya años que España no crece por encima del 1%, con respecto al año anterior. En 2007, la productividad creció únicamente el 0,8%. Pero el ministro de Economía, obvia el histórico anterior de este crecimiento, señala un crecimiento anual de la productividad del 1% para 2008, y del 1,2% para 2009 y 2010.
Analicemos nuestra balanza comercial. Según Solbes, el desequilibrio existente entre exportación e importación quedará resuelto en los tres próximos años. En 2007 exportamos 1,3 puntos menos de lo importado. Y si esto es así, será imposible reducir esa diferencia a una décima en el año actual de 2008. Y dadas las distintas circunstancias económicas, ni soñando logrará invertir esa tendencia a partir de 2009. Y menos dejarla en 2011 en el 0%.
Tampoco son ciertas las previsiones del titular de Economía sobre el PIB real. Solamente él puede creer que vamos a crecer al 2,3% en 2008 y 2009. Por de pronto en 2008 estamos creciendo por debajo del 0%.
Lo malo de todo esto es, que los Presupuestos Generales para 2009 se realizaron, dando por buenas las previsiones de Solbes. El crecimiento del PIB, el desempleo, la deuda del Estado y el déficit público son cuatro indicadores básicos que están, unos muy por debajo y otros muy por encima de lo que contemplan dichos presupuestos.
El PIB, lejos de lo que indica el Gobierno, va a ser claramente negativo en 2009. Según el Fondo Monetario Internacional, en vez de crecer un 1%, sufrirá una contracción preocupante, al menos del -0,2%. En cuanto al desempleo, nadie se cree que terminaremos 2009 con una tasa de paro del 12,5 % de la población activa. Al ritmo que vamos, y la falta ostensible de medidas correctoras, esa tasa de paro se situará claramente por encima del 14%. Actualmente nuestras cifras de desempleo están un 70% por encima de la media europea.
Tampoco podemos ser optimistas con las previsiones de los Presupuestos sobre la deuda del Estado. Calculan un incremento de dos puntos, lo que situaría a dicha deuda en el 38,8 % del PIB. No tienen en cuenta estos Presupuestos los 30.000 millones de euros, ampliables hasta 50.000, destinados a la compra de activos de bancos y cajas de ahorros. Esto elevaría la deuda pública nada menos que hasta el 41,5 % o el 41,6% del PIB. Y esta deuda pública va a generar unos elevados intereses que acabaremos pagando los contribuyentes. Y el déficit público no ofrece mejores perspectivas. En vez del 1,9% previsto por el Gobierno, estará más bien en torno al 3% del PIB y con tendencia a crecer aún más en los próximos años.
El resultado final de estos Presupuestos será el aumento significativo de la pobreza en nuestro país. En lo que va de año, las personas menesterosas que acuden a Cáritas, en busca de comida, aumentaron ya un 50%. Son nuevos pobres que, dadas las circunstancias, acabarán en la frustración y en la pérdida de confianza en sí mismos.
Y en España lo tenemos mucho más difícil que los países de nuestro entorno. Además de la crisis financiera, común a todos, tenemos otra crisis propia, nuestra, mucho más grave y complicada. Pues a nuestra economía le falta competitividad, tal como evidencia el desequilibrio de la balanza por cuenta corriente. Y esto tiene muy mala solución por la imposibilidad evidente de devaluar la moneda. El Gobierno sabe perfectamente, que es nuestra propia crisis la que ha hundido el mercado de trabajo, y que la grave recesión que padecemos nos va a llevar a una situación muy difícil y complicada. La modificación de los Presupuestos Generales del Estado, de acuerdo con los datos reales de nuestra economía, y la moderación del gasto público, podrían aliviar algo nuestra situación económica.
Y ante situación tan grave, los sindicatos no tienen nada que decir, o no quieren decir nada. De estos sí que se puede decir que, ni están, ni se les espera. Con el PSOE en el Gobierno, los sindicatos se han vuelto mudos. Parecen tumbas etruscas. Si las organizaciones sindicales que padecemos fueran beligerantes con el Ejecutivo, y cumplieran con su deber, ni trabajadores, ni pensionistas tendríamos tanta complicación económica.
El Gobierno no va a rectificar ni a cambiar su demagógico comportamiento social. Es la manera habitual de comportarse todo buen socialista: subir impuestos y aumentar el gasto público. Y los sindicatos, para más inri se han transformado en dóciles domésticos del Gobierno. Esta deslealtad evidente de los sindicatos, es todo un trágico tsunami que hundirá sin remedio a todos los que sufren penuria económica. Ante tan negra perspectiva, tiene sentido aquello de ¡sálvese quien pueda!
23.12.08 - El Comercio
JOSÉ LUIS VALLADARES FERNÁNDEZ
Parece mentira que ante estos hechos no haya habido una dimisión inmediata del Sr Solbes que con tanto aplomo mintio como un bellaco a todos los españoles durante el debate que mantuvo con el Sr Pizarro que estaba aportando datos reales de los que él se reia. Quiero pensar que es ignorancia la del Sr Solbes ya que tanta maldad y cinismo son inexplicables.
ResponderEliminarDIMITA SR SOLBES. Usted no está preparado para afrontar nuestros problemas, cuanto menos solucionarlos.
M.B
Están tan pegados al sillón, que, pase lo que pase, no dimite nadie jamás. Es una vergüenza, pero así es. Estaremos al tanto para botarlos en proximas votaciones.
ResponderEliminarSaludos
Los dirigentes del PSOE, si tuvieran un mínimo de pudor ya habrían dimitido TODOS en masa. Hay que ver que maestros son en la mentira. ¡Qué aplomo! ¿Qué más necesitamos que nos hagan a los españoles para dar una vuelta de 360 grados a todas las encuestas y ponerlos en su sitio?
ResponderEliminarUna descontenta.