Hasta el año 2004, Leire Pajín era una estrella mortecina que necesitaba a su progenitor, José María Pajín, para dar algún que otro destello sobre el cielo de Alicante. Es cierto que en el año 2000 comenzó a emerger al encabezar la lista al Congreso de su partido por Alicante, pero todavía carecía de luz propia, aunque al poco tiempo fuera incorporada al equipo Nueva Vía de Zapatero. Fue en el 2004, con la victoria socialista en las urnas, cuando Zapatero la nombra secretaria de Estado de Cooperación Internacional.
Con este nombramiento, Leire Pajín se sintió ya transportada al olimpo de los dioses y comienza a comportarse como quien está por encima del resto de los mortales. A partir de aquí, comienza a actuar como sacerdotisa mayor del pretendido progresismo socialista y a aprovecharse del cargo y de las prebendas que éste comporta.
Con estos progres de pandereta, por lo visto, no tiene nada que ver ese famoso código de buen gobierno promulgado por ellos mismos. Y, en consecuencia, ahí la tenemos, al poco de estrenar su cargo, vociferando endiabladamente en el aeropuerto de Menorca contra el personal de AENA porque no la dejaban utilizar la sala VIP de la instalación, mientras esperaba su vuelo a Madrid. Esta es la tipa que, encima, quiere dictarnos normas obligatorias de comportamiento ético.
Como se trata de una chica de rompe y rasga, que vale para todas las estaciones y para todas las ocasiones, abundará en comportamientos francamente llamativos. Al año siguiente del incidente de Menorca, interviene en otro nuevo numerito que la retrata de cuerpo entero, donde aparece como persona altanera y tremendamente maleducada. El 27 de Abril de 2005 regresaba de México en el vuelo 6400 de Iberia, junto con las dos subalternas que la habían acompañado en la misión diplomática. No se si porque en la business plus class las bebidas son gratis, o simplemente por que les gustaba, el caso es que se excedieron en el número de cubalibres de ron, dando lugar a escenas tabernarias tremendamente molestas para el resto de pasajeros de la misma clase.
Menos molesto resultó su viaje a Maputo, capital de Mozambique, acompañando a la Vicepresidenta el 8 de marzo de 2006, para celebrar allí el día Internacional de la Mujer Trabajadora. De la Vega y Pajín, disfrazadas de indígenas lugareñas, protagonizaron unos actos poco edificantes, bailando al son de ritmos ancestrales de África. Ni una ni la otra hicieron mucho hincapié en la liberación de las mujeres del África subsahariana.
Quizás haya que hacer caso a aquella mujer quiromántica que, según relata la misma Leire Pajín, la auguró un futuro tremendamente esplendoroso. Es en el 37º Congreso Federal de primeros de julio de 2008 cuando, de la mano de Zapatero, da un salto más y pasa a ser la gran vestal del trasnochado socialismo español. Al asumir el cargo de secretaria de Organización, supliendo al inefable José Blanco, se coloca en lo más alto de la galaxia socialista. Desde semejante atalaya procurará mantener intacta la llama que ilumina todas las actuaciones de Zapatero y las esencias doctrinales de la militancia socialista.
Dice Zapatero que Pajín es “de lo mejor que tiene el PSOE”. Si Leire Pajín es de lo mejor, es que no andan muy sobrados de personalidades de valía dentro del PSOE. Al menos, en el círculo de Zapatero. Quizás se deba esto a que Zapatero se rodea intencionadamente de auténticas medianías para que no desentonen con él y le dejen mal. Es demasiado narcisista para tener a su lado a personas que puedan hacerle sombra. Todo en su entorno tiene que ser gris.
Pajín es además extraordinariamente mediocre y muy propensa al dislate laudatorio y doctrinal. Como dice el perro Marcelo, en Estrella Digital, esta “chica no tiene término medio. O se lía a palos con todo el PP y haciendo acopio de cualquier cosa que se le ocurre, o se viste de hada madrina, saca la varita mágica y convierte a los ratones coloraos de la crisis económica en blancos corceles que tiran briosos de la carroza de su ídolo”.
Es normal que Leire Pajín fracase estrepitosamente como número tres del partido socialista. Y esto, aunque ponga en el asador toda su mejor voluntad por hacerlo bien. Carece de facultades para presentarse como referente absoluto de un partido, en el que hay tanta vaca sagrada que, además, no están del todo conformes con las soluciones revisionistas que quiere imponer el jefe. A esto hay que agregar otro problema, el fantasma de “Pepiño” volando día y noche sobre su cabeza. Es incapaz de prescindir, cuando habla y cuando gesticula, de su enorme preocupación por imitar a su predecesor en el cargo. Actúa con mucho miedo a no dar la talla y a que los militantes socialistas añoren las baladronadas del anterior Secretario de Organización.
Leire Pajín tiene otro problema muy grave que, ante Zapatero, se siente transportada al sétimo cielo, poseída de un arrebato místico inenarrable. Para ella, Zapatero es un dios sublime que con solamente mirar a este mundo, ya hará que tiemblen los cimientos de la propia historia humana. Es tal la devoción por el jefe, que Pajín se felicita por haber coincidido en el tiempo con él y con Obama. Cualquier cosa que toque ZP estará siempre impregnada para esta pobre visionaria de ataques extraordinarios de genialidad divina, como la modificación del matrimonio civil y, en un futuro no muy lejano, la interrupción voluntaria del embarazo que garantizará una maternidad responsable.
Nadie más feliz que esta sacerdotisa del templo de Ferraz al sentirse profeta y poder anunciar desde su elevada galaxia, en rigurosa exclusiva mundial, la buena nueva que se avecina para los que afortunadamente vivimos en la era de ZP. Algo tan extraordinario que va a marcar nuestras vidas y en lo que han puesto su esperanza muchos seres humanos. “Les sugiero –dice la inefable Pajín- que estén atentos al próximo acontecimiento histórico que se producirá en nuestro planeta: la coincidencia en breve de dos presidencias progresistas, a ambos lados del Atlántico, la presidencia de Obama en EE UU y Zapatero presidiendo la UE.
Absorta en su éxtasis, la visionaria Pajín no tiene en cuenta una cosa, que Obama puede tomar disposiciones, más o menos acertadas, sobre la marcha de Estados Unidos. Zapatero, en cambio, cuando en 2010 asuma la presidencia de la UE, carecerá de poderes ejecutivos. Simplemente presidirá las reuniones del Consejo y, de cara al exterior, representará políticamente a Europa. Su función será simplemente administrativa, nada más. Esto quiere decir que Obama, en su país, será todo un planeta o un astro con luz propia, mientras que Zapatero no pasa de ser un simple meteorito presto a estrellarse contra el planeta tierra.
El exceso de celo de Leire Pajín, por encumbrar a su jefe, ha suscitado las primeras protestas. Y esto ha dado lugar a que el brillo de su estrella comience a eclipsarse.
José Luis Valladares Fernández
Con este nombramiento, Leire Pajín se sintió ya transportada al olimpo de los dioses y comienza a comportarse como quien está por encima del resto de los mortales. A partir de aquí, comienza a actuar como sacerdotisa mayor del pretendido progresismo socialista y a aprovecharse del cargo y de las prebendas que éste comporta.
Con estos progres de pandereta, por lo visto, no tiene nada que ver ese famoso código de buen gobierno promulgado por ellos mismos. Y, en consecuencia, ahí la tenemos, al poco de estrenar su cargo, vociferando endiabladamente en el aeropuerto de Menorca contra el personal de AENA porque no la dejaban utilizar la sala VIP de la instalación, mientras esperaba su vuelo a Madrid. Esta es la tipa que, encima, quiere dictarnos normas obligatorias de comportamiento ético.
Como se trata de una chica de rompe y rasga, que vale para todas las estaciones y para todas las ocasiones, abundará en comportamientos francamente llamativos. Al año siguiente del incidente de Menorca, interviene en otro nuevo numerito que la retrata de cuerpo entero, donde aparece como persona altanera y tremendamente maleducada. El 27 de Abril de 2005 regresaba de México en el vuelo 6400 de Iberia, junto con las dos subalternas que la habían acompañado en la misión diplomática. No se si porque en la business plus class las bebidas son gratis, o simplemente por que les gustaba, el caso es que se excedieron en el número de cubalibres de ron, dando lugar a escenas tabernarias tremendamente molestas para el resto de pasajeros de la misma clase.
Menos molesto resultó su viaje a Maputo, capital de Mozambique, acompañando a la Vicepresidenta el 8 de marzo de 2006, para celebrar allí el día Internacional de la Mujer Trabajadora. De la Vega y Pajín, disfrazadas de indígenas lugareñas, protagonizaron unos actos poco edificantes, bailando al son de ritmos ancestrales de África. Ni una ni la otra hicieron mucho hincapié en la liberación de las mujeres del África subsahariana.
Quizás haya que hacer caso a aquella mujer quiromántica que, según relata la misma Leire Pajín, la auguró un futuro tremendamente esplendoroso. Es en el 37º Congreso Federal de primeros de julio de 2008 cuando, de la mano de Zapatero, da un salto más y pasa a ser la gran vestal del trasnochado socialismo español. Al asumir el cargo de secretaria de Organización, supliendo al inefable José Blanco, se coloca en lo más alto de la galaxia socialista. Desde semejante atalaya procurará mantener intacta la llama que ilumina todas las actuaciones de Zapatero y las esencias doctrinales de la militancia socialista.
Dice Zapatero que Pajín es “de lo mejor que tiene el PSOE”. Si Leire Pajín es de lo mejor, es que no andan muy sobrados de personalidades de valía dentro del PSOE. Al menos, en el círculo de Zapatero. Quizás se deba esto a que Zapatero se rodea intencionadamente de auténticas medianías para que no desentonen con él y le dejen mal. Es demasiado narcisista para tener a su lado a personas que puedan hacerle sombra. Todo en su entorno tiene que ser gris.
Pajín es además extraordinariamente mediocre y muy propensa al dislate laudatorio y doctrinal. Como dice el perro Marcelo, en Estrella Digital, esta “chica no tiene término medio. O se lía a palos con todo el PP y haciendo acopio de cualquier cosa que se le ocurre, o se viste de hada madrina, saca la varita mágica y convierte a los ratones coloraos de la crisis económica en blancos corceles que tiran briosos de la carroza de su ídolo”.
Es normal que Leire Pajín fracase estrepitosamente como número tres del partido socialista. Y esto, aunque ponga en el asador toda su mejor voluntad por hacerlo bien. Carece de facultades para presentarse como referente absoluto de un partido, en el que hay tanta vaca sagrada que, además, no están del todo conformes con las soluciones revisionistas que quiere imponer el jefe. A esto hay que agregar otro problema, el fantasma de “Pepiño” volando día y noche sobre su cabeza. Es incapaz de prescindir, cuando habla y cuando gesticula, de su enorme preocupación por imitar a su predecesor en el cargo. Actúa con mucho miedo a no dar la talla y a que los militantes socialistas añoren las baladronadas del anterior Secretario de Organización.
Leire Pajín tiene otro problema muy grave que, ante Zapatero, se siente transportada al sétimo cielo, poseída de un arrebato místico inenarrable. Para ella, Zapatero es un dios sublime que con solamente mirar a este mundo, ya hará que tiemblen los cimientos de la propia historia humana. Es tal la devoción por el jefe, que Pajín se felicita por haber coincidido en el tiempo con él y con Obama. Cualquier cosa que toque ZP estará siempre impregnada para esta pobre visionaria de ataques extraordinarios de genialidad divina, como la modificación del matrimonio civil y, en un futuro no muy lejano, la interrupción voluntaria del embarazo que garantizará una maternidad responsable.
Nadie más feliz que esta sacerdotisa del templo de Ferraz al sentirse profeta y poder anunciar desde su elevada galaxia, en rigurosa exclusiva mundial, la buena nueva que se avecina para los que afortunadamente vivimos en la era de ZP. Algo tan extraordinario que va a marcar nuestras vidas y en lo que han puesto su esperanza muchos seres humanos. “Les sugiero –dice la inefable Pajín- que estén atentos al próximo acontecimiento histórico que se producirá en nuestro planeta: la coincidencia en breve de dos presidencias progresistas, a ambos lados del Atlántico, la presidencia de Obama en EE UU y Zapatero presidiendo la UE.
Absorta en su éxtasis, la visionaria Pajín no tiene en cuenta una cosa, que Obama puede tomar disposiciones, más o menos acertadas, sobre la marcha de Estados Unidos. Zapatero, en cambio, cuando en 2010 asuma la presidencia de la UE, carecerá de poderes ejecutivos. Simplemente presidirá las reuniones del Consejo y, de cara al exterior, representará políticamente a Europa. Su función será simplemente administrativa, nada más. Esto quiere decir que Obama, en su país, será todo un planeta o un astro con luz propia, mientras que Zapatero no pasa de ser un simple meteorito presto a estrellarse contra el planeta tierra.
El exceso de celo de Leire Pajín, por encumbrar a su jefe, ha suscitado las primeras protestas. Y esto ha dado lugar a que el brillo de su estrella comience a eclipsarse.
José Luis Valladares Fernández
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