La crisis económica tan brutal que nos azota ha llevado a muchas familias a experimentar el trago amargo de la pobreza. Son ya más de nueve millones de personas las que, de una manera u otra, se han visto arrastradas a la más estricta miseria y se encuentran con verdaderos problemas para llevar a casa el sustento necesario para su familia. Buena prueba de ello son las colas que se forman diariamente a las puertas de los comedores de Cáritas y las personas que, a escondidas, buscan alimentos caducados en los contenedores de basura que están situados en las inmediaciones de los grandes supermercados. Y las personas que frecuentan hoy día los comedores de Cáritas y las que se aventuran a hurgar en los contenedores de basura no tienen precisamente el aspecto de los clásicos indigentes que se veían por esos sitios antes de la crisis.
La propia crisis económica y la mala gestión que ha hecho de ella el Gobierno, han propiciado que en España, a partir del año 2008, el cambio de signo del ciclo económico se haya producido de una manera muy brusca. Tras un largo periodo de crecimiento, donde producción y empleo aportaban riqueza continuamente, nos encontramos ahora ante un panorama tan crudo como real. Es como si hubieran vuelto de nuevo las siete “vacas flacas” del sueño del faraón de Egipto, que nos cuenta el Génesis, para devorar a las “vacas gordas”. Hemos llegado ya a una situación verdaderamente dramática y no hay perspectivas a la vista de que esto pueda mejorar.
Somos los campeones del paro en Europa. Contamos con más de 5 millones de ciudadanos que se han quedado sin un puesto de trabajo. Hay ya más de 1,8 millones los hogares con todos sus miembros activos en paro. El porvenir de la Juventud no es nada halagüeño, ya que hay más de un 43% de jóvenes sin posibilidades reales de encontrar un puesto de trabajo. No les queda más remedio que abandonar su tierra y emigrar al extranjero, si es que quieren labrarse un futuro,. No es menos grave que más de un 20,8% de la población se vea obligada a vivir por debajo del umbral de la pobreza y que nos encontremos con que uno de cada cuatro niños esté en riesgo cierto de pasar hambre. Ante estos hechos, es perfectamente normal que mucha gente vea en José Luis Rodríguez Zapatero al peor de los cuatro jinetes del Apocalipsis.
Además del enorme desastre que el presidente del Gobierno ha provocado en nuestra economía, las personas sensatas le acusan también de querer destruir todas y cada una de las instituciones básicas por las que se ha regido tradicionalmente la sociedad española. Su obsesión principal es la de transformar hasta la misma idea de España, imponiendo por la brava, al conjunto de los ciudadanos, su infame proyecto cultural. Se trata de sustituir nuestra cultura milenaria, tan enraizada en el cristianismo, por una especie de humanismo ateo donde evidentemente no hay cabida para nuestros valores tradicionales, donde sobran las ideas de bien o de virtud. Hasta lo que siempre se ha tenido por malo, e incluso por irracional, puede convertirse sin más en algo bueno, si así lo determina la mayoría con sus votos.
Como consecuencia del descontento de algunos barones del PSOE con Rodríguez Zapatero, se comenzó a especular con la posibilidad de que éste decida no presentarse de nuevo a la reelección para presidente. La locuacidad de Ramón Jáuregui en Radio Nacional de España, aunque sin micrófonos de por medio, da a entender que anunciará su renuncia en el Comité Federal del próximo día 26 de marzo. Esto ha desatado la euforia de mucha gente, pensando que el malo de la película es el actual presidente del Gobierno. Una euforia quizás muy prematura, ya que aún es muy problemático que Zapatero resuelva excluirse voluntariamente de la contienda electoral del próximo año. Y si opta dejar el camino libre para que sea otro el que luche por la presidencia del Gobierno, estaremos en el mismo caso, ya que Rodríguez Zapatero, es simplemente uno más en la cadena. El enemigo es el socialismo español que aún sigue defendiendo los mismos principios que Pablo Iglesias y Francisco Largo Caballero.
El socialismo en España sigue aún anclado doctrinalmente en los tiempos de la República. Cualquier otro socialista que acceda a la presidencia del Gobierno en lugar de Zapatero, trataría de imponer igualmente esa visión laicista de la vida y de desterrar de nuestra cultura cualquier referencia a la religión cristiana. Los valores morales serían relativizados igualmente, a nada que se descuide la sociedad. Todos ellos defienden los mismos postulados. Unos irían de frente como Zapatero, mientras que otros lo harían de manera mucho más sibilina. Pero todos, eso sí, buscando el mismo resultado cultural e ideológico. Y desde el punto de vista de la economía, tampoco íbamos a mejorar nada.
Los socialistas españoles, en efecto, no han sido capaces de prescindir inteligentemente de los axiomas formulados por Carlos Marx y por Federico Engels, que conducen inevitablemente a la pobreza. De ahí que rechacen, entre otras cosas, la propiedad privada de los medios de producción y dediquen todo su esfuerzo en crear una organización social fundada en una economía eminentemente colectiva. Piensan que hay suficientes bienes en la tierra para colmar las aspiraciones de todos los hombres, pero que están mal repartidos porque hay instituciones sociales que funcionan mal y dan mucho más a los ricos que a los pobres. Y son precisamente los socialistas los que deben corregir esto desde las estructuras del Estado, buscando una fórmula más equitativa en la redistribución de la riqueza.
La experiencia nuestra del paso de los socialistas por la presidencia del Gobierno desde el establecimiento de la democracia ha sido de manera clara muy deprimente. Se estrenó Felipe González en 1982, con el apoyo fervoroso de millones de votantes, y la experiencia fue altamente catastrófica. Unos años después, el paro había alcanzado cotas escandalosas, y en 1996, España estaba prácticamente en la quiebra. No había dinero ni para pagar las pensiones. El siniestro atentado del 11 de marzo de 2004, preparado quizás para provocar un cambio de signo en el Gobierno, dio inesperadamente el triunfo a José Luis Rodríguez Zapatero. Y después de siete años en el Gobierno, nos ha devuelto al desastre en que nos dejó Felipe González.
Zapatero, eso sí, como es un visionario convencido, ha huido de las exquisiteces y se ha lanzado a la piscina sin flotador. Felipe González era más diplomático y disimulaba mejor sus aviesas intenciones. A ambos les molestaba enormemente el cariz cristiano de nuestra cultura. Y el posible sucesor que salga de las filas socialistas, hará lo mismo porque es algo que está en el guión. Utilizará más el disimulo, como Felipe González, o irá más a pecho descubierto, como Zapatero; pero si llega al Gobierno, tratará de poner todo tipo de trabas a los sentimientos religiosos de los ciudadanos. Y por supuesto se despreocupará de nuestro futuro, ya que el mañana jamás contó para ellos. Como los jacobinos de la Revolución Francesa, los socialistas sacrificarán siempre el porvenir al presente, gastando a lo loco mientras haya algo que gastar. Pertenecen a una saga que es así.
Gijón, 8 de marzo de 2011
José Luis Valladares Fernández
Se creen que España es su cortijo estos jacobinos de medio pelo, sólo que estos además son profundamente iletrados en su despotismo...observo una cierta revolución de los suyos en la red a cuenta de lo mal que pintan las encuestas jeje en nada tendrás aquí un trollillo a decirte lo fascista que eres por decir estas cosas "no comprobadas".
ResponderEliminarAbrazo.
El socialismo español, querida Maribeluca, siempre ha tenido ese comportamiento. Si en las próximas elecciones volvieran a ganar, sería como para mondarse de risa de nosotros.
ResponderEliminarUn saludo cordial
Bien, pero no os fiéis demasiado, ¿vale?. Las mayores audiencias son para telebasuras iguales o peores, el nivel cultural ha ido 'pabajo' (más), los amargados lo están más que nunca, la manipulación se multiplicará por mil y probablemente 'pasarán cosas'.
ResponderEliminarSi ocurre el milagro que se pronostica, necesitaremos otro milagro para que este PP pueda (y 'quiera')con tanto. Sería mucho para un Aznar en forma. Demasiado para todos los que 'conozco'.
Saludos
No es Rodríguez, el socialismo es una doctrina trasnochada. Además, estos no son socialistas, son trincones en nombre de la rosa. Me es indiferente a quién pongan, todos son iguales y deben desaparecer del mapa político español si queremos de verdad un país moderno y democrático.
ResponderEliminarUn saludo Jose Luis.
En la foto se ve a un ZP, el iluminado de la Moncloa, con la sonrisa chicle y a un Felipe cínico, orondo y satisfecho de cómo le van los negocios.
ResponderEliminarAl fonso, Paulino de la Iglesia, más tarde Pablo Iglesias, el hombre que afirmaba que los socialistas tenían como objetivo el acabar con la Iglesia, algo que también intentó el zafio de Largo Caballero.
Esto no parece que pueda dar más de sí. ¿Se puede pensar en un ZP integrado en la cola de admisión a un comedor social? No, porque ha de tener sus caudales, como González, a buen recaudo.
Pero la Historia escribe recto con renglones torcidos y la espiral de pobreza puede llevar a este hombre a una situación por él no querida.
Por lo pronto y según El Mundo, ya es quinto en las quinielas para la sucesión....
También puede marcharse con la flotilla de los de la Zeja al próximo Oriente, a colaborar con Hamás o con Hezbolá. Si se decide a hacerlo, que no vuelva.
Zapatero es a día de hoy una lacra, un baldón en las perspectivas electorales socialistas hasta el punto que los barones no quieren verlo ni en pintura, desterrado de los mítines de campaña como si fuera la peste bubónica.
ResponderEliminarPero aún así, querido Jose Luis, con esos antecedentes, a pesar de los más de cinco millones de parados, de un pais hundido, de siete años nefastos de Gobierno, de la negociación/claudicación con ETA, del "chivatazo" del Faisán, de la fractura social, de la deriva nacionalista, del empobrecimiento colectivo, los ERE de Mercasevilla, del recorte de libertades, de la corrupción generalizada...un 32,95% del electorado, más de siete millones y medio de ciudadanos, votarían al PSOE.
De momento, los candidatos a las próximas elecciones huyen de ZP como de la peste, pero como bien dices, no debemos confiar demasiado en que su posible sustituto cambie el rumbo de su discurso.
ResponderEliminarNo cabe duda, amigo Carlos, que el nivel cultural de España está por los suelos. El sistema implantado por Rubalcaba en su etapa de ministro de Educación, está dando los frutos que se podían esperar. Legiones y legiones de analfabetos funcionales.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que hagan o dejen de hacer los actuales dirigentes del PP aún no se sabe, pero es que es la única fuerza política que puede mandar para casa a Zapatero y su panda.
Saludos cordiales
Tu manera de catalogar a las huestes de Zapatero, amiga Candela, es siempre precisa y es imposible mejorarla. Se trata de una tropa que la vista, eso sí la fija en ideales fantásticos, pero es incapaz de sacar la mano del cajón.
ResponderEliminarDe lo que desaparece del cajón culpan a otros, pero lo granado se lo llevan ellos.
Saludos cordiales, Candela
Es que en esta España nuestra, querida Natalia, hay mucho masoquista y desgraciadamente mucho ignorante. Y a estos es muy fácil manipularlos.
ResponderEliminarY todos sabemos que los socialistas, en eso de manipular, no les gana nadie.
Saludos cordiales
Entre Felipe González y Zapatero, amigo Xesús López, no se quien será peor. Zapatero es más zote, aunque se crea el mozín de la quintana. Felipe le da mil vueltas en esto. Sabe utilizar convenientemente la diplomacia y el disimulo. Por eso Zapatero ha querido imponer de frente y por la brava las esencias doctrinales del socialismo heredades de Pablo Iglesias y de Largo Caballero, el que soño con convertirse en el Lenin español.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Zapatero está ya tan calado por la sociedad,amigo Trece. que ni sus propios compañeros le quieren a su lado. Temen perder la mamandurria a la que están habituados.
ResponderEliminarUn saludo, amigo Trece
Zapatero forma parte de la cuarta línea de poder.
ResponderEliminarNADA ES LO QUE PARECE!!!
http://detrasdeloaparente.blogspot.com/
Gracias Morfeo por acercarte hasta aquí.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Desde luego este ya tiene los días contados. Sus propios compañeros de partido en vez en cuando les hacen la bola por eso de aparentar un partido unido y fuerte, tanta hipocresia hasta entre ellos. La pena es que pronto tendremos a otros metiendo mano a la caja. El último escandalo de los ERES a sido ya la gota... pero no obstante, cuidao que todavía puede haber sorpresa y salir reelegido, o este o el RuGAL. El socialismo hoy en día se ha quedado sin pilas y anda recargando energías antiguas propias del siglo XIX, osease que están acabado es cuestión de tiempo, de muy poco tiempo.
ResponderEliminarCogidos de los cullones, porque anda que el Rajoy como el PP madre mía de Málaga a Malagón. Por otro lado el nivel cultural es la pera no me extraña que estemos cogido de los huevos, país de gaznápiros y políticos catetos con la mano muy eléctrica en los bolsillos de los demás.
Más que desaparecer el socialismo es desaparecer todos los partidos implicados en corrupción, joder iban a quedar tres mal contados, eso lo veo más legal y sanear la democracia que está muy sucia.
Saludos cordiales José Luis.
Bueno, amigo E..P... Yo no estaría tan seguro de que Zapatero tiene los días contados. Hay aún muchas personas que no se han dado cuenta del estado real de nuestra economía.
ResponderEliminarSi falla Zapatero y viene Rubalcaba, pues imaginate. Este ha estado metido en todos los charcos. Estuvo en el Gal. En el 11M, si no estuvo metido de modo directo, si estuvo en el fregado de ocultar pruebas, alterar otras, y construir otras falsas. Y ahora la del faisán.
Si viene la Chacón, ya sabemos como respira, ya que estaba de acuerdo con ubianes con aquello de "me suda la puta España...".
De momento, que pasen las elecciones de mayo y será un test de las generales del año que viene.
Un abrazo, amigo E..P..