Las actuaciones del actual ministro de Fomento, José Blanco, llaman siempre la atención. Desde que asumió el cargo de escudero de José Luis Rodríguez Zapatero, se subió a la parra y se ha convertido en el insultador mayor del Reino. Y como casi siempre, sus airadas invectivas van dirigidas invariablemente contra el Partido Popular. Es tal la obsesión que tiene con Rajoy y sus huestes que sus insultos son habitualmente de grueso calibre. Sus discursos políticos serían pura baratija si los despojamos de las acostumbradas diatribas que lanza de manera enconada contra el principal partido de la oposición. Pero eso sí, el inquilino del Ministerio de Fomento no tolera que le insulten, ni siquiera que se dirijan a él con el cariñoso apelativo de ‘Pepiño’, en vez del consabido ‘don José’.
Es cierto que desde que ‘Pepiño’ -¡perdón! ‘don José’- fue aupado a la categoría de Ministro, se esforzó por pulir su figura, tanto física como intelectualmente. Sus trajes compiten ahora en calidad y hechuras con los de lo más granado de la jet de las finanzas y la aristocracia. Hasta se sometió a una operación oftalmológica para librarse de esa estampa vulgar que proporcionan siempre las gafas utilizadas por los miopes. También trató de moderar su lenguaje, en la medida que su exigua preparación cultural se lo permitía. Sus invectivas comenzaron a ser deliberadamente mucho más cautas y sus insultos más comedidos y circunspectos.
Continuó, eso sí, hablando de ‘conceto’, ‘ojeto’, ‘trayeto’ y otros vocablos por el estilo, no porque no sepa cual es la pronunciación correcta –‘correta’ que diría José Blanco-, sino por alguna imposibilidad física, que a veces se tienen, para pronunciar alguna letra determinada. Y ha vuelto, no se por qué, a sus antiguas y acostumbradas vilezas, sobre todo contra Mariano Rajoy. Una de dos: o intenta defender a ultranza a un José Luis Rodríguez Zapatero de las críticas que le llueven por no dar una a derechas, o es una reacción incontrolada por la notable caída del PSOE en las encuestas. El caso es que José Blanco ha vuelto a bucear en el pozo de las insidias y las bajezas más extremas, descendiendo imbécilmente hasta la ofensa personal, como en el caso del plumero..
Según las expresiones habituales de José Blanco, Mariano Rajoy es un "político antiguo que representa como nadie lo más arcaico y retrógrado" de la derecha europea. Incluso va un poco más allá y dice que “Rajoy es un patriota ni siquiera de hojalata, es un patriota de pacotilla”. La mala marcha del PSOE en las encuestas, le ha llevado a recordar sus años de secretario portavoz del partido en Ferraz y a recuperar su lenguaje de entonces y ha llamado 'frikis' y anarcoides a las gentes del Partido Popular, por criticar la limitación a 110 kilómetros por hora la velocidad en autopistas y autovías. Durante un acto de campaña en Sevilla, ante el Comité Director del PSOE-A, Blanco criticó agriamente al PP por oponerse ante una medida provisional para ahorrar energía, diciendo que ya no se sabe si el comportamiento de sus dirigentes es de unos “‘frikis’ o de unas personas anarcoides”.
"Entre 'frikis' y anarcoides anda el juego", ha continuado José Blanco, para quien los populares realmente son unos "irresponsables porque irresponsable es en este momento" no apoyar provisionalmente una medida que tiene como objetivo ahorrar energía, abaratar los costes para el consumidor, y que, en definitiva, es imprescindible para España. "Sólo los 'frikis' y anarcoides pueden seguir con un comportamiento que es más propio de personas que no aspiran a gobernar que de personas que tienen la ambición de gobernar el país", ha dicho refiriéndose al Partido Popular. Y no paró aquí la cosa. Ante esos mismos militantes socialistas continuó con sus diatribas contra el partido mayoritario de la oposición: “dentro de unos días veréis cómo dicen que la consecuencia de que no haya abastecimiento de petróleo es de Zapatero porque en España no hay pozos de petróleo por Zapatero", sentenció.
El pasado día 20 de marzo, José Blanco volvió a la carga contra el partido popular, y esta vez a cuenta de la guerra en Libia. En un mitin en Málaga, mientras los aliados bombardeaban las defensas de Muamar el Gadafi, Blanco quiso establecer diferencias entre la intervención en Libia y la guerra de Irak del año 2003. De ahí que afirmara tajantemente que "aquí no hay foto de las Azores, lo que hay es una resolución de las Naciones Unidas; aquí no hay mentiras, sino que hay una violación masiva de los derechos humanos, y vamos a liberar el pueblo de Libia". Y agregaba, elevando la voz: "Vamos a trabajar, no para iniciar una guerra, sino para acabar con ella”. Y sin ningún empacho proclama: “podemos sentirnos orgullosos del papel que España va a jugar en Libia”. Y es que sencillamente, según Blanco, estamos trabajando “para liberar al pueblo de Libia”.
Ante una posición tan timorata, es preciso aclarar algunos extremos, que están ahí, en la historia, para quien quiera estudiarlos. Aunque Zapatero y sus acólitos no quieran reconocerlo, lo que ocurre ahora en Libia es muy similar a lo que sucedía en Irak, antes del derrocamiento de Sadam Husein. Si el coronel Gadafi estaba masacrando brutalmente a las tribus de Cirenaica y las del desierto por atreverse a pedir democracia, Sadam Husein había tratado de exterminar al pueblo kurdo. Solamente en Halabja, se llevó por delante, de una sola tacada, a unos 5.000 kurdos, liquidados despiadadamente con armas químicas prohibidas. La respuesta del mundo occidental, en ambos casos, fue la acción bélica para restablecer el orden, según confesión de los participantes.
Dicen que ahora, al contrario que en el caso de Irak, hay una resolución de la ONU autorizando la intervención militar en Libia. Pero hay que aclarar que dicho documento está redactado intencionadamente de un modo tan obtuso que cada país miembro puede interpretarlo como quiera. De lo contrario no hubiera sido aprobado por el Consejo de Seguridad. En Irak sin embargo, y por el mismo motivo, dejó que los países miembros derrocaran al tirano. Una vez conseguido el objetivo y finalizada oficialmente la guerra, la ONU redacta ya la resolución 1511, pidiendo claramente a los países miembros que intervengan en la reconstrucción de Irak.
Fue entonces, y no antes, cuando España manda a Irak un buque-hospital para intervenir en tareas exclusivamente humanitarias. Y eso, por mucho que ladraran los de las pancartas de entonces, no es ir a la guerra. En Libia sin embargo, si que hemos ido a la guerra, al intervenir tan directamente para frenar los ánimos de revancha del coronel Gadafi. Es verdad que ahora, por desgracia, no hay foto de Las Azores. Aquella foto indicaba claramente que España contaba en el concierto internacional, se la consultaba, se contaba con ella. Ahora no estamos en la foto de París porque hemos pasado a ser el chico de los recados. Zapatero no ha sido capaz de conseguir algo más, aunque haya cambiado a toda prisa el traje de pacifista por el de combate.
Gijón, 25 de marzo de 2011
José Luis Valladares Fernández
D. José Luis, sin ánimo de polemizar, le podría citar a Vd. cientos, miles de casos en los que las gafas que portan, para nada proporcionan imagen de vulgaridad al miope que las porta.
ResponderEliminarUn saludo, como siempre, cordial.
Buena recopilación de Blanco. Este hombre cumple una función, es un muñeco de pim pam pum con mala leche. Como bien sabes este tipo de personajes son muy habituales, se llevan por delante lo que puedan y solo se desgastan ellos mismos.
ResponderEliminarUn saludo.
Ya lo se, amigo Trece, que para la imensa mayoria, llevar gafas, no es ningún demérito. Yo mismo las utilizo y no me siento traumatizado por ello. Pero los presumidos huyen de las gafas y se operan como Pepiño o utilizan lentillas.
ResponderEliminarUn saludo cordial
Hola, Sefirot. Pepiño es un todoterreno, para abrir caminos y que está siendo utilizado por Zapatero con ese fin. Lo malo para él es, que el día que se vaya Zapatero, no creo que le quiera ya nadie a su lado.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Desde que se quitó las gafas ya no es tan "mi Pepiño"...el pobre es como Mr Jekyll, de pronto se le olvida que es todo un señor ministro y vuelve por sus fueros de insulto barriobajero, de pronto torna a la realidad del cargo e inaugura alguna vía y se abraza con Doña Espe...pero se nota que le mola más ser Hyde jeje
ResponderEliminarA lo mejor es que están ya con un ataque de pánico, que todo podría ser. Por otro lado, estos siempre han distinguido entre "muertos legales e ilegales" y entre dictaduras buenas y malas. Lo que pasa es que nosotros no entendemos el "conceto". Culpa nuestra.
ResponderEliminarAhora solo le falta la rinoplastia y un transplante de cerebro, así queda como nuevo.
ResponderEliminarEsa un personaje cómico porque no consigue transmitir ni miedo ni respeto, que es lo que él pretende. Además, por si no se da cuenta sus bravatas solo convencen a los de la secta pero no captará así más adeptos. Renovarse o morir, que dicen..
Un abrazo, Jose Luis.
Despues de todo, querida Maribeluca, es un personaje que da lástima. Le valió cruzarse con Zapatero y a ambos la necesidad de impedir la llegada de Bono. De lo contrario, un simple concejal de su pueblo y no en todas las legislaturas. Y volverá a ser de nuevo otra vez Pepiño, que le vamos a hacer.
ResponderEliminarUn abrazo
Y además, como no se atreven a detener a Gadaffi, quieren armar a los rebeldes, que ya están armados, para que lo "neutralicen", por decirlo de forma suave.
ResponderEliminar¡Qué formen un comando y vayan al campo de batalla los de la ceja y Pepiño como brigadier!. Porque lo que les preocupa es el petróleo, no las vidas de la población víctima ahora de dos enemigos: Gadaffi y las armas "inteligentes" que no distinguen a los buenos de los malos.
Algo de eso si les pasa, amigo HIPOCRATES. ültimamente están de los nervios, por si se les termina el chollo. Les cuesta dejar el pesebre.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Es un personaje de sainete, querida Candela, y yo creo que ya no es ni recuperable ni con el trasplante de cerebro. Cada uno da de sí, lo que tiene que dar, y este ejemplar ya dio todo lo que tenía que dar.
ResponderEliminarUn abrazo
Esa gente, amigo Xesús López, si va a algun sitio es a poner el cazo para cobrar alguna subvención. Mira ahora que calladitos están, y eso que se habían declarado anemigos mortales de la guerra.
ResponderEliminarQue el leid motif de esta intervención en Libia, claro que es el petroleo. Hay otros muchos pueblos en los que están masacrando a la población, incluido Siria, pero como no hay petroleo, les dejan a su suerte.
Un abrazo
De lo que no va a poder nunca operarse es de la única neurona que tiene este analfabeto funcional llegado a ministro.
ResponderEliminarTenemos un plantel en la política que causa bochorno hasta mirarles las caras. Cuesta ya oírlos, mirarlos es ya superior a mis fuerzas.
Abrazos, amigo José Luis.
Buena entrada como de costumbre.
Así es, amiga Eleonora. Da grima comparar nuestro Gobierno, cartera ministerial por cartera, con los Gobiernos de nuestro entorno, en los que son todos personalidades con carreras y una hoja de servicios brillantes en sus ocupaciones. En España, por lo visto, vale cualquiera para ministro. En vez de una carrera, masteres, etc, con el simple carnet del partido ya es más que suficiente.
ResponderEliminarUn abrazo, amiga Eleonora
El Gobierno de Aznar, tan criticado por el PSOE y el resto de la izquierda, envió tropas a Irak en 2003 cuando ya había acabado el conflicto y la ONU había aprobado una resolución, mientras que Zapatero no ha dudado en dar luz verde a una operación que supone de hecho una declaración de guerra.
ResponderEliminarAznar mandó en 2003 una fuerza de estabilización. Se trataba de una misión de postguerra, un buque hospital. En tanto que, a Libia, Zapatero ha enviado cuatro aviones de combate, una fragata y un submarino.
La invasión de 2003 estuvo autorizada por las Resoluciones 1137 y 1441. Ambas advertían a Sadam de que si boicoteaba las inspecciones de sus arsenales tendría que atenerse a "graves consecuencias".
Si quedaba un mínimo resquicio que desmontar de la falacia permanente que es el zapaterismo, y por ende, la izquierda carpetovetónica que padecemos en este pais, ha quedado desnudo con esta "No guerra" que es nuestra presencia en las fuerzas de ataque a Libia.
Lo que diga Blanco,con su graduado escolar a cuestas, la verdad, no es digno siquiera de ser tomado en consideración; a fin de cuentas es un simple monaguillo, un loro amaestrado.
Siguen con sus piruetas oratorias para no llamar a las cosas por su nombre y negar la realidad. En fin, a ver si se acaba la legislatura, por que si les dices de dimitir dirán ¿dimitri?, no, no le conozco.
ResponderEliminarEsta gente, querida Natalia, no tiene perdón de Dios. Ellos se creen que son la medida de todo, que todo lo que pasa por sus manos es bueno y lo demás es malo. Lo de Irak era una guerra infame, porque estaban en el ajo el malvado Bush y el no menos malvado Aznar.
ResponderEliminarAhora con Obama y con Zapatero están alli para darles de comer a la gente, porque ellos son lo único bueno y sus obras por lo tanto son todo buenas.
Saludos cordiales
¿Dimirir estos? Imposible, amigo Pepe Deapié. Ellos se creen los gestores providenciales, gracias a los cuales, seguiremos adelante.
ResponderEliminarPero yo hecho más culpa a los borregos que aún confían en ellos y les siguen apoyando.
Saludos cordiales
Dicen que Blanco se ha pasado al rubalcabismo. Claro, pensará, que sin gafas es otro hombre, y que Rubal le adora... sólo que ahora se le ve más la cara de pájaro de mal kun agüero
ResponderEliminarEs que Blanco, amigo José Antonio, tiene que buscar acomodo. De todas maneras, sin Zapatero lo va a tener muy mal. No se si no tendrá que volverse a su peuebliño y mirar a ver si le dan una concejalía.
ResponderEliminarSaludos